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UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE HISTORIA El cólera durante 1833 en el puerto de Veracruz ¿Mortalidad o crisis demográfica? TESINA Que para obte

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE HISTORIA

El cólera durante 1833 en el puerto de Veracruz ¿Mortalidad o crisis demográfica?

TESINA

Que para obtener el grado de licenciada en HISTORIA

Presenta JOANNY MAYLETH BONILLA CASTAÑEDA

Directora DRA. SILVIA MARÍA MÉNDEZ MAÍN

XALAPA, VERACRUZ AGOSTO 2015

ÍNDICE AGRADECIMIENTOS Introducción………………………………………………………………………………….......1 Justificación………………………………………………………………………………………4 Marco teórico metodológico…………………………………………………………………...6 DESARROLLO CAPÍTULO I. LAS FUENTES DE INFORMACIÓN Y EL ESTUDIO DE LA MORTALIDAD DEL PUERTO DE VERACRUZ 1825-1840 1.1El puerto de Veracruz y su historia……………………………………………………….29 1.2.Los archivos parroquiales y la mortalidad en el puerto de Veracruz, 18251840…...............................................................................................................................33 1.3 Distribución de la mortalidad por sexo…………………………………………………42 1.4 Distribución de la mortalidad por grupo de edad……………………………………45 1.5 Distribución de la mortalidad por causa………………………………………………. 47 CAPÍTULO II. EL CÓLERA DE 1833 EN EL PUERTO DE VERACRUZ. ¿MORTALIDAD O CRISIS DEMOGRÁFICA? 2.1 El cólera de 1833 en México…………………………………………………………..52 2.2 El cólera de 1833 el puerto de Veracruz……………………………………………..56 2.3 Mortalidad o crisis demográfica: El índice de Dupâquier…………………………58. 2.4 Aplicación del índice de Dupâquier en el puerto de Veracruz…………………..70 FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………..73

AGRADECIMIENTOS Este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de muchas personas e instituciones que me ha respaldado hasta el último momento, mi extensa familia, mis padres, mis abuelos, mis hermanos y todos los que siempre ha confiado y creído en mí, a mis profesores de mi Facultad de Historia los cuáles me brindaron los conocimientos para poder sumergirme en esta maravillosa disciplina. Mis agradecimientos muy especiales al Instituto Dr. José María Luis Mora por haberme acogido en el Proyecto “Una Frontera en vilo. Las relaciones de México con el Caribe en la larga duración, 179035, apoyado por

CONACYT.

Inscrito

al Instituto Dr. José María Luis Mora, el cual brindo el apoyo financiero de una beca para la elaboración de este trabajo. A mis lectores Dra. Laura Muñoz, Dr. Gerardo Galindo, Dr. César Ordoñez por sus atinados comentarios y sugerencias para este trabajo. A mi pequeño grupo de queridas amigas que en los últimos meses se ha ido acrecentando para bien, mi más sincero agradecimientos chicas, Xóchitl, Elo, Yadi, Lau, Marce, Eri, las adoro gracias por escucharme, leerme y apoyarme en todo este proceso. A mi princesita, mi hija Itzuri, mi niña gracias por tu paciencia, por tu apoyo y por resistir en los momentos de desesperación, por los juegos no jugados y por los paseos cancelados, esto es para ti bebé. Y mi más infinito agradecimiento a mi directora la Dra. Silvia Méndez Maín quien me ha tenido toda la paciencia del mundo, quien me ha guiado en todos los aspectos de mi vida desde que la conozco, solo ha tenido para mí su apoyo, sus consejos y su amistad. Muchisímias gracias Dra.

INTRODUCCIÓN El estudio del pasado implica un trabajo arduo pero enriquecedor, permite responder a cuestionamientos presentes y comprender de mejor manera a las sociedades contemporáneas. Por ello es que como historiadores debemos indagar en todas aquellas fuentes que dejaron quienes nos antecedieron, explorándolas y sabiéndolas cuestionar. Al respecto: “…el historiador nunca observa directamente los hechos que estudia. Solo los conoce a través del relato de los hombres que los observaron de manera directa, o por las huellas o indicios que estos han dejado”.1 “Una fuente, a través de la cual seguir estas huellas, de una enorme aportación y riqueza para la investigación histórica, son los archivos parroquiales, a los que Meyer ubica como “…una fuente valiosa para la historia demográfica, más valiosa a veces que el estado civil del Estado”.2

Los archivos parroquiales se consideran una de las fuentes de información más destacadas de la época colonial, debido a que resguardan en sus folios datos valiosos referentes a la dinámica poblacional de sus habitantes: nacimientos, matrimonios y defunciones. En su carácter de fuente eclesiástica, estos archivos registran los movimientos de los pobladores, en un tiempo y lugar determinados, permitiéndonos adentrarnos a diversas temáticas, dentro de las que se encuentra el estudio de las epidemias. Usando estas fuentes el presente trabajo se propone estudiar la mortalidad de 1833 en el

puerto de Veracruz en relación con la

epidemia del cólera.3

1

Bloch, Etienne, Marc Bloch. El historiador en su laboratorio. Testimonio e interpretaciones. Colección, Marc Bloch, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México, 2003, p.177. 2 Meyer, Jean, “El cajón de Parroquia”, en Connaughton, Brian F. y Andrés de Lira González, coords., Las fuentes eclesiásticas para la Historia Social de México, coords., Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto Mora, México, 1996, p. 29. 3 El cólera es una constante en la historia del mundo y de la humanidad, siempre ha estado presente aunque no se conocía su modo de contagio hasta las aportaciones de John Snow que en la epidemia de Londres de 1854 pudo comprobar que el cólera se transmitía a través del agua y la bacteria vibrio cholerae fue descubierta posteriormente aunque otros autores ya habían observado vibriones en las evacuaciones de los pacientes fue hasta 1884 que Robert Koch descubre la bacteria. Doval, Hernan C. “John Snow y la epidemia de cólera en Londres en 1854. Los hechos

1

El siglo XIX fue un periodo de transición. México recién se estrenaba como nación independiente. Esto se reflejó en la población en un cambio de ritmo en relación con las patologías, las cuales asolaron a diversas regiones del país. Es importante destacar que la mortalidad, al igual que la natalidad y la nupcialidad, se distingue por su carácter histórico; es decir, los niveles y las tendencias de esta variable no han sido los mismos a lo largo del tiempo en las diferentes regiones y países del mundo.4 En México, una de las regiones del país, Veracruz, al ser el puerto de entrada de mercancías, culturas e ideas, también fue la puerta de ingreso para diversas enfermedades que se diseminaron a lo largo y ancho del país, entre el siglo XVI y el XIX. La información con respecto a las patologías en el estado de Veracruz, de la población en sus villas y ciudades, quedo registrada en las partidas de defunciones de los archivos parroquiales5, como un reflejo de la mortalidad en esos años. Este estudio nos permitirá indagar acerca de qué enfermedades y epidemias afectaron a la población en las primeras décadas del México independiente, así mismo conocer cuál fue el impacto y la magnitud de la epidemia del cólera a partir de la historia demográfica. Para abordar la problemática planteada, se recurrirá a los archivos parroquiales localizados en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción 6 en Veracruz puerto.

hablan por sí solos, o es necesaria una hipótesis para encontrar los hechos.” Revista Argentina de Cardiología, vol. 71 Núm. 6. noviembre-diciembre 2003. Pp. 463-467. 4 Oliver Sánchez, Lilia V., “Intensidad de las crisis demográficas en las ciudades de México y Guadalajara 1800-1850” Takwá. Entramados núm. 8 otoño (2006), p. 13. 5 Véase Meyer, Jean, “El cajón de Parroquia”, en Connaughton, Brian F. y De Lira González, Andrés coords., Las fuentes eclesiásticas para la Historia Social, Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto Mora, p. 29. Estudio que da cuenta de la importancia de los archivos parroquiales. 6 El archivo parroquial se consultó en forma virtual a través de https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-1951-20924-7696 76?cc=1883382&wc=M9SFBD:352664303. Para más información sobre este repositorio digital

2

Cabe decir que uno de los aspectos importantes de este trabajo radica en que aborda el período posterior a la guerra de independencia, el periodo 18251840, época de grandes convulsiones políticas y movimientos poblacionales, así el estudio de la población de ese periodo es una ardua tarea desde el punto de vista de las escasez de fuentes de información7 y aunque para el siglo XIX en los archivos parroquiales ya se especificaba la causa de muerte, no en todas las parroquias se llevaba a cabo este registro. Para ello, cuando no se encuentre especificada la causa de muerte, para fines de este estudio se asociarán a las patologías que en esos años se registraron, basados en las fuentes secundarias disponibles. La información resguardada en los archivos parroquiales proporciona un enorme abanico, una infinidad de temáticas y procesos para historiar, como lo menciona Connaughton: “La información de esta fuente se presta a múltiples historias por escribir o profundizar, desde lo demográfico hasta lo militar, desde lo económico en sus múltiples facetas, hasta las mentalidades sociales”. 8 Dentro de las posibles de temáticas que nos permiten abordar los archivos parroquiales, una es la de mortalidad por epidemias, objeto de esta investigación, ya que se abordará el estudio de la mortalidad por el cólera de 1833 en el puerto de Veracruz. La intención, como se mencionó previamente, es tener un panorama preciso de la situación que tuvo la mortalidad entre 1825 y 1840 en relación con el sexo, la edad y las causas, y a partir de ahí establecer el impacto del cólera en 1833, lo cual se podrá establecer

a partir de la elaboración

del Índice de

consúltese Blázquez Domínguez, Carmen y Méndez Maín, Silvia M., “Tecnologías de información para el análisis de la población de los siglos XVIII y XIX en Veracruz” en Ciudad y modernización. Transformaciones urbanas. Siglos XIX y XX, M.A Del Arco Blanco, A. Ortega Santos, y Martín Martínez, M., Editorial Universidad de Granada, Granada, 2013, pp.19-46. 7 Méndez Maín, Silvia M., “La mortalidad y las estructuras sociodemográficas del pueblo de Xalapa, 1789-1837”, en Beascoechea Gaigoiti, José, Manuel y González Portilla, Pedro A. Novo López, eds., La ciudad contemporánea: espacio y sociedad. Bilbao: Servicio Editorial. Universidad del País Vasco; Universidad Autónoma de Puebla, Puebla. Pue., 2006, p. 275. 8 Connaughton, Brian F. “Introducción”, en Connaughton, Brian F. y De Lira González, Andrés coords., Las fuentes eclesiásticas para la Historia Social, Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto Mora, p.13.

3

Dupâquier, el cual nos permite medir y determinar la magnitud e intensidad de una epidemia identificando si esta constituyó o no una crisis demográfica. Las preguntas básicas que guían la investigación son: ¿Cuál fue el panorama general de la mortalidad de los primeros quince años de vida independiente en el puerto de Veracruz?/ ¿Qué epidemias asolaron a los porteños?/ ¿Cuál fue la intensidad de la mortalidad y su relación con el cólera de 1833 en el puerto de Veracruz?/ ¿La mortalidad por el cólera de 1833 puede ser considerada una epidemia más o una crisis demográfica?

JUSTIFICACIÓN El interés por el estudio de las epidemias a través de los archivos parroquiales, surgió en el trabajo realizado en el servicio social, fue ahí donde conocí dichos archivos y diversos estudios fincados en la historia demográfica. Gracias a estos proyectos pude acercarme a los estudios de las patologías y de las enfermedades que diezmaron a la población de la Nueva España y México. Al estar revisando la historiografía acerca de las epidemias en Veracruz, pude darme cuenta de que el índice de Dupâquier jamás había sido utilizado para identificar crisis demográficas en Veracruz, es así que, aunque el cólera de 1833 ya ha sido estudiado en el estado de Veracruz9, no se había medido el impacto del mismo a través de esta metodología. El hecho de que son pocos los estudios realizados sobre epidemias en Veracruz, desde la historia demográfica, abre un espacio para realizar una aportación a la historiografía veracruzana, como lo sostiene Méndez Maín; “En el ámbito de la historia regional de Veracruz, las 9

Gonzáles García, Arsenio, “El cólera de 1833: un estudio de caso de Xalapa Ver.” Tesis de licenciatura. Facultad de Historia. Universidad Veracruzana, 2011. Cruz Velázquez, Romeo, "Impacto del cólera en el puerto de Veracruz", en Pérez Toledo, Sonia, Elizalde Salazar, René y Pérez Cruz ,Luis, eds., Las ciudades y sus estructuras. Población, espacio y cultura en México, siglos XVIII y XIX, México: Universidad Autónoma Metropolitana- Iztapalapa, Universidad de Tlaxcala, 1999. pp. 47-60. Méndez Maín, Silvia M., “Crónica de una epidemia anunciada: el cólera en Xalapa, 1833”. Ponencia presentada en las Terceras Jornadas Interinstitucionales Historia de la Salud-Enfermedad en México y América Latina, siglos XIX – XX. “Ciudad, Salud, Enfermedad en México y América Latina” Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, Puebla, Pue., 12 de sept. 2013.

4

epidemias y su relación con la estructura sociodemográfica, han sido poco estudiadas”.10 Otro factor que impulsa a la realización de este trabajo es la preeminencia que implican los estudios demográficos, ya que: “La elaboración de estadísticas de la conducta demográfica no tiene gran relevancia si no se vincula con los acontecimientos centrales en la vida de los hombres y mujeres de un tiempo determinado.”11 El quehacer del historiador es enriquecer el campo de estudio, acrecentando la disciplina, abrir nuevas brechas utilizando fuentes, métodos y técnicas diferentes, como menciona Wrigley: quizá, en efecto, el momento más fascinante en el desarrollo de cualquier ciencia sea aquel en que, pese a haber aumentado de forma considerable sus posibilidades, sólo ha sido aún utilizada una parte de las fuentes materiales de que dispone, y en que las técnicas y la unificación de conceptos se encuentran aún en trance de cambios y mejora fulgurantes.12

La metodología demográfica es una base sólida para la construcción de una historia multidisciplinaria por ello la insistencia de utilizarla para los fines de este trabajo, ya que a través de ella la unión de dos metodologías, la histórica y la demográfica permiten un conocimiento más exacto del pasado. Esto permite plantear un trabajo multidisciplinario.13

10

Méndez Maín, Silvia M. “Un siglo de epidemias en territorio veracruzano: la viruela en Xalapa (1821-1920), en Manuel González Portilla, Beascoechea Gangoiti, José María y Zarraga Sangroniz, Karmele eds., Procesos de transición, cambio e innovación en la ciudad contemporánea, Universidad del País Vasco, Euskal Herriko Unibertsitatea. Servicio Editorial. D.L., Bilbao, 2011, p. 85. 11 Méndez Maín, Silvia M., La población de la Parroquia de Xalapa durante el siglo XVIII. Un estudio de Demografía Histórica, 1724-1837. En prensa, Editorial de la Universidad Veracruzana, Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, Universidad Veracruzana, Xalapa, Ver., 2004, pp. 5-6. 12 Wrigley, E. A., Historia y Población. Introducción a la demografía histórica, Editorial Crítica, Barcelona, España, 1985, p. 32. 13 Méndez Maín, Silvia M., La población de la Parroquia de Xalapa durante el siglo XVIII. Un estudio de Demografía Histórica, 1724-1837. En prensa, Editorial de la Universidad Veracruzana, Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, Universidad Veracruzana, p. 2.

5

OBJETIVOS Con base en lo anterior, esta investigación se plantea como objetivos lo siguiente: 1) Documentar las defunciones en Veracruz para el período de estudio que abarca de 1825 a 1840 2) Clasificar los decesos por sexo y grupo de edad 3) Detectar los picos de mortalidad para determinar las patologías que causaron esos aumentos y 4) Detectar la intensidad y magnitud del cólera de 1833. HIPOTESIS Suponemos que si bien el número de decesos ocurridos en 1833 a causa del cólera fueron numerosos, la magnitud de la epidemia en sí, no representó una crisis demográfica catastrófica, sino que dicha epidemia causó una crisis demográfica menor, de acuerdo al índice de Dupaquier.

