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UNIVERSIDAD VERACRUZANA Facultad de Antropología TITULO DEL TRABAJO “Lágrimas y deseos. Reflexión en torno al uso del dolor como disciplina y control

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA Facultad de Antropología TITULO DEL TRABAJO “Lágrimas y deseos. Reflexión en torno al uso del dolor como disciplina y control del cuerpo. Casos de la ciudad de Puebla”

TRABAJO RECEPCIONAL EN LA MODALIDAD DE:

ENSAYO Que para obtener el título de:

LICENCIADA EN ANTROPOLOGÍA HISTÓRICA PRESENTA:

Carmen Sabina Garcés Bonilla DIRECTORA:

Mtra. Cristina María Millán Vásquez

XALAPA, VER.

MAYO 2014

Agradecimientos: Quiero agradecer a todas las personas que me apoyaron durante este tiempo, especialmente a Pilar Sabina Bonilla Fernández, José Alfonso del Carmen Garcés Báez y Esdras Alfonso Garcés Bonilla; mis papás y mi hermano por todo su apoyo. Agradecer a todos los que fueron mis profesores en la Facultad de Antropología, especialmente a Cristina María Millán Vásquez, Federico Colín Arámbula y Guadalupe Osorno Maldonado; quienes fueron mi asesora, mi profesor de Experiencia Recepcional y mi lectora. Muchas gracias por todo lo que me apoyaron. Quiero agradecer a todas aquellas personas que participaron en este trabajo, a todos mis seres queridos, amigos y personas cercanas en general, todos están en mi pensamiento y en mi corazón.

1

Índice.

Preámbulo

4

Introducción

5

Metodología

6

Marco teórico

8

1. El cuerpo doliente

18

1.1 El estudio del dolor y su significación social desde la antropología histórica

18

1.2 El dolor utilizado para disciplinar y controlar al cuerpo: casos de la ciudad de Puebla

31

2. El dolor como disciplina y control del cuerpo

37

2.1 Usos del dolor

37

2.2 Usos sociales del dolor

46

2.3 Castigar y disciplinar al cuerpo

54

3. La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor: casos de la ciudad de Puebla

61

3.1 La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor

61

3.1 La disciplina y control del cuerpo en los conventos novohispanos de la ciudad de Puebla

71

3.2 El exvoto como representación del dolor en la ciudad de Puebla

83

4. Reflexión final

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5. Bibliografía

99

2

Índice de imágenes.

Imagen 1. Fotografía del templo de San Francisco

74

Imagen 2. Fotografía del templo de Santo Domingo

75

Imagen 3. Fotografía del templo del Carmen

75

Imagen 4. “El lirio de Puebla”

83

Imagen 5. Fotografía de la plazuela de “Los sapos”

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Imagen 6. Fotografía de exvoto

91

Imagen 7. Fotografía de exvoto

92

Imagen 8. Fotografía de exvoto

92

Imagen 9. Fotografía del “Niño cieguito”

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Imagen 10. Fotografía del altar del “Niño cieguito”

93

Imagen 11. “El señor de las maravillas”

94

Imagen 12. Fray Sebastián de Aparicio

95

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Preámbulo

El dolor es una experiencia corporal esencial del ser humano y forma parte de nuestra propia historia. Durante nuestra vida experimentamos a través de nuestro cuerpo distintas sensaciones que nos impactan a tal grado que éstas quedan grabadas en la memoria y puede llegar a representar una de las experiencias que nos pueden resultar más traumáticas. Por esto mismo, a lo largo de la historia, el ser humano le ha dado distintos significados y usos sociales a esta experiencia, en gran medida influenciada por la religión.

Como la antropología histórica nos permite involucrarnos y comprender la condición humana, tenemos la oportunidad de analizar el comportamiento del ser humano frente al dolor; no únicamente la manera en la que la persona lo experimenta en su cuerpo, sino también como es que también lo puede utilizar. En este trabajo se reflexiona sobre el uso del dolor como forma de disciplinar y de controlar el cuerpo, utilizando como objeto casos específicos de la ciudad de Puebla, los cuales dan pie a distintas reflexiones; también se aborda el tema sobre la manera en que el dolor y el padecimiento humano puede ser representado de diversas formas, como es el caso de los exvotos.

4

Introducción. Este ensayo propone desde la perspectiva de la carrera de Antropología Histórica y de la línea de investigación de Cuerpo y Sexualidad una reflexión acerca de una faceta del ser humano con respecto a su cuerpo; la manera en que éste experimenta el dolor. Tomando en cuenta y siendo conscientes de que el dolor puede ser utilizado para distintos fines, a través de diversos usos sociales; en este trabajo se reflexiona sobre su utilización como un medio para la disciplina y el control del cuerpo, a partir de casos específicos de la ciudad de Puebla. El primer capítulo del ensayo, que se titula “El cuerpo doliente” está compuesto por dos apartados; el primero se titula “El estudio del dolor y su significación social desde la antropología histórica”; en el cual se reflexiona acerca de las distintas concepciones que puede haber en torno al cuerpo y al dolor, así como en la importancia de aquellas cosas sencillas y cotidianas que son primordiales en nuestro sentir, se reflexiona también acerca de la importancia del aspecto histórico que nos ayuda a comprender procesos. El segundo apartado se titula: “El dolor utilizado para disciplinar y controlar al cuerpo: casos de la ciudad de Puebla”, y en él se hace una reflexión que surge a partir de las experiencias, opiniones, sensaciones y sentimientos de las personas que fueron encuestadas durante la investigación de campo. El segundo capítulo se titula: “El dolor como disciplina y control del cuerpo”, el cual está compuesto por tres apartados; el primero se titula “Usos del dolor”, en el que se hace una reflexión sobre esos usos que le son asignados al dolor, sobre la manera en la que el cuerpo puede llegar a ser utilizado como un instrumento, sobre cómo la manera de sentir puede repercutir en las relaciones sociales y la manera en que a lo largo de la historia se ha utilizado el dolor para escarmentar. El segundo apartado de este capítulo es el dedicado a los “Usos sociales del dolor”, en el cual se reflexiona lo referente a esos usos sociales que se le han asignado al dolor más allá de los usos biológicos, así como la manera en la que repercuten en las actividades cotidianas. El tercer apartado de este capítulo se titula: “Castigar y disciplinar al cuerpo”, en el que se trata la manera en como a lo largo de la historia podemos ver ejemplos en los cuales el dolor se ha utilizado 5

para la corrección de la conducta y para amedrentar, acerca de la manera en como el castigo tiene un propósito. El tercer capítulo se titula: “La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor: casos de la ciudad de Puebla”, el cual a su vez está compuesto por tres apartados; el primero es: “La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor”, en el cual se reflexiona acerca de la influencia que puede ejercer la religión en la concepción del dolor, la manera en que influye en los comportamientos, así como las diferencias y relaciones que puede haber entre distintas religiones; el segundo apartado se titula: “La disciplina y control del cuerpo en los conventos novohispanos de la ciudad de Puebla”, en el que se reflexiona en torno a un ejemplo en la historia que se encuentra relacionado con el apartado anterior; el último apartado se titula: “El exvoto como representación del dolor en la ciudad de Puebla”, en cual podemos reflexionar acerca de otro ejemplo en el que es posible ver la manera en la que el dolor puede ser representado. La reflexión final surge a partir de todas aquellas distintas reflexiones, que a su vez que se muestran a lo largo del trabajo, todo aquello que nos puede dar en que pensar.

Metodología. Para la realización de este ensayo fue primordial la investigación; tanto documental en distintas bibliotecas de las ciudades de Xalapa, México D.F. y Puebla; como de campo, a través de la aplicación de encuestas a hombres y mujeres en distintos espacios de la ciudad de Puebla, en los que diariamente se puede observar un gran flujo de personas, como son: el Zócalo, la plazuela del Teatro Principal, la plazuela Lic. Vicente Lombardo Toledano, la plaza de la Democracia y Ciudad Universitaria. Las encuestas fueron realizadas durante los dos períodos de práctica de campo en el año 2012.

El acercamiento con las personas participantes en la investigación, se basó en la propuesta de Jesús Galindo Cáceres1, quien en su obra “Sabor a ti. Metodología 1

Licenciado en Comunicación, maestro en Lingüística, doctor en Ciencias Sociales

6

cualitativa en investigación social”, menciona que cuando una persona solicita información de otra, aquel que busca la información define el principio de la situación, abre la posibilidad de comunicación y es quien tiene la responsabilidad de las consecuencias del contacto, el marco de la experiencia que surge es el trabajo de campo que guía al proceso de investigación como una vivencia de exploración constante, la exploración es el primer componente de la experiencia del conocimiento2; por otra parte, tomé las pautas para la realización de un ensayo académico de acuerdo a lo que las autoras Socorro Sánchez y Norma I. Albaladejo3, en su obra “Guía para la elaboración y presentación de un ensayo”, mencionan las características que debe tener este tipo de género discursivo como son: poseer una estructura libre, la cual va desde lo descriptivo hasta la interpretación del tema; ser una reflexión que parte de la reflexión de otros, debe convencer con los argumentos que se exponen y tener un carácter discursivo, pues las ideas se entrelazan en forma organizada para dar lógica al escrito 4. También considero lo propuesto por la autora Yildret del Carmen Rodríguez Ávila 5 con relación a las características de un ensayo, pues menciona que en él, pueden tratarse temas de distinta índole, como son: filosóficos, literarios, artísticos y humanísticos; esta autora dice que se debe escribir desde lo personal y subjetivo del autor. Su labor es ofrecer una interrogante al lector, dejarlo en la duda y hacerlo partícipe para que difiera o afirme el texto6. Por otra parte, considero importante lo que menciona Gregorio Delgado García7, acerca de que no es posible concebir un miembro de la comunidad social sin el conocimiento de su historia, el autor sostiene que la historia es una de las ramas más importantes del conocimiento humano porque es la base fundamental de todo profesional e imprescindible para la formación ideológica de los ciudadanos de cada país 8. 2

Galindo Cáceres Luis Jesús (1997) Sabor a ti: Metodología cualitativa en investigación social; Universidad Veracruzana; Xalapa, México 3 Profesoras de la Universidad Metropolitana de Puerto Rico 4 Sánchez Socorro, Albaladejo Norma I.; Guía para la elaboración y presentación de un ensayo, Universidad Metropolitana 5 Profesora en Lengua, especialista en promoción de la lectura y escritura. 6 Rodríguez Ávila Yildret del Carmen (2007), El ensayo académico: Algunos apuntes para su estudio, Sapiens Vol. 8, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas, Venezuela 7 Historiador y médico cubano de la Universidad de La Habana 8 Delgado García Gregorio, Conceptos y metodología de la investigación histórica, Revista Cubana de Salud Pública, N.36, 2010

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Asimismo, consideré los ejercicios de escritura y reflexión de María Teresa Serafini9 en su obra “Como se escribe”, en lo referente a la organización de las ideas para realizar un trabajo escrito, pues es importante la elección de las ideas principales dentro de un tema, dentro de esta tarea es importante elegir ideas que vamos a desarrollar de una forma correcta; cada una de ellas exige concentración y capacidad para examinar un problema dentro de su complejidad10

Marco teórico. El proceso de investigación documental sirvió para conocer lo que diferentes autores, de diversos campos de estudio, conciben como el dolor y su función; esto permitió conformar un marco teórico conceptual a través del cual analizar ese aspecto de la realidad que me interesaba conocer. El dolor es parte de los seres humanos, nadie tiene la certeza de poder librarse de él, puede ser visto de distintas maneras y también ser utilizado para distintos fines. Aparece frente a nosotros con distintas caras y distintos usos con los cuales estamos en contacto en nuestra vida cotidiana, pues son parte de nuestro entorno. El dolor puede ser un maestro, un enemigo, una disciplina, un mensajero, una fortaleza, una advertencia, un castigo o un instrumento de poder y de control. A continuación menciono a los autores y los conceptos que he elegido de cada uno de ellos para la realización del ensayo. Emanuele Amodio11 nos refiera a la antropología histórica, menciona que esta antropología se interesa en estudiar la sociedad en su sincronía, cruzando los niveles estructurales con los conformados por los acontecimientos12. Aquellas características que menciona Amodio son fundamentales, pues durante el ensayo se toma en cuenta la perspectiva histórica. Moisés González García13 habla acerca de que la historia de la humanidad también ha sido la historia de la crueldad. Nos dice que el sufrimiento y el dolor 9

Graduada en Letras Modernas por la Universidad de La Sapienza de Roma, maestra en Lingüística por la Universidad de Standford 10 Serafini María Teresa (1996), Cómo se escribe, Paidós, México D.F. 11 Profesor de la Universidad Central de Venezuela 12 Amodio Emanuele (2010), El silencio de los antropólogos. Historia y Antropología: Una ambigua relación, en Arbor, Ciencia, Pensamiento y Cultura, No. 743, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela 13 Catedrático de Historia de la Filosofía Medieval y Renacentista

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han sido poderosos medios empleados para que las leyes, las costumbres, las jerarquías y los códigos morales se impusieran y quedaran grabados en la memoria de los hombres14. He elegido el concepto de este autor porque no se puede hablar de dolor sin antes considerar a la historia, la cual siempre ha estado caracterizada por la crueldad y el sufrimiento de diversas maneras; es por eso que no puede considerarse como un fenómeno aislado o que ha surgido recientemente. Ana María Pérez15 menciona como la significación social se encuentra relacionada con el conjunto de representaciones sociales que elaboran las sociedades y los grupos a lo largo de su historia y son los medios por los cuales se nombran, se definen e interpretan los diferentes aspectos de la realidad de todos los días16. Es importante considerar el origen de la manera en cómo interpretamos nuestra realidad, dentro de esta realidad se encuentra la experiencia con el dolor con la cual el ser humano se enfrenta en algún momento de su vida y forma parte de su cotidianeidad. Por su parte, Peter Burke17 nos dice que la nueva historia es aquella que se dedica a estudiar casi cualquier actividad humana, por la razón de que todo tiene un pasado, todo tiene una historia que se puede reconstruir y relacionar con el resto del pasado; en ella se toman en cuenta los puntos de vista de la gente común y corriente, la gente común que hace la historia18. Lo que menciona el autor es fundamental en este trabajo, pues es un acercamiento con la gente común y la historia; la historia que se encuentra ligada a la vida de cada una de las personas. Jim Sharpe19 habla acerca de la importancia de abrir nuestra mente a distintas perspectivas, pues tradicionalmente se considera que la historia se concibe como el relato de los acontecimientos de grandes personalidades, pero explorar

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González García Moisés (2006), Filosofía y dolor, Editorial Tecnos, España, Madrid Licenciada y doctora en psicología por la Universidad Complutense de Madrid 16 Pérez Ana María (1996), Los significados sociales en torno al trabajo, Revista Latinoamericana de Psicología, Vol. 28, núm. 1, Fundación Universitaria Konrad Lorenz, Colombia 17 Historiador inglés 18 Burke Peter (1996), Obertura: La nueva historia, su pasado y su futuro en Formas de hacer historia, Alianza Editorial, Madrid 19 Profesor en el Departamento de Historia de la Universidad de York 15

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otras fuentes nos permite conocer otras perspectivas del pasado20. Estas nociones son fundamentales, pues en este ensayo se aborda a la historia desde distintas perspectivas que a su vez se encuentran ligadas entre sí. Cuando Cristóbal Pera21 habla acerca del cuerpo, habla de ese cuerpo humano como lugar donde se asientan el dolor y el placer; se refiere al dolor como un mensajero que nos quiere avisar algo, incluso proteger, cuando, por ejemplo, con un gesto de reflejo aleja al cuerpo del agente agresor22. Esta noción del cuerpo es fundamental, pues el ensayo aborda el tema del dolor desde la perspectiva de la Línea de Investigación de Cuerpo y Sexualidad. Otro autor que maneja esta noción es Javier Moscoso23, pues para él, el cuerpo es ese ejemplo en diferentes representaciones, diferentes han sido sus usos y también sus formas de consumo24. Juan David Nasio25 reflexiona acerca de la percepción, la cual, en el caso del dolor, graba en la persona la imagen de ese lugar lesionado en el cuerpo, de esa parte suya, esta imagen queda en la conciencia, la representación mental de aquella parte de su cuerpo que se encuentra lesionada26. La noción de percepción es muy importante porque cada individuo percibe de una manera distinta el dolor en su cuerpo y son muchos factores los que intervienen en la misma. Para Lluís Duch27 y Joan Carles Mélich28, los sentidos corporales, son aquellos que son imprescindibles para expresar la vida psíquica y espiritual del ser humano29. El hablar de estos sentidos es hablar del cuerpo, pues todos los utilizamos en todo momento y se encuentran involucrados cuando llegamos a experimentar dolor.

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Sharpe Jim (1996), Historia desde abajo en Formas de hacer historia, Alianza Universidad, Madrid, España Catedrático de cirugía y profesor de la Universidad de Barcelona 22 Pera Cristóbal (2006), Pensar desde el cuerpo. Ensayo sobre la corporeidad humana, Triacastela España, Madrid. 23 Profesor investigador de Historia y Filosofía de las Ciencias en el Instituto de Filosofía del CSIC, Doctor en Filosofía 24 Moscoso Javier (2011), Historia cultural del dolor, Taurus, México 25 Psicoanalista argentino 26 Nasio Juan David (2007), El dolor físico, Gedisa Editorial, Barcelona España 27 Doctor en Antropología y Teología de la Universidad de Tübingen 28 Licenciado en Filosofía y doctor en Ciencias de la Educación 29 Duch Lluís, Mélich Joan Charles (2005), Escenarios de la corporeidad, Editorial Trotta, Madrid, España 21

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Carmen López Sáenz30 habla de la búsqueda de la conciencia corporal, destaca el valor del cuerpo vivido, cuerpo vivido como un horizonte y un motor de la experiencia en las relaciones que entablamos con las demás personas31. El concepto de conciencia corporal se encuentra unido a la vida, pues esa conciencia la vamos adquiriendo a través de distintas experiencias en las que nos involucramos y se encuentra muy ligado a lo que dice Moisés González García32, él nos refiere a esa existencia sensible que tiene el ser humano, la cual es parte del sentir del cuerpo33. Todos nos encontramos involucrados con todas esas sensaciones, con ese sentir que nos caracteriza. Luc Bolansky34 hace referencia a esa atención que tenemos los seres humanos con nuestro cuerpo, la cual aumenta en medida que disminuye la actividad física 35. El concepto que utiliza este autor nos refiere a la vida cotidiana y a la manera en cómo los seres humanos nos llegamos a desligar de nuestro cuerpo, olvidándolo por momentos a causa de las ocupaciones y obligaciones que día a día tenemos que cumplir. En el ensayo son fundamentales las nociones que se encuentran relacionadas con el dolor y el sufrimiento: David Le Breton36 menciona que el dolor es íntimo pero también está impregnado de materia social, cultural, relacional, y es fruto de una educación37. Esta noción acerca del dolor implica la manera en como nuestra individualidad a su vez se ve permeada por todo nuestro entorno, por todo aquello que nos rodea y es importante tomarlo en cuenta para poder comprender la manera en cómo se desarrolla, pues ningún ser humano se encuentra aislado. María Luisa Pfeiffer38 dice que la enfermedad es aquello que tiene relación con la divinidad, puede ser un signo de elección, un premio o incluso un castigo39. Con

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Licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Barcelona y doctora en Filosofía por parte de la Universidad Autónoma de Barcelona 31 López Sáenz Ma. Carmen (2010), Hermenéutica del cuerpo doliente-dolido desde la fenomenología del sentir, en Investigaciones Fenomenológicas, Vol. Monográfico 2: Cuerpo y alteridad, Madrid, España 32 Catedrático de Historia de la Filosofía Medieval y Renacentista 33

González García Moisés (2006), Filosofía y dolor, Editorial Tecnos, España, Madrid Profesor Emérito de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París 35 Bolansky Luc (1975); Los usos sociales del cuerpo, Ediciones Periferia, Argentina 36 Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Ciencias Humanas Marc Bloch de Estrasburgo, doctor en Sociología por la Universidad de Tours 37 Le Breton David (1999), Antropología del dolor, Seix Barral Los Tres Mundos, Barcelona, España 38 Doctora en filosofía por la Universidad de París y docente de Bioética en la Universidad de Buenos Aires 34

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esto podemos ver nuevamente la manera en como el sufrimiento de cualquier tipo suele estar ligado a la religión, pues existen distintas maneras de interpretarlo; dentro de todas ellas se encuentra el sentir humano. Entre los distintos usos que existen del dolor se encuentra el castigo para amedrentar y corregir; Michel Foucault40 menciona que el castigo es una función social compleja, esta función tiene un papel dentro de nuestra sociedad, pues el castigo no es algo que surge como una coincidencia, es algo que busca un fin 41. Este concepto es importante porque el castigo es un uso social que se le ha dado al dolor a lo largo de la historia y el cual incluso en nuestra actualidad podemos apreciar. Julio González Zapata42 habla acerca de una de las formas para someter al cuerpo, la tortura hecha por parte de las autoridades religiosas; la tortura era aquello que no únicamente tenía como fin hacer sufrir y despedazar al cuerpo, sino también, salvar el alma43. El concepto de tortura es importante porque es la manera en que no únicamente se utiliza el dolor, sino que se busca el completo sometimiento del ser, el deshacer el cuerpo; sin embargo, podemos darnos cuenta de que en muchas ocasiones se considera el hecho de que el ser humano no es únicamente la carne, pues de alguna manera queda pendiente el hecho de que algo más como es el alma, también tiene un papel fundamental. En otro sentido, Ana Barragán Solís44 dice que la experiencia del dolor es una construcción singular, pero también es colectiva 45. Como podemos ver, a pesar de que cada ser humano tiene su propia individualidad y su propio sentir, siempre va a compartir y va a existir la afinidad con otros seres humanos; es por eso que a pesar de que es una experiencia muy personal, siempre tendrá una repercusión en los otros seres, puede ser compartido, aunque no de la misma manera. Esto se 39

Pfeiffer María Luisa (1998), El cuerpo enfermo en Ágora Papeles de Filosofía, Vol.17 No.1, Universidad de Buenos Aires 40 Filósofo e historiador francés 41 Foucault Michel (2008), Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Siglo Veintiuno Editores, México D. F. 42 Profesor en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, Colombia. 43 González Zapata Julio, La práctica del cuerpo en las prácticas punitivas. De la disciplina al control, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia”, Colombia 44 Doctora en Antropología, línea de semiótica y hermenéutica. Profesora Investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia ENAH- INAH, México. 45 Barragán Solis Ana (2006), El dolor crónico: Una visión antropológica de acuerdo a familiares y pacientes Archivos en Medicina Familiar, vol 8, num. 2, Medigraphic Artemisa en línea

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encuentra relacionado con lo que dice Dulce María Martínez López46 acerca de que esa interpretación personal del dolor en el ser humano47, es aquella que se puede desarrollar y permite padecer el dolor propio y también el de otros individuos de su especie; ser empático con el sufrimiento es una característica del ser humano. Ana María Tapia Adler48, menciona un elemento importante dentro del judaísmo, el bikur jolim; que es aquella visita que se hace a los enfermos, se hace porque es un deber el brindarles comodidad, también reanimarlos y orar para que se recuperen49. Como podemos ver, esta noción es parte de esa empatía que siente el ser humano frente al dolor de otros, pues a pesar de que es otra persona la que está sufriendo; dentro de esta concepción está la preocupación por esa comodidad que debe sentir la persona y que se considera es parte del deber el brindarla. Anton P. Baron50, refiere a otro concepto que se encuentra ligado con lo espiritual, refiere el caso del budismo, pues la vida es aquello que se encuentra lleno de sufrimientos e insatisfacciones y el apego a toda clase de deseos es el origen del sufrimiento51. En esta concepción nos damos cuenta de la manera en cómo se considera en donde es que tiene su origen el sufrimiento y es fundamental para la manera en cómo consideramos a esta experiencia por la que atraviesa el ser humano a lo largo de su vida. Por su parte, Ayman Al Shboul52, resalta la importancia que tiene el control del cuerpo por dentro y por fuera en el Islam, el cuerpo tan sólo es una proyección de lo que sucede en la mente, ahí aparece el dolor y el sufrimiento53. El concepto del cuerpo para este autor es desde la perspectiva del Islam, pues la manera en cómo 46

Médica psiquiatra, adscrita al servicio de Psicooncología del Instituto Nacional de Cancerología de la Universidad Nacional Autónoma de México 47

Martínez López Dulce María (2006), El manejo del dolor; aspectos bioéticos, Revista Digital Universitaria, Vol. 7, No.4, México 48

Directora del Centro de Estudios Judaicos, Universidad de Chile Tapia-Adler Ana María (2008), Concepción de la muerte en el judaísmo, en Revista Cultura y Religión 50 Filósofo e investigador polaco 51 Baron Anton P. (2001), Vida y enseñanza de Buda, Publicación de Bosque Theravada, Edición Digital 52 Profesor de la Facultad de Arqueología y Antropología de la Universidad de Yormouk, Jordania 53 Al Shboul Ayman (2012), La cultura del cuerpo en el Islam (Nacimiento y muerte del cuerpo y la circuncisión), en Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, Universidad Complutense de Madrid, No.34 49

13

llegamos a concebirlo está influenciada religiosamente; esