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para la HIGIENE DE MANOS en el medio sanitario 1
COORDINACIÓN
Jesús Molina Cabrillana Jefe del Servicio de Medicina Preventiva del C.H.U Insular Materno Infantil de Gran Canaria. Paloma García de Carlos Médica de Familia. Servicio de Atención Especializada. Dirección General de Programas Asistenciales.
GRUPO DE TRABAJO
Elena Seral Muñío. FEA Medicina Preventiva. Unidad de Calidad. C.H.U. Nuestra Señora de Candelaria. Mª José Ramos Real. FEA Microbiología y Parasitología. Departamento de Microbiología y Medicina Preventiva. Hospital Universitario de Canarias. Pablo Jadraque Jiménez. FEA en Medicina Preventiva. Hospital General de La Palma. Mª del Mar Ardevol Ferrer. DUE. Hospital Nuestra Señora de Guadalupe. La Gomera Pedro Elías Barrera Díaz. DUE. Especialista en Medicina del Trabajo. Hospital General de Fuerteventura Blanca Jiménez Suárez. Médica. Hospital Doctor Molina Orosa de Lanzarote. Mª Teresa Monserrat Blasco. FEA Medicina Preventiva. H.U. de Gran Canaria Doctor Negrín. Jezabel García Yanes. FEA Medicina Preventiva. C.H.U. Ntra Sra Candelaria. Álvaro Crespo Gómez. Subdirector de enfermería. Gerencia de Atención Primaria de Tenerife. José Antonio Díaz Berenguer. Médico. Gerencia de Atención Primaria de Gran Canaria.
COLABORADORES
Laura del Otero Sanz. Residente de Medicina Preventiva (2º año). C.H.U. Insular Materno Infantil de Gran Canaria Anna Quori. FEA Medicina Preventiva. C.H.U. Insular Materno Infantil de Gran Canaria. Francisco Javier Hernández Herrero. DUE. Gerencia Atención Primaria Área de Salud de La Gomera. Alicia Marante Rodríguez. DUE Hospital General de la Palma Sandra Reyes Falcón. DUE. H.U. de Gran Canaria Doctor Negrín. Julio Villán García. SAF de la Unidad de Calidad. C.H.U. Nuestra Señora de Candelaria. Eva Elisa Álvarez León. FEA Medicina Preventiva. C.H.U. Insular Materno Infantil de Gran Canaria. Andrea Melián Felipe. DUE. Departamento de Microbiología y Medicina Preventiva. Hospital Universitario de Canarias.
REVISORES
Profesor Dr Antonio Sierra López. Jefe de Departamento de Microbiología y Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Canarias. Dr. Valentín Hernández Vaquero. Jefe de Servicio de Medicina Preventiva del C.H.U. Nuestra Señora de Candelaria.
DISEÑO DE LA PORTADA Teresa Rodríguez Delgado EDICIÓN Gobierno de Canarias, 2009 Consejería de Sanidad Servicio Canario de la Salud Dirección General de Programas Asistenciales. REALIZACIÓN SABATER GRÁFICAS DEPÓSITO LEGAL TF 1458/09 ISBN 978-84-692-3347-4
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GUÍA PARA LA HIGIENE DE MANOS EN EL MEDIO SANITARIO
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Í
NDICE
1.
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………… 5
2.
CONCEPTOS GENERALES……………………………………………………………..….… 7
3.
TIPOS DE HIGIENE DE LAS MANOS………………………………………………..……… 9
4.
o
LAVADO DE MANOS HIGIÉNICO
o
LAVADO ANTISÉPTICO DE LAS MANOS
o
ANTISEPSIA DE MANOS POR FROTACIÓN
o
LAVADO DE MANOS QUIRÚRGICO
TÉCNICAS PARA LA HIGIENE DE LAS MANOS………………………………….…….…13 o
TÉCNICA DE LAVADO DE MANOS CON AGUA Y JABÓN
o
TÉCNICA DE HIGIENE DE LAS MANOS CON PREPARACIONES ALCOHÓLICAS.
5.
RECOMENDACIONES DEL CDC PARA LA HIGIENE DE MANOS: INDICACIONES SEGÚN CATEGORÍAS DE EVIDENCIA……………………….….…18 o
CATEGORÍAS
o
INDICACIONES DEL LAVADO Y ANTISEPSIA DE MANOS
o
INDICACIONES PARA LA ANTISEPSIA PREOPERATORIA DE LAS MANOS
6.
o
OTROS ASPECTOS DE LA HIGIENE DE MANOS
o
CUIDADO DE LA PIEL
RECOMENDACIONES DE LA OMS: LOS 5 MOMENTOS PARA LA HIGIENE DE LAS MANOS……………...........................................…………………….……...…….. 25
7.
BIBLIOGRAFIA………………………...…………………………………….………………30
8.
ANEXO I: CARACTERÍSTICAS DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS UTILIZADOS PARA LA HIGIENE DE LAS MANOS………...........................…….…..….32
9.
ANEXO II: UTILIZACIÓN DE GUANTES EN EL MEDIO SANITARIO……..…..………39
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INTRODUCCIÓN
Las infecciones asociadas a los cuidados sanitarios constituyen en todo el mundo un grave problema de Seguridad del paciente.
En el año 2005, la Organización Mundial de la Salud (OMS), emite el informe “Directrices de la OMS sobre la Higiene de manos en la Atención Sanitaria (borrador avanzado)” en el contexto del Reto Mundial por la Seguridad del Paciente 20052006: “Una Atención limpia es una atención más segura”. Tras un período de pilotaje de las recomendaciones en distintos contextos sanitarios a nivel internacional, el día 5 de Mayo de 2009 se presenta el documento definitivo, coincidiendo con el primer “Día Mundial de la Higiene de manos”.
En consonancia con las Directrices internacionales lideradas por la OMS, el Servicio Canario de la Salud contempla como objetivo prioritario la implantación de la estrategia de higiene de manos en todos los centros sanitarios.
Las manos del personal sanitario constituyen el principal vehículo para la transmisión de microorganismos de un enfermo a otro, del trabajador sanitario al enfermo y entre diferentes localizaciones de un mismo paciente; por tanto, una correcta higiene de manos será la principal y primera medida en la prevención y control de la infección asociada a la práctica sanitaria de origen exógeno.
El lavado de manos se define como la frotación vigorosa de las manos previamente enjabonadas, seguida de aclarado con abundante agua, con el fin de eliminar la
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suciedad, materia orgánica, flora transitoria (o contaminante) y residente (o colonizante) y así evitar la transmisión de microorganismos de persona a persona. El uso de soluciones alcohólicas por frotación para la higiene de manos, constituye en la actualidad una alternativa al lavado de manos tradicional de probada efectividad. Su eficacia antimicrobiana, tolerancia dérmica, rapidez y comodidad hacen que se considere su uso de primera elección, siempre y cuando no se aprecie suciedad visible en las manos.
El hecho de utilizar guantes NO REEMPLAZA la necesidad de lavarse las manos.
Con la presente Guía para la Higiene de las manos en la atención sanitaria se pretende dotar a los profesionales de una herramienta con las recomendaciones más recientes, con el fin último de contribuir a incrementar la calidad de de la atención sanitaria y, por tanto, la seguridad de los pacientes atendidos en el ámbito del Servicio Canario de la Salud.
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CONCEPTOS GENERALES
El lavado de manos se define como la frotación vigorosa de las manos previamente enjabonadas, seguida de aclarado con abundante agua, con el fin de eliminar la suciedad, materia orgánica, flora transitoria (o contaminante) y residente (o colonizante) y así evitar la transmisión de microorganismos de persona a persona.
En las manos de una persona, podemos encontrar dos tipos de flora microbiana:
Flora residente: Denominada residual o colonizante. La forman los microorganismos que se encuentran habitualmente en la piel de la mayoría de las personas. Es difícil de eliminar con un lavado rutinario de manos, debiendo utilizarse para ello jabones con productos antisépticos.
Flora transitoria: Denominada también contaminante o “no colonizante”. Constituida por microorganismos que contaminan la piel accidentalmente, no encontrándose en ella de forma habitual. Su importancia radica en la facilidad con la que se transmite. Algunos microorganismos de la flora transitoria pueden tener gran poder patógeno. Se elimina fácilmente por medios mecánicos, como es el lavado de manos habitual o la aplicación de un antiséptico.
En la realización de un lavado de manos pueden utilizarse diferentes productos:
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Jabón líquido normal o “no antimicrobiano”: Su propósito es eliminar físicamente la suciedad y microorganismos de la flora transitoria. Su acción principal es mecánica o de arrastre. Carece de actividad bactericida, por lo que no elimina la flora residente.
Jabón antimicrobiano o antiséptico: jabón que contiene sustancias activas, “in vitro” e “in vivo”, contra la flora habitual o residente de la piel. Elimina por lo tanto la flora transitoria y disminuye la flora habitual.
Soluciones alcohólicas (etanol ó isopropanol al 60%-95%): Para minimizar la sequedad de la piel y los problemas de dermatitis generalmente se utilizan concentraciones no superiores al 70% y con sustancias emolientes. Estas soluciones eliminan la flora residual y transitoria. La actividad antimicrobiana de los alcoholes se atribuye a su capacidad para desnaturalizar proteínas. Estos productos resultan ser más efectivos para el lavado de manos higiénico o para la antisepsia de las manos de los trabajadores sanitarios que el jabón normal o los jabones antimicrobianos. Su efectividad puede verse reducida por factores como tiempo de contacto insuficiente, la aplicación de volúmenes pequeños (0.2-0.5 ml) o la presencia de suciedad visible en las manos.
En el momento actual existen muchos preparados comerciales con distintos componentes, presentaciones, precios y concentraciones de alcohol. Es por ello que desde la Agencia de Calidad del Ministerio de Sanidad y Política Social se ha promovido la realización de un documento con especificaciones técnicas y requisitos a cumplir por estos productos. No obstante, la clave última de la efectividad de los mismos vendrá determinada por la aceptabilidad por parte del personal sanitario.
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3 1.
TIPOS DE HIGIENE DE LAS MANOS
LAVADO DE MANOS HIGIÉNICO:
Objetivo: Eliminar la suciedad, materia orgánica y flora transitoria. Producto: Se empleará un jabón líquido de pH neutro o ligeramente ácido, aplicado mediante dispensador. Indicaciones: De elección cuando las manos están visiblemente sucias. Cuidados generales del paciente. También antes de comenzar y al terminar el trabajo, antes y después de comer y fumar, después de toser o sonarse, y después de ir al baño. Duración: Entre 40 y 60 segundos.
2. LAVADO ANTISÉPTICO DE MANOS: Objetivo: Eliminar la suciedad, materia orgánica, flora transitoria, y parte de la flora residente, consiguiendo además cierta actividad antimicrobiana residual. Producto: Jabón antiséptico a base de Clorhexidina al 4% ó Povidona Yodada en solución jabonosa al 7,5%.
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Indicaciones: De elección cuando las manos estén visiblemente sucias o en caso de patología por esporas bacterianas (ej: diarrea por Clostridium difficile). Si no existe suciedad visible ni enfermedad por esporas es preferible la antisepsia por frotación. Se realizará en las siguientes circunstancias:
Antes de la realización de procedimientos que requieran una técnica aséptica: inserción de catéteres intravasculares, urinarios, intubaciones, etc.
Tras exposición a sangre o fluidos potencialmente contaminados.
Antes y después de atender a pacientes colonizados/infectados por microorganismos
multirresistentes
(Ej.:
SARM),
o
a
pacientes
neutropénicos.
Preparación de medicación y nutriciones parenterales en campana de flujo laminar.
Duración: Entre 40 y 60 segundos.
3.
ANTISEPSIA DE MANOS POR FROTACIÓN: Objetivo: Eliminar la flora transitoria, y parte de la flora residente, consiguiendo además cierta actividad antimicrobiana residual. Producto: Solución alcohólica. Indicaciones: La antisepsia por frotación es la técnica de elección para la higiene de las manos del personal sanitario cuando éstas no están visiblemente
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sucias. Se utilizará para los cuidados generales del paciente y en las siguientes circunstancias:
Antes de la realización de procedimientos que requieran una técnica aséptica: inserción de catéteres intravasculares, urinarios, intubaciones, etc.
Tras exposición a sangre o fluidos potencialmente contaminados.
Antes y después de atender a pacientes colonizados/infectados por microorganismos
multirresistentes
(Ej.:
SARM),
o
a
pacientes
neutropénicos.
Preparación de medicación y nutriciones parenterales en campana de flujo laminar.
Duración: Frotación durante 20-30 segundos hasta que las manos estén completamente secas.
4.
LAVADO DE MANOS QUIRÚRGICO.
Objetivo: Eliminar la flora transitoria y la flora residente. Producto:
Jabón antiséptico a base de Clorhexidina al 4%.
Povidona Yodada en solución jabonosa al 7,5%.
Solución de antiséptico en base alcohólica con efecto residual (precisa lavado de manos y antebrazos previo con agua y jabón).
Indicaciones: Antes de cada intervención quirúrgica, inserción de catéteres centrales, etc.
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Duración:
Lavado con jabón antiséptico: entre 2 y 5 minutos.
Antisepsia por frotación con solución alcohólica: 3 minutos.
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4 1.
TÉCNICAS PARA LA HIGIENE DE LAS MANOS
TÉCNICA
DE LAVADO DE MANOS CON AGUA Y JABÓN
(Figura 1):
Mojar las manos con agua templada (evitar el uso de agua caliente, ya que aumenta el riesgo de dermatitis). Aplicar el jabón y distribuirlo sobre las manos. Frotar vigorosamente cubriendo toda la superficie de manos y dedos, prestando especial atención a los espacios interdigitales, pulgares y pulpejos de dedos, según se explica en la Figura 1. Aclarar con abundante agua (evitar el uso de agua caliente, ya que aumenta el riesgo de dermatitis). Secar las manos cuidadosamente con papel desechable. Utilizar ese mismo papel para cerrar el grifo, si éste no es monomando o de pedal.
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TÉCNICA DE LAVADO DE MANOS CON AGUA Y JABÓN
MOJESE LAS MANOS CON AGUA
FROTESE LA PALMA DE LA MANO DERECHA CONTRA EL DORSO DE LA MANO IZQ ENTRELAZANDO LOS DEDOS Y VICEVERSA
FRÓTESE CON UN MOVIMIENTO DE ROTACIÓN EL PULGAR IZQUIERDO ATRAPÁNDOLO CON LA PALMA DE LA MANO DERECHA Y VICEVERSA
SÉQUESELAS CON UNA TOALLA DE UN SOLO USO
DEPOSITE EN LA PALMA DE LA MANO JABÓN SUFICIENTE PARA CUBRIR TODAS LAS SUPERFICIES DE LA MANO.
FRÓTESE LAS PALMAS DE LAS MANOS ENTRE SÍ, CON LOS DEDOS ENTRELAZADOS
FRÓTESE LA PUNTA DE LOS DEDOS DE LA MANO DERECHA CONTRA LA PALMA DE LA MANO IZQUIERDA, HACIENDO MOVIMIENTOS DE ROTACIÓN Y VICEVERSA
SIRVASE DE LA TOALLA PARA CERRAR EL GRIFO
FIGURA 1
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FROTESE LAS PALMAS DE LAS MANOS ENTRE SÍ
FRÓTESE EL DORSO DE LOS DEDOS DE UNA MANO CON LA PALMA DE LA MANO OPUESTA, AGARRÁNDOSE LOS DEDOS
ENJUÁGUESE LAS MANOS CON AGUA
…. Y SUS MANOS SON SEGURAS
2.
TÉCNICA
DE
HIGIENE
DE
LAS
MANOS
CON
PREPARACIONES ALCOHÓLICAS (Figura 2): Aplicar la solución alcohólica en cantidad suficiente sobre la palma de las manos (2-3 ml – dos dosis.), asegurándose previamente de que están completamente secas (seguir las recomendaciones del fabricante respecto al volumen necesario del producto). Frotar enérgicamente cubriendo toda la superficie de manos y dedos durante 2030 segundos Dejar secar al aire y no aclarar.
Ventajas de la higiene de manos con soluciones alcohólicas: La higiene de manos con soluciones alcohólicas es el método de elección para la higiene cuando éstas no están visiblemente sucias ni el paciente presenta enfermedad por esporas (ej: diarrea por Clostridium difficile) ya que presenta una serie de ventajas. Es un método sencillo, que no requiere lavado, ni secado, por lo que se eliminan los requisitos de accesos al agua, jabón y papel. Es un método rápido, con un ahorro de tiempo significativo con respecto al lavado de manos habitual.
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Fácil accesibilidad. Son muy manejables y pueden colocarse en cualquier lugar de la habitación del enfermo o fuera de ella, en carros de curas o llevarlos en bolsillo. Produce baja irritación de la piel. Hay estudios que muestran que el alcohol ayuda a mantener la hidratación de la piel normal y reduce la irritación producida por el lavado de manos frecuente, al eliminar, por ejemplo, la acción del agua.
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TÉCNICA DE HIGIENE DE MANOS CON PREPARACIONES ALCOHÓLICAS
DEPOSITE EN LA PALMA DE LA MANO 2 APLICACIONES DE SOLUCIÓN HIDROALCOHOLICA
FRÓTESE LAS PALMAS DE LAS MANOS ENTRE SÍ, CON LOS DEDOS ENTRELAZADOS
FROTESE LAS PALMAS DE LAS MANOS ENTRE SI
FRÓTESE EL DORSO DE LOS DEDOS DE UNA MANO CON LA PALMA DE LA MANO OPUESTA, AGARRÁNDOSE LOS DEDOS
FRÓTESE LA PUNTA DE LOS DEDOS DE LA MANO DERECHA CONTRA LA PALMA DE LA MANO IZQUIERDA, HACIENDO MOVIMIENTOS DE ROTACIÓN Y VICEVERSA
FROTESE LA PALMA DE LA MANO DERECHA CONTRA EL DORSO DE LA MANO IZQ ENTRELAZANDO LOS DEDOS Y VICEVERSA
FRÓTESE CON UN MOVIMIENTO DE ROTACIÓN EL PULGAR IZQUIERDO ATRAPÁNDOLO CON LA PALMA DE LA MANO DERECHA Y VICEVERSA
…. Y SUS MANOS SON SEGURAS
Figura 2
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RECOMENDACIONES DEL CDC1 PARA LA HIGIENE DE MANOS: INDICACIONES SEGÚN CATEGORÍAS DE EVIDENCIA
Categorías: Estas recomendaciones están diseñadas para mejorar las prácticas de higiene de manos en los trabajadores sanitarios y reducir la transmisión de microorganismos patógenos a pacientes y personal en el medio sanitario.
El sistema CDC/HICPAC (Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee) de categorías para las recomendaciones es el siguiente: Categoría IA: fuertemente recomendadas para su aplicación y avaladas por estudios bien diseñados de tipo experimental, clínico o epidemiológico. Categoría IB: fuertemente recomendadas para su aplicación y avaladas por ciertos estudios de tipo experimental, clínico o epidemiológico y por sólidos razonamientos teóricos. Categoría IC: necesaria su implantación por orden legal o normativo. Categoría II: se sugiere su aplicación avalada por estudios clínicos o epidemiológicos no definitivos o por un razonamiento teórico. No recomendación: cuestión sin resolver. Prácticas para las que no existe suficiente evidencia ni consenso respecto a su eficacia.
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Centers for Diseases Control and Prevention
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1. Indicaciones del lavado y antisepsia de manos Cuando las manos están visiblemente sucias o contaminadas con materia orgánica, o manchadas de sangre u otros fluidos corporales, lavarlas con agua y jabón o con agua y jabón antimicrobiano (IB). Si las manos no están visiblemente sucias, realizar una antisepsia por frotación con solución alcohólica, para la descontaminación rutinaria de las manos en las situaciones clínicas descritas a continuación (IA). De forma alternativa, pueden lavarse con agua y jabón antiséptico en esas mismas situaciones (IB). → Antes del contacto directo con los pacientes (IB). → Antes de ponerse los guantes estériles para insertar catéteres centrales intravasculares (IB). → Antes de insertar sondas vesicales, catéteres venosos periféricos y otros dispositivos invasivos que no requieren un procedimiento quirúrgico (IB). → Tras el contacto directo con piel intacta del paciente (por ejemplo cuando se toma el pulso, la presión arterial o se moviliza al paciente) (IB). → Tras el contacto con fluidos corporales o excreciones, membranas mucosas, piel no intacta y apósitos de herida (IA). → Al atender al paciente, cuando se pase de una zona contaminada a una limpia en un mismo acto asistencial de cuidados a un paciente (II).
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→ Tras el contacto con objetos inanimados (incluido equipamiento médico en la proximidad del paciente) (II). → Después de quitarse los guantes (IB). Lavarse las manos con agua y jabón normal o con agua y jabón antiséptico antes y después de comer y de ir al servicio, así como antes de manipular medicamentos o preparar alimentos (II). Las toallitas impregnadas de soluciones antimicrobianas pueden considerarse una alternativa al lavado de manos con agua y jabón. Sin embargo, al no ser tan efectivos para reducir el número de colonias en las manos del personal sanitario como la frotación con solución alcohólica o el lavado con agua y jabón antimicrobiano, no se pueden considerar sustitutos de los mismos (IB). Lavarse las manos con agua y jabón si se sospecha o está confirmada la exposición a esporas (Clostridum difficile, Bacillus anthracis). Está recomendada la acción física del lavado y aclarado porque alcoholes, clorhexidina, yodóforos y otros antisépticos tienen escasa actividad frente a esporas bacterianas (IB). No utilizar jabones antimicrobianos cuando se haya utilizado una preparación alcohólica (II)
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2. Indicaciones para la Antisepsia preoperatoria de las manos
Si las manos están visiblemente sucias, lavarlas con un jabón común antes de proceder a la antisepsia preoperatoria (II). Quitarse anillos, relojes y pulseras antes de iniciar la antisepsia preoperatoria de las manos (II). Están prohibidas las uñas artificiales (IB). Proceder a la antisepsia preoperatoria de las manos lavándolas con un jabón antimicrobiano o frotándolas con insistencia con una preparación alcohólica, antes de ponerse los guantes estériles (IB). Al proceder a la antisepsia preoperatoria de las manos con un jabón antimicrobiano, lavarse las manos y los antebrazos durante 2-5 minutos. No es necesario prolongar más el lavado (por ejemplo durante 10 minutos) (IB). Si se usan soluciones alcohólicas, seguir las siguientes recomendaciones: −
aplicarla únicamente en las manos secas (IB)
−
no combinar sucesivamente el lavado con jabón antiséptico con la fricción con soluciones alcohólicas (II)
−
aplicar una cantidad suficiente de producto para mantener las manos y los antebrazos humedecidos por éste durante todo el procedimiento (IB)
−
tras aplicar la solución alcohólica, dejar que las manos y los antebrazos se sequen por completo antes de ponerse los guantes estériles (IB)
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3. Otros aspectos de la higiene de las manos No usar uñas artificiales ni extensiones de uñas cuando se tenga contacto directo con pacientes (IA). Las uñas de las manos deben ser cortas y estar libres de esmalte (menos de 0,5 cm de largo) (II); especialmente cuando se atiende a pacientes de alto riesgo (por ejemplo, unidades de cuidados intensivos, quirófanos, diálisis, neonatología, etc.) (IA). El uso de guantes no sustituye la limpieza de las manos por fricción o lavado (IB) Ponerse guantes cuando pueda producirse contacto con sangre u otros materiales potencialmente infecciosos, mucosas y piel no intacta (IC) (Anexo 2). Retirar los guantes después de atender a un paciente. No utilizar el mismo par de guantes para atender a más de un paciente y no lavar los guantes para reutilizarlos con distintos pacientes (IB) (Anexo 2). Cambiar de guantes durante la asistencia a un mismo paciente si se pasa de una zona corporal contaminada a otra limpia o al medio ambiente (II) (Anexo 2). No existe recomendación respecto al uso de anillos en el medio sanitario (No recomendación). No obstante, la presencia de este material reduce la posibilidad de que el producto (jabón o solución alcohólica) llegue a todas las superficies de las manos, por lo que se recomienda no usarlas durante la atención a los pacientes.
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Para mejorar la adherencia en la higiene de las manos del personal que trabaja en áreas con una elevada carga de trabajo y la necesidad de cuidados continuados al paciente, colocar una solución alcohólica para la antisepsia por frotación a la entrada de la habitación o en la cabecera de la cama (IA). No añadir jabón a un dispensador parcialmente vacío. Esta práctica de rellenar los dispensadores puede dar lugar a una contaminación bacteriana del jabón (IA). Almacenar los envases de las soluciones alcohólicas para la antisepsia por frotación en lugares adecuados para materiales inflamables (IC). Las toallas deben ser de desechables. Por tanto hay que cerciorarse de que no se utilicen varias veces o por varias personas (IB)
4. Cuidado de la piel Las manos rutinariamente lavadas con agua y jabón inmediatamente después de usar una solución alcohólica pueden producir dermatitis. Por tanto, no es necesario ni recomendable lavarse rutinariamente las manos después del uso de solución alcohólica. Cuando se laven las manos con agua y jabón, evitar el uso de agua caliente, ya que aumenta el riesgo de dermatitis (IB).
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Proporcionar otros productos alternativos a los profesionales sanitarios que tengan alergia o sufran reacciones adversas a los productos utilizados habitualmente para la higiene de las manos (II). Cuando sean necesarias, proporcionar a los profesionales sanitarios lociones o cremas para las manos para reducir en lo posible las dermatitis de contacto por irritantes relacionadas con la antisepsia o el lavado de las manos (IA). Informar a los profesionales sanitarios sobre las prácticas de cuidado de las manos que reducen el riesgo de dermatitis de contacto por irritantes y otras lesiones cutáneas (IB).
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RECOMENDACIONES DE LA OMS2: LOS 5 MOMENTOS PARA LA HIGIENE DE LAS MANOS
Todas las anteriores recomendaciones se pueden resumir en 5 momentos para la higiene de las manos
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Organización Mundial de la Salud
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1.
ANTES DEL CONTACTO CON EL PACIENTE
¿CUÁNDO? Antes de tocar a un paciente. ¿POR QUÉ? Para proteger al paciente de los microorganismos patógenos que tiene el profesional en las manos. Ejemplos: exploración clínica, ayudarle a moverse, darle la mano, tomar el pulso, tomar la T.A, levantar un paciente, aseo, dar un masaje, etc.
2.
ANTES DE REALIZAR UNA TAREA ASÉPTICA
¿CUÁNDO? Antes de realizar una tarea que requiera asepsia. ¿POR QUÉ? Para proteger al paciente de los microorganismos patógenos que pueden estar en las manos del trabajador o en el propio paciente. Ejemplos: cuidados orales, aspiración de secreciones, cuidado de lesiones de la piel, inyección subcutánea, insertar catéteres vasculares periféricos, sondajes urinarios u otras instrumentaciones invasivas que NO requieran asepsia quirúrgica, preparación de comida, medicación, etc.
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3.
DESPUÉS
DEL RIESGO DE EXPOSICIÓN A FLUIDOS
ORGÁNICOS ¿CUÁNDO? Inmediatamente después de una maniobra con riesgo de exposición a fluidos orgánicos (y tras quitarse los guantes). ¿POR QUÉ? Para protegerse y proteger el entorno asistencial de los microorganismos patógenos del paciente. Ejemplos: además de los ejemplos citados en el momento 2 incluye: manejo de muestras clínicas, manejo de residuos, orina, heces y limpieza de áreas sucias.
4. DESPUÉS DEL CONTACTO CON EL PACIENTE
¿CUÁNDO? Después de tocar a un paciente, o su entorno inmediato, cuando nos alejemos de él o ella. ¿POR QUÉ? Para protegerse y proteger el entorno asistencial de los microorganismos patógenos del paciente. Ejemplos: exploración clínica, ayudarle a moverse, darle la mano, tomar el pulso, tomar la T.A, levantar un paciente, aseo, dar un masaje, etc.
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5.
DESPUÉS
DEL CONTACTO CON EL ENTORNO DEL
PACIENTE ¿CUÁNDO? Después de tocar cualquier objeto o mueble del entorno inmediato del paciente, incluso aunque no se haya tocado al paciente. ¿POR QUÉ? Para protegerse y proteger el entorno asistencial de los microorganismos patógenos del paciente. Ejemplos: cambiar sábanas, ajuste del sistema de perfusión, monitorizar alarmas, limpiar la mesa auxiliar, sostener la barandilla de la cama, trasladar al paciente en su cama, etc.
