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P. PECES I. QUÉ CUENTAN LAS FÁBULAS
Pudiera entenderse que hay una situación errónea cuando de peces se habla al no hacerse distinción en los animales con capacidades natatorias pertenecientes al mundo de los mamíferos, los peces y otros tipos de animales (crustáceos, reptiles, etc.). Si se engloban estos animales en el mismo grupo es porque en el corpus de la fábulas no existen diferencias claras ni científicas para agruparlos de otras forma. EL ATÚN Y EL DELFÍN Cuenta la tradición que viéndose un atún perseguido por un delfín, huía con gran estrépito. A punto de ser cogido, la violencia de su salto le arrojó, sin darse cuenta, sobre la orilla. Llevado del mismo impulso, también el delfín fue proyectado al mismo sitio. Se volvió el atún y vio al delfín exhalando el último suspiro.
No me importa morir –dijo- , porque veo morir conmigo al causante de mi muerte. Enseña esta fábula que sufrimos las desgracias con facilidad cuando las vemos compartidas por los que las causan. (Esopo, 131)
En el mundo de los peces, por lo tanto, en el mundo marino y igualmente dentro de la pesca de río existe un buen número de fábulas que tienen como protagonistas a los habitantes de estos medios. Junto a los peces, sean de mar o río, suele aparecer la figura del hombre como agente del que se tienen las más diversas opiniones: pesca piedras, hace de flautista, pesca en río revuelto; y por supuesto, se enfrenta al pez de oro, mágico o con otra definición para facilitar su vida con la ayuda del animal marino.
Y entre los animales hay caballas, ballenas, atunes, delfines, cangrejos, peces de río, entre otros.
Paralelamente a estos contenidos hay un nuevo apartado en donde la el centro de la fábula no es un animal y sí una persona humana. Así pues, los náufragos, los navegantes son los protagonistas de la historia fabulada; en otro capítulo se profundizará este tema.
EL JARDINERO Y SU AMO En un jardín de flores había una gran fuente cuyo pilón servía de estanque a carpas, tencas y otros peces. Únicamente al riego el jardinero atiende, de modo que entretanto los peces agua en que vivir no tienen. Viendo tal desgobierno, su amo le reprende; pues aunque quiere flores regalarse con peces también quiere. Y el rudo jardinero tan puntual le obedece, que las flores no riega para que el agua del pilón no merme. Al cabo de algún tiempo
el al jardín vuelve; halla secas las flores, y amostazado dice de este suerte: “Hombre, no riegues tanto que me quedes sin peces; ni cuides tanto de ellos, que sin flores, gran bárbaro, me dejes”. La máxima es brillada, mas repetirse debe: no escriba quien no sepa unir la utilidad con el deleite.
La perfección de una obra consiste en la unión de lo útil y de lo agradable.
II. TIPO DE FÁBULA
La fábula el atún y el delfín se puede enmarcar dentro de las denominadas populares con carácter didáctico. En la fábulas y dependiendo del tratamiento que tengan los protagonistas puede obtenerse información valiosa para clasificar cada fábula. En este caso, sus protagonistas, son animales marinos que conviven en términos de igualdad y que según la clasificación que se ofrece corresponde al Tipo 3 C; esto es, son las fábulas que únicamente ciertos animales tienen posibilidades de existir.
Iriarte en su fábula literaria enunciada anteriormente El Jardinero y su amo, insiste conscientemente en la idea universal de enseñar deleitando “docere – delectare”y esta máxima es el centro de las fábulas. La fábula del jardinero y su amo, aunque los peces del estanque sean importantes para establecer el argumento de la fábula son las dos personas; uno con su inteligencia y el otro con su ignorancia los que dan sentido a ella y los que con sus acciones se definen como si de un ejercicio de “nonsense” se tratara.
Esa actividad “sinsentido” se abre en muchas fábulas y generalmente personifica el “sinsentido” la actitud ignorante de uno de los personajes y que se exhibe dentro de las facultades humanas.