MARCO TEÓRICO METODOLÒGICO

La historia es una ciencia multidisciplinaria que ha sido debatida entre los investigadores de las ciencias sociales por su objeto de estudio, pero como dice Marc Bloch “basta con decir, que estudia los hechos humanos, y estudiándolos en toda la extensión de su evolución, los estudia sobre todo (pero no solamente) en el pasado.”14 El estudio del pasado es arduo pero enriquecedor, permite responder a cuestionamientos presentes y a comprender a las sociedades de una mejor manera, por ello debemos indagar en toda la serie de fuentes que dejaron quienes nos antecedieron,

explorándolas

y

sabiéndolas interrogar, podemos dar

respuestas a los cuestionamientos que del pasado traemos a la actualidad, “el 14

Bloch, Etienne, Marc Bloch. El historiador en su laboratorio. Testimonio e interpretaciones. Colecc. Marc Bloch. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. p.177

6

historiador nunca observa directamente los hechos que estudia. Solo los conoce a través del relato de los hombres que los observaron de manera directa, o por las huellas o indicios que estos han dejado.”15 Es decir a diferencia de los científicos que trabajan las ciencias naturales y exactas, los historiadores como científicos sociales no podemos tener contacto con los hechos que estudiamos. La historiografía francesa con las aportaciones de la Escuela de los Annales de March Bloch y Lucien Fevbre dio un giro total e influyó no solo en Francia sino también fuera de ella. Durante la posguerra Fernand Braudel16 se ocupó de hacer una historia económica y social enfocada hacia lo cuantitativo y lo “serial”, pero sin ser determinista y dejar fuera a las demás ciencias sociales, ya que todas las ciencias del hombre, comprendida la historia, están contaminadas unas por otras. Hablan o pueden hablar el mismo idioma.17 En ese sentido, posteriormente la historiografía se interesa en estudios con otras

perspectivas,

tales

como

las

mentalidades,

lo

simbólico,

las

representaciones de las cosas, el estudio de las ideologías y la política más profundamente, los mitos, la religión y estudios económicos y demográficos; todos estos temas abordados como factores autónomos de la historia.18 Por ello: “Esta historia del hombre en su totalidad tiende u obliga a repensar y luego a conceptualizar lo concreto- es decir, a extraer las ideas generales, conceptos que ofrecen una clave de análisis de situaciones comparables y permite crear modelos a partir de ellos”.19

Como vemos es ambicioso el estudio de la historia en su totalidad, pero a la vez es indiscutible ya que los procesos históricos se encuentran entretejidos y relacionados con diversas variables, las cuales sin la explicación histórica no tendrían sentido alguno. Así,

la relación de la demografía y la historia social

15

Bloch, Etienne, Marc Bloch. El historiador en su laboratorio. Testimonio e interpretaciones. p.177. Braudel, Fernand, El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México ,1987. 17 Braudel, Fernand, La historia y las ciencias sociales, Alianza Editorial, 11ª reimpresión en “Libro de bolsillo”, Madrid, 2002. p.75. 18 Xavier Guerra, Francois, “Prefacio”, México del Antiguo régimen a la Revolución, Fondo de Cultura Económica, Tomo 1, México, 1995, p.9. 19 Guerra, Francois Xavier, Prefacio, México del Antiguo régimen a la Revolución, Fondo de Cultura Económica, Tomo 1, p. 10. 16

7

queda plasmada como historia totalizadora que se refleja claramente en las aportaciones de Francois Xavier Guerra en su obra “México del Antiguo Régimen a la Revolución”.20 Los cambios demográficos y económicos

expresados a través de

estadísticas, aunado a diversos factores de índole social, permiten crear un modelo y explicar a una sociedad en todos sus ámbitos, es por ello que este estudio se interesa por el enfoque de la historia demográfica como parte de la historia social, de la historia totalizadora, la cual según Jean Meyer se define como: “Una especie de convergencia, una especie de centro que, para mí, representa la historia simplemente… Queremos hacer la historia de la sociedad global, estudiar sus elementos constitutivos, individuales y de grupo, así como el encadenamiento de las relaciones que los anima. Pero no olvidamos que lo social está directamente ligado a lo económico, en cuanto que el hombre es productor/ consumidor. Lo social penetra en los comportamientos de la vida cotidiana y en las ideologías. He ahí nuestro imperialismo: todo el dominio de la historia”.21

Si bien pareciera osado ingresar a este campo de estudio, la relevancia de la historia demográfica dentro de la historia social es innegable, ya que como Méndez Maín expone: En cada aspecto del desarrollo económico y social, los cambios que sufre la población, y que se manifiestan en la natalidad, la mortalidad, la nupcialidad y la migración, se aprecian con magnitudes y características diferentes, por eso los estudios demográficos deben de constituir un objeto de interés para la historia social.22

Las relaciones de la historia demográfica con la historia global –y muy particularmente con la historia económica y social- son múltiples, íntimas y

20

Guerra, Francois Xavier, Prefacio, México del Antiguo régimen a la Revolución, México, Fondo de Cultura Económica, 2 tomos, México, 1995. 21 Meyer, Jean, “Historiografía de la vida social”, en Investigaciones contemporáneas y sobre historia de México. Memorias de la tercera reunión de historiadores mexicanos y norteamericanos, Oaxtepec, Morelos 4-7 de noviembre de 1969. UNAM- El Colegio de México, Universidad de Austin, Texas, México, 1971, p. 373. 22 Méndez Maín, Silvia M. La población de la Parroquia de Xalapa durante el siglo XVIII. Un estudio de Demografía Histórica, 1724-1837.p.6.

8

recíprocas.23 Para la comprensión de este binomio, historia y demografía, para los fines de este estudio definimos a la demografía como: “La ciencia que se ocupa del estudio de la población, su tamaño, estructuras, características y evolución a través del tiempo; es decir, analiza la dinámica demográfica a través de la cuantificación de la población y de su crecimiento, dado por la natalidad, la mortalidad, la inmigración y la emigración, aspectos que representan el comportamiento de nacimientos y decesos, y de las personas que llegan y se van, así como del territorio de estudio; estos elementos permiten caracterizar a una población”.24

La demografía es una ciencia que tiene sus orígenes en dos escuelas, la escuela inglesa con el método agregativo, y la escuela francesa en la que surge el método de reconstitución familiar de Louis Fleury y M. Henry o también conocido como sistema de “reconstrucción de familias”. Después de la aparición de este método, en 1956, en Francia se dio un importante avance en los estudios y en el análisis de la población en Europa.25 La primera institución dedicada totalmente a la formación de demógrafos en el nivel universitario fue el Instituto de Demografía de la Universidad de París (IDUP), fundado en 1957, su creación hizo de la demografía una especialidad autónoma, separada de su tutora “abusiva”, la estadística.26 Desde un principio los fundadores de este instituto se mostraron cuidadosos de no menospreciar ninguna de las disciplinas que tengan nexos con la demografía y sobre todo dándole un lugar importante al análisis demográfico. Desde el principio el profesor de la cátedra de análisis demográfico en dicho instituto fue Louis Henry. La importancia de su método de reconstitución familiar es singular y relevante para los historiadores. En palabras de Le Goff “el método 23

Cardoso Ciro F. y Pérez Brignoli, Héctor, Los Métodos de la Historia, introducción a los problemas, métodos y técnicas de la historia demográfica, económica y social. Editorial Grijalbo, México, 1977, p. 116. 24 Méndez Maín, Silvia M., “Dinámica de la población, siglos XVI al XXI y perspectiva a futuro”, en Juan Ortiz Escamilla, Atlas del Patrimonio natural histórico y cultural del estado de Veracruz Patrimonio Histórico, Gobierno del Estado de Veracruz: Comisión del Estado de Veracruz para la conmemoración de la independencia nacional y la revolución mexicana, Universidad Veracruzana, México, 2010, p. 119. 25 Hollingsworth,T. H., Demografía histórica. Cómo utilizar las fuentes de la historia para construirla, México, Fondo de Cultura Económica, 1983, p.135. 26 Pressat, Roland, Presentación. La práctica de la demografía. Treinta problemas, Fondo de Cultura Económica, México, 1977, p.7.

9

genial de Fleury-Henry es un método de historiador e incluso caricaturescamente, de genealogista: ¿qué es más histórico, en el sentido tradicional, que la reconstitución de las familias…?”27 La respuesta a esta pregunta expresa perfectamente la importancia de dicho método demográfico para la historia, además las relaciones de la historia con la población se pueden determinar con la definición de historia demográfica de Hollingsworth, quien establece que: “En forma clara, debe ser historia, hermana de la historia política y de la constitucional. Debe procurar describir de una manera coherente los eventos pasados, usando a la población como su medida y los cambios de población como si fueran eventos de mayor interés que deben ser explicados por otros factores”.28

Y aunque el auge de la demografía histórica es indiscutible así como el crecimiento de sus estudios, cabe resaltar como bien lo afirman Cardoso y Brignoli que: “Aunque el término “demografía histórica” se haya generalizado al historiador le toca más bien estudiar la historia demográfica, evitando aislar variables relativas a la población de todo un contexto físico e histórico: clima, recursos naturales, cosechas, epidemias, hambrunas, guerras, empleo, salarios, precios, etc., y sin perder de vista los que las distintas ramas de la investigación histórica pueden aportar a la demografía histórica y viceversa”.29

En la construcción del conocimiento histórico, el historiador en su búsqueda se encuentra con un conjunto de hechos y variables que es necesario entrelazar para analizar y explicar el comportamiento de una sociedad, en ese sentido conociendo la demografía, puede considerar lo que debe buscar en la historia. 30 Además, es necesario para la construcción de una historia multidisciplinaria el acercamiento a métodos y herramientas de otras ciencias, en este caso de los métodos de la demografía ya que el rigor de los métodos analíticos de la disciplina demográfica se constituye como el auxiliar para aportar datos al conocimiento del

27

Le Goff, Jaques, Hacer la Historia, Nuevos enfoques, vol. II, Editorial Laia, Barcelona, 1979, p.77. Le Goff, Jaques, Hacer la Historia, Nuevos enfoques, vol. II, Editorial Laia, p.77. 29 Cardoso Ciro F. y Pérez Brignoli, Héctor. Los Métodos de la Historia, introducción a los problemas, métodos y técnicas de la historia demográfica, económica y social. México, Editorial Grijalbo, 1977. p. 116. 30 Le Goff, Jaques, Hacer la Historia, Nuevos enfoques, vol. II, p.77. 28

10

comportamiento sociodemográfico de sociedades, en situaciones históricoestructurales específicas.31 Otro de los puntos de importancia de los estudios demográficos es que las fuentes permiten tener una visión general de toda la población y no solo de los personajes o hechos sobresalientes aislados de las demás variables, además, permiten a través de sus registros conocer otras características de la población estudiada ya que: “La importancia de los estudios demográficos estriba en la sensibilidad con que la población de una comunidad o de una región refleja su medio ambiente económico, social y natural. La fecundidad, la mortalidad y la migración no son fenómenos pasivos de las circunstancias generales de una sociedad, sino que diversos ambientes socioeconómicos contribuyen a la configuración de dichos fenómenos. La elaboración de estadísticas de la conducta demográfica no tiene gran relevancia si no se vincula con los acontecimientos centrales en la vida de los hombres y mujeres de un tiempo determinado”.32

Metodología La metodología para llevar a cabo este trabajo se apoyará en diversas técnicas de investigación, el análisis y la paleografía de fuentes de primera mano, en particular en las actas de defunciones de los archivos parroquiales. También se empleará la metodología y técnicas de análisis de la demografía histórica, en concreto el índice de Dupâquier. Aplicación de la técnica El procedimiento a seguir será primero el registro de la información de las actas de defunción, segundo, la cuantificación y clasificación de las defunciones de acuerdo con sus características sociodemográficas, de tal forma que se puedan identificar los picos de mortalidad y su relación con las enfermedades o epidemias, cotejando estos datos con la información cualitativa que se obtenga de la revisión de fuentes

31 32

Méndez Maín, Silvia M., p. 3-4. Méndez, p. 5-6.

11

secundarias –bibliografías y documentos- sobre las epidemias que asolaron al país en el período de estudio. Para ello, en primera instancia se hará la revisión de los registros de defunciones en los archivos parroquiales de Veracruz, del periodo de 1825 a 1840; posteriormente se realizará el vaciado del número de defunciones -por mes y años- datos con los que se elaborará una base, cuadros y gráficas. Finalmente, se aplicará el Índice de Dupâquier, cuya aplicación permitirá medir la intensidad, la magnitud y la categoría de la mortalidad por cólera en el puerto de Veracruz.

BALANCE BIBLIOGRÁFICO Para los años noventa Cecilia Rabell33, planteó que la demografía histórica es una ciencia reciente en México. Los estudios iniciaron a partir de la exploración del método de reconstitución familiar de Louis Henry a partir de fuentes como los registros parroquiales. Estos testimonios pueden ser analizados desde los conceptos y métodos de la demografía formal, como fuente para conocer el comportamiento de los individuos y de las sociedades en situaciones histórico estructurales específicas.34 La demografía, como todas las ciencias humanas del presente, es una recién llegada, si se le compara con la historia y con la geografía.35

33

Rabell, Cecilia, “Los estudios de demografía histórica novohispana: una revisión crítica” en Memorias de del Simposio de Historiografía Mexicanista, Comité Mexicano de Ciencias Históricas, Gobierno del Estado de Morelos, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México,1990, 647659 en Ibídem. p. 4. 34 Rabell, Cecilia, “Los estudios de demografía histórica novohispana: una revisión crítica” en Memorias de del Simposio de Historiografía Mexicanista, Comité Mexicano de Ciencias Históricas, Gobierno del Estado de Morelos, Instituto de Investigaciones Históricas, 1990, pp. 647-659 en Ibim. p. 4. 34 Chaunu, Pierre, Historia y Población. Un futuro sin porvenir, Fondo de Cultura Económica, México, 1996, 12. 35 Chaunu, Pierre, Historia y Población Un futuro sin porvenir, Fondo de Cultura Económica, p. 12.

12

Los estudios sobre demografía histórica han tenido auge tanto en Europa como en Iberoamérica36 y en México la producción de estudios sobre historia y población, tanto de demógrafos como de historiadores, han permitido reunir una serie de trabajos que dejan en claro el cúmulo de temáticas y metodologías por medio de las cuáles se puede estudiar a la población. La producción historiográfica sobre la historia de la población en un principio se llevó a cabo en su mayoría por extranjeros con los trabajos clásicos de Cook y Borah, entre los que se encuentran El pasado de México: Aspectos sociodemográficos37 de los que podemos decir que son precursores de la historia demográfica mexicana, encontrando importantes seguidores a su obra.38 .

Uno de los estudios que nos permite acercarnos a la bibliografía histórico

demográfica anterior a los años setenta es la compilación realizada por Enrique Florescano39 quién en su artículo “Bibliografía de la historia demográfica de México (época prehispánica-1910” reunió los estudios de demografía General así como los de Bibliografías y la Metodología. En este artículo enlista los trabajos que hay sobre la Época prehispánica, y en cuanto al Período Colonial lo divide en tres temas, el de la Procedencia de los pobladores europeos y el de El impacto demográfico de la expansión en el mundo indígena siendo relevantes 36

dos

Para un conocimiento más amplio de los estudios de Europa e Iberoamérica, véase la revista de Asociación de Demografía Histórica. ADEH, la cual a partir del año 2006 en su segundo número anual se encarga de publicar y mantener al día la bibliografía sobre demografía histórica de Europa en Iberoamérica se puede consultar en http://www.adeh.org/?q=es/node/92 37 Borah, Woodrow y Cook, Sherburne F. El pasado de México: Aspectos sociodemográficos, Fondo de Cultura Económica, México, 1989. 38 Keith A. Davies, “Tendencia demográficas urbanas durante el siglo XIX, en México”, Historia Mexicana, vol. XXI, núm., 83, México, El Colegio de México, enero- marzo de 1972, pp. 481525.Boyer, Richard E., “Las ciudades Mexicanas: Perspectivas de estudio en el siglo XIX, Historia Mexicana, vol. XXII, núm., 2, México, El Colegio de México, octubre-diciembre, 1972, pp.142 –159. Vollmer, Günter “La evolución cuantitativa de la población indígena en la región de Puebla (15701810)”, Historia Mexicana, vol. XXIII, núm., 1, julio-septiembre, 1973, pp. 43-51. Malvido, Elsa. “Factores de despoblación y de reposición de la población de Cholula (1641-1810)”, Historia Mexicana, vol. XXIII, núm. 1, julio-septiembre, 1973, pp.52-110. Carroll, Patrick, “Estudios sociodemográfico de personas de sangre negra en Jalapa, 1791”, Historia Mexicana, vol. XXIII, núm., 1, julio-septiembre, 1973, pp.11-125. Brading, David y Wu, Celia. Population growth and crisis: Leon, 1720-1860, JLAS, V. 1973, pp. 1-36. Thomas Calvo, Acatzingo, México, INAH, 1973. Morin, Claude. Zacatelco, México, INAH, 1973. Borah, Woodrow. El siglo de la depresión en la Nueva España, México, SepSetentas, 1976, p.221. 39 Florescano, Enrique compilador., “Bibliografía de la historia demográfica de México (época prehispánica-1910).” Historia Mexicana, Vol. XXI, 1972, pp. 525-537.

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temáticas, la de Epidemias y la de Fluctuaciones y tendencias demográficas; el otro aspecto que refiere es el de Grupos étnicos, mestizaje y estructura social. Florescano presenta también el panorama de la producción historiográfica del siglo XIX desde el punto de vista demográfico. Por otra parte, Rodolfo Tuirán en su artículo “Algunos hallazgos recientes de la demografía histórica mexicana”,40 realizó un trabajo que nos permite conocer la producción sobre demografía histórica de los siglos XIX y XX realizados hasta 1992. Lilia Oliver Sánchez publica Algunos aportes de la demografía en el occidente de México: siglos XVIII y XIX 41 en este trabajo aunque se enfoca en la producción historiográfica de occidente, al principio parte de un recuento de los primeros estudios que se han elaborado sobre demografía histórica en México. Por su parte, Silvia Méndez Maín42 en La población de la Parroquia de Xalapa durante el siglo XVIII. Un estudio de Demografía Histórica 1724-1837, nos brinda un panorama muy completo de las obras que se han hecho sobre la historia demográfica y comenta los trabajos que se han ocupado del estudio de la población desde los años setenta hasta el dos mil cuatro, dando un recorrido por los mismos según su metodología, su temática central y sus fuentes tanto a nivel nacional como estatal. Cabe resaltar que es un estudio pionero en la historiografía veracruzana por el empleo de la metodología demográfica. En general, podemos decir que los temas en los que se ha enfocado la historia de la población en México se refieren a los estudios sobre el impacto de los españoles en la población indígena, los estudios de parroquias en específico, la estructura familiar, el mestizaje y la raza, la reconstitución familiar y el estudio de las epidemias. Así, los estudios demográficos han tenido un gran aporte en el estudio de las epidemias que durante siglos asolaron a la Nueva España. Enfermedades que llegaron con los españoles, vía el Caribe y que fueron un

40

Tuirán Gutiérrez, Rodolfo, “Algunos hallazgos recientes de la demografía histórica mexicana” Estudios Demográficos y Urbanos, vol. 7, núm. 1, enero-abril 1992, p.274 41 Oliver Sánchez, Lilia, “Algunas aportaciones de la demografía histórica de occidente de México. Siglos XVIII y XIX”, Papeles de Población, vol. 6, núm. 26, octubre-diciembre, 2000. 42 Ibim.