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BIBLIBOGRAFÍA
1) Guideline for Hand Hygiene in Health-Care Settings: Recommendations of the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee and the HICPAC / SHEA / APIC/ IDSA Hand Hygiene Task Force. Centers for Disease Control and Prevention (2002). MMRW, 51 (Nº RR-16): 1-45. 2) Organización Mundial de la Salud. Global Patient Safety Challenge: 2005-2006. Clean Care is Safer Care. OMS. Disponible en: http://www.who.int/patientsafety/challenge/clean.care/en/index.html
3) Trick WE, Vernon MO, Welbel SF, Demarais P, Hayden MK, Weinstein RA; Chicago Antimicrobial Resistance Project. Multicenter intervention program to increase adherence to hand hygiene recommendations and glove use and to reduce the incidence of antimicrobial resistance. Infect Control Hosp Epidemiol. 2007 Jan; 28(1):42-9. 4) Sax H, Allegraniz B. Uçay I, Larson E, Óbice J. Pittet D. “My five moments for hand hygiene”: a user-centred design approach to understand, train, monitor and report hand hygiene. J Hosp Infect. 2007: 67: 9-21. 5) Widmer AF, Conzelmann M, Tomic M, Frei R, Stranden AM. Introducing alcoholbased hand rub for hand hygiene: the critical need for training. Infect Control Hosp Epidemiol. 2007 Jan; 28(1):50-4. 6) Gould DJ, Chudleigh JH, Moralejo D, Drey N. Intervenciones para mejorar el cumplimiento de la higiene de las manos en la atención al paciente (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2007 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2007 Issue 4. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.). 7) Arévalo JM, Arribas JL, Hernández MJ, Lizán M, Herruzo R. Guía de utilización de antisépticos. Medicina Preventiva. 2001; VII (1): 17-23. 8) Seymour S.Block, Ph. D. Disinfection, Sterilization, and Preservation. Ed. Lea & Febiger Philadelphia-London. 9) Zaragoza M, Sallés M, Gomez J, Bayas JM, Trilla A. Handwashing with soap or alcoholic solutions? A randomized clinical trial of its effectiveness. Am J Infect Control. 1999; 27:258–61. 10) Rotter ML, Simpson RA, Koller W. Surgical hand disinfection with alcohols at various concentrations: parallel experiments using the new proposed European standards method. Infect Control Hosp Epidemiol. 1998; 19: 778–81. 11) Ayliffe GAJ, Babb JR, Davies JG, Lilly HA. Hand disinfection: a comparison of various agents in laboratory and ward studies. J Hosp Infect. 1988; 11:226–43. 12) Larson E. Guideline for use of topical antimicrobial agents. Am J Infect Control. 1988; 16:253–66.
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13) Cardoso CL, Pereira HH, Zequim JC, Guilhermetti M. Effectiveness of handcleansing agents for removing Acinetobacter baumannii strain from contaminated hands. Am J Infect Control. 1999; 27:327–31. 14) Pittet D, Hugonnet S, Harbarth S, Mourouga P, Sauvan V, Touveneau S. Effectiveness of a hospital-wide programme to improve compliance with hand hygiene. Lancet. 2000; 356:1307–12. 15) Voss A, Widmer AF. No time for handwashing!? Handwashing versus alcoholic rub: can we afford 100% compliance? Infect Control Hosp Epidemiol. 1997; 18:205–8. 16) Brown SM, Lubimova AV, Krustalyeva NM et al. Use of an alcohol-based hand rub and quality improvement interventions to improve hand hygiene in a Russian neonatal intensive care unit. Infect Control Hosp Epidemiol. 2003 Mar; 24(3): 172-9. 17) Marena C, Lodola L, Zecca M. et al. Assessment of handwashing practices with chemical and microbiologic methods: preliminary results from prospective crossover study. Am J Infect Control. 2002 Oct; 30(6):334-40. 18) Lam B, Lee J, Lau YL. Hand Hygiene Practices in a Neonatal Intensive Care Unit: A Multimodal Intervention and Impact on Nosocomial Infection. Pediatrics. 2004; 114; 565-571. 19) Moret L., Tequi B, Lombrail P. Should self-assessment methods be used to measure compliance with handwashing recommendations? A study carried out in a French university hospital. Am J. Infect Control. 2004 Nov; 32(7):384-90. 20) Johnson P, Martin R, Burrell LJ, et al. Efficacy of an alcohol/chlorhexidine hand hygiene program in a hospital with high rates of nosocomial methhicillin-resistant Staphylococcus aureus (MRSA) infection. MJA. 2005; 183 (10): 509-514.
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ANEXO I. CARACTERÍSTICAS DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS UTILIZADOS PARA LA HIGIENE DE LAS MANOS (Tabla1)
1. Jabón Normal (No antimicrobiano) Su acción limpiadora se debe a sus propiedades detergentes, que eliminan la suciedad, y la materia orgánica de las manos. Su actividad antimicrobiana, es mínima ó nula. Sin embargo, el lavado de manos con este jabón, por su efecto físico, puede eliminar la flora transitoria que contamina las manos. Los jabones no antimicrobianos pueden asociarse a irritación y sequedad de piel, aunque los emolientes que se añaden a las preparaciones jabonosas reducen la probabilidad de provocar irritación.
2.