III. MOTIVO,TEMA Y PERSONAJES
Esta fábula intenta explicar como el refranero indica, de morir, matando; así, de esta manera, el oyente o lector de la fábula ha de valorar qué sentido tiene la persecución; alerta la fábula si, ¿el perseguido ha de enfrentarse al perseguidor para valorar la situación o ha de buscar un final insospechado para los dos?
Fácilmente se deduce cuando se ha conocido todo el texto; pero no así según va transcurriendo la narración de la fábula ya que para nada se cita el aniquilamiento de los dos animales. Sólo cuando se ha tenido toda la información el lector puede tener su contenido completo. ¿Qué satisfacción puede tener alguien cuando ve que quien le ha perjudicado en un momento concreto ve como su oponente padece igual o mayor castigo que el que ha producido? Pero ante la respuesta de esta pregunta podemos incluir otra que tiene que ver con la Ley de Talión.
Entre los temas de las fábulas abundan frecuentemente todos los que tienen que ver con los
pecados de la condición humana: la avaricia, la
envidia, etc. Sin duda esta nos impulsa a reconocer que nos reconfortamos con una desgracia siempre que el que la ha producido tenga una superior.
Para los personajes protagonistas de la fábula, el castigo no puede ser mayor ya que morir en el medio contrario al natural para ellos, ha de suponerles un gran demérito. Su condición de animales marinos y dentro de ellos los que se encuentran en lugar de privilegio por su fuerza e inteligencia, como son el delfín y el atún, no deja de sorprender que tengan una recompensa tan nefasta para ambos.
Aún así, en el punto siguiente veremos más apreciaciones de estos dos animales y del significado de ellos en la fábula.
Otros temas y otros personajes. Florian en su fábula El pez volador, aconseja la prudencia, buscar el punto de equilibrio en la ejecución de los actos se perfila como el objetivo en el comportamiento de cada cual. El pez volador estará seguro no la profundidad del mar ni en el cielo raso; su salvación se encuentra en:
“Cerca del aire nadando y volando junto al mar”.
En el ejemplo de Samaniego el pescador y el pez, nos acerca a instinto de Más vale pájaro en mano, y no hay perdón ni trato ni convencimiento para un pececillo que habiendo caído en las redes será devorado por el pescador.
¡A sartén te condeno, que mi panza no se llena jamás con la esperanza!
IV. ANÁLISIS SIMBÓLICO
En muchas fábulas se advierte la presencia de dos seres, dos animales marinos en esta caso, que intencionadamente, el autor, les predispone actuar en contra de las leyes naturales. Una vez conocidos los personajes, el segundo paso, dentro del contexto, es buscar la transgresión de su identidad y esta, será quien comunique la intencionalidad del mensaje, moraleja o enseñanza.
Dos son los animales protagonistas de la fábula, el atún y el delfín, peces de gran importancia para el ser humano. El atún por su aportación a la dieta y el delfín por su amistad y aprecio de la inteligencia.
De la presencia de dos animales o seres en general, sólo puede considerarse su funcionalidad por: cuando su esfuerzo es común y ambos son complementarios; o bien, cuando adquieren posturas contrarias y entonces se hacen antagónicos mostrando la supremacía de uno sobre el otro o la sumisión del primero al segundo o viceversa.
En la fábula del “atún y el delfín” referida anteriormente y como en otras muchas hasta que no ha discurrido parte de su lectura no sabemos qué postura van a tomar y así definir su papel o dominio en la tipología de la fábulas comentada anteriormente: complementarias, cuando su esfuerzo es para sobrevivir o buscar la perfección de ambos; y antagónicas, cuando el esfuerzo se expresa como sustracción con evidentes repercusiones negativas para los protagonistas.
La tercera vía por la que pueden discurrir las fábulas, con presencia de dos animales, hay que buscarlas en el aniquilamiento; lo cual antepone la nada al todo o viceversa. Insiste en la teoría anterior de la ambivalencia sin dejar posibilidad a ningún pronunciamiento que contenga otra solución.