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problema latente, al principio para los indígenas y posteriormente para la población en general. Ya en el siglo XIX, las epidemias no sólo entraban a Veracruz, vía la Habana, sino también por el norte y sur del territorio nacional.

Las epidemias en la Nueva España y el México Independiente El estudio de las epidemias en el México del siglo XIX se inicia con los trabajos pioneros de S.Cook y W. Borah The Extent and Significance of Disease Among the Indians of Baja California, 1697-177243del año 1927, donde se aborda esta temática por primera vez, con el estudio de la relación de las enfermedades con la población y que representa un parteaguas en la historiografía demográfica.

Para los años ochenta la obra Ensayos sobe la historia de las epidemias en México44 presenta una relación de estudios que abordan la presencia y el impacto de las diversas epidemias que han asolado a la Nueva España a lo largo de su historia enfocados desde diversas perspectivas como la médica, la histórica, la forma en que se enfrentaron las autoridades a las enfermedades y los estudios centrados en epidemias específicas como la fiebre amarilla, la viruela, sarampión, el cocoliztli, el matlazahuatl y el cólera. Elsa Malvido45 ha sido una de las principales estudiosas de las epidemias en México con su muy amplía producción. Uno de sus estudios recientes titulado La población, siglos XVI al XX 46 que forma parte de la colección Historia Mexicana coordinada por Enrique Semo, nos brinda en un pequeño libro un recorrido por cuatro siglos de enfermedades y epidemias que han tocado suelo novohispano y posteriormente mexicano, aborda las epidemias en el sentido social, patológica y demográfico.

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Cook, Sherburne F., The Extent and Significance of Disease Among the Indians of Baja California, 1697-1772, University of California Press, 1927, 39. 44 Florescano, Enrique y Elsa Malvido, Ensayos sobe la historia de las epidemias en México, 2 vols., México, Instituto Mexicano del Seguro Social, 1982. 45 Para conocer sus estudios anteriores veáse Tuirán Gutiérrez, Rodolfo “Algunos hallazgos recientes de la demografía histórica…p. 274. Lilia Oliver Sánchez, “Algunas aportaciones de la demografía, Id. 46 Malvido, Elsa. “La población, siglos XVI al XX”, en Enrique Semo, Coord. Historia Económica de México. Vol. 7. UNAM, Océano, México, 2004 -2006.

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Las enfermedades y epidemias han sido estudiadas para la Nueva España y el México independiente también desde otras perspectivas. Se han elaborado trabajos desde la antropología médica y física, la geografía epidemiológica, la epidemiología, la historia social, de las instituciones de salud y otras. 47 En los últimos años, el estudio de la población visto desde la historia, a nivel regional ha cobrado gran importancia. En la obra Problemas demográficos vistos desde la historia,48 obra coordinada por Molina y Navarrete se enfocan en reunir un conjunto de trabajos encargados a estudiar a la población desde diversas miradas y temáticas, dentro de los estudios realizados por la historia demográfica en México se destacan como ejes temáticos: la diversidad regional, las particularidades del comportamiento de la población colonial y decimonónica en el norte del país, la migración y el poblamiento, las pautas matrimoniales, el mestizaje, la composición étnica, la ilegitimidad y los procesos de poblamiento en misiones y centros mineros y agrícolas.49 Además, abordan la riqueza de los datos y las fuentes en las que se han apoyado los estudios de historia demográfica en México como son los padrones de tributarios, el uso de los registros parroquiales, los registros civiles, por ejemplo resaltan que las matrículas de tributarios son las únicas fuentes cuantitativas disponibles para estudios del siglo XVI.50 Estudio reciente de la producción historiográfica desde la perspectiva demográfica y de las epidemias es el trabajo de Lilia Oliver quien en su artículo 47

Benavides Cárabes, Óscar Las epidemias de viruela y matlazáhuatl de 1761-1763. Una aproximación paleoepidemiológica, tesis de licenciatura en Antropología Física, México: Escuela Nacional de Antropología e Historia. 2006. Carrillo, Ana María, “Del miedo a la enfermedad al miedo a los pobres: la lucha contra el tifo en el México porfirista”, en Spekman Guerra, Elisa, Agostini, Claudia, y Gonzalbo Aizpuru, Pilar, Los miedos en la historia, México, El Colegio de México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2009, pp. 113-147.Laura Cházaro, editora, Medicina, ciencia y sociedad México, siglo XIX, Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 2002. 48 Molina del Villar, América y Navarrete Gómez, David, coordinadores, Problemas demográficos vistos desde la historia. Análisis de fuentes, comportamiento y distribución de la población en México, siglos XVI y XIX, El Colegio de Michoacán, CIESAS, Zamora, Mich., 2006. 49 Del Villar, América Molina y Navarrete Gómez, David, Problemas demográficos vistos desde la historia. Análisis de fuentes, comportamiento y distribución de la población en México, siglos XVI y XIX, El Colegio de Michoacán, CIESAS, p. 15. 50 Del Villar, América Molina y Navarrete Gómez, David, Problemas demográficos vistos desde la historia. Análisis de fuentes, comportamiento y distribución de la población en México, siglos XVI y XIX, pp. 12-14.

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“Intensidad de las crisis demográficas en las ciudades de México y Guadalajara 1800-1850”51 aplica una metodología demográfica y aborda las crisis demográficas de ambas urbes, resaltando el vacío que existe en los estudios demográficos sobre las zonas urbanas. Además, esta autora ha estudiado otras epidemias como la viruela y realizado estudios de largo alcance sobre la mortalidad en la zona de occidente de la Nueva España52 La obra Demografía y poblamiento53 concentra diversos trabajos de historia demográfica relacionada con la temática del poblamiento de la Nueva España y México. Incluye trece trabajos divididos en tres grandes temáticas, la primera llamada Crisis de mortalidad y traslados de población recopila los estudios de Molina54, Canales55, De la Torre56 y Contreras57, en la segunda temática llamada Minería y organización del territorio, tenemos los trabajos de Von Mentz58, Navarrete59, Cramaussel60, Álvarez61, Magaña62 y Güemez63. Por último, se 51

Oliver Sánchez, Lilia V. “Intensidad de las crisis demográficas en las ciudades de México y Guadalajara 1800-1850” Takwá. Entramados núm. 8 otoño (2006). 13-36. Oliver Sánchez, Lilia V. “La epidemia de viruela de 1830 en Guadalajara” en Relaciones 114, Primavera 2008, vol. XXIX, pp. 77- 99. 52 Oliver Sánchez, Lilia V., “La mortalidad en Guadalajara, 1800-1850”, en Bronfman, Mario y Gómez de León, José, comp., La mortalidad en México. Niveles, tendencias y determinantes, México: El Colegio de México, 1988, pp.167-204. Oliver Sánchez, Lilia V., “La epidemia de viruela de 1830 en Guadalajara” en Relaciones 114, Primavera 2008, vol. XXIX. 77- 99. . Oliver Sánchez, Lilia V., Un verano mortal. Análisis demográfico y social de una epidemia de cólera: Guadalajara, 1833. Guadalajara, Gobierno de Jalisco, 1986, p. 223 53 Cramaussel, Chantal, coordinadora, Demografía y poblamiento del territorio la Nueva España y México (Siglos XVI-XIX), El Colegio de Michoacán, Zamora, Mich., 2011. 54 Molina del Villar, América, “Epidemias y crisis agrícolas. Un análisis del crecimiento y el abandono de pueblos y haciendas en el norte del valle de Toluca y en las parroquias de Jonacatepec y Jantetelco (1736-1768)”, en Cramaussel, Chantal, coord., Demografía y poblamiento del territorio, El Colegio de Michoacán, pp. 21-38. 55 Canales Guerrero, Pedro, “Lógicas de poblamiento en el valle de Toluca, de la época prehispánica al final de la época colonial. ¿Despoblamiento por epidemias en la Colonia?, en Cramaussel, Chantal, coord., Demografía y poblamiento del territorio la Nueva España y México (Siglos XVI-XIX, pp. 39-68. 56 De la Torre Curiel, José Refugio, “Migraciones, Guerra y enfermedades en el contexto de la caída demográfica de las misiones sonorenses durante la segunda mitad del siglo XVIII”, en Cramaussel, Chantal, pp. 69-80. 57 Alcalá Ferráez, Carlos, “Epidemias y mortalidad en la ciudad de Campeche 1821- 1840” en Demografía y poblamiento del territorio, en Cramaussel, coord., pp. 227-247. 58 Von Mentz, Brígida “Las políticas de poblamiento y la minería en la llamada Provincia de la Plata (1540-1610)”, Ibídem., pp. 95-110. 59 Navarrete Gómez, David “Composición, estructuración y movilidad social en la minería colonial del centro de México”, Ibim., pp.111-122. 60 Cramaussel, Chantal, “Ritmos de poblamiento y demografía en la Nueva Vizcaya” en Id., 123146.

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enfoca esta obra a la temática Epidemia y proceso de poblamiento ahí se encuentran enlistados los estudios de Falla64, Alcalá65 y Machuca66. En el dossier de la revista Relaciones en el número 114, dedicado al tema “Epidemias de viruela en Nueva España y México, siglos XVIII y XIX”

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se

conjuntaron una serie de estudios que abordan las epidemias de la Nueva España durante el siglo XVIII y XIX, recopilando cuatro artículos que estudian las epidemias de viruela en la parte occidente de la Nueva España, Carvajal 68 realiza un estudio que aborda a Bolaños, García69 se dedica al Nuevo Reino de León a fines del siglo XVIII, Oliver70 estudia la viruela en Guadalajara durante 1830 y Chantal Cramaussel71 el embate de la epidemia en Chihuahua durante el siglo XIX. Un estudio a profundidad acerca de la epidemia de viruela quedó plasmado en la obra El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX.72 Es una obra compuesta por tres volúmenes en los cuáles se enfocan en la viruela epidemia que causó estragos en la Nueva España durante tres siglos, la importancia de esta obra radica en que la conforman estudios que abordan una misma enfermedad con diversas fuentes y desde diferentes perspectivas y

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Álvarez, Salvador, “Latifundio y poblamiento en el norte de la Nueva Vizcaya (siglos XVI-XVIII)”, Id., pp. 147-170. 62 Mario Alberto Magaña Mancillas, “El poblamiento ranchero y la tenencia de la tierra en el norte de la Baja California”, Id., pp. 171-194. 63 Güémez Pinea, Arturo, “Liberalismo agrario, crisis agrícola y triunfo”, Id., pp.195-216. 64 Falla C., Marlene de J., “La epidemia de 1782 en Izamal”, Id., pp. 73-84. 65 Alcalá Ferrer, Carlos, “Epidemias y mortalidad en la ciudad de Campeche 1821- 1840”, Id., pp. 227-247. 66 Laura Machuca, “Tiempos de cólera, tiempos de poder. Política y enfermedad en un pueblo yucateco del siglo XIX”, Id., pp. 249-267. 67 Relaciones. Epidemias de Viruela en Nueva España y México, siglos XVIII y XIX, vol. XXIX, núm.114, Primavera 2008, El Colegio de Michoacán. 68 Carbajal López, David, “Las epidemias de viruela en Bolaños, 1762, 1840” en Relaciones. Epidemias de Viruela en Nueva España y México, siglos XVIII y XIX, pp. 21-44. 69 Raúl García Flores, “Morbilidad y vulnerabilidad en una epidemia de viruela: Nuevo Reino de León, 1798”, en Relaciones, pp. 21-44. 70 Oliver Sánchez, Lilia V., La epidemia de viruela de 1830 en Guadalajara, Ibídem, pp. 45-76. 71 Cramaussel, Chantal, “La lucha contra la viruela en Chihuahua durante el siglo XIX” Ibim, pp. 101-132. 72 Cramaussel, Chantal y Magaña Mancillas, Mario Alberto, editores, El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX. 3 volúmenes, El Colegio de Michoacán: Zamora, Mich., 2010.

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metodologías, además de que son estudios que permiten comparar y analizar la forma que se vivió la viruela en diversas regiones de la Nueva España. El primer volumen de esta publicación aborda estudios que establecen la introducción de la vacuna de la viruela como punto de partida, así el primer volumen se titula El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX, La viruela antes de la introducción de la vacuna73 y está compuesto por diversos trabajos que hacen énfasis en el inicio de la variolización durante la epidemia de viruela. En este volumen se incluyen los trabajos de Rafael Valdés, “La viruela desde el punto de vista médico”; Mario Magaña, “Las epidemias en la península de Baja California entre 1769 y 1834, con hincapié en la magnitud y el significado de la viruela de 1780-1782”; Laura Machuca, “La viruela de 1795-1797 en Tehuantepec Oaxaca”; Luz María Espinoza y Raúl Miranda, “La epidemia de viruela 1796-1798: de Teotitlán del Valle a la ciudad de México”; Neibeth Camacho, “Guanajuato y Valladolid de Michoacán durante la epidemia de viruela de 1797-1798”; Raúl García Flores, “La epidemia de viruela de 1798 en el Nuevo Reino de León: una interpretación desde la perspectiva socio-racial”, y Susana Ramírez, “Fuentes bibliográficas para el estudio de la inoculación y vacunación en la Nueva España”. En el segundo volumen de la obra se incluyen diversos artículos donde se estudia la viruela después de la introducción de la vacuna74. Inicia con un estudio introductorio en el cual se explica la estructura de la obra y además se hace énfasis en la importancia del estudio de las epidemias en especial la de la viruela y la introducción de la vacuna. Abordando diversas parroquias y regiones de la Nueva España, esta obra se compone por los trabajos de "La epidemia de viruela de 1830-1831 en el obispado de Guadalajara", hecho por David Carbajal, y "La epidemia de viruela de 1830-1831 en el curato de Autlán, Jalisco", de Juan Luis 73

Cramaussel, Chantal, editora, El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX. La viruela antes de la introducción de la vacuna, vol. I, Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 2010. 74 Cramaussel, Chantal y Alberto Magaña, Mancillas Mario, editores, El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX. La viruela después de la introducción de la vacuna, vol. II., El Colegio de Michoacán, Zamora, 2010.

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Argumaniz. Carbajal, en la segunda parte de este volumen incluye "Las medidas de prevención contra la viruela en el siglo XIX y la epidemia de 1865-1866 en Sombrerete, Zacatecas", de Tomás Dimas Arenas; "La epidemia de viruela de 1869 en Hermosillo, Sonora", de José Marcos Medina Bustos, y el "Impacto demográfico de una epidemia de viruela en la ciudad de San Francisco de Campeche en 1891", de Carlos Alcalá Ferráez. La última parte de este segundo volumen está conformada por los trabajos de Ana María Carrillo75 y el de Lenin Pavel Acosta76. Ambos autores muestran la reacción de los habitantes con respecto a la vacunación, en cuanto al estudio de Carrillo ella explica que durante el Porfiriato y la época posrevolucionario aún existía mucha resistencia contra la vacunación y no solo se oponía la población sino que incluso los mismos médicos dudaban y tenían desacuerdos en cuanto a la vacuna. De igual manera Acosta señala que para comunidades del norte de México como la rarámuri la propagación de la vacuna fue muy lenta debido a que los habitantes tenían otra concepción de la salud y de enfermedad. En el último volumen de esta obra las temáticas están relacionadas con el impacto demográfico de la viruela en México. Tienen una perspectiva que se compone de diversos estudios de larga duración, en los cuales se aborda la epidemia y su dinámica demográfica enfatizando en el estudio de la alta mortalidad causada por la viruela, así como en su impacto según grupos de edad o calidad en diversos lugares de la Nueva España y el México Independiente durante los siglos diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte e incluso los primeros años del veintiuno. En esta última parte de esta amplia obra tenemos los trabajos

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María Carrillo, Ana "Por voluntad o por fuerza: la lucha contra la viruela en el porfirismo" en Cramaussel , Chantal y Carbajal, David , editores, El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX, Estudios de larga duración, vol. III, Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Zamora, Mich., 2010. 76 Acosta, Lenin, Pavel "La lucha de la medicina tradicional rarámuri y de la biomedicina contra la viruela en la Sierra Tarahumara durante el siglo XX" en Cramaussel, Chantal y Carbajal, David eds., El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX. Estudios de larga duración, vol. III, El Colegio de Michoacán, Zamora, Mich., 2010.

