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k ˜ OFICINA ESPANOLA DE PATENTES Y MARCAS 19 k ES 2 078 492 kInt. Cl. : B41F 7/36 11 N.◦ de publicaci´ on: 6 51 ˜ ESPANA B41F 7/26 B41F 35/02

Story Transcript

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˜ OFICINA ESPANOLA DE PATENTES Y MARCAS

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k kInt. Cl. : B28B 7/36

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TRADUCCION DE PATENTE EUROPEA

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kN´umero de solicitud europea: 92904541.7 kFecha de presentaci´on : 10.12.91 kN´umero de publicaci´on de la solicitud: 0 562 044 kFecha de publicaci´on de la solicitud: 29.09.93

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54 T´ıtulo: Forro de encofrados de hormig´ on.

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72 Inventor/es: Serafini, Franco Luigi

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74 Agente: Carpintero L´ opez, Francisco

30 Prioridad: 11.12.90 US 625721

E.I. du Pont de Nemours and Company 1007 Market Street Wilmington Delaware 19898, US

45 Fecha de la publicaci´ on de la menci´on BOPI:

01.11.97

45 Fecha de la publicaci´ on del folleto de patente:

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01.11.97

Aviso:

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En el plazo de nueve meses a contar desde la fecha de publicaci´on en el Bolet´ın europeo de patentes, de la menci´on de concesi´on de la patente europea, cualquier persona podr´a oponerse ante la Oficina Europea de Patentes a la patente concedida. La oposici´on deber´a formularse por escrito y estar motivada; s´olo se considerar´a como formulada una vez que se haya realizado el pago de la tasa de oposici´ on (art◦ 99.1 del Convenio sobre concesi´on de Patentes Europeas). Venta de fasc´ ıculos: Oficina Espa˜ nola de Patentes y Marcas. C/Panam´ a, 1 – 28036 Madrid

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DESCRIPCION Campo de la invenci´ on Esta invenci´on se refiere a un forro para encofreados de hormig´ on y a encofrados para la manufactura de hormig´on que producen superficies de hormig´ on labradas o muy lisas. M´ as concretamente, esta invenci´on se refiere a encofrados de hormig´on que utilizan un forro mejorado para encofrados de hormig´on que comprende una tela de dos caras con una gama de tama˜ nos de poro en una de las caras diferente de la de la cara opuesta. Antecedentes de la invenci´ on En la fabricaci´ on de hormig´ on, este u ´ ltimo es habitualmente colado empleando un encofrado de hormig´on y adopta la forma del encofrado. El hormig´on h´ umedo se vierte dentro de o contra el encofrado de hormig´ on y, al fraguar y sacarlo del encofrado, la superficie de hormig´ on reci´en expuesta lleva la impresi´ on invertida de la superficie interna del encofrado. En el caso d los encofrados de madera, el hormig´on adopta el aspecto del grano de la madera y en el caso de los encofrados que implican elementos del encofrado con costuras, el hormig´on muestra cualesquiera costuras que no hayan sido suficientemente enmascaradas. Frecuentemente se agrega aire a la mezcla de hormig´on y con frecuencia se a˜ nade agua en exceso sobre la cantidad requerida para la hidrataci´on. Estos aires y agua son u ´ tiles para que la mezcla sea fluida y para facilitar su manipulaci´ on y vaciado. Sin embargo, el exceso de agua, si se deja sin escurrir, produce un hormig´ on con una superficie debilitada y el aire, si no se expulsa, da lugar a poros superficiales de hasta 0,1-3 cm, que dejan una superficie irregular abierta a los efectos de la suciedad y la erosi´ on por los ciclos de congelaci´on-descongelaci´on del agua. Ejemplos de encofrados de hormig´ on de la t´ecnica anterior se encuentran en: Patente U.S. 4.730.805 (Yokota et al.) que describe un encofrado para formar hormig´ on que utiliza un soporte y por lo menos dos capas de tela sobre el soporte. El soporte puede disponer de tetones para separar la tela del soporte y las capas de tela y los tetones favorecen el drenaje del agua del hormig´ on en proceso de fraguado. El soporte puede tener orificios de drenaje para eliminar el exceso de agua y aire. La tela est´a adherida al soporte y es r´ıgida e inamovible con respecto al soporte. Patente U.S. 4.856.754 (Yokota et al.) que describe un encofrado de hormig´on que utiliza telas de doble tejido sobre una placa de soporte con orificios para drenar el agua. Un tela tejida est´ a adherida a la placa y la otra tela tejida est´ a cosida a la primera. En el documento EP-A-0.315.323 se describe una tela de dos caras. La primera cara es de ligamento tafet´ an y cada hilo de trama de la segunda cara intersecta con cada octavo hilo de urdimbre de la primera cara. La primera cara y la segunda cara tienen el mismo n´ umero de hilos de trama. Para reducir la fuerza requerida para separar el forro del encofrado del hormig´ on, la primera cara de la tela puede ser alisada por calandrado. Debido a ello, la tela puede ser reutilizada un mayor n´ umero de veces. 2

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El documento WO 89/09864 describe un encofrado de hormig´on con un forro del encofrado de una sola capa. El forro del encofrado tiene un tama˜ no de poro inferior a 20 µm. El agua del hormig´on atraviesa el forro hasta una l´ amina que est´a formada por materia en part´ıculas tal como virutas de madera. El forro puede ser no fibroso para conseguir una mayor reutilizaci´ on del encofrado. El documento EP-A-0.429.752 (t´ecnica anterior seg´ un el Art. 54-(5) EPC) describe un encofrado para hormig´ on labrado que comprende un medio de soporte, una rejilla con elementos separadores interconectados que forman orificios en la rejilla con un a´rea individual de 0,25 cm2 como m´ınimo y de la que por lo menos una parte descansa contra el medio de soporte y una tela porosa yuxtapuesta con la rejilla y separada del soporte por la rejilla. La tela tiene generalmente un tama˜ no de poro comprendido entre 10 y 250 µm sobre cada cara de manera que pueden entrar en los espacios abiertos de la tela y rellenarlos un n´ umero de part´ıculas finas de hormig´ on (t´ıpicamente de 30 a 90 µm) y as´ı el exceso de agua y aire puede pasar a trav´es de ellos. Las part´ıculas finas de hormig´on t´ıpicamente rellenan los poros m´ as grandes de la tela, especialmente si se produce una excesiva compactaci´on del hormig´ on. Habitualmente, si ha entrado en la estructura del tejido una cantidad suficiente de part´ıculas finas de hormig´ on y si se permite un fraguado suficiente del hormig´ on, entonces la separaci´on de la tela del hormig´on fraguado resulta muy dif´ıcil o incluso imposible. Esto ocurre porque las part´ıculas de hormig´ on que han entrado en el tejido y se han endurecido all´ı tiran de las fibras de la tela hacia la superficie de la misma cuando la tela se separa del hormig´ on. El problema empeora cuando la tela se utiliza de nuevo, con p´erdida de fibras superficiales, ya que las fibras sueltas tienden a quedar incrustadas en el hormig´on fraguado, causando con ello la delaminaci´ on de la trama de la tela. El problema es incrementado si la tela no es manejada con cuidado durante el montaje y desmontaje del encofrado, ya que la fricci´ on mec´anica (p. ej. frotamiento) suele formar pelusa en la tela y hacer que las fibras sueltas se adhieran al hormig´on. El uso m´ ultiple de los encofrados de tela hace que m´ as poros de esta u ´ltima resulten taponados por las part´ıculas finas de hormig´ on dando lugar a niveles de evacuaci´on de agua y aire considerablemente reducidos. Sumario de la invenci´ on Esta invenci´on, tal como es definida en la reivindicaci´on 1, resuelve el problema de como mejorar la calidad del hormig´ on fabricado. El forro comprende una tela de dos caras con una gama de tama˜ nos de poro en una cara (es decir, la primera cara) diferente de la de la cara opuesto (es decir, la segunda cara). La primera cara de la tela tiene un tama˜ no de poro comprendido entre 0,2 y 20 µm, preferiblemente entre 0,5 y 10 µm, mientras que la segunda cara de la tela tiene un tama˜ no de poro que es mayor que el tama˜ no de poro de la primera cara y est´a comprendido entre 10 y 250 µm, preferiblemente entre 30 y 150 mm. El tama˜ no de poro cr´ıtico de la primera cara permite

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que la tela impida que sustancialmente todas las part´ıculas de hormig´ on entren en su interior, al mismo tiempo que permite que el exceso de agua y aire escapen de la superficie del hormig´ on. Los poros m´ as grandes en la segunda cara de la tela aumentan el efecto de drenaje tanto en el plano de la tela como entre el plano de la tela y el encofrado. Adem´ as del tama˜ no de poro reducido, las fibras de la superficie de la primera cara de la tela pueden ser estabilizadas de manera que cuando la primera cara se coloca en contacto directo con el hormig´ on, la tela se resiste a adherirse al hormig´on. Las fibras estabilizadas individuales de la tela resisten la fricci´on y evitan ser aflojadas hasta el punto de que resulten incrustadas en el hormig´ on. En una realizaci´ on preferida, la tela comprende un material laminar tejido o no tejido, de 70 a 600 g/m2 , que ha sido estabilizado por revestimiento en una primera cara con 5 a 80 g/m 2 de una dispersi´ on de microespuma, preferiblemente de etileno-cloruro de vinilo, etileno-acetato de vinilo o un copol´ımero de ambos, para producir un tama˜ no de poro sobre la primera cara de la tela comprendido entre 0,2 y 20 µm, preferiblemente entre 0,5 y 10 µm. Adem´as, el revestimiento puede ser alisado por calandrado para conseguir una mayor estabilidad de la superficie. Este forro de espuma no se pega f´ acilmente a la superficie del hormig´ on. Puede aplicarse al revestimiento un lubricante apropiado, preferiblemente aceite de silicona o aceite natural, para prevenir todav´ıa m´as que la cara recubierta de la tela se adhiera al hormig´on. En una realizaci´ on particularmente preferida, la tela comprende una primera cara y una segunda cara, de las que la primera cara est´a formada por fibras de menor densidad que las fibras que constituyen la segunda cara. T´ıpicamente, la primera cara de la tela est´a constituida por una delgada capa estabilizada de las fibras de menor denier (alrededor de 1/5 de todas las fibras de la tela). La estabilizaci´ on de la superficie se consigue reduciendo el estiramiento de las fibras con objeto de disminuir la tenacidad de las fibras de menor denier. Por lo tanto, cuando la primera cara de la tela es alisada por calandrado, las fibras de la superficie se apretar´ an entre s´ı y se alisar´ an sobre la superficie de la tela. El resultado es una tela porosa de dos caras con una primera cara que tiene una superficie muy lisa (exactamente como si hubiera sido estabilizada mediante un revestimiento) y un tama˜ no de poro controlable entre 0,2 y 20 µm. Esta invenci´on se refiere adem´as a un encofrado para la manufactura de hormig´ on, encofrado que comprende un soporte y la tela de dos caras descrita antes. El encofrado de hormig´on puede comprender un rejilla con elementos separados interconectados que forman orificios en la rejilla que tienen un a´rea individual de 0,25 cm2 como m´ınimo para crear una superficie labrada en el hormig´ on. Por lo menos una parte de los elementos separados descansan sobre el soporte y la tela porosa de dos caras est´a yuxtapuesta a la rejilla y separada del soporte por esta u ´ltima.

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La tela puede ser estirada sobre el soporte a una tensi´on uniforme de 0,2 a 3,0 kg/cm lineal con objeto de que el hormig´on tenga una superficie lisa. La segunda cara de la tela se coloca hacia la rejilla. En el sentido utilizado aqu´ı, la expresi´on “la primera cara de la tela” significa la cara de la tela que est´a situada en contacto directo con el hormig´on h´ umedo durante la colada. En el sentido utilizado aqu´ı, la expresi´on “la segunda cara de la tela” significa la cara de la tela que est´ a colocada en contacto con la rejilla o el soporte del encofrado de hormig´ on. Breve descripci´ on de los dibujos Esta invenci´ on ser´a mejor comprendida haciendo referencia a las siguientes figuras: La Figura 1 es una representaci´ on de un encofrado de hormig´on, en secci´on parcial, con una rejilla y la tela mejorada de esta invenci´on. La Figura 2 es una vista de la secci´ on transversal del encofrado de la Figura 1. La Figura 3 es una vista de la secci´ on transversal de un encofrado con la tela mejorada bajo una tensi´on uniforme sobre la rejilla. La Figura 4 es una representaci´ on de otro encofrado, en secci´on parcial, con un medio de soporte provisto de orificios y la tela mejorada de esta invenci´on. Descripci´ on detallada de las realizaciones preferidas Refiri´endonos ahora a las figuras, en las que los n´ umeros de referencia iguales representan elementos iguales, la Figura 1 muestra un encofrado 10 de hormig´ on que incluye un soporte 11 que puede ser de cualquier material que haya sido tradicionalmente utilizado como material de encofrados de hormig´ on. El soporte 11 debe tener una resistencia suficiente para soportar el peso del hormig´on h´ umedo antes de fraguar. El soporte puede ser de madera o puede ser met´ alico o de pl´ astico y, aunque debe ser relativamente liso y plano, la lisura no es cr´ıtica para uso en la fabricaci´ on de hormig´on con una superficie labrada. La rejilla 12 puede ser de cualquier material no compresible, tal como tela met´alica o red de pl´ astico. La rejilla puede tener orificios de cualquier forma regular o irregular, definidos por los elementos separadores interconectados 14 y 15. Puede utilizarse cualquier forma (por ejemplo redonda, cuadrada, triangular o irregular) y es preferible que el a´rea de los orificios sea superior a unos 0,25 cm2 e inferior a unos 2500 cm2 . Pueden utilizarse orificios de tama˜ no diferente en una aplicaci´ on dada para cualquier fin deseado. El a´rea de los orificios puede ser suficientemente grande para que exista la oportunidad de que la tela poroso 13 sea presionada a trav´es de los orificios por el hormig´ on h´ umedo para ponerse en contacto con el soporte 11 o los orificios pueden ser tan peque˜ nos (a saber, de un tama˜ no inferior a unos 0,25 cm2 ) y la tela 13 puede ser estirada tan tirante que la tela no sea deformada por la presi´ on de compactaci´on de la mezcla de hormig´on lo suficiente como para alcanzar la superficie del soporte 11. La rejilla 12 debe tener un espesor comprendido aproximadamente entre 0,2 y 50 mm. Los l´ımites del espesor son una cuesti´on

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de conveniencia y practicabilidad y, por lo tanto, no son cr´ıticos para esta invenci´on. T´ıpicamente, el espesor debe ser suficientemente grande para permitir el flujo de agua y aire procedentes de la masa de hormig´on h´ umedo pero no tan grueso que haya una distancia excesiva entre el soporte 11 y la tela 13 yuxtapuesta a la rejilla 12. La rejilla 12 puede estar construida de forma que los elementos separadores interconectados 14 y 15 est´en en el mismo plano o est´an unos sobre otros por ser tejidos o no tejidos. Se prefiere que la rejilla est´e constituida por elementos separadores interconectados 14 y 15 en los que los elementos que se cruzan est´en tejidos de manera que los elementos que se cruzan est´en uno encima de otro en los puntos de intersecci´on. La tela 13 puede ser tejida o no tejida y puede ser de materiales naturales o sint´eticos. El material preferido es un material laminar poliolef´ınico termoadherido, tal como polietileno o polipropileno, con un peso base de aproximadamente 70 a 600 g/m2 . No obstante, pueden utilizarse otros pol´ımeros como material de la tela, tales como PVC, poli´ester o cualquier otro pol´ımero con resistencia qu´ımica suficiente cuando se utiliza en el entorno b´ asico del hormig´ on fluido. La tela se trata o se fabrica de tal manera que una cara (es decir, la primera cara) tenga un tama˜ no de poro comprendido entre 0,2 y 20 µm, preferiblemente entre 0,5 y 10 µm y la cara opuesta (es decir, la segunda cara) de la tela tenga un tama˜ no de poro mayor que el tama˜ no de poro de la primera cara y comprendido entre 10 y 250 µm, preferiblemente entre 30 y 150 µm. La gama de tama˜ nos de poro sobre cada cara de la tela permite el paso del agua y el aire pero impide el paso de sustancialmente todas las part´ıculas s´olidas de hormig´ on de la mezcla. La tela puede ser de cualquier espesor conveniente pero debe ser adecuada para resistir la elevada presi´on de compactaci´on aplicada contra ella por el hormig´ on h´ umedo. Se prefiere que la tela porosa tenga como m´ınimo 0,5 mm de espesor. Un procedimiento espec´ıfico de tratamiento de la tela para obtener el tama˜ no de poro apropiado sobre la primera cara de la tela consiste en recubrir uniformemente la primera cara con un material polim´erico, preferiblemente una dispersi´ on microespumada del pol´ımero. La tela porosa recubierta permite que sean evacuados el aire y el agua presentes cerca de la superficie del hormig´ on mientras que las part´ıculas finas de cemento de aproximadamente 4 µm o menos son retenidas. El recubrimiento tambi´en estabiliza las fibras superficiales de la tela de manera que resisten la fricci´on y no se incrustan en el hormig´ on. Como resultado de ello, el hormig´on formado es de mejor calidad (no hay p´erdida de cemento), la separaci´on del forro del encofrado del hormig´ on es m´as f´acil (no hay fibras adheridas a la superficie del hormig´ on), el manejo del encofrado es menos cr´ıtico y, dependiendo del tipo de hormig´ on, el forro del encofrado puede ser utilizado de 4 a 6 veces, frente a las 1-2 veces para la versi´ on no tratada de la t´ecnica anterior descrita en la Solicitud de Patente EP-A-429.752. En particular, la superficie del hormig´ on es m´as compacta, no hay burbujas ni poros y el hormig´ on es menos permea4