En la fábula anterior del “atún y del delfín” en donde los dos animales parten de las cualidades semejantes de tamaño, en los que supuestamente a uno de ellos – el delfín - se les ha denominado como ser cuasi inteligente, por sus actitudes que el ser humano sabe aprovechar en múltiples situaciones; y por lo tanto, superior en la escala a su oponente, se convierte, ahora, en el animal transgresor de sus capacidades y cualidades.
Esta transgresión de la conducta animal provoca una nueva situación perjudicial para ambos y mucho más nefasta para el que parte de una situación de superioridad, mensaje que los seres inteligentes aceptan por la similitud en la solución de sus mismos problemas. Adentrándonos en la posible explicación que contienen sus símbolos, la fábula puede estar concebida para dos tipos de personas muy diferentes. En primer lugar para los conocedores de la inteligencia, de la amistad con el hombre y de ser el animal alegórico de la salvación que contradice el espíritu del apólogo, junto al atún aprovisionador de despensas. En segundo lugar, la interpretación de la utilización de los animales como vendetta, sin mayor contenido que el de la moraleja con que finaliza.
V.- LITERATURA COMPARADA. CON QUÉ OTROS TEXTOS PUEDE RELACIONARSE
En la literatura española podemos encontrar páginas en las que se da buena cuenta de los animales y dentro de todos ellos de los peces. En primer lugar podemos recordar el Romancero; por ejemplo, El conde Arnaldos, donde los peces que andan al hondo, arriba los hace posar.
Chuang Tzu y su buen amigo Hui Tzu se hacían grata compañía a orillas del Hao. Chuang Tzu dijo: - También los rápidos peces se alegran de verse y nadan con gracia de aquí para allá. ¡Tal es la alegría del pez! Tú no eres pez –dijo Hui Tzu -. ¿Cómo conoces su alegría? Tú no eres Chuang Tzu –dijo Chuang Tzu -. ¿Cómo sabes que no conozco la alegría de los peces? Si el hecho de no ser Chuang Tzu –dijo Hui Tzu – quiere decir que no conozco a Chuang Tzu, entonces, en justa correspondencia, el hecho de no ser pez te impide conocer la alegría del pez. Volvamos al principio –dijo Chuang Tzu -. Tu pregunta: “¿Cómo conoces su alegría?” implica mi conocimiento de la misma. Y no tengo que meterme en el agua para saberlo. (Chuang Tzu)
En la cultura china como en otras muchas las relaciones entre los hombres y los peces u otros animales marinos son fuertes y muy frecuentes.
Puede afirmarse que ambos, hombres y animales, corresponden al mismo conjunto; por lo tanto, esos vínculos que existen entre ellos hace en la mayoría de las ocasiones sean coaligados para defender causas comunes o mejor dicho de respeto entre ellos.
De aquí la multitud de versiones ente el pescador y el pez que se asoma para no ser capturado y ofrece por su salvación cualquier deseo del pescador. Por citar algunas versiones con este tema: M Curiel Merchán clasifica a uno de estos textos en el de animales agradecidos con el título de El pez merino. Este mismo existe en el folclore portugués con el título El Pececito encantado. En el folclore ruso existe igualmente El pez de oro.
Así mismo, no olvidemos las múltiples ocasiones en los que se encuentra un objeto (anillo) perdido con anterioridad cuando se dispone a comer un pez, generalmente de río y allí se recupera el objeto deseado para engrandecer al personaje.
Cuento tipo 250. Competición de natación entre peces. La carrera ente el tolino y el porretano. PECES EN EL CINE
La primera de las aproximaciones que pueden tener correspondencia con estos temas de animales es sin duda el cine. Para ello hay que destacar dos películas que tratan el mundo submarino: Flipper y la Sirenita. Siendo un poco más exigente podemos llegar hasta el mundo de Julio Verne y todos los viajes que a través del mar y los océanos se han desarrollado.
La vida de los animales del mar ha sido llevada al cine en múltiples ocasiones. Flipper, el delfín, es sin lugar a dudas su mejor representante. Igualmente y con las características que le define el tiburón ha tenido su espacio en el celuloide con el título del nombre del animal.
Del mismo tema y con todo un elenco de animales marinos se encuentra la Sirenita, en la que conviven desde el dios de los océanos Tritón hasta una vulgar gamba o una inexperta joven que intenta salir de las profundidades del océano para seguir a un joven que conoce en una excursión prohibida.
Otra segunda aproximación puede considerarse con textos como Pinocho que, también, tiene su interés en todos los pasajes de las aventuras del mar y la conexión que existe entre los protagonistas del cuento. Junto a él, recordar a Job y toda la leyenda en el interior de la ballena.
Por el interés que suscita y por la aportación que se hace para los niños que están aprendiendo a leer, hay muchos textos que favorecen la relación entre le hombre y el mar. Buenos días querida ballena y Adiós mi querida ballena, son sin lugar a dudas dos excelentes textos que ayudan a los más pequeños a comprender el mundo del mar, de sus animales y de la necesidad de convivencia entre unos y otros.
ESOPO
Los pescadores y el atún, núm. 21; Los pescadores que cogieron piedras, núm. 22; Los pescadores y los peces grandes y pequeños, núm. 23; El pescador y el pececillo, núm. 24; Pescador en río revuelto, núm. 25; el atún y el delfín, núm. 131; El león y el delfín, núm. 201; La serpiente y el cangrejo, núm. 289; El delfín y el mono, núm. 304.
LA FONTAINE El delfín y el mono. Libro tercero, núm. 7; El pescador y el pececillo. Libro cuarto, núm. 3; Los peces y el cormorán. Libro décimo, núm. 3; Los peces y el pastor flautista. Libro décimo, núm. 10; El cangrejo y su hija. Libro duodécimo, núm. 10. FLORIAN La carpa y sus hijuelos, libro cuarto, núm. XLIII; El pez volador, libro cuarto, núm XIV. SAMANIEGO El pescador y el pez. Libro segundo, núm. 9; Los cangrejos, Libro quinto, núm. 7; Los peces en otras obras. Ramón Gómez de la Serna con la sabiduría que le caracteriza habla de los peces en su greguerías: El pez más difícil de pescar es el jabón dentro del baño. Pescar es un aperitivo para después comer pollo con patatas. El pez está siempre de perfil. El pez no aguantaría la pecera si no se hiciese la ilusión de que viaja por los mares de la China. Los peces no tienen cultura: no saben ni siquiera que existe la salsa mayonesa. Los peces pasan en fila de turista. -¿Los peces lloran? - Los peces no necesitan llorar, porque el mar es pura y salada lágrima.
La intención de las fábulas es enseñar con una moraleja, una sentencia o con la interpretación de toda una fábula.
Con cierta analogía Ramón Gómez de la Serna a partir de sus greguerías, nos enseña cómo definir un objeto, una sensación, una imagen visual, una auditiva a partir de una metáfora unida al humor dan como resultado esas greguerías aparentemente intrascendentes.
Se pueden citar más autores y más obras literarias en las que los peces o sus colaterales tienen su aparición estén documentadas en el la Edad Media hasta este siglo novedoso; pasando desde el Libro de Alexandre hasta autores del Siglo de Oro y otros de la Generación del 98.
VI.- AMPLIAR INFORMACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. BERGUA, J. B. Fábulas completas. Clásicos Bergua 2. CAMARENA, J. / CHEVALIER, M. Catálogo Tipológico del Cuento Folclórico Español. Editorial. Gredos. 3. FLORIÁN. Fábulas. EdITORIAL. Espasa Calpe. 4. GÓMEZ DE LA SERNA, R. Greguerías. Editorial. Rodolfo Cardona. Ed. Cátedra. 5. ROBERTS, M. Cuentos fantásticos de China. Editorial. Crítica.
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CORRESPONDENCIAS A. Agua. H. Fábulas del hombre con una profesión determinada de pescador. L. Conexión con el ciclo del lobo. N. Los marineros Z. Conexión con fábulas del ciclo de la zorra.