Alcoholes y Soluciones Alcohólicas
La actividad antimicrobiana de los alcoholes se atribuye a su capacidad de desnaturalizar proteínas). Las más efectivas son las soluciones del alcohol al 60%95%, siendo concentraciones más altas menos potentes, ya que las proteínas no se desnaturalizan fácilmente en ausencia del agua. Los alcoholes poseen una excelente actividad germicida “in vitro” contra bacterias gram positivas y gram negativas (incluyendo patógenos multirresistentes), Mycobacterium tuberculosis, algunos tipos de hongos y virus (lipofílicos) como el virus del herpes simple, el VIH, el virus de la gripe o el virus respiratorio sincitial. El
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virus de la hepatitis B resulta menos sensible pero se inactiva con alcohol al 60%70%; el virus de la hepatitis C probablemente también sea inactivado con esta concentración de alcohol. A pesar de su eficacia contra estos organismos, los alcoholes tienen muy poca actividad contra las esporas bacterianas, los oocistos de protozoos, y algunos virus sin envoltura (no lipofílicos). Numerosos estudios han documentado la actividad antimicrobiana “in vivo” de los alcoholes al reducir el número de bacterias en las manos. Los alcoholes tienen una acción germicida rápida cuando se aplican sobre la piel, pero no tienen una actividad residual apreciable; sin embargo, añadiendo a las soluciones de base alcohólica, otro producto antiséptico (clorhexidina, compuestos de amonio cuaternario, o triclosán, entre otros) se puede conseguir que su actividad persista durante más tiempo. Las soluciones alcohólicas han demostrado ser más efectivas para el lavado de manos higiénico o para la antisepsia de las manos de los trabajadores sanitarios que el jabón normal o los jabones antimicrobianos, mostrándose eficaces también para el lavado preoperatorio de las manos. No obstante, es importante resaltar que no deben usarse cuando las manos están visiblemente sucias o han sido contaminadas con materia orgánica. La efectividad de las soluciones alcohólicas para la higiene de las manos se ve afectada por varios factores, entre los que se incluyen el tipo de alcohol utilizado, su concentración, el tiempo del contacto, el volumen utilizado, y la presencia de humedad en las manos cuando se aplica la solución. La aplicación de volúmenes pequeños (0.2-0.5 ml) de alcohol en las manos puede reducir mucho su efectividad. El volumen ideal de producto que debe aplicarse a las manos no está bien establecido, pudiendo variar entre diferentes preparados. En general, se
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recomienda aplicar unos 3 ml (aprox. 2 dosificaciones en caso de preparaciones con dosificador); sin embargo, como norma, si las manos se notan secas después de su frotación durante 10-15 segundos, se debe aplicar nuevamente el producto, ya que probablemente el volumen inicial fuera insuficiente.
El uso frecuente de soluciones alcohólicas para la antisepsia de las manos puede provocar sequedad de la piel, que se reduce o elimina agregando agentes emolientes.
Los alcoholes son inflamables, por lo que deben almacenarse alejados de fuentes de calor.
3. Clorhexidina Su actividad antimicrobiana inmediata es más lenta que la de los alcoholes.
La clorhexidina es activa fundamentalmente frente a bacterias gram positivas, siendo su actividad algo menor frente a las gram negativas. Es un inhibidor modesto de los hongos, y ejerce un efecto mínimo sobre el bacilo tuberculoso. La clorhexidina no es esporicida. Tiene actividad “in vitro” contra los virus con envoltura (virus del herpes simple, el VIH, citomegalovirus, virus de la gripe, virus respiratorio sincitial, etc.) pero su actividad es sustancialmente menor contra los no envueltos (por ejemplo, los rotavirus, los adenovirus, y los enterovirus).
La actividad antimicrobiana de la clorhexidina se ve muy poco afectada por la presencia de materia orgánica.
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Debido a que la clorhexidina es una molécula catiónica, su actividad puede reducirse por los jabones naturales, varios aniones inorgánicos, surfactantes no iónicos, y cremas de manos que contengan agentes emulsionantes aniónicos.
Las preparaciones jabonosas más eficaces son las que contienen gluconato de clorhexidina al 4%.
La clorhexidina goza de una buena actividad residual.
Al añadir clorhexidina en baja concentración (0.5%-1.0%) a las soluciones alcohólicas se aumenta la actividad residual que posee el alcohol de forma aislada.
La clorhexidina es un antiséptico seguro. La absorción cutánea del compuesto, en el supuesto de que se produzca, es mínima. Es importante tomar precauciones para evitar el contacto con los ojos cuando se utilicen preparaciones de clorhexidina a más del 1%, ya que puede dar lugar a conjuntivitis y daño corneal severo. Debido a su ototoxicidad, no puede ser utilizada en cirugía del oído interno o medio. Debe evitarse el contacto directo con el tejido cerebral y las meninges.
4. Yodo y Yodóforos El yodo está reconocido como un antiséptico eficaz desde 1.800. Sin embargo, debido a que a menudo provoca irritación y decoloración de la piel, ha sido sustituido en gran parte por los yodóforos, como ingredientes activos de los antisépticos.
Los yodóforos se componen de yodo elemental, yoduro y un polímero transportador de elevado peso molecular. La cantidad de yodo molecular presente (el llamado
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“yodo libre”) determina el nivel de actividad antimicrobiana de los yodóforos. Los productos con povidona yodada al 10% contienen una cantidad de yodo disponible del 1% y tienen una concentración de “yodo libre” de 1 ppm.
Combinando el yodo con algunos polímeros se consigue aumentar su solubilidad, facilitando la liberación progresiva del yodo, y reduciendo así la irritación de piel. El polímero más comúnmente incorporado en los yodóforos es la polivinilpirrolidona (povidona).
El yodo y los yodóforos tienen actividad bactericida contra gram positivos, gram negativos, y algunas bacterias esporuladas (por ejemplo, el Clostridium y Bacillus spp.) y son activos contra micobacterias y virus; sin embargo, en las concentraciones a las que son utilizados en los antisépticos, no son generalmente esporicidas. Estudios “in vivo” han demostrado que los yodóforos reducen el número de los organismos viables que se aíslan en las manos del personal.
La mayoría de los productos con yodóforos usados para la higiene de las manos contienen povidona yodada al 7.5%- 10%. La povidona yododa al 5%-10% ha sido clasificada por la FDA como un agente seguro y efectivo para la higiene de manos de los trabajadores sanitarios.
No está claro, el grado de persistencia de la actividad antimicrobiana tras el lavado. Los resultados de los estudios son muy variables, demostrando algunos de ellos actividad persistente sólo durante 30-60 minutos tras la realización del lavado de manos.
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Presenta el inconveniente de que su actividad antimicrobiana “in vivo”, se ve reducida considerablemente por la presencia de materia orgánica (por ejemplo, sangre o esputo).
Los yodóforos dan lugar a más dermatitis de contacto que otros antisépticos usados habitualmente para la higiene de las manos.
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Tabla 1. CARACTERISTICAS DE LOS PRODUCTOS DISPONIBLES PARA LA HIGIENE DE LAS MANOS
PRODUCTO
Solución alcohólica.
ACTIVIDAD GERMICIDA G(+): +++ G(-):+++ M. tuberculosis:+++ Hongos: +++ Virus: +++
ACCIÓN RESIDUAL
+/+++ (*)
RAPIDEZ DE ACCIÓN
Máxima
Clorhexidina
G(+): +++ G(-):++ M. tuberculosis:+ Hongos: + Virus: +++
+++
Media
Yodóforos Povidona yodada
G(+): +++ G(-):+++ M. tuberculosis:+ Hongos: ++ Virus: ++
++
Rápida
COMENTARIOS Es inflamable. Puede resecar la piel en algunas preparaciones. Se recomienda el uso de crema hidratante Afectación corneal. Ototoxicidad. A concentraciones del 4% puede provocar dermatitis
Puede producir dermatitis de contacto
Notación: +++: excelente, ++: buena, + regular, - sin actividad (*)Los preparados que combinan alcoholes con clorhexidina y otros antisépticos prolongan su acción residual. No se incluyen jabones normales al carecer de actividad germicida
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ANEXO II. UTLIZACIÓN DE GUANTES EN EL MEDIO SANITARIO
Los guantes constituyen una medida de protección personal conocida desde hace muchos años pero que se generalizó en el ámbito sanitario a partir de la década de los ochenta, especialmente a raíz de la epidemia de VIH/SIDA, y de la implantación de las precauciones universales.
Los guantes no proporcionan la protección completa contra la contaminación de manos. En varios estudios, se aisló la flora que colonizaba a los pacientes en las manos del personal sanitario que llevaba guantes.
Además, el uso de guantes no proporciona protección completa contra la adquisición de infecciones causadas por virus de la hepatitis B y virus del herpes simple. En tales casos, los patógenos acceden probablemente a las manos de los cuidadores vía pequeños defectos en los guantes o por la contaminación de las manos durante la retirada del guante.
La integridad de la barrera de los guantes varía en base a diversos factores: tipo y calidad de material del guante, intensidad y duración de uso y de la metodología utilizada para valorar la eficacia de los mismos.
Por todas esas razones el uso de guantes JAMÁS debe sustituir el lavado de manos.
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Los objetivos que se persiguen con la utilización de guantes son los siguientes: Reducir el riesgo del personal de contraer alguna infección de los pacientes. Evitar que la flora del trabajador se transmita al paciente. Evitar que las manos del personal transmitan microorganismos de un paciente a otro (infecciones cruzadas).
¿CUÁNDO HAY QUE UTILIZAR GUANTES? Cuando se va a manipular o tener contacto con sangre, fluidos biológicos, mucosas o piel no intacta. Cuando se va a manipular objetos, materiales o superficies contaminados con sangre o fluidos biológicos. Para realizar cualquier procedimiento invasivo.
¿CUÁNDO SE DEBE CAMBIAR DE GUANTES? En un mismo paciente, al desplazarse desde una zona corporal contaminada hacia otra zona limpia o por realizar distintas técnicas. Inmediatamente después de tocar material contaminado. Al cambiar de paciente.
¿CUÁNDO NO HAY QUE UTILIZAR GUANTES? Hay determinadas circunstancias, en el ámbito de la asistencia sanitaria en que no es precisa la utilización de guantes y que su uso sólo no confiere ninguna protección al
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trabajador y, en cambio aumenta la probabilidad de que aparezcan reacciones adversas. No deben utilizarse guantes: Trasladar pacientes. Repartir y recoger comidas. Tomar constantes y exploraciones sobre piel íntegra. Cambiar goteros, administrar medicación oral. Realizar ECG, exploraciones de Rx. Manipular material limpio. Tratamiento con fisioterapia a pacientes con piel íntegra.
SELECCIÓN DEL TIPO DE GUANTES Los guantes de protección frente a agentes biológicos deben garantizar impermeabilidad, flexibilidad máxima y gran sensibilidad a fin de posibilitar su uso en todo tipo de trabajo.
Los guantes usados por los trabajadores sanitarios se hacen generalmente de látex de caucho natural y de materiales sintéticos sin látex (ejemplo: vinilo, nitrilo y neopreno).
Los estudios publicados indican que el guante ideal, si es de látex, debe estar libre de polvo, liberar muy pocas proteínas de látex y tener la menor concentración y el menor número de productos químicos residuales de la fabricación. No hay que fiarse del término "hipoalergénico" que no significa bajo contenido en proteína de látex sino que se refiere a un menor uso de otros productos químicos.
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“Este proyecto ha sido financiado a cargo de los fondos para la cohesión territorial 2009 del Ministerio de Sanidad y consumo que fueron aprobados en el CISNS de fecha 26 de noviembre de 2.008, como apoyo a la implementación a la Estrategia en Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud”
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