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ble al agua o a los gases (es decir, carbonataci´on m´as lenta), aumentando con ello la duraci´ on del hormig´on, especialmente cuando se utiliza en entornos agresivos. El revestimiento de la tela puede ser alisado por calandrado de manera que se consiga una mayor estabilidad de la superficie y puede agregarse un aceite antiadhesivo apropiado (aceite de silicona, aceite natural o cualquier producto lubricante adecuado utilizado en la industria del hormig´on) para contribuir todav´ıa m´ as a evitar que el recubrimiento se adhiera al hormig´ on. Debe observarse que los recubrimientos de espuma en dispersi´ on no son cr´ıticos y que los estratificados (estratificaci´ on por puntos, turbulencia o labrado) de una tela porosa adecuada con una delgada pel´ıcula microporosa o pel´ıcula microperforada tambi´en son adecuados para los fines de esta invenci´ on. Por ejemplo, la tela puede comprender un material de base no compresible (p. ej. metal o pl´ astico) estratificado a una pel´ıcula microporosa de manera que la pel´ıcula constituya la primera cara de la tela. Adem´ as, la tela puede comprender un material laminar adherido por centrifugaci´ on que ha sido alisado por calandrado para estabilizar las fibras de la primera cara de la tela. En tanto en cuanto existan las siguientes propiedades clave que definen la funcionalidad de la tela mejorada, el tipo de recubrimiento o el m´etodo de tratamiento no son cr´ıticos par la invenci´on. Estas propiedades son: (a) tener suficientes microporos de un tama˜ no comprendido entre 0,2 y 20 µm sobre una cara de la tela (los poros m´as grandes de m´ as de 20 µm pueden valer pero dar´ an peores resultados ya que las part´ıculas de hormig´ on entrar´ an en la estructura de la tela y har´ an que el forro del encofrado se pegue al hormig´on. Los poros m´ as peque˜ nos de menos de 0,2 µm no permiten que el aire y el agua atraviesen suficientemente la tela); (b) tener una permeabilidad al aire comprenon de dida entre 0,05 y 4 m3 /m2 /min a una presi´ 1 cm de agua (ensayo ASTM, m´etodo D 737, medida sobre un a´rea de 10 cm2 ); (c) tener una estanqueidad para el agua comprendida entre 1 y 40 cm (altura de agua requerida para que las tres primeras gotas de agua atraviesen la tela) y (d) tener un espesor total de la tela de 0,3 mm como m´ınimo (ensayo ASTM, m´etodo D 1777, a una presi´ on de 0,05 bares). Refiri´endonos ahora a la Figura 2, se construye el encofrado 10 para hormig´ on fijando la rejilla 12 contra el soporte 11 que ha sido construido para tener la forma deseada en un art´ıculo de hormig´ on final y despu´es yuxtaponiendo la tela 13 sobre la rejilla. No es necesario que la rejilla 12 est´e fuertemente fijada al soporte 11 pero debe estar fijada en el grado requerido para asegurar que permanecer´ a en su sitio durante el uso del encofrado. An´ alogamente, la tela 13 no tiene que estar fuertemente fijada a la rejilla 12 sino simplemente yuxtapuesta sobre ella. Para los encofrados en los que el art´ıculo de hormig´on deseado tiene una superficie labrada, la tela 13 puede ser eficazmente yuxtapuesta utilizando grapas o peque˜ nos clavos colocados peri´odicamente a distan-

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cias relativamente grandes en el borde o en la cara posterior del encofrado. Se ha determinado que la tela no debe estar fuertemente unida a la rejilla. En el sentido utilizado aqu´ı, el t´ermino “yuxtapuesta” significa que la tela 13 debe estar colocada contra la rejilla 12 pero que la superficie de una no debe estar adherida a la superficie de la otra. Se ha descubierto que pueden conseguirse superficies de hormig´on lisas y labradas sin operaciones de acabado. Adem´ as, se ha descubierto que estas superficies lisas y labradas tienen propiedades que son mejores que las de las superficies de hormig´on de la t´ecnica anterior. Esta invenci´on produce hormig´ on con una superficie con dibujos labrados constituidos por convexidades o zonas elevadas. Esto se consigue por yuxtaposici´on de la tela 13 a la rejilla 12, ambas contra el soporte 11 y, a medida que el hormig´ on es vaciado en el encofrado, el hormig´ on comprime la tela 13 en los orificios de la rejilla 12 y contra el soporte 11, causando depresiones 16 junto con canales 17. Como resultado de la presi´on sobre la tela 13 para formar las depresiones 16, el hormig´on formar´ a una convexidad para cada depresi´ on 16. Cuando la rejilla est´a formada de manera que las depresiones forman un dibujo de cualquier tipo, regular o irregular, el hormig´ on formar´ a un dibujo de convexidades coincidentes. El agua y el aire atravesar´an la tela 13 hasta los canales 17 y se alejar´a del hormig´ on. Como realizaci´on particular y observando los detalles de la Figura 3, cuando la tela 13 se sujeta con una fuerza continua y uniforme, de manera que est´ a uniformemente estirada sobre la rejilla 12, puede obtenerse una superficie del hormig´ on completamente lisa. Es dif´ıcil conseguir una superficie de hormig´on completamente lisa debido a la dificultad de mantener sin arrugas la tela 13 durante el proceso de vaciado del hormig´on. Esto es porque el soporte 11 y la tela 13 pueden encogerse o estirarse debido a los cambios de temperatura o humedad. Se ha determinado que un grado de encogido o expansi´on tan peque˜ no como 1/2 % en el soporte o en la tela es suficiente para producir arrugas en la tela y las consiguientes irregularidades en la superficie del hormig´ on. Debe se˜ nalarse que, en el caso de que se est´en produciendo mediante esta invenci´on superficies labradas de hormig´on, los efectos del encogido y de la expansi´on son absorbidos por las depresiones. Sin embargo, cuando se desean superficies de hormig´ on completamente lisas, los orificios de la rejilla deben ser tan peque˜ nos que no se formen depresiones. Es decir, para superficies de hormig´on completamente lisas, la rejilla debe tener unos elementos separadores interconectados que formen orificios de menos de 0,25 cm2 . Se aplica una fuerza uniforme continua a la tela 13 conectando unos elementos el´asticos o resilientes 18 a los bordes de la tela 13 mediante las pinzas 19. Preferiblemente, los elementos 18 son muelles o est´an fabricados en caucho o alg´ un otro elast´ omero. Los elementos 18 se ponen sobre las vigas 20 y se sujetan a la traviesa 21. Naturalmente, es aceptable cualquier disposici´ on de los elementos 18 que permita aplicar una tensi´on a la tela 13. Puede fijarse a la tela 13 una multitud de elementos 18, garan-