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de

Robichaux77, Pedro Canales Guerrero78, Joaquín Rivaya Martínez79, Silvia

Méndez Maín80 y el trabajo de Chantal Cramaussel.81 Otra obra reciente en el estudio de las epidemias la constituye Cólera y población, 1833-1854. Estudios sobre México y Cuba.82Se conforma por diez trabajos basados en el estudio de esta epidemia abordado desde la perspectiva de la historia demográfica, así esta obra nos ofrece en diversos estudios el impacto demográfico de esta pandemia en la población de diversas regiones de México como el occidente, Chihuahua, la península de Yucatán y Chiapas, así como de Cuba. 83 Mario Magaña, coordinó la obra Epidemias y Rutas de propagación en la Nueva España y México (siglos XVIII y XIX),84 donde reúne una serie de artículos sobre las diferentes epidemias, con el objetivo de identificar las rutas de contagio de las epidemias y su propagación por la Nueva España y el México 77

Robichaux, David, ““El papel de la viruela en la historia demográfica de México. Reflexiones a partir de cuatro siglos de ‘viruelas’ en dos parroquias de Tlaxcala”, en Cramaussel, Chantal Y Carbajal David, editores, El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX. Estudios de larga duración, vol. III, Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 2010, pp. 21-40. 78 Canales Guerrero, Pedro, “Historia natural y cultural de la viruela y otras enfermedades infecciosas. Epidemias y endemias en el valle de Toluca, 1690-1833”, en Cramaussel, Chantal y Carbajal, David, eds., El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX. Estudios de larga duración, vol. III, Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, pp.41-62. 79 Rivaya Martínez, Joaquín, “Incidencia de la viruela y otras enfermedades epidémicas en la trayectoria histórico- demográfica de los indios comanches, 1706-1875”, en Chantal Cramaussel y David Carbajal, (eds.), El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX. Estudios de larga duración, pp. 63-80. 80 Silvia Méndez Maín, “La viruela. Epidemias y medidas de prevención en Veracruz, 1797-1895”, en Chantal Cramaussel y David Carbajal, pp.81-98. 81 Cramaussel, Chantal, “Epidemias y endemias. La viruela en Chihuahua del siglo XVIII del XX”, en Cramaussel Carbajal, pp.99-116. 82 Contreras Sánchez, Alicia y Carlos Alcalá Ferráez, editores, Cólera y población, 1833-1854. Estudios sobre México y Cuba. El Colegio de Michoacán, Zamora, Mich., 2014. 83 Alicia Contreras y Carlos Alcalá, edits., Cólera y Población, 1833-1854, Estudios sobre México y Cuba, México, El Colegio de Michoacán, Red de Historia Demográfica, 2014, Trabajos relevantes que contiene esta obra son los de: Alcalá Ferráez, Carlos, “Cólera morbus: condiciones de vida e impacto demográfico en la ciudad de Campeche, 1833”, pp. Cramaussel V., Chantal, “El Cólera en el estado de Chihuahua, 1833, 1849 y 1851”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá, edits., Julio Contreras Utrera, “El cólera morbus de 1833-1834 en el estado de Chiapas”. 84 Magaña Mancillas, Mario Alberto, coord., Epidemias y Rutas de propagación en la Nueva España y México (siglos XVIII y XIX), Gobierno del estado de Baja California Sur, Instituto Sudcaliforniano de Cultura, Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”, Universidad Autónoma de Baja California, Instituto de Investigaciones Culturales- Museo y Red de Historia Demográfica, México, 2013.

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independiente. Los autores utilizan la metodología demográfica con fuentes como los archivos parroquiales, identificando algunas crisis de mortalidad. Otro estudio reciente es el de América Molina, Lourdes Márquez y Claudia Pardo donde a través de una serie de artículos se presenta un panorama de las enfermedades con estudios de larga duración, lo que viene a reforzar la importancia en el estudio de las epidemias. 85

Las epidemias y males en Veracruz

Para el estado de Veracruz se encuentran diversos trabajos que estudian las epidemias. Uno de los primeros en abordar el tema es el artículo de Sergio Florescano Mayet86 “Las epidemias y la sociedad veracruzana en el siglo XIX”, que nos da un panorama general de las diversas epidemias que afectaron a la sociedad veracruzana de la época decimonónica. Un trabajo que cabe resaltar es el de Lozano y Escamilla 87 quienes se dieron a la tarea de recabar de las fuentes de archivos, bibliografía y hemerografía toda la información sobre el siglo diecinueve acerca de las epidemias del estado de Veracruz, aportando un catálogo con el que dan un panorama de las diversas enfermedades que se presentaron en todo el estado y también ofrecen unos fragmentos sobre curas y remedios de la época. Otro de los estudios que nos aporta datos acerca de las epidemias que se presentaron en el estado de Veracruz en la época decimonónica es el titulado “La

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Molina del Villar, América, Márquez Morfín, Lourdes y Patricia Pardo, Claudia editoras., El miedo a morir. Endemias, epidemias, y pandemias en México: análisis de larga duración, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Mora, México, 2013. 86 Florescano Mayet, Sergio, “Las epidemias y la sociedad veracruzana en el siglo XIX” Anuario VIII, (Centro de Investigaciones Humanísticas, Universidad Veracruzana 1992): pp. 57-96. 87 Lozano y Nathal, Gema, y Escamilla Gómez, Minerva, Las Fiebres que vienen de la mar, INAH, Secretaría de Salud, Gobierno del Estado de Veracruz, Xalapa, Ver., 2000.

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población en el siglo XIX”88 en el cual se da un recorrido a través de los cambios demográficos que ha sufrido la población del estado de Veracruz a lo largo del período decimonónico tratando temáticas como el crecimiento de la población, el equipamiento urbano de las principales ciudades y villas veracruzanas, la salud de la población, la colonización y la educación. Romeo Cruz se ha interesado en el estudio de la sanidad, las enfermedades y las epidemias en especial en el puerto de Veracruz en su estudio Los hospitales en el Puerto Veracruz (1760-1800).89 El autor estudia el funcionamiento de éstas instituciones de salud durante la segunda parte del siglo XVIII. Otra de sus obras importantes es el estudio que realiza sobre el impacto del cólera de 1833 en el puerto veracruzano90: En este trabajo analiza esta epidemia relacionada con las cuestiones portuarias, comerciales y sociales de la ciudad. El artículo de María Luisa González Maroño intitulado “Salud pública en el puerto de Veracruz a principios del Siglo XIX”, 91 aborda desde una perspectiva social las diversas epidemias que asolaron al puerto de Veracruz en los primeros años del siglo diecinueve, permitiéndonos tener un panorama general del impacto en la salud pública y en la sociedad de los porteños. Por su parte, José Ronzón estudia, “El Panorama epidémico en el Golfo de México. Los puertos de La Habana, Veracruz y New Orleans en la segunda mitad del siglo XIX” 92 Complementándose así la visión del siglo XIX en el puerto de Veracruz y

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Méndez Maín, Silvia M., “La población en el siglo XIX”, en Martín Aguilar Sánchez y Juan Ortiz Escamilla, coords., Historia General de Veracruz, Gobierno del Estado de Veracruz, Secretaría del Estado de Veracruz, Universidad Veracruzana, México, 2011, pp. 281-317. 89 Cruz Velázquez, Romeo, “Los hospitales en el Puerto Veracruz (1760-1800), Veracruz”, Gobierno del Estado de Veracruz, Instituto Veracruzano de Cultura, México, 1998. 90 Cruz Velázquez, Romeo, "Impacto del cólera en el puerto de Veracruz”, en Pérez Toledo, Sonia, Salazar, René Elizalde y Luis Pérez Cruz, edits., Las ciudades y sus estructuras, espacios y cultura en México, siglos XVIII y XIX, Universidad Autónoma Metropolitana- Iztapalapa, Universidad de Tlaxcala, México, 1999, pp. 47-60. 91 González Maroño, María Luisa “Salud pública en el puerto de Veracruz a principios del Siglo XIX”, Ulúa, v. 2, no. 3 enero-junio 2004, (Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales Universidad Veracruzana): pp. 27-63 92 Ronzón, José estudia, “El Panorama epidémico en el Golfo de México. Los puertos de La Habana, Veracruz y New Orleans en la segunda mitad del siglo XIX” en Papeles de Población, vol. 4, núm. 16, abril-junio, Universidad Autónoma del Estado de México, 1998, pp. 167-179.

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enfatizándose la visión sanitarista de las epidemias de cólera y viruela durante ese siglo. Por otro lado, son pocos los trabajos que utilizando el instrumental metodológico de la demografía histórica han estudiado las epidemias. Así se tienen los trabajos de Méndez Maín que analiza el impacto de algunas epidemias como la viruela, la influenza y el cólera que han atacado al estado de Veracruz durante el siglo XVIII y XIX, profundizando en el análisis de estas patologías en Xalapa y su región de influencia.93

93

Méndez Maín, Silvia M. “La mortalidad y las estructuras sociodemográficas del pueblo de Xalapa, 1789-1837”, en José Beascoechea Gaigoiti, Manuel González Portilla y Pedro A. Novo López, eds., La ciudad contemporánea: espacio y sociedad, Servicio Editorial. Universidad del País Vasco, Bilbao, Universidad Autónoma de Puebla, Puebla. Pue. 2006, pp. 275-290. Filiberta Gómez Cruz y Silvia M. Méndez Maín, “Dinámica demográfica de la provincia de Veracruz en el siglo XIX”, en Carlos Contreras Cruz y Claudia Pardo Hernández, eds., La Modernización Urbana en México y España siglos XIX y XX, Puebla: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla-Program for Mexican Culture and Society in Puebla-Universidad del País Vasco. 2009, pp. 79-99. Méndez Maín, Silvia M., “La viruela. Epidemias y medidas de prevención en Veracruz, 1797-1895”, en Cramaussel Chantal y Carbajal López, David eds., El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX, Estudios de larga duración. 3 vol., El Colegio de Michoacán, Zamora, Mich., 2010, pp. 81-98 --------- “Un siglo de epidemias en territorio veracruzano: la viruela en Xalapa (1821-1920), en Manuel González Portilla, José María Beascoechea Gangoiti y Karmele Zarraga Sangroniz, eds., Procesos de transición, cambio e innovación en la ciudad contemporánea, Universidad del País Vasco, Euskal Herriko Unibertsitatea. Servicio Editorial. D.L., Bilbao, 2011, pp. 85-104., --------- “Xalapa, Jilotepec y Naolinco: una ruta de contagio en el camino Veracruz- México, 1765-1820”, en Magaña Mancillas, Mario Alberto, coord.., Epidemias y rutas de propagación en la Nueva España y México (siglos XVIII y XIX), Gobierno del estado de Baja California Sur, instituto Sudcaliforniano de Cultura, Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”, Universidad Autónoma de Baja California, Instituto de Investigaciones Culturales- Museo y Red de Historia Demográfica, México, 2013, pp. 13-32.-------- “La epidemia de influenza de 1918 en la población urbana y rural de Veracruz: Xalapa y Coatepec” II Jornadas de Trabajo Redes VII/SPU. Enfermedades, epidemias y contagios. Historia de la salud y la enfermedad en la Argentina y México. FASE II. Universidad Nacional de Mar del Plata, Mar del Plata, Argentina, 6 noviembre, 2014. ------- “De las almas de 1777 a los muertos de 1836. La conformación de la estructura de población de Xalapa” XII Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México, Universidad Iberoamericana, México, D.F, 30 mayo de 2014. ------ “El cólera de 1833 en Xalapa", ponencia presentada en las Terceras Jornadas Interinstitucionales: Historia De La Salud – Enfermedad en México y América Latina: “Ciudad, Salud, Enfermedad en México y América Latina”, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades 11 – 13 de Septiembre de 2013. ------ “Epidemias de tifo en Veracruz. 1800-1830 (“Lo que dicen las fuentes”)”, ponencia presentada en el Seminario de la Red de Historia Demográfica, Tifo, matlazáhuatl, tabardillo, tabardete y otras sobremortalidades adultas no identificadas. Francia y México, 15211950”, Universidad del Edo. de México, Toluca, 11-13 de octubre de 2013.

24

Méndez Maín en su trabajo titulado “La mortalidad y las estructuras sociodemográficas del pueblo de Xalapa, 1789-1837”94 la autora muestra un panorama general de las epidemias que ocurrieron en Veracruz, aborda la mortalidad de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX; identifica las epidemias acontecidas en el periodo de estudio, a partir de los archivos parroquiales y de otras fuentes, no solo para Xalapa, sino para otros lugares como Córdoba, Papantla y Orizaba. El trabajo hace un análisis por edad y sexo de la población; además analiza el crecimiento de la población según las diferentes fuentes y, finalmente aborda la estructura de la población en 1837 y el impacto en ésta de las epidemias. En el trabajo “Un siglo de epidemias en territorio veracruzano: la viruela en Xalapa (1821-1920)”95 se aborda el estudio de las epidemias que atacaron a las villas y posteriormente ciudades del estado de Veracruz, durante la época independiente y los primeros veinte años del siglo XX, centrándose en el impacto de la viruela en Xalapa, haciendo énfasis en las campañas de salud, las medidas de prevención tomadas por el gobierno de la época para enfrentar dicha epidemia y el análisis de la evolución y la relación de la viruela con las estructuras de población de 1900 a 1930. Otro de los estudios de historia demográfica en el estado de Veracruz es “La viruela. Epidemias y medidas de prevención en Veracruz, 1797-1895”96 donde se analiza la epidemia de la viruela durante los últimos años del siglo dieciocho y principios del diecinueve, abordando la incidencia que ésta tuvo en la villa de

94

Méndez Maín, Silvia M. “La mortalidad y las estructuras sociodemográficas del pueblo de Xalapa, 1789-1837”, en Beascoechea Gaigoiti, José Manuel González Portilla y Pedro A. Novo López, eds., La ciudad contemporánea: espacio y sociedad. Bilbao, Servicio Editorial. Universidad del País Vasco; Universidad Autónoma de Puebla, pp. 275-290. 95 Méndez Maín, Silvia M., “Un siglo de epidemias en territorio veracruzano: la viruela en Xalapa (1821-1920), en Manuel González Portilla, José María Beascoechea Gangoiti y Karmele Zarraga Sangroniz, eds., Procesos de transición, cambio e innovación en la ciudad contemporánea, Universidad del País Vasco, Euskal Herriko Unibertsitatea. Servicio Editorial. D.L., Bilbao, 2011, pp. 85-10 96 Méndez Maín, Silvia M., “La viruela. Epidemias y medidas de prevención en Veracruz, 17971895”, en Cramaussel Chantal y Carbajal López, David eds., El impacto demográfico de la viruela en México de la época colonial al siglo XX, Estudios de larga duración. 3 vol., El Colegio de Michoacán, Zamora, Mich., 2010, pp.98

25

Xalapa, y su importancia por su ubicación geográfica, centro de acantonamiento de tropas y como ruta de contagio. En el trabajo se muestran las diversas epidemias que atacaron a la población del estado de Veracruz, destacándose ocho de viruela en 1797, 1810, 1811, 1812, 1813- 1814, 1826-1830, 1833 y 1837. Una de las aportaciones más importantes de este trabajo es que a pesar de la presencia de las viruelas y otras enfermedades, la viruela no generó una caída demográfica durante el siglo diecinueve. La autora plantea que esto se debió a que los diversos grupos de población estaban inmunizados por haber contraído la enfermedad con anterioridad o por inoculación exitosa. Puede concluirse que en el ámbito de la historia regional de Veracruz, las epidemias y su relación con la estructura sociodemográfica han sido poco estudiadas,97 por lo que es tarea del historiador sumergirse en nuevos conocimientos y abordar herramientas de otras ciencias como parte de la multidisciplinariedad para encontrar nuevas respuestas a viejas interrogantes, que lleven a su vez a nuevas preguntas. Conociendo la relación y la relevancia de los estudios demográficos en la historia, es que se propone utilizar la metodología y las herramientas de la demografía para construir un estudio histórico, en que uno de los principales intereses del trabajo radica en presentar la utilidad de dicha metodología, ya que: “La metodología demográfica, permite construir un cuestionario e interrogar a los testimonios del pasado, darles coherencia y reconstruir los hechos sociales inherentes al movimiento y estructura de la población, en un momento o a través del tiempo. En este sentido, la unión de dos metodologías, la histórica y la demográfica permiten un conocimiento más exacto del pasado”.98

La importancia que tiene el estudio de las epidemias es que no es únicamente el momento en el que se presenta, sino que su impacto recorre generaciones, tantas que si pudiéramos contar a los no nacidos por ellas, es decir,

97 98

Méndez Maín, Silvia M., “Un siglo de epidemias en territorio veracruzano” pp. 85-104. Id. p. 2

26

por la muerte de los padres, niños y niñas, afecta a las generaciones venideras, así: “El efecto que tiene una epidemia al momento en que se presenta, sobre las esferas económica, social e inclusive política, trasciende en el tiempo, de tal manera que sus dañinas consecuencias influyen en la vida tanto de las generaciones que la padecen directamente como en la de aquellas que están por nacer”.99

ESTRUCTURA CAPITULAR El presente trabajo se dividirá en una introducción, dos capítulos y la conclusión. En la introducción se abordará la relación de la historia y la población, en primera instancia se definen conceptos como historia, historia social, historia demográfica, la importancia del análisis demográfico dentro de la historia. Así mismo se presenta el balance bibliográfico mencionando estudios sobre la historia de las epidemias en la Nueva España

principalmente los que se han ocupado del

estudio de las epidemias desde la perspectiva demográfica, finalmente se describen los trabajos sobre el puerto de Veracruz haciendo énfasis en los enmarcados en la historia demográfica. En el primer capítulo se describe el contexto histórico del puerto de Veracruz para el periodo estudiado, se analiza la fuente principal de este estudio que son los archivos parroquiales en concreto las actas de defunción, cual es la importancia de estos para la historia, sus aportes y sus limitaciones, así como la asociación de las defunciones al estudio de la

mortalidad. Se presentan los

resultados obtenidos del conteo de las defunciones, teniendo así las frecuencias de las mismas para el período de estudio así como la mortalidad por sexo, por grupo de edad y por causa de muerte. Por último en este apartado se presentan los resultados de los picos detectados en las gráficas lineales y posteriormente se asocian a las epidemias que los pudiesen haber causado. En el

segundo capítulo se abordan los estudios que se han elaborado

sobre el cólera en México, en el estado de Veracruz y específicamente en el 99

Méndez Maín, Silvia M., p. 85

27

puerto además se explicara la fórmula del índice de Dupâquier su utilización e importancia dentro del estudio de las epidemias y es aquí donde se obtendrán y presentaran los resultados de dicho indicador para el puerto veracruzano para finalmente determinar la magnitud e intensidad de la epidemia del cólera de 1833.

28

DESARROLLO CAPÍTULO I. LAS FUENTES DE INFORMACIÓN PARA EL ESTUDIO DE LA MORTALIDAD DEL PUERTO DE VERACRUZ 1825-1840 1.1 El puerto de Veracruz y su historia El contexto económico y social en el que se encuentra el naciente país era el de una nación empobrecida por una guerra que duró diez años. A partir de 1821 con el triunfo del ejército Trigarante y la consumación de la independencia de México surge el inicio de la formación de la nación mexicana. Posteriormente el Imperio de Iturbide, el cual tuvo una duración de tan solo un año de 1822 a 1823, un amplio territorio se encontraba incomunicado, en una situación crítica económica y social, devastada y dividida, como parte de las consecuencias que dejo a su paso la guerra de independencia Otra de las consecuencias que trajo consigo esta guerra, fue proliferación

de

diversas

enfermedades

y

epidemias

a

raíz

de

la los

acantonamientos, los cuarteles y todo el movimiento del ejército en general las cuales se diseminaron por el ahora el naciente estado mexicano. El país se encontraba dividido entre dos formas de gobierno por un lado los federalistas que estaban luchando por un gobierno que diera autonomía a las provincias del país, y por el otro los centralistas que consideraban que era mejor que el gobierno se concentrará en territorio central 100. A fines del año 1822 Santa Anna se pronunció en Veracruz y desconoció al imperio de Iturbide al mismo tiempo exigió que se conformara un nuevo congreso y se estableciese un gobierno republicano, aunque el plan no tuvo éxito, las logias masónicas de los yorkinos y de los escoceses aprovecho la situación y el 2 de febrero de 1823 enviaron tropas para combatir a Santa Anna y lanzaron el Plan de Casa Mata, en el exigían en primera instancia lo mismo que el mencionado que se eligiera un nuevo congreso, este plan fue apoyado por las diputaciones 100

Escalante Gonzalbo , Pablo y otros, Nueva Historia Mínima de México, Serie Biblioteca del Universitario, núm. 30, Universidad Veracruzana, Xalapa., Ver., 2010, p. 170.

29

provinciales y consiguió el apoyo regional, posteriormente Iturbide abdicó el 22 de mayo del mismo año y el congreso no solo decretó la ilegalidad del imperio, sino que además declaró a Iturbide fuera de la ley si tocaba territorio nacional. Este decreto establecía que, al intentar volver al territorio mexicano en 1824, Iturbide fuera fusilado.101 Posteriormente el treinta y uno de diciembre de 1824 el Congreso aprobó el Acta Constitutiva de la Federación, en ésta se estableció que el país se llamaría en adelante estados Unidos Mexicanos y finalmente la Constitución de juró el cuatro de octubre de 1824, en ésta se asentó que la recién creada nación quedaría seccionada en diecinueve estados, cinco territorios y un Distrito Federal, estableciéndose como forma de gobierno la república federal con su respectiva división de poderes. Después de Guadalupe Victoria, primer presidente constitucionalista de México, el proyecto de la nueva nación no fue fácil, se encontró a su paso dificultades de diversa índole como el económico, el social y político. Los cambios de gobierno se daban a través de golpes militares y con las logias masónicas disputándose el poder, controlando el congreso y los diputados y conformando las conspiraciones militares según su conveniencia. En este período surgieron los caudillos militares quienes se ocuparon de decidir hacia donde se dirigía la nación, el veracruzano Antonio López de Santa Anna en esta época tuvo una participación notable por su presencia en todos los bandos, él se presentaba y luchaba a favor de quien le conviniese y así, ocupo la presidencia once veces, aunque todos sus mandatos fueron cortos y esporádicos pues todos juntos no suman los seis años. La primera vez que ocupó la presidencia fue en 1833, teniendo a Valentín Gómez Farías como su vicepresidente quien fue quien quedó al frente del cargo pues Santa Anna se retiró a su hacienda por problemas de salud. Gómez Farías tuvo el asesoramiento de los intelectuales de la época como José María Luis Mora, a raíz de esto surgen las primeras propuestas radicales de carácter liberal y

101

Escalante Gonzalbo, Pablo y otros, Nueva Historia Mínima de México, Serie Biblioteca del Universitario, núm. 30, Universidad Veracruzana, 2010, p. 172.

30

anticlerical, entre ellas la libertad de opinión, la supresión de conventos y monasterios, el pago obligatorio del diezmo, entre otras. Los grupos afectados por esta reforma no se hicieron esperar y provocaron el regreso de Santa Anna para suspender estas reformas en medio de estas pugnas entre federalistas y centralistas, los estados exigían autonomía como fue caso de Zacatecas y Yucatán, aunado a esto Texas exigía su independencia, para 1835 se convocó de nuevo al congreso y ahí fue modificada la Constitución de 1824 y se promulgaron leyes que pusieron fin al sistema de gobierno federalista para establecer un sistema centralista. Aunque en 1825 Guadalupe Victoria recuperó el baluarte de San Juan de Ulúa en el puerto de Veracruz, España no aceptaba perder a México como colonia y en 1829 intentó reconquistar a México con una expedición que partió de la Habana, pero fue derrotada por las fuerzas militares de Antonio López de Santa Anna. Por otro lado en 1825 Estados Unidos de América ya había reconocido a México como nación lo mismo que Gran Bretaña en 1826 y Francia en 1830. Para la tercera década del siglo XIX, la parte norte del país presentaba un problema. Texas que partir de la constitución de 1824, quedó anexada al estado de Coahuila y había perdido su autonomía, pero al estar ocupada en su mayoría por estadounidenses, las leyes mexicanas prácticamente eran ignoradas por ellos, para 1835 los colonos texanos alegaron descontento contra el gobierno de México y llevaron a cabo su separación del país obteniendo su independencia en 1836, posteriormente en 1845 se anexaría como un estado más a Estados Unidos. Aunque Francia había reconocido la independencia de México en 1830, ocho años después se desató un conflicto y los franceses en 1838 atacaron el fuerte de San Juan de Ulúa, en donde la figura de Santa Anna volvió a aparecer y en esta ocasión obteniendo un amplio reconocimiento porque a causa de que fue herido perdió una pierna, finalmente el conflicto terminó debido a la intervención británica y se firmó un acuerdo de paz en 1839. En este contexto de división entre federalismo y centralismo de la nueva nación, el estado de Veracruz tuvo una participación importante y durante esta época la figura de Santa Anna estuvo todo el tiempo presente fue un referente en 31

la escena política nacional hasta la década de los cincuenta del siglo

102

XIX

en

diciembre de 1822 él y Guadalupe Victoria, proclamó la república y el Plan de Veracruz103, este personaje tenía una fuerte influencia tanto a nivel regional y nivel racional, controlaba la repartición de tierras cuando ocupa la el puesto de oficial en el ejército realista además tenía muy buena fama con la gente tanto del pueblo con las élites, se había construido de él una imagen de héroe y salvador de la región veracruzana. En ese sentido también Santa Anna logró tejer muchas redes a nivel nacional con todos los bandos políticos existentes pasando de uno a otro según los intereses del momento, además de que tenía una difusión en un periódico que se encargaba de nutrir su imagen

La Palanca (1848-1850)104,

Will Fowler

sostiene que: “La imagen del caudillo apareció por el vacío de poder que comportó la ruptura de los virreinatos con la monarquía. Fue un fenómeno sociopolítico que apareció en un momento de transición violenta entre el fin de una tradición política establecida desde hacía tiempo y la consolidación de un nuevo orden que no estaba definido. El caudillismo se alimentó de las redes de patronazgo, del clientelismo, del carisma, de la habilidad política y de un populismo que adquirió tintes mesiánicos. El culto a sus personas, perpetuado en fiestas y ceremonias, les dio una aureola popular que resultó difícil de socavar en años posteriores”.

Para 1823 se dio un enfrentamiento entre los españoles y los porteños el gobierno cerró el puerto de Veracruz y abrió el de Alvarado a este acontecimientos se le conoce como la caída del último reducto español, además este enfrentamiento tuvo como resultado que el 29 de julio de 1826 se le diera el título de heroica por primera vez a la ciudad de Veracruz. Una década después en 1836 en el cambio de federalismo a centralismo con Las Siete Leyes Constitucionales se le concedió al puerto de Veracruz la categoría de capital de la nación, dos años después obtuvo la segunda H de su 102

Blázquez Domínguez, Carmen, Celaya Nández, Yovana y Velasco Toro, José, Veracruz: historia breve. Fondo de Cultura Económica, Secretaría de Educación Pública, El Colegio de México, Fideicomiso de las Américas, México, 2010, p. 117. 103 Blázquez Domínguez, Carmen, Celaya Nández, Yovana y Velasco Toro, José, Veracruz: historia breve. Fondo de Cultura Económica, Secretaría de Educación Pública, El Colegio de México, Fideicomiso de las Américas, p. 118. 104 Blázquez Domínguez, Carmen, Celaya Nández, Yovana y Velasco Toro, José, Veracruz: historia breve, p. 118.

32

historia con la defensa del puerto durante el enfrentamiento contra los franceses, el cual en la defensa por Veracruz fue encabezado por Santa Anna. En este contexto es en el que se desarrollará esta investigación estudiando como fue el comportamiento y la dinámica de la mortalidad de la población del puerto de Veracruz en el período que va de 1825 a 1840.

1.2 Los archivos parroquiales y la mortalidad en el puerto de Veracruz, 18251840 El estudio de la historia se apoya en las diversas fuentes con las que cuente el investigador, en ese sentido: “Es el obstáculo más que la evidencia, lo que hace al historiador. Es la rareza más que la abundancia de fuentes, lo que atrae sobre determinado periodo la investigación histórica y estimula su desarrollo. La demografía de la época preindustrial y pre estadística (que en Francia se llama época moderna) se ha beneficiado de forma incontestable del efecto de tracción de una escuela histórica en plena renovación”105

Tanto para los historiadores como para el estudio de las diversas ciencias sociales las fuentes son el punto de partida de la investigación, contando con una amplia gama, como los archivos parroquiales documentos de primera mano que fundamentan su importancia tanto para los estudios históricos como para los demográficos. Pues los datos guardados en las partidas de los archivos parroquiales no solo reflejan el comportamiento de los movimientos vitales de una población sino también las conductas morales de ésta como la ilegitimidad de los bautizados, los niños expósitos, el comportamiento en las relaciones prenupciales, los códigos de conducta moral y sexual, estas son algunas de las características que se pueden obtener de los registros parroquiales, por ello: “El interés de los registros parroquiales es precisamente que revela, más allá de las cifras, unas conductas. La originalidad de este tratamiento estadístico está en que integra en sus cálculos aquello que habitualmente no suele medirse, pero que

105

Le Goff, Jaques Hacer la Historia, Nuevos enfoques, vol. II, Editorial Laia, Barcelona,1979, p. 82

33

asegura la unidad de tales conductas: las morales sexuales, las actitudes ante la vida”.106

El historiador para obtener la información buscada y responder a las interrogantes de su investigación debe saber cuáles son los datos que le puede brindar su fuente principal de estudio. Esto no es una tarea fácil podemos decir que uno de los aspectos y tareas más difíciles con la que el investigador social se enfrenta, es el saber reunir los documentos que cree necesitar. En ese sentido tanto para plantear escenarios como para resolver los interrogantes de los posibles comportamientos que muestran los registros de población, el apoyo de la demografía es fundamental.”107 En el párrafo a continuación queda plasmada la importancia de la iglesia católica y sus registros parroquiales: “La iglesia católica, heredera de la cultura grecolatina y de la administración imperial, ha dado siempre mucha importancia a sus archivos. Por lo menos así ha ocurrido hasta fechas recientes. Como ocurre generalmente, los archivos no están elaborados (producidos) para el historiador, sino para la institución. Por lo mismo su naturaleza y organización evolucionan al compás de esta última. Antes y después de las leyes de Reforma, los archivos eclesiásticos no tienen las mismas funcione. Tras dichas leyes, la Iglesia católica dejó de ser la encargada oficial del estado civil (matrimonios, nacimientos, defunciones), de la instrucción y de la asistencia pública; sin embargo, siguen siendo sus libros parroquiales una fuente valiosa para la historia demográfica, más valiosa a veces que el estado civil del Estado”.108

Ya que analizando los registros parroquiales, los censos de habitantes, los informes redactados para las autoridades encargadas del censo y otros documentos similares, podemos penetrar en las vidas de la gente corriente del pasado,109 es después de la última guerra que se empieza, en Francia, a escrutar los registros parroquiales que hasta entonces no habían llamado la curiosidad más que de los genealogistas.110

106

Le Goff, Jaques Hacer la Historia, Nuevos enfoques, vol. II, p. 91. Id. p. 5. 108 Meyer, Jean, “El cajón de Parroquia”, en Connaughton, Brian F. y Andrés de Lira González, coords., Las fuentes eclesiásticas para la Historia Social de México,p. 29. 109 Wrigley, E. A., Historia y Población. Introducción a la demografía histórica, Editorial Crítica, Barcelona, p.14. 110 Le Goff, Jaques, p.81. 107

34

En México las parroquias novohispanas cuentan por lo general con un rico acervo;

sus archivos arrojan

información

acerca

de

las

características

demográficas y sociales de la feligresía, la importancia de la parroquia va más allá del sentido eclesiástico y social para los estudios de historia demográfica este espacio es vital ya que como lo afirma Méndez: “La parroquia se trata de un lugar donde ocurren hechos vitales con determinadas características vinculados a aspectos culturales, religiosos, políticos y militares como son: celibato, edad a la primera unión, segundas nupcias, endogamia, periodos de abstinencia por motivos religiosos, y actividades políticas y militares que conforma esquemas de comportamiento demográfico específico. 111 Se tiene un área específica, donde se da fe, de tres hechos que determinan aspectos importantes de la vida de los habitantes del pueblo: son inscritos los bautizos, se conforman las parejas por medio del matrimonio y se despide la población por medio de los entierros. Si estos hechos sociales se les convierte en hechos demográficos, se presentan tres aspectos de la dinámica de la población: la natalidad, la nupcialidad y la mortalidad. Este espacio definido y delimitado totalmente lo constituye la Parroquia donde dichos hechos son socializados”.112

La importancia de la iglesia en la vida de la Nueva España y de la recién nacida nación fue vital ya que aún después de la independencia esta institución era la que seguía recopilando los movimientos y las características de sus habitantes a través del registro de los sacramentos, es hasta 1857 con la creación del registro civil que nace otra institución ahora respaldado por el estado que también guardara en sus documentos el movimiento poblacional de sus habitantes, pero aun así la iglesia predominaba sobre el Estado, ya que: “el papel de la Iglesia en la conformación del espacio geográfico, de las jerarquías sociales en las que el clero se complicaba como actor, respaldando o cuestionando la acción del Estado, pero en todo caso definiendo visiones circunstanciales o de largo alcance.113 La procedencia y la consistencia de las fuentes eclesiásticas hay que ver cómo influyen en la conformación de otros testimonios en los que no hay finalidad religiosa alguna ni intención de agentes del clero, y cómo, por otra parte, el documento eclesiástico recoge, a veces plenamente, las exigencias de las autoridades que actúan fuera y a veces contradicen al clero en sus pretensiones concretas”.114

111

Id. p. 64. Id. p. 65. 113 Andrés Lira González, “Presentación”, en Brian F. Connaughton y Andrés de Lira González, p. 9. 114 Andrés Lira González, “Presentación”, en Connaughton y De Lira González, p. 9. 112

35

La información de esta fuente se presta a múltiples historias por escribir o profundizar, desde lo demográfico hasta lo militar, desde lo económico en sus múltiples facetas, hasta las mentalidades sociales.115 Además uno de los papeles que hay que resaltar es el del párroco y los demás agentes eclesiásticos ya que: “No era sólo el sacerdote como párroco que frecuentemente se hallaba al centro de las múltiples y variadas actividades de la vida social mexicana; eran los diversos personeros o instituciones de la iglesia. Por ello los documentos que se guardaron para registrar estas actividades son tan ricos tanto para el historiador como para el público en general. Nos acercan a múltiples vertientes del pasado, no sólo a lo político o lo biográfico, sino a eso y mucho más, hasta permitir una auténtica historia social, es decir, la historia de la sociedad misma.”116

Los archivos parroquiales son portadores de vasta información acerca de los movimientos vitales de la población, por ello tanto demógrafos como historiadores se han dado a la tarea de tomarlos como fuente principal para diversos estudios117. Tales estudios se han enriquecido, al complementar la información de los archivos parroquiales con otras fuentes de primera mano, como pueden ser las actas de cabildo, actas notariales, padrones militares, de almas, y diversas fuentes secundarias, lo que permite elaborar estudios que incluyen datos cuantitativos y cualitativos, en una perspectiva interdisciplinaria. Los archivos parroquiales, como toda fuente, deben ser analizados con detenimiento para establecer los alcances y límites, para tomar las reservas necesarias ante la información que de ellos se obtiene. En este caso, para los fines de este estudio, se están revisando las partidas de defunciones de los archivos parroquiales del puerto de Veracruz118.

115

Connaughton, Brian F. “Introducción”, Ibídem, p. 13 Brian F. Connaughton, “Introducción”, Ibim., p. 13. 117 Para un conocimiento más detallado de algunos estudios de demografía histórica véase Méndez Maín, Silvia M., La población de la Parroquia de Xalapa durante el siglo XVIII. Un estudio de Demografía Histórica, 1724-1837. En prensa, Editorial de la Universidad Veracruzana, Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, Universidad Veracruzana, Xalapa, Ver., 2004 118 Para este trabajo el archivo parroquial de Veracruz fue consultado en Familly Search https://familysearch.org/. Véase Blázquez Domínguez, Carmen y Méndez Maín, Silvia M., “Tecnologías de Información para el Análisis de la Población de los Siglos XVIII Y XIX en Veracruz”, en M.A. Del Arco Blanco, Ortega Santos, A. y M. Martínez Martín, Ciudad y 116

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A continuación se define cuáles son los principales tipos de errores que se encuentran en dicha fuente, como se cita a continuación: “Los archivos en general presentan dos tipos de errores, o limitaciones, que el investigador debe de tener presente: los errores de cobertura, donde no se conoce el grado de omisión de la población que no fue registrada; y segundo, los errores de contenido, que se refieren a aspectos tales como el mal registro de las castas, legitimidad y origen, así como la falta de homogeneidad, tanto en el formato como en el lapso de tiempo, en la recolección de datos, en algunos casos la escasa o nula conservación de los documentos, ya que bien se pudo haber generado información, también es posible que por inestabilidad del país durante el XIX y principios del XX, se haya arruinado parcialmente o totalmente”.119

Aunado a lo anterior cabe destacar que al consultar los registros parroquiales en formato digital también se deben tomar ciertas precauciones como el hecho de la repetición de algunas imágenes que puedan alterar el conteo de los datos, aunque por un lado sabemos que experiencia de estar frente a frente con un documento histórico es insustituible por otro lado las facilidades y beneficios de consultar archivos digitales son diversas y con el debido cuidado en su utilización es posible realizar una investigación de con buenas bases científicas y metodológicas. Cada uno de los archivos de las diversas parroquias novohispanas tienen características singulares, éstas la mayoría de las veces dependen de los que sea solicitado al párroco e incluso se recopilan en los libros los datos que el párroco considere necesarios por ellos cada uno de los registros parroquiales tiene características propias. El archivo parroquial de Veracruz presenta características singulares que lo diferencian de otros archivos de la región por ejemplo el de Xalapa ya que se proporciona el nombre del difunto y el grupo de edad --ya sea párvulo o adulto-, y especifica la edad solo para los adultos, no así para los párvulos; no menciona la causa de muerte para ninguna defunción; en algunas partidas se presentan los testamentos de los difuntos.

modernización. Transformaciones urbanas. Siglos XIX y XX, Editorial Universidad de Granada, Granada, 2013, pp. 19-46. 119 Id. p. 7.

37

A partir de 1831 los párvulos son registrados en una nota al final de cada mes. Se encuentran algunas hojas manchadas y poco legibles lo cual dificulta un poco la extracción de los datos, pero así mismo se conservan las partidas de todos los meses permitiendo obtener series completas para estudiar la población a través de la información de sus registros parroquiales. En cuanto al registro de las causas de muerte tenemos que en el período de este estudio solo fueron recopiladas para cuatro años 1836,1838, 1839 y 1840, lo cual permitirá dar un panorama general de las enfermedades que acaecían a la población porteña de finales de la segunda mitad del siglo

XIX.

Uno de los aspectos por los cuáles nos interesa abordar en este trabajo el estudio de la mortalidad, radica en que este movimiento demográfico posee un carácter histórico. La mortalidad, al igual la natalidad y la nupcialidad, se distingue por su carácter histórico; es decir, los niveles y las tendencias de esta variable no han sido los mismos a lo largo del tiempo en las diferentes regiones y países del mundo.120 Dichos factores demográficos varían de acuerdo a la etapa demográfica de la población. La mortalidad presenta sus variaciones y se ve afectada por diversas causas como las hambrunas, desastres naturales, guerras, epidemias, pandemias y enfermedades en general, las cuales además de su dimensión biológica, tienen connotaciones sociales, culturales, políticas y económicas. El análisis de los indicadores demográficos de la mortalidad causada por las epidemias es útil para el estudio histórico de las enfermedades.121 Los registros parroquiales de los sacramentos son las únicas fuentes que permiten tener un reflejo de la población de la época colonial e inclusive hasta la mitad del siglo XIX, posteriormente con la instauración del registro civil del Estado se inicia otra etapa. Los datos de las partidas de los archivos parroquiales desde la perspectiva histórica demográfica, se han tomado como cifras que permiten tener un acercamiento con los hechos vitales de los pobladores, y es así que se

120 121

Oliver Sánchez, Lilia V. “Intensidad de las crisis demográficas…” p. 13. Oliver Sánchez Lilia V., “La epidemia de viruela…”

38

asocian los registros de bautizos con la natalidad y fecundidad, los de matrimonio con la nupcialidad y los de defunciones con la mortalidad. Por ello es que los estudiosos de la historia demográfica toman los registros parroquiales como el reflejo más cercano y aproximado que se tiene para conocer la mortalidad de las parroquias, según sea el caso de los datos que ésta presente es que se podrá determinar la mortalidad general, la mortalidad dividida por sexo, según hombres y mujeres, y la mortalidad por edad –si se especifica la edad en todas las defunciones- o abordar la mortalidad según grandes grupos de edad: los párvulos y los adultos, datos que se deben abordar con las debidas precauciones.

Además otro de los factores de importancia para estudiar las defunciones de una parroquia o de una región radica en el hecho de que la muerte no solo se trata de un aspecto biológico e inherente a todo ser vivo, en el caso de los seres humanos la muerte es un fenómeno que impacta diversos ámbitos, ya que:

La muerte está más allá de las herramientas tradicionales de la medicina; se le encuentra directamente condicionada por problemas más evidentes y palpables, tales como la falta de trabajo y de ingresos, de comida, de agua, de vivienda, de servicios básicos. Se trata del efecto más dramático de la desigualdad social y es la expresión última de las carencias y la pobreza.122

Es así que una de las principales causas de muerte de la población novohispana y del México independiente fueron las epidemias, las cuales no dejaron descansar ni un momento al puerto de Veracruz ya que desde la llegada de los españoles, en el siglo XVI hasta finales del siglo XIX, se vio afectado por todas las epidemias y patologías que entraban y surgían de esta región y que además se dispersaban por la Nueva España y el México independiente. Desde el siglo XVIII el puerto de Veracruz se había visto afectado por un terrible mal denominado la fiebre amarilla o vómito prieto, el cual había hecho su llegada en 1726 y posteriormente se presentó casi 20 años después en 1794, para hacer presencias intermitentes en 1803, 1817, 1819 y 1822, aunado a la viruela en 122

José Luis Bobadilla, “La mortalidad en México”, en Vida y muerte del mexicano, Federico Ortiz Quesada, (edit.), vol. 1, Folios Ediciones, 1982.15

39

1822, 1825 y 1826, ciertamente la población porteña era bombardeada por ambos males.123 Este padecimiento encontraba su caldo de cultivo y se proliferaba fácil y rápidamente en el puerto de Veracruz ya que las condiciones climáticas, de hacinamiento y en general de desaseo que eran características para la época no solo en la ciudad de Veracruz sino en las diversas provincias del país, pero en el puerto124 siempre se dieron con mayor intensidad porque “el puerto de Veracruz fue campo fértil para el desarrollo de una serie de plagas que arremetían, lenta o violentamente, contra un elevado número de sujetos. La mayoría de las veces las epidemias causaban miedo, temor, angustia, ira y frustración”. 125 Con el fin de en primera instancia presentar el panorama general de la mortalidad en el puerto de Veracruz durante el período de 1825-1840 el cual abarca los primeros quince años de vida independiente, se realizó el siguiente ejercicio metodológico propio de la historia demográfica. Primero, para el tratamiento de los entierros se elaboró una base de datos la cual contiene las siguientes variables, la fecha de la defunción separada por año, mes y día, el sexo del difunto, el grupo de edad al cual pertenece (párvulo o adulto), la causa de muerte y una última columna de observaciones, para extraerlos primero se llevó a cabo la paleografía de los entierros asentados en las partidas del Archivo Parroquial de la ciudad de Veracruz126.

123

González Maroño , María Luisa, “Salud pública en el puerto de Veracruz a principios del Siglo XIX”, Ulúa, enero-junio 2004, v. 2, no. 3, Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales. Universidad Veracruzana. 124 Para estudios acerca del desarrollo de las epidemias en la segunda mitad del siglo XIX en los puertos véase Ronzón, José, Sanidad y modernización en los puertos del Alto Caribe, México, Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, 2004. 125 María Luisa González Maroño, “Salud pública en el puerto de Veracruz…” p. 46. 126 Para este trabajo el archivo parroquial de Veracruz fue consultado en Familly Search https://familysearch.org/. Véase Carmen Blázquez Domínguez y Silvia Méndez Maín. “Tecnologías de Información para el Análisis de la Población de los Siglos XVIII Y XIX en Veracruz”, en Del Arco Blanco, M.A, Ortega Santos, A. y Martínez Martín, M., Ciudad y modernización. Transformaciones urbanas. Siglos XIX y XX, Granada: Editorial Universidad de Granada, 2013. 19-46.

40

Los documentos fueron consultados en formato digital y como todas las fuentes están dotados de ventajas y desventajas, en este sentido al encontrarse en un repositorio en la internet su consulta en cuanto a los costos de tiempo y de recursos financieros se aminoraron, ya que fue posible consultarlos y trabajarlos sin un horario establecido por la parroquia y el párroco como ocurría con anterioridad. Así desde cualquier equipo con acceso a internet, se pudieron descargar las imágenes de los documentos y aunado a esto al ser digitalizados tuvieron un tratamiento especial que permite y mejora su lectura. Uno de los inconvenientes de estos archivos digitales es que algunas veces se llegaban a repetir inclusive hasta diez fojas y si no se tomaran las debidas precauciones esto causaría un error en el registro de los datos creando una sobrenumeración de las defunciones y claro está que el contacto con los documentos, el palparlos y el tenerlos frente para cualquier investigador es una experiencia incomparable con una imagen digital, pero esto también es conveniente tanto para el documento para evitar su deterioro y para el que lo consulta, pues se evita el contacto con el polvo y limitarse a horarios establecidos por los archivos. Tomando

en

cuenta

las precauciones debidas y lo

mencionado

anteriormente se paleografearon los registros de las partidas de defunciones contenidas en los libros del período de 1825-1840 del archivo del puerto de Veracruz, y se construyó una base de datos en Excel vaciando 6123 defunciones. Ya con la base completa, se prosiguió a darle el tratamiento debido a los datos, de forma tal que se construyeron, proporciones, porcentajes, tasas, que permitieron la construcción de cuadros y gráficas, que reflejaran la mortalidad general y las características de la misma para la población del puerto de Veracruz. Se realizó el conteo de todas las defunciones por mes, por año, por sexo y por grupo de edad y se obtuvieron sus respectivas gráficas de forma tal que nos muestren

un

acercamiento el comportamiento

características en la población objeto de este estudio. 41

de la

mortalidad y sus

Uno de los objetivos de este estudio es asociar los picos detectados en la mortalidad general, para a su vez asociarlos a las patologías que se encuentran registradas en fuentes secundarias, que nos permitan conocer y determinar que enfermedades o epidemias causaron las elevaciones detectadas. Para ello se elaboró la frecuencia de las mismas y una gráfica con los datos de las defunciones de los dieciséis años que abarca el periodo de este estudio y posteriormente se analizará con lo comentado en este apartado. 1.3 Distribución de la mortalidad por sexo, 1825-1840 Una de las variables que las partidas de defunciones permiten conocer es la del sexo del difunto, ya que si bien no se especifica exactamente ésta se puede inferir a través del nombre del registrado, siempre tomando las debidas precauciones, ya que algunos nombres que actualmente se utilizan para mujer 127, en la época también lo usaban hombres, pero como también se asienta el estado civil de las personas con este dato también se podía inferir el sexo por ejemplo en la parte donde decía es viuda o viudo de… con este dato se confirmaba si pertenecía al grupo femenino o masculino. En cuanto a la distribución de la mortalidad por sexo en el período de este estudio, en la gráfica 2 podemos observar que en los años de 1825 a 1832 existe un equilibrio entre los hombres y las mujeres habiendo cifras como la siguiente, de 130 hombres y 125 mujeres en el año 1830, con solo una diferencia de 5 deceso. Ya para el año de 1833 aumenta la mortalidad total lo cual es debido al cólera y en este año vemos que fallecen 353 miembros de población masculina y se registraron 421 deceso femeninos este resultado probablemente se deba a que las mujeres se encargaban del aseo de la casa, de los enfermos y manejaban las heces las cuales eran uno de las principales medios de contagio del cólera128.

127

Por ejemplo nos encontramos el nombre de Isabel, Guadalupe o Concepción utilizados por hombres. 128 Malvido, Elsa La población, siglos XVI al XX .Colección Historia Económica de México, Enrique Semo, coord. tomo 7, UNAM, Océano México, 2000. 153.

42

Para 1834 se registraron 466 entierros 268 hombres y 198 mujeres, durante 1835 aunque en el número de entierros totales por año se presenta una disminución en comparación con el año anterior hubo 368 defunciones de las cuales 192 fueron hombres y 176 mujeres.

Para el año de 1836 fueron

registradas 386 defunciones distribuidas en 191 para los hombres y 194 de mujeres estando muy equilibrado este año, mientras que en 1837 las defunciones totales por año disminuyeron a 344 pero se distribuyeron con un impacto mayor en el grupo masculino habiendo 209 entierros de hombres y 134 de mujeres. Durante el año de 1838 se registran 281 en total de las cuales 150 son hombres y 131 mujeres, en el penúltimo año de estudio hubo un aumento a 333 defunciones distribuidas con mayor peso en la población masculina que tuvo 182 y la femenian151; finalmente el último año se registró uno de los totales más altos del período, hallándose 186 defunciones de hombres y 195 de mujeres sumando un total de 386 registros. Gráfica 2

Distribución de entierros por sexo, Pto. de Veracruz, 1825-1840 450 400

421 353

350 300

268

250 200 150 100

220

238 191 188

154

153

187 200 181 173

192 191

170 151 130 189

198

176

182 186 150

194

142

125

209

134 131

195

HOMBRE MUJER

151

50 1840

1839

1838

1837

1836

1835

1834

1833

1832

1831

1830

1829

1828

1827

1826

1825

-

Fuente: Elaboración propia con base en las defunciones de 1825-1840 del Archivo Parroquial del Pto. de Veracruz, Ver.

43

En el cuadro número 1 se presentan los registros de entierros por año y los datos elaborados porcentualmente, lo que nos permite ver que las defunciones de alguna manera presentaron un equilibrio en cuanto al sexo, por ejemplo en el año de 1825 el 50.2 por ciento de los registros son hombres y el 49.8% son mujeres, en el año de 1833 que es el año de la epidemia del cólera se encuentra que el 45.6% son hombres y el 54.4% son mujeres.

Cuadro 1.- Entierros, Pto. De Veracruz, 1825-1840. (Relativos) AÑO

HOMBRE (%)

1825 1826 1827 1828 1829 1830 1831 1832 1833 1834 1835 1836 1837 1838 1839 1840 TOTAL Fuente: Elaboración propia con base Parroquial del Pto. de Veracruz, Ver.

MUJER (%)

50.2 49.8 54.1 45.9 54.3 45.7 51.3 48.7 52.1 47.9 51.0 49.0 47.4 52.6 51.5 48.5 45.6 54.4 57.5 42.5 52.2 47.8 49.6 50.4 60.9 39.1 53.4 46.6 54.7 45.3 48.8 51.2 51.8 48.2 en las defunciones de 1825-1840 del Archivo

44

1.4 Distribución de la mortalidad por grupo de edad

Una de las características de la mortalidad que aborda la historia demográfica y se enfoca en determinar la mortalidad adulta y la mortalidad infantil. Esta es una variable que en la medida que la fuente lo permita se podrá obtener, aunque cabe aclarar que la información sobre la mortalidad infantil a lo largo de la historia se ha caracterizado por una tendencia hacia la subnumeración, es decir el hecho de que presente errores de registro de los párvulos129 sobre todo en época de epidemias. De acuerdo a los datos que se lograron obtener de para las defunciones del puerto de Veracruz se tiene registrado que para el año de 1825 a 1831 la mayoría de las defunciones cuenta con la distinción de párvulo o adulto y a partir del año de 1831 al final de cada mes aparece una nota que especifica el número de párvulos hombres y mujeres sepultados en ese mes. Aunque la edad es una variable que se especifica en algunos casos, pero al no ser un dato que se presente a lo largo de toda la serie estudiada, se prefirió solamente

realizar

un

análisis

que

nos

permita

una

aproximación

al

comportamiento de la mortalidad en los dos grandes grupos de edad que son los párvulos y los adultos. Como se observa la gráfica número 3 según los datos obtenidos y registrados la población que se vio en su mayoría afectada en cuanto al grupo de edad fueron los adultos quienes en el periodo que abarca este estudio superaron por mucho a las defunciones de párvulos. Por un lado esto puede ser posiblemente debido a que las epidemias que azotaron al puerto durante este periodo eran más contagiosa para los adultos y sobre todo por la dinámica social, económica y geográfica de este lugar, pero por otro lado puede deberse a un error en el registro de los párvulos, los cuales por lo general en las parroquias novohispanas tiene como característica presentar problemas de subregistro.

129

Este término era aplicado para la población masculina menor de quince años y para la femenina menor de trece años, aunque la edad varía según la región o la etapa de la época colonial.

45

En el año de 1825 el 64.5 por ciento de los entierros fueron de adultos el resto de 35.5 por ciento párvulos, en el siguiente año 1826 se registró un 77.9 por ciento de adultos y un 22.1 de párvulos Para el año de 1827 aparece un porcentaje exactamente equilibrado de 50 por ciento por cada grupo de edad, sin embargo en 1833 el año de la epidemia del cólera, hay claramente un subregistro pues solo tenemos un 4.9 por ciento de párvulos y 95.1 de adultos, que si bien pareciera que el cólera afecta más a los adultos en este caso claramente hay sub registro de los entierros de párvulos. A lo largo de todo el período de estudio la mortalidad adulta sobrepasa a la mortalidad infantil, lo cual deducimos que si bien en algunos casos pudo haber sido así en la mayoría se debió a un mal registro de las defunciones infantiles.

Gráfica3.-Entierros por grupo de edad, Pto. de Veracruz, 1825-1840 (Relativos) 95.1

Porcentaje

100.0

60.0 40.0

77.9

74.2 64.3 61.8 59.6 64.5 50.0 50.0 40.4 35.5 35.7 38.2 35.5 25.8 22.1

80.0 64.5

20.0

66.1 65.8

65.1 54.9 55.1 52.5 55.9 47.5 44.1 45.1 44.9 34.9 33.9 34.2

4.9

Adultos

1840

1839

1838

1837

1836

1835

1834

1833

1832

1831

1830

1829

1828

1827

1826

1825

0.0

años Párvulos

Fuente: Elaboración propia con base en las defunciones de 1825-1840 del Archivo Parroquial del Pto. de Veracruz, Ver.

Si bien los datos presentados no permiten determinar exactamente la mortalidad adulta y la infantil, si podemos decir que a través de ello tenemos acceso a un panorama general y a una aproximación a la dinámica del comportamiento de la mortalidad por grupo de edad del puerto de Veracruz en el periodo estudiado.

46

1.5 Distribución la mortalidad por causa La frecuencia de los entierros en el periodo de estudio del puerto de Veracruz se puede observar en el cuadro número 2, en el cual vemos que el año que más entierros tuvo fue el de 1833 estos debido al cólera ya que aunque en el período de este estudio dentro de los registros de archivos parroquiales la mayoría de las defunciones no contienen las causas de muerte, para el año de 1833 si se registraron exclusivamente los casos de cólera hallándose 510 casos. Es decir de las defunciones ocurridas en 1833 el 65.8 por ciento se debieron a casos de cólera. En cuanto al comportamiento de los entierros, para 1825 hay un total de 307 muertos, para el siguiente año aumentaron 100 entierros más habiendo 407 entierros para 1826, en el año de 1827 tenemos una de las frecuencias más altas del periodo presentándose 438 entierros, en este caso desafortunadamente no se tiene registrada la causa, para 1828 la frecuencia de los entierros disminuyo a 372 y siguió disminuyendo durante los dos años siguientes ya que hubo 361 para 1829 y 255 para 1830, en el año de 1831 se presentó un aumento a 359 y el año anterior a la epidemia de cólera disminuyo la frecuencia a 293 entierros para pasar a 774 defunciones. En el año posterior a la epidemia,

1834, se presenta la segunda

frecuencia más alta de decesos del periodo ya que se tienen 466 entierros, para disminuir a 368 en 1835 y en años siguiente hubo un aumento registrándose 386 entierros. En 1837 disminuyeron a 344 para el siguiente año fueron 281 y posteriormente en 1839 los decesos se elevan a 333 y así continua hasta el último año del periodo quedando en 381 entierros en el año de 1840. Observando la gráfica número 4 vemos que el aumento de 1825 a 1827 pudiera deberse a la fiebre amarilla aunada a la viruela, posteriormente vemos un aumento en 1831 también debido a la fiebre amarilla basándonos en la siguiente

47

información “epidemia de fiebre amarilla, que ataca principalmente a los extranjeros”130

Cuadro 2.- Frecuencia de entierros, Pto. De Veracruz, 1825-1840 AÑOS Entierros 1825 307 1826 407 1827 438 1828 372 1829 361 1830 255 1831 359 1832 293 1833 774 1834 466 1835 368 1836 386 1837 344 1838 281 1839 333 1840 381 Fuente: Elaboración propia con base en los defunciones de 1825-1835 del Archivo Parroquial del Pto. De Veracruz, Ver.

En los registros parroquiales del puerto de Veracruz para el periodo de estudio 1825 a 1840 en las partidas de defunciones de la mayoría de los años no se encuentra registrada la causa de muerte, pero como se planteó en un inicio para los fines de este trabajo tomaremos en cuenta la información sobre epidemias de otras fuentes secundarias y así asociarlos a los datos encontrados en los registros parroquiales para determinar las posibles patologías que causaron la elevación de la frecuencia de entierros.

130

Estado de Veracruz. Informe de sus gobernadores: Memoria presentada al Gobierno del Estado Libre y Soberano de Veracruz a la Cuarta Legislatura Constitucional. En Primero de enero de 1832, p. 333-334 en Lozano y Nathal, Gema, y Minerva Escamilla Gómez. Las Fiebres que vienen de la mar. Xalapa, Veracruz.: INAH, Secretaría de Salud, Gobierno del Estado de Veracruz., 2000. 45.

48

Sin embargo tenemos datos que mencionan que para 1825 tan arduo se veía el ataque de la fiebre amarilla que las autoridades tomaron medidas como la siguiente: “Una vez instituido el estado de Veracruz por el Acta Constitutiva de la Federación (31-I-1824) y compuesta y asentada su Legislatura en la villa de Xalapa (9-V-1824), consideró conveniente esta última de preocuparse por el principal problema de salud pública que afectaba al puerto. Para ello consideró como primer paso decretar (1825) el otorgamiento de un elevado premio (100,000 pesos) a quién descubriera un antídoto capaz de curar el espantoso vómito”.131

La desesperación de autoridades se manifiesta en que pagaban por encontrar una cura a ese mal que no respetaba a nacionales ni a extranjeros y que de alguna manera la fiebre amarilla ayudó Santa Anna a vencer al ejército invasor de 1829 quienes en aras de reconquistar a México se toparon con el vómito negro132. Según González Maroño desde el siglo XVIII el puerto de Veracruz se había visto afectado por un terrible mal denominado la fiebre amarilla o vómito prieto, el cual había hecho su llegada en 1726 y posteriormente se presentó casi 20 años después en 1794, para hacer presencias intermitentes en 1803, 1817, 1819 y 1822, aunado a la viruela en 1822, 1825 y 1826, así vemos que la población porteña era bombardeada por ambos males 133. Observando la gráfica número 4 y basándonos en la información anterior determinaremos que el aumento de 1825 a 1827 pudiera deberse a la fiebre amarilla aunada a la viruela. Posteriormente vemos un aumento en 1831 el cual también se debió a la fiebre amarilla basándonos en la siguiente información que se encontró asentada en el informe del Gobierno del Estado del primero de enero de 1832 que asentaba que la “epidemia de fiebre amarilla, que ataca principalmente a los extranjeros.134

131

Florescano Mayet, Sergio, “Las epidemias y la sociedad veracruzana en el siglo XIX” Anuario VIII. (Centro de Investigaciones Humanísticas. Universidad Veracruzana 1992): pp. 64-67. 132 Lozano y Nathal ,Gema y Escamilla Gómez, Minerva,Las Fiebres que vienen de la mar, INAH, Secretaría de Salud, Gobierno del Estado de Veracruz, Xalapa, Ver., 2000, p. 215 133 González Maroño, María Luisa “Salud pública en el puerto de Veracruz…” pp. 51-52. 134 Estado de Veracruz. Informe de sus gobernadores: Memoria presentada por el Gobierno del Estado Libre y Soberano de Veracruz a la Cuarta Legislatura Constitucional. En Primero de enero de 1832, p. 333-334 en Lozano y Nathal, Gema, y Minerva Escamilla Gómez. Las Fiebres que vienen de la mar. Xalapa, Veracruz.: INAH, Secretaría de Salud, Gobierno del Estado de Veracruz., 2000, p. 45.

49

Para 1833 se presentaron 510 casos de cólera de los cuáles, el mayor número se dio en el mes de septiembre que comenzó a descender en el último trimestre del año de 1833 y continuar bajando hasta 1834 y 1835. Así vemos que en 1833 año del cólera se registran 705 adultos y solo 36 párvulos. Las enfermedades características de la época eran las infectocontagiosas como la viruela, el sarampión y el cólera y las causadas por agentes como el tifo y la fiebre amarilla, pero además estaban las relacionadas con los padecimientos gastrointestinales como la disentería y las diarrea las cuales eran la respuesta a las condiciones de vida de la población tanto del país como del estado de Veracruz.

Gráfica 4.- Patologías determinadas, Pto. de Veracruz, 1825-1840 900

cólera

800 700 Entierros

600

fiebre amarilla viruela

500

fiebre amarilla

400 300 200 100

1840

1839

1838

1837

1836

1835

1834

1833

1832

1831

1830

1829

1828

1827

1826

1825

0

Fuente: Elaboración propia con base en los defunciones de 1825-1835 del Archivo Parroquial del Pto. De Veracruz, Ver.

Es necesario resaltar que durante el año de 1836, 1838, 1839 y 1840 si se encontró especificada la causa de muerte de las defunciones, por lo que en el cuadro 3 se presentan los resultados de este análisis.

50

Cuadro 3.- Causas de muerte registradas en las defunciones del Pto. De Veracruz, 1836-1840 Causas tisis vomito fiebre pasmo pleuresía diarrea calentura tabardillo parto hidropesía

1836 58 36 24 14 3 1 0 0 0 0

1838 15 14 13 12 7 5 5 1 0 0

1839 22 22 15 13 9 7 5 1 0 0

1840 30 26 23 9 6 5 2 1 0 0

Como vemos en el cuadro anterior la principal causa de muerte registrada es la tisis con 58 casos en 1836 y 30 en 1840, la segunda causa que más se presentó en el periodo es el vómito el cual tuvo 36 registros para 1836 y 26 para 1840, otra de las causas más frecuente es la fiebre la cual tiene 36 casos en 1836, 14 en 1838, 22 en 1839 y 26 casos en 1840. Aunque solo se presenten las causas de muerte en cuatro años del periodo de este estudio, esta información nos muestra un panorama general de las enfermedades que estaban presentes en la población porteña de la época de este estudio.

51

CAPÍTULO II. EL CÓLERA DE 1833 EN EL PUERTO DE VERACRUZ. EPIDEMIA O CRISIS DEMOGRÁFICA

2.1 El Cólera en México

Existen numerosos estudios sobre el cólera en México, aunque comparativamente a las parroquias existentes, serían pocos los estudios al respecto. Como parte de los trabajos que se han hecho sobre el cólera en México, tenemos el de María del Carmen Zavala Ramírez135 que aborda la epidemia del cólera en Michoacán, Chiapas, Tabasco y Oaxaca, sus fuentes de información son documentos consultados en el Archivo Histórico de la Secretaría de Salud, en especial el Fondo: Salud Pública y en el Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo del Estado de Michoacán. De inicio la autora plantea la importancia de la epidemia del cólera y los estragos que causó a nivel mundial para enfocarse en México y finalmente en su región de estudio, con la información obtenida de los archivos construye la historia del cólera, el impacto que este tuvo a nivel regional en el estado de Chiapas en 1833 y 1850, en Tabasco y Oaxaca para los años de 1882 y 1883 así como las políticas sanitarias aplicadas en su momento por las autoridades de la época, la importancia de esta investigación meramente cualitativa radica en que da cuenta de la forma en que percibían la enfermedad tanto la población en general como el gobierno, así como las diversas “curas”, remedios de “medicina popular” y las medidas de prevención para contrarrestar el cólera, esto nos permite conocer y analizar la afectación de la enfermedad no solo a nivel físico, sino social. Otro trabajo que estudia el desarrollo del cólera de 1833 a nivel regional en México es el de Laura Machuca136 quien estudia el desarrollo e impacto del cólera en Yucatán, pero principalmente en un pueblo llamado Bolonchenticul (Campeche) se centra en el estudio de este lugar porque a diferencia de los

135

Zavala Ramírez, María del Carmen, “El cólera en Michoacán y la federalización de la políticas sanitarias en el siglo XIX” Tzintzun. Revista de Estudios Históricos, julio diciembre, núm. 046. (Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo 2007): 39-88. 136 Machuca, Laura, “Control y poder en época de enfermedades. El cólera morbos de 1833 y el pueblo de Bolonchenticul, Península de Yucatán, México.” RevBiomed Vol. 17 núm. 2 (Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”; Facultad de Medicina. UADY 2006): pp. 140-145

52

demás pueblos de la región ahí no hubo ningún fallecido por cólera, debido a las medidas de prevención que las autoridades aplicaron y que algunos vecinos tomaron como arbitrarias pero que en cuestión de salud fueron favorables, así la autora nos brinda un estudio de la situación del cólera de 1833 en la Península de Yucatán, enfocándose en Bolochenticul, “tanto para analizar las medidas locales contra la enfermedad, como para examinar las pugnas internas de poder que llegan a su punto más álgido en situaciones extremas, como una epidemia.” 137 El trabajo de Carlos Alcalá Ferráez138 intitulado “Epidemias y mortalidad en la Ciudad de Campeche 1821-1840” tiene como principal objetivo “observar la evolución de la mortalidad en la ciudad de Campeche de 1821 a 1840” 139 Así el autor al principio presenta una remembranza de lo que era la ciudad de Campeche en esa época, así como una descripción de las fuentes demográficas que hay sobre la ciudad, el análisis de la dinámica de la mortalidad de dicho puerto, para centrarse en la viruela de 1826 y el cólera morbus de 1833, enfocándose en los efectos de dichas enfermedades en la población de la ciudad y de los barrios, finaliza estudiando los brotes de viruela, sarampión y tifo de 1837. Dentro de los estudios más recientes sobre el cólera está el artículo “La epidemia del cólera en 1833-1834 en el Obispado de Guadalajara. Rutas de contagio y mortalidad”140 el cual primero da un panorama general de la epidemia en México, posteriormente aborda el impacto de la epidemia en las parroquias del obispado de Guadalajara, estableciendo posibles rutas de contagio, así como una remembranza de los datos de defunciones y de fechas de llegada de este mal a diversas regiones del país.

137

Machuca, Laura,“Control y poder en época de enfermedades. El cólera morbos de 1833…” p. 140. 138 Alcalá Ferráez, Carlos “Epidemias y mortalidad en la ciudad de Campeche 1821- 1840” en Chantal Cramaussel, Demografía y poblamiento del territorio… p. 227-247. 139 Alcalá Ferráez, Carlos, “Epidemias y mortalidad en la ciudad de Campeche 1821- 1840” en Chantal Cramaussel, Demografía y poblamiento del territorio… p. 227 140 Carbajal López, David. “La epidemia del cólera en 1833-1834 en el Obispado de Guadalajara. Rutas de contagio y mortalidad”. Historia Mexicana, LX: 4, 2011.El Colegio de México, 2014, pp. 2025- 2067.

53

Otro trabajo que cabe mencionar es el de Elsa Malvido y Paola Peniche Moreno, “Los huérfanos del cólera morbus en Yucatán, 1833” 141 en el cual se estudia el impacto posterior de la enfermedad a través de los niños huérfanos que esta dejó a su paso, trabajo relevante que presenta otra forma de analizar los efectos de una epidemia en una población. Una obra reciente sobre la historia de las epidemias es El miedo a morir: endemias, epidemias y pandemias en México: análisis de larga duración 142, en la cual se incluyen trabajos que abordan la epidemia del cólera como el de Marciano Netzahualcoyotzin143 quien estudio el impacto del cólera en la parroquia de Tlaxcala, su impacto en la zona rural, su magnitud y las medidas de prevención que se tomarán ante tal epidemia. El trabajo de Paola Peniche Moreno144 “La casa reconstruida: los sobrevivientes del cólera de 1833 y la recomposición familiar. Parroquia de Ixil, Yucatán” es un estudio que no se ocupa de análisis los muertos por cólera sino que enfoca su análisis acerca de las consecuencias en la estructura de las familias posteriores a la epidemia del cólera, utilizando como fuente principal un padrón de almas de 1840 el cual le permite conocer las consecuencias de la epidemias en las estructuras familiares de seis años después del paso de la enfermedad en las familias de Ixil Yucatán.

141

Malvido Elsa y Peniche Moreno , Paola, “Los huérfanos del cólera morbus en Yucatán, 1833” en Historia Mexicana, v. 63, número 1 (249) julio-septiembre, (El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos: 2013): pp. 111-170. 142 Molina del Villar, América, Márquez Morfín, Lourdes, Hernández Pardo, Claudia Patricia, edits., El miedo a morir: endemias, epidemias y pandemias en México: análisis de larga duración. México: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-México), Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Universidad Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2013. 143 Netzahualcoyotzin Méndez, Marciano, “El cólera de 1833 y 1850 en la parroquia de Tlaxcala: mortalidad y medidas de sanidad”, en América Molina del Villar, Márquez Morfín, Lourdes, Hernández Pardo, Claudia Patricia, edits., El miedo a morir… pp. 183-204. 144 Paola Peniche Moreno, “La casa reconstruida: los sobrevivientes del cólera de 1833 y la recomposición familiar. Parroquia de Ixil, Yucatán”, en América Molina del Villar, Lourdes Márquez Morfín, Claudia Patricia Hernández Pardo, edits., El miedo a morir…pp. 205-220.

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Otro estudio es el titulado “Los soldados del Cuartel de dragones y el cólera de 1853 en la ciudad de Mérida, Yucatán”145, en este se estudió la epidemia desde la perspectiva de la bioarqueología analizando vestigios humanos. El estudio más reciente que tenemos a nuestro alcance sobre el cólera es el intitulado Cólera y Población, 1833-1854, Estudios sobre México y Cuba 146, México, obra que recoge una serie de trabajos que abordan esta epidemia que nos permiten conocer sus consecuencias en Cuba y en diversas regiones de México, esta obra se divide en dos apartados, en la primera parte titulada Caribe y zona sur se encuentran los trabajos de Beldarraín y Espinosa 147 quienes estudian el paso del cólera por La Habana Cuba; el trabajo de Carlos Alcalá Ferráez148 nombrado “Cólera morbus: condiciones de vida e impacto demográfico en la ciudad de Campeche, el de 1833”; el estudio de Marlene Falla Carrillo149 quien se ocupa de trabajar la epidemia en dos pueblos de Yucatán; Alicia Contreras150 aborda la misma zona de Yucatán pero para la epidemia de 1850 y Julio Contreras151 quien se encarga de estudiar el paso de esta enfermedad por la región del estado de Chiapas. En la segunda parte de esta obra se concentran trabajos de la zona norte del país como el de Cramaussel152, Medina y Ramírez 153, Dimas154, Talavera155 y Argumaniz156.

145

Oana Castillo Chávez y Rafael Burgos Villanueva “Los soldados del Cuartel de dragones y el cólera de 1853 en la ciudad de Mérida, Yucatán”, en América Molina del Villar, Lourdes Márquez Morfín, Claudia Patricia Hernández Pardo, edits., El miedo a morir…pp. 221- 238. 146 Alicia Contreras y Carlos Alcalá (editores), Cólera y Población, 1833-1854, Estudios sobre México y Cuba, México, El Colegio de Michoacán, Red de Historia Demográfica, 2014. 147 Beldarraín Chaple, Enrique y Espinosa Cortés, Luz María, “Cólera morbus, el eterno viajero llega a la Habana en 1833, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá, edits., Cólera y Población, 18331854… pp. 29-52. 148 Alcalá Ferráez, Carlos, “Cólera morbus: condiciones de vida e impacto demográfico en la ciudad de Campeche, el de 1833”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá, editores, Cólera y Población, 18331854… pp. 53-72. 149 Marlene Falla Carrillo, “Extensión e impacto demográfico del cólera morbus en Yucatan.1833, los pueblos de Citilcum y Tixkokob”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá (editores), Cólera y Población, 1833-1854… pp. 73-84. 150 Alicia Conteras Sánchez, “El cólera en Yucatán: 1848-1854” en Alicia Contreras y Carlos Alcalá (editores), Cólera y Población, 1833-1854… pp. 85-112. 151 Julio Conteras Utrera, “El cólera morbus de 1833-1834 en el estado de Chiapas”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá (editores), Cólera y Población, 1833-1854… pp. 113-145. 152 Chantal Cramaussel V., “El Cólera en el estado De Chihuahua, 1833, 1849 y 1851”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá, edits., Cólera y Población, 1833-1854…pp. 147-178.

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Otros de los aportes de esta obra es que en la introducción de la misma Lilia Oliver realiza un balance y análisis de los trabajos realizados sobre la epidemia del cólera, comenzando con el de Hutchinson de 1958 hasta el año 2012157 lo cual nos permite tener un panorama general acerca de la historiografía que existe alrededor de esta epidemia en el país. 2.2 El cólera de 1833 el puerto de Veracruz

Para el estado de Veracruz se encuentran trabajos que estudian el cólera como el realizado por Romeo Cruz158 sobre el impacto del cólera de 1833 en el puerto de Veracruz aborda la presencia de esta epidemia, las medidas preventivas que el gobierno considero aplicar para prevenir dicho mal, estudio el comportamiento del comercio de ultramar ante esta situación concluyendo que éste no se vio afectado. El estudio que realiza Gonzáles García159, desde fuentes de primera mano como

las actas de cabildo y los archivos parroquiales y presenta un estudio

histórico social de la epidemia del cólera de1833 en Xalapa y de las medidas tomadas por las autoridades de la época para tratar de prevenir y atacar la enfermedad, aunque en este trabajo se cuantifica la información encontrada en las partidas de defunciones, no se utiliza una metodología demográfica, ni se ahonda

153

José Medina Bustos y Viviana Ramírez arroyo, “La epidemia de cólera de 1850-1851 en Sonora”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá (editores), Cólera y Población, 1833-1854… pp.179208. 154 Tomás Dimas Arenas “Las rutas de contagio y medidas de prevención contra el cólera en el siglo XIX y la epidemia de 1849-1850 en Sombrerete, Zacatecas”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá (editores), Cólera y Población, 1833-1854… pp. 209-230. 155 Oziel Talavera Ibarra, “La muerte violenta en Michoacán y en Uruapan”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá (editores), Cólera y Población, 1833-1854, Estudios sobre México y Cuba, México, El Colegio de Michoacán, Red de Historia Demográfica, 2014.231-270. 156 Argumaniz Tello, Juan Luis, “La epidemia del cólera de 1850-1851 en Guadalajara. Jalisco. Estudio demográfico por medio de dos de las parroquias de la ciudad”, en Alicia Contreras y Carlos Alcalá (editores), Cólera y Población, 1833-1854… pp. 271-294. 157 Véase: Lilia Oliver Sánchez, “Introducción”, en Contreras y Alicia, Alcalá, Carlos., p. 9-26 158 Cruz Velázquez, Romeo "Impacto del cólera en el puerto de Veracruz", en Sonia Pérez Toledo, René Elizalde Salazar y Luis Pérez Cruz (eds.), Las ciudades y sus estructuras. Población, espacio y cultura en México, siglos XVIII y XIX, México, Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa, Universidad de Tlaxcala, 1999, pp. 47-60. 159 Arsenio Gonzáles García, “El cólera de 1833: un estudio de caso de Xalapa Ver.”, Tesis de licenciatura. Facultad de Historia. Universidad Veracruzana. 2011.

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en los archivos parroquiales más que en el mero campo del conteo y la transcripción de los registros solo de las defunciones por cólera. En el trabajo La mortalidad y las estructuras sociodemográficas del pueblo de Xalapa, 1789-1837160en relación a la epidemia del cólera de 1833, este trabajo brinda datos muy interesantes acerca de las zonas que se vieron afectadas por esta epidemia: Papantla, Veracruz, Córdoba, Orizaba y Xalapa. Se estima en 17,000 el total de fallecimientos en la Provincia de Veracruz; 853 enfermos y 162 decesos por cólera en Xalapa, entre los meses de septiembre a diciembre. Con todo ello la autora concluye que se encuentra que en el siglo XIX las epidemias, si bien eran importantes, no llegaron a diezmar la población xalapeña y por lo tanto a determinar un crecimiento negativo de la población.161 José Ronzón se enfoca en el área del Caribe para el estudio de las epidemias, su impacto y la sanidad, en sus trabajos 162 ha realizado valiosos aportes acerca de la relación del puerto de Veracruz en esta área caribeña relacionando factores como el clima, el comercio portuario, las condiciones similares entre los diversos puertos caribeños. Dentro de los trabajos sobre el cólera en Veracruz dentro de los más recientes esta “El cólera de 1833 en Xalapa"163, estudio en el cual se da un recuento de los orígenes y la presencia de la epidemia en diversas regiones de México, así como su llegada al estado de Veracruz y cómo fue su impacto en Xalapa, cuáles fueron las medidas que se tomaron por parte de las autoridades y algunas de las reacciones sociales de los pobladores ante este mal.

160

Silvia M. Méndez Maín, “La mortalidad y las estructuras sociodemográficas…” pp. 275-290. Méndez Maín, Silvia M. “La mortalidad y las estructuras sociodemográficas…” pp. 289-290. 162 Ronzón, José "El panorama epidémico en el Golfo de México”, “Los puertos de La Habana, Veracruz y New Orleans en la segunda mitad del siglo XIX", en Papeles de población, vol. 4, núm. 16, abril-junio, Universidad Autónoma del Estado de México, 1998. 1998, pp. 167-179. José Ronzón, Sanidad y modernización en los puertos del Alto Caribe, México, Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, 2004. 163 Méndez Maín, Silvia M. “El cólera de 1833…” 161

57

También tenemos el trabajo titulado “La mortalidad en las principales villas y ciudades de Veracruz, 1825-1835”164 se presenta un panorama de la mortalidad general de Xalapa y del puerto de Veracruz en esta investigación se menciona la presencia del cólera en ambos lugares.

2.3 Mortalidad o Crisis Demográfica: El índice de Dupâquier

A lo largo de la historia de la humanidad las poblaciones se han tenido que enfrentar a diversas catástrofes ya sean por causa naturales, por hambrunas, epidemias o por guerras, trayendo como consecuencias crisis de todo tipo para los habitantes del lugar o región afectados, por ello es que para el historiador todo tipo de crisis tiene un “sentido”, el mismo de la economía y de la sociedad en las que se insertan esos accidentes necesarios del crecimiento”165 Dentro de toda esta serie de crisis las demográficas son uno de los factores más importantes en la conformación de la dinámica demográfica de las poblaciones de Antigua Régimen. Estas poblaciones se debieron enfrentar continuamente con este tipo de crisis y éstas causaban severos cambios a corto, mediano y largo plazo en su evolución.166 Las crisis demográficas como lo menciona Pescador167 originalmente mal llamadas “crisis de mortalidad”, no significan únicamente una fuerte y rápida alza en la mortalidad de una población, sino que éstas causan una completa alteración a la dinámica demográfica de la población que las vive trayendo como consecuencia una serie de cambios y trastornos radicales en las curvas de concepciones, nacimientos y matrimonios.

164

Bonillla Castañeda, Joanny M., “La mortalidad en las principales villas y ciudades de Veracruz, 1825-1835”, Ponencia presentada en mesa de Demografía histórica de la XII Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México, Universidad Iberoamericana, México, D.F, 28-30 mayo de 2014. 165 Jaques Le Goff, Hacer la Historia…p. 59. 166 Pescador, Juan Javier, De bautizados a fieles difuntos. México: El Colegio de México, Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano, 1992, p. 90. 167 Juan Javier Pescador. De bautizados a fieles difuntos… p. 90.

58

Los aspectos demográficos de las crisis demográficas son claramente característicos de las mismas e identificables. El primero y más importante lo conforma un alza excesiva y violenta de la mortalidad, aumento frente al cual la medicina de la época es totalmente incapaz de nulificar o siquiera disminuir. Otro aspecto tradicional en las crisis demográficas es la caída de los matrimonios. 168 En ese sentido podemos decir que la mortalidad del año de la epidemia del cólera cumple con las características de una crisis demográfica se elevaron las defunciones pasando de 293 defunciones en el año de 1832 a 774 defunciones en 1833, este aumento excesiva no pudo ser detenido por las autoridades de la época sobre todo porque para ese momento aún no se conocía que causaba la enfermedad ni los medios y formas de contagio y las caídas en los matrimonios es un factor que queda pendiente de medir. Las causas de las crisis demográficas han sido temas de amplios debates que diversos autores sean historiadores y demógrafos sostienen que éstas fueron causadas por las crisis de subsistencia, otros basan la importancia epidemias contemplándolas incluso muy

por encima de las coyunturas agrícolas y

económicas en general. Es un hecho -señala Pierre Chaunu- que había crisis de subsistencias que no desembocaban en grandes mortandades, lo mismo que hubo violenta alzas en la mortalidad que no estuvieron precedidas por periodos de carestía.169 Las crisis son una constante en la población de la época del siglo XIX y situaciones detonantes eran las que también fomentaban su causa, como el hecho de que durante la guerra de independencia se dieron muchas transformaciones y afectaciones en todo los aspectos sociales, los cuales no dudamos acarrearon consigo crisis en general y epidemias. Ya que como lo menciona Pescador Aunque el hecho de que las crisis se desaten en momentos coyunturales sugiere que éstas son más que nada un trastorno pasajero de la evolución poblacional de un grupo humano, el análisis de éstas en el largo plazo permite descubrirlas como

168 169

Juan Javier Pescador. De bautizados a fieles difuntos… p. 93. Juan Javier Pescador. De bautizados a fieles difuntos…p. 92.

59

un rasgo inherente a las poblaciones de Antigua Régimen, esto es, como un resultante periódica de la dinámica demográfica de tales conjuntos. 170

La importancia de las crisis demográficas radica no solo en el impacto que tienen al momento de su ocurrencia sino que posteriormente acarrean consecuencias para las generaciones futuras pues los efectos demográficos de crisis de este tipo causa perturbaciones en las estructuras familiares, distorsión en las pirámides de edades de la población atacada teniendo como consecuencia que surjan “generaciones mermadas o melladas”.171 Cabe destacar que otra de las características de las crisis demográficas es que posteriormente las poblaciones tendían a recuperarse demográficamente, ya fuese aumentando los matrimonios o los nacimientos. Ya que las crisis demográficas estaban, de esta manera, situadas en el centro de la puesta en marcha de los mecanismos auto reguladores de las poblaciones de Antigua Régimen.172 La demografía histórica tiene metodologías e instrumentos que podemos utilizar para medir la magnitud e intensidad de las crisis demográficas en las poblaciones de antiguo régimen, pero el diseño y la construcción de estos instrumentos no ha sido tarea fácil, sobre todo cuando se tienen datos y series imperfectas y que no siempre tienen una cobertura completa, característica general de los registros parroquiales, pero algunas parroquias si ofrecen estos datos.173 Y en ese sentido la ventaja de los registros de las parroquia de Veracruz es que cuenta con las series completas que se requieren para poder aplicar el índice además de tener los datos completos están en buen estado y con cierta dificultad pero legibles. Aunque existen otras metodologías para conocer la magnitud y la intensidad de las crisis demográficas como el índice Del Panta- Livvi Bacci u otras

170

Juan Javier Pescador. De bautizados a fieles difuntos…p. 92. Juan Javier Pescador. De bautizados a fieles difuntos…p. 93. 172 Juan Javier Pescador. De bautizados a fieles difuntos…p. 93. 173 Juan Javier Pescador. De bautizados a fieles difuntos…p. 93. 171

60

donde se requiere tener las series de bautizos y matrimonios del periodo estudiado, por ejemplo para poder obtener tasas de mortalidad se necesita tener la cifra total anual del año que se quiera analizar sin embargo hay un acuerdo general entre los especialistas en que el índice propuesto por Jacques Dupâquier en 1975 en Montreal está entre los que mejor se adaptan a las fuentes de la época.174 Ya que entre una de sus bondades está que no requiere el número de la población total solamente con los cifras totales de defunciones se puede aplicar. Por ellos nos avocamos a trabajar esta metodología por que la fuente nos permitió obtener los datos y porque para la época no contamos con la cifra de la población total para obtener la tasa de mortalidad por cólera, pero con este modelo obtendremos una aproximación del impacto demográficos de esta epidemia. El índice de Dupâquier175 es un indicador que cuenta con tres versiones para su cálculo las cuáles el mismo autor a lo largo de su utilización fue modificando, en su primera versión utiliza los diez años anteriores al año de crisis, para los cálculos de media M(x)y desviación típica D(x). De acuerdo al autor es más confiable que en las parroquias pequeñas se utilice una segunda versión que consiste en utilizar cinco años anteriores y cinco años posteriores al de la crisis. Posteriormente hizo otra tercera versión en la cual se elimina el año inmediato anterior y el inmediato posterior al año de crisis, considerando que estos tendrían efecto adverso, ya que podrían estar relacionados con el año del evento al ser parte de la misma crisis.176 La tercera versión se considera que está menos propensa a efectos aleatorios en comunidades pequeñas.177

174

Juan Javier Pescador. De bautizados a fieles difuntos…pp. 93-94. Dupâquier, Jacques, “L´analys estatistique des crises de mortalite”, en Charbounneau, Hubert y André Larose (edición), The great mortalities: methodological studies of demographic crises in the past. Ordina editions, 1979, Liege: Belgica.pp. 84-92. 176 Dupâquier, Jacques, “L´analys estatistique des crises…” pp. 84-92. En Talavera Ibarra, Oziel Ulises. Documento “Versiones del índice de Dupâquier” Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Texto proporcionado por el autor. 177 Talavera Ibarra, Oziel Ulises, Documento “Versiones del índice de Dupâquier” Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Texto proporcionado por el autor. 175

61

Para explicar de lo que se trata el índice de Dupâquier el documento “Ejercicio didáctico para cálculo del índice de Dupâquier” proporcionado por Mario Alberto Magaña Mancillas fue esencial y de gran utilidad para el desarrollo de este ejercicio. El modelo o índice de Dupâquier, tiene su expresión matemática en la fórmula siguiente: I(x) = [D(x) – M(x)] / S(x)178 Las escalas de magnitud de las crisis, según este indicador clasifica las crisis en 6 categorías, desde la crisis menor, que corresponde a intensidades entre 1 y 2, hasta una magnitud de “catástrofe”, con intensidades de 32 o más lo que implicaría una afectación al devenir demográfico de una población que pudiera poner en riesgo su propia existencia y reproducción179 (ver Cuadro 3). Cuadro 4. Escalas de magnitud de crisis demográficas según Dupâquier. Magnitud 1 2 3 4 5 6

Rango 1> 2> 4> 8> 16 > 32 >

I(x)

Rango

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