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tizando con ello una tensi´on continua y uniforme sobre toda la extensi´on de la tela. Se ha determinado que una tensi´ on de 0,2 a 3,0 kg/cm lineal es adecuada para la pr´ actica de esta invenci´on. Debe entenderse que la tensi´ on puede ser aplicada de cualquier forma que resulte efectiva para conseguir el resultado apropiado. Cuando se utiliza un soporte 11 completamente liso y plano, no hay necesidad de ninguna rejilla para la producci´ on de un hormig´on con una superficie completamente lisa, siempre que la tela 13 est´e estirada sobre el soporte bajo una tensi´ on uniforme, como se ha descrito antes. Adem´as, cuando la tela 13 se fija sobre un soporte liso y plano sin ninguna rejilla, pero con una tensi´ on aplicada suficiente en ambas direcciones, el hormig´on resultante es absolutamente plano, libre de marcas de pliegues y de muy buena calidad. Refiri´endonos a la Figura 4, el encofrado 10 de hormig´on incluye medios de soporte 22 con orificios 23. Los medios de soporte 22 pueden ser de cualquier material para encofrados de hormig´on. No obstante, debe tener una resistencia suficiente para soportar el peso del hormig´on h´ umedo antes de fraguar. Los medios de soporte pueden ser de madera o pueden ser de metal o pl´ astico. Los orificios en los medios de soporte 22 deben ser suficientemente profundos para permitir el drenaje del aire y el agua desde la mezcla de hormig´on y preferiblemente se extiende por todo el espesor de los medios de soporte. Los orificios pueden ser de cualquier forma o tama˜ no regular o irregular y deben ser mayores de unos 0,25 cm2 y menores de unos 2500 cm2 . En este realizaci´on, la tela 13 puede ser yuxtapuesta a los medios de soporte 22 y la mezcla de hormig´on producir´ a las depresiones 16 de la misma manera que se forman las depresiones utilizando el encofrado de la Figura 1 con una rejilla separada. El forro mejorado para encofrados presenta muchas ventajas sobre la t´ecnica anterior. La tela tiene mucha m´as resistencia a formar pelusa ya que las fibras superficiales son retenidas en su sitio mediante la estabilizaci´on de la tela (por ejemplo, por recubrimiento). Hay muchas menos part´ıculas de hormig´ on (solamente las part´ıculas muy finas) que puedan atravesar el recubrimiento o la primera cara estabilizada. El forro permanecer´ a utilizable hasta que part´ıculas de hormig´ on m´as grandes taponen cada poro dado y acumulen una torta de filtro. Las part´ıculas de hormig´on que atraviesan la primera cara de la tela suelen ser arrastradas por lavado con el exceso de agua. Cuando se utilice un recubrimiento, habr´ a muy pocas part´ıculas de hormig´ on que puedan pasar detr´ as del recubrimiento; por lo tanto, cabe esperar menos adherencia al hormig´ on. Todo esto significa que el forro mejorado es reutilizable varias veces. Como ventaja a˜ nadida, el encofrado puede ser desmantelado despu´es de vaciar el hormig´on m´as pronto que con los encofrados de la t´ecnica anterior. Ejemplos Las t´ecnicas de estabilizaci´on ser´an descritas ahora mediante referencia a los siguientes ejemplos no limitantes. Todos los porcentajes est´ an expresados en peso salvo indicaci´ on en contrario.

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Ejemplo 1 Se prepar´ o una emulsi´ on acuosa polimerizable por la acci´ on del calor mezclando etilenocloruro de vinilo (33 % de s´ olidos) con 2-3 % de Latekoll (producto comercial de Wacker Chemie de Burghausen, Alemania, y a˜ nadido para mejorar la adhesi´ on) y 10 % de un estabilizante de la espuma (ff Plex 6112 S, producto comercial de Wacker Chemie). se gener´ o una espuma con la emulsi´on utilizando una mezcladora de aire (que puede adquirirse a Werner Mathis Minimix como Tipo 4484) para obtener una espuma estable y uniforme con una densidad de aproximadamente 280 g/litro. La espuma obtenida se aplic´ o R (un a una hoja no tejida de 290 g/m2 Typar material laminar de polipropileno termoadherido que puede adquirirse a Du Pont de Nemours, S.A., Luxemburgo) utilizando un aplicador Variopress (que puede adquirirse a Johannes Zimmer de Klagenfurt, Alemania) a una velocidad de 10 R se preparan utim/min. Las l´aminas Typar lizando el procedimiento descrito en la Patente U.S. 3.477.103 (Troth, Jr.), cuyo contenido se incorpora aqu´ı por referencia. Se probaron diferentes posiciones de la recubridora para obtener diferentes niveles de pesos del recubrimiento y de penetraci´on en la tela. La tela recubierta se pas´ o por una estufa de secado (que puede adquirirse a Brueckner de Siegsdorf, Alemania) que funcionaba a 100◦C a la entrada y 140◦C a la salida, con objeto de evaporar el agua y polimerizar la espuma de etileno-cloruro de vinilo. Las muestras recubiertas de espuma, con un recubrimiento de 10 a 40 g/m2 . presentaban unos valores de la permeabilidad al aire comprendidas entre 0,1 y 0,3 m3 /m2 /min. y una estanqueidad al agua entre 8 y 10 cm de altura de agua. Por lo tanto, el tama˜ no de poro de la cara recubierta de la tela puede ser controlado ajustando las posiciones de la recubridora. Se fijaron con grapas muestras de la tela recubierta a un encofrado de madera y se fabricaron planchas de hormig´on de 8 cm de espesor x 30 cm de anchura x 50 cm de altura colocando la cara recubierta de la tela contra el hormig´on (calidad C 45 con un asentamiento de 6 cm aproximadamente). La compactaci´on del hormig´on se realiz´ o manualmente dejando caer el encofrado 15 veces desde una altura de 15 cm con el hormig´on en el interior con objeto de evitar da˜ nos mec´anicos al recubrimiento de la tela causados por los vibradores de hormig´ on com´ unmente utilizados. Como control, se prepararon planchas de las mismas dimensiones bajo las mismas condiciones R no pero utilizando un material laminar Typar tratado (es decir, sin recubrir) o encofrados de madera est´andar contra el hormig´on. El hormig´on obtenido con un encofrado de madera est´ andar presentaba una multitud de burbujas de diferentes tama˜ nos (0,5-12 mm) y profundidades sobre toda la superficie. Tambi´en se produce exudaci´ on del hormig´on en diferentes lugares (la exudaci´ on del hormig´on es un fen´ omeno muy conocido por los expertos en construcci´ on y es el hormig´ on arrastrado por el exceso de agua cerca de la superficie del encofrado. La exudaci´ on se produce cuando el hormig´ on se contrae dejando 6

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cierto espacio entre el hormig´ on endurecido y el encofrado. Esto deja un a´rea claramente visible sobre la superficie del hormig´ on que parece como si hubiera sido arrastrada por el agua). Por otra parte, el hormig´ on obtenido utilizando el mateR recubierto o no recubierto no rial laminar Typar presentaba ninguna burbuja, nada en absoluto de exudaci´ on y presentaba una superficie m´ as oscura y m´ as dura (dureza superior en un 30-50 %, medida mediante un aparato Schmidt-Hammer) que el hormig´on obtenido con el encofrado de madera est´andar. R La separaci´on del material laminar Typar sin recubrir del hormig´ on requiri´ o cierta fuerza (15-20 kg) y numerosas fibras de la l´ amina permanecieron enmara˜ nadas en el hormig´ on. Despu´es de un uso, las fibras de la superficie de la l´ amina estaban tan aflojadas que un segundo uso hubiera hecho imposible la separaci´ on de la l´amina debido a una total delaminaci´ on de la tela. Inversamente, R recula separaci´on del material laminar Typar bierto de espuma result´o mucho m´ as f´ acil, pero todav´ıa se necesit´o cierta fuerza mientras una delgada capa del recubrimiento se peg´ o al hormig´on causando la delaminaci´ on de la espuma. No se peg´ o al hormig´on ninguna fibra en absoluto, de manera que fue posible utilizarla por segunda, tercera y cuarta vez antes de que comenzaran a adherirse demasiadas fibras superficiales al hormig´on. Ejemplo 2 En este ejemplo, se aplicaron 1-2 g/m2 de aceite de silicona sobre la cara recubierta del R recubierto de espuma descrito en mismo Typar el Ejemplo 1 anterior. Se formaron planchas de hormig´on como se ha descrito antes. Despu´es de formar las planchas de hormig´ on, la separaci´on de la tela recubierta de la superficie del hormig´on fraguado fue extraordinariamente f´ acil. No se observ´ o delaminaci´ on de la espuma y la calidad de la superficie del hormig´ on era excelente. Ejemplo 3 En este ejemplo, la misma muestra recubierta de espuma descrita en el Ejemplo 1 se alis´o por on de 50 kg/cm calendrado a 150◦ C bajo una presi´ de anchura y a una velocidad de 10 m/min. La muestra present´ o una estabilidad de la superficie muy mejorada en comparaci´on con la de una muestra recubierta de espuma no calandrada y cuando se ensay´ o como se ha descrito en el Ejemplo 2, dio resultados muy similares. La ventaja de esta muestra es que hace que la fijaci´ on y la manipulaci´ on sean mucho menos cr´ıticas durante el montaje y desmontaje del encofrado que con las muestras de tela no calandradas. Ejemplo 4 R 1025 En este ejemplo, una muestra de Tyvek D microporoso (un material laminar de polietileno adherido por centrifugaci´ on que puede adquirirse a E.I. du Pont de Nemours and Company, Wilmington, Delaware) se fij´o con grapas a la R soparte superior de una l´ amina de tela Typar bre la primera cara (es decir, la cara del hormig´on) y se formaron planchas de hormig´ on como se ha descrito en el Ejemplo 1 con la diferencia de que se utiliz´ o un vibrador de hormig´ on est´andar R necesita una altura de agua (el material Tyvek

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superior a 100 cm para dejar que atraviese algo de agua, as´ı que se requiri´ o una vibraci´ on m´as intensa para evacuar el exceso de agua). El hormig´on obtenido utilizando esta muestra no presentaba ninguna burbuja en absoluto y ten´ıa un color muy oscuro, aunque el efecto era de profundidad limitada (1-2 mm cerca de la superficie del hormig´ on frente a 4-7 mm sobre las muestras obtenidas con Typar sin recubrir solo o con R recubierto de espuma). Esto indica que Typar la evacuaci´on del agua se detuvo para esta muestra cuando se par´ o el vibrador de hormig´on, mienR , el agua tiende a evatras que para el Typar cuarse durante 2 horas despu´es de la vibraci´ on. La separaci´on de la tela del hormig´on fraguado requiri´ o poca fuerza durante los dos primeros usos pero fue muy dif´ıcil de separar durante el tercer R se peg´o al horuso ya que la l´amina de Tyvek mig´on y se delamin´ o. Ejemplo 5 En este ejemplo, una muestra de un material R no tejido se recubri´ o por extrulaminar Typar si´on con 20 g/m2 de polietileno sobre cada cara. La cara impermeable al agua resultante de la l´amina se perfor´ o despu´es mediante picado con agujas para obtener alrededor de 25 perforacioon un di´ anes por cm2 , teniendo cada perforaci´ metro de 0,3 mm aproximadamente. La muestra presentaba una permeabilidad al aire y una estanqueidad al agua dentro de los limites antes mencionados para la funcionalidad de la tela. La cara recubierta se utiliz´o para colar el hormig´on sobre ella y los resultados fueron comparables a los del Ejemplo 2, con la excepci´ on de un color ligeramente m´as oscuro. Ejemplo 6 En este ejemplo, se aplicaron por centrifugaci´ on fibras sopladas de fundido de polipropileno R y sobre una muestra de material laminar Typar se adhirieron con una plantilla a la superficie de la l´amina con objeto de obtener una adhesi´ on suficiente. El hormig´ on se col´ o sobre la cara soplada del fundido. El hormig´ on fraguado produjo resultados bastante inesperados ya que solamente se adhiri´ o al hormig´ on una capa muy delgada de las fibras sopladas por fusi´ on. Esto produjo el efecto de que el hormig´on hab´ıa sido pintado. La superficie del hormig´on era muy dura y no presentaba burbujas. El hormig´ on ten´ıa unos valores de la dureza superficial comparables a los obtenidos R solo y unos valocon el material laminar Typar res un 30-50 % superiores a los obtenidos con un encofrado de hormig´on impermeable est´andar. Ejemplo 7 En este ejemplo, se prepar´o una muestra esR mediante la pecial de material laminar Typar introducci´ on de los siguientes cambios en el procedimiento b´ asico colectivamente descrito en las Patentes U.S. 3.477.103 (Troth, Jr.), 3.821.062 (Henderson) y 3.991.224 (Debbas), cuyo contenido se incorpora aqu´ı por referencia. El denier de la fibra de un bloque de filamentos en direcci´on transversal (orientado transversalmente) se redujo desde 10 a 7 denier por reducci´ on de la producci´ on del bloque mientras se manten´ıan la velocidad del filamento. El estiraje del filamento

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del mismo bloque se redujo desde 1,85 a 1,55 para producir una tenacidad del filamento de 2,2 g/denier frente a 3,5 g/denier. La presi´ on en la l´ınea de tangencia se increment´o desde 80 hasta 125 dN/cm sobre la l´ınea de tangencia de la calandra lisa de la m´ aquina de adherir por plantilla. como resultado de todo ello, una delgada capa de los filamentos (alrededor de 1/5 de las fibras totales) form´ o una primera cara muy lisa de la l´ amina R . de Typar Sobre la cara con los filamentos de denier m´as fino, la muestra parec´ıa y se sent´ıa como si hubiera sido recubierta, de manera que las fibras no ten´ıan ninguna tendencia a aflojarse (es decir, ninguna tendencia a formar pelusa) durante la aplicaci´on de una fricci´ on mec´anica (por ejemplo, frotamiento) y la primera cara de la tela presentaba poros de un tama˜ no entre 1 y 3 o µm mientras que la segunda cara presentaba poros de un tama˜ no entre 10 y 250 µm. La permeabilidad al aire de esta muestra era de 2,1 m3 /m2 /min (la R regulamisma que la de las muestras de Typar res) pero la estanqueidad al agua estaba comprendida entre 19 y 20 cm de altura de agua (frente R regulaa 10-12 cm sobre las muestras de Typar res). Esto refleja la presencia de poros m´ as finos. El hormig´ on se col´ o sobre la primera cara de R especial y los resultados la muestra de Typar fueron similares a los obtenidos en el Ejemplo 2. En pocas palabras, no se solt´ o ning´ un filamento, la tela era f´acilmente separable del hormig´on fraguado y la tela pod´ıa utilizarse dos o tres veces m´as. Ejemplo 8 En este ejemplo, el hormig´ on se col´o con la R contra el primera cara de la l´ amina de Typar encofrado y se compar´o con el hormig´on colado con una segunda cara labrada (es decir, una cara adherida con plantilla con puntos de uni´ on de 0,15-0,20 mm de profundidad y 1,5 x 2,5 mm regularmente distribuidos y cubriendo el 20 % de la superficie total) contra el encofrado. El hormig´on obtenido en ambos casos estaba libre de burbujas, con un color y una dureza superficial comparables R como se a los del hormig´on obtenido con Typar ha descrito en el Ejemplo 1. Naturalmente, la cara con el hormig´ on colado sobre la cara adherida con plantilla presentaba un hermoso labrado de protuberancias de hormig´ on. Sin embargo, cuando se rompi´ o una pieza de hormig´on de manera que pudiera verse una secci´on transversal, se observ´o lo siguiente. El color del hormig´ on preparado utilizando la cara no R era m´as oscuro labrada de la l´ amina de Typar cerca de la superficie que en el interior del bloque (es sabido que un hormig´ on m´ as oscuro significa una relaci´on agua/cemento m´ as baja, lo que proporciona propiedades mejoradas al hormig´ on). El color m´as oscuro se extend´ıa hasta una profundidad de 3-5 mm m´ as (30-50 % en este caso) sobre la cara del hormig´ on obtenida con la cara adherida por plantilla colocada contra el encofrado. Esto es debido probablemente al diferente comportamiento capilar que permite que el agua se mueva mejor por capilaridad durante las pocas horas que transcurren entre la colada del hormig´ on y el ini-

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el encofrado, se mejora el comportamiento capilar y con ello se produce una mejora significativa en la calidad del hormig´ on.

cio del endurecimiento del hormig´ on. Por consiguiente, teniendo un dibujo de depresiones o protuberancias sobre la cara que se encuentra contra 5

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REIVINDICACIONES 1. Un forro para encofrados de hormig´ on para la manufactura de hormig´ on que impide a sustancialmente todas las part´ıculas de hormig´ on que atraviesen el forro pero que est´a suficientemente abierto para el paso del exceso de agua y aire, comprendido el forro una tela textil integral porosa de dos caras, caracterizado porque el forro tiene una primera cara con un tama˜ no de poro de 0,2 a 20 µm y una segunda cara cuyo tama˜ no de poro es mayor que el tama˜ no de poro de la primera cara y est´ a comprendido entre 10 y 250 µm. 2. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la primera cara de la tela (13) tiene un tama˜ no de poro comprendido entre 0,5 y 10 µm y la segunda cara de la tela (13) tiene un tama˜ no de poro comprendido entre 30 y 150 µm. 3. El forro para encofrados de hormig´ on de las reivindicaciones 1 o 2, en el que la tela est´a constituida por un material laminar poliolef´ınico termoadherido. 4. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 3, en el que la poliolefina est´a seleccionada entre el grupo formado por polipropileno y polietileno. 5. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la primera cara de la tela est´a recubierta con un material polim´erico. 6. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la primera cara de la tela (13) est´ a formada por fibras de menor denier que las fibras que forman la segunda cara de la tela. 7. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la segunda cara de la tela (13) tiene un dibujo de protuberancias o depresiones de 0,1 a 2 mm de profundidad para promover un efecto capilar sobre el agua. 8. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la tela porosa est´a tejida. 9. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la tela porosa est´a no tejida. 10. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la tela porosa tiene un peso comprendido entre 70 y 600 g/m2 . 11. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 5, en el que el recubrimiento es aplicado a la primera cara de la tela porosa a raz´on de 5 a 80 g/m2. 12. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 5, en el que el material polim´erico est´a seleccionado entre el grupo formado por etileno-cloruro de vinilo, etileno-acetato de vinilo y sus copol´ımeros. 13. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 5, en el que la primera cara de la tela est´a adem´as recubierta con un aceite natural

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o sint´etico para reducir la fricci´ on y la adhesi´ on entre la tela recubierta y el hormig´ on durante el uso. 14. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la tela es alisada por calandrado sobre la primera cara para mejorar la estabilidad de la superficie de la tela. 15. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 9, en el que la primera cara de la tela no tejida tiene un recubrimiento polim´erico extruido sobre ella y perforaciones a su trav´es de manera que la tela resultante tiene una permeabilidad al aire comprendida entre 0,05 y 4 m3 /m2 /min. 16. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la primera cara de la tela tiene un material de polietileno microporoso adherido por centrifugaci´ on separado estratificado sobre ella. 17. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la primera cara de la tela tiene fibras sopladas por fusi´ on adheridas a ella por plantilla. 18. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 1, en el que la tela comprende un material de base no compresible estratificado a una pel´ıcula microporosa, de manera que la pel´ıcula constituye la primera cara de la tela. 19. El forro para encofrados de hormig´ on de la reivindicaci´on 18, en el que el material de base no compresible es metal o pl´astico. 20. Un encofrado de hormig´ on para la manufactura de hormig´on en el que el encofrado comprende un soporte (10, 22) y un forro (13) para encofrados de hormig´ on de acuerdo con la reivindicaci´on 1. 21. El encofrado de hormig´ on de la reivindicaci´on 20, que comprende adem´ as una rejilla (12) con elementos separados interconectados (14, 15) que forman orificios en la rejilla con un a´rea individual de 0,25 cm2 como m´ınimo para crear una superficie de hormig´ on labrado, en la que por lo menos un parte de los elementos separadores (14, 15) descansan contra los medios de soporte (10) y la citada tela porosa de dos caras (13) est´ a yuxtapuesta a la rejilla (12) y separada del soporte (10) por la rejilla (12). 22. El encofrado de hormig´ on de las reivindicaciones 20 o 21, en el que el citado soporte (10) tiene una superficie lisa y plana y la citada tela (13) est´a estirada sobre el soporte (10) con una tensi´on uniforme de 0,2 a 3,0 kg/cm lineal por unos elementos (18 a 21) estiradores de la tela. 23. El encofrado de hormig´ on de la reivindicaci´on 20, en el que los medios de soporte (22) tienen orificios con un a´rea de 0,25 cm2 como m´ınimo. 24. El encofrado de hormig´ on de la reivindicaci´on 21, que comprende adem´ as unos elementos (18 a 21) estiradores de la tela mediante los cuales la tela (13) es estirada sobre la rejilla (12) con una tensi´on uniforme de 0,2 a 3,0 kg/cm lineal.

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la tela (13) es estirada sobre el soporte (22) con una tensi´on uniforme de 0,2 a 3,0 kg/cm lineal.

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NOTA INFORMATIVA: Conforme a la reserva del art. 167.2 del Convenio de Patentes Europeas (CPE) y a la Disposici´ on Transitoria del RD 2424/1986, de 10 de octubre, relativo a la aplicaci´ on del Convenio de Patente Europea, las patentes europeas que designen a Espa˜ na y solicitadas antes del 7-10-1992, no producir´ an ning´ un efecto en Espa˜ na en la medida en que confieran protecci´ on a productos qu´ımicos y farmac´euticos como tales.

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Esta informaci´ on no prejuzga que la patente est´e o no inclu´ıda en la mencionada reserva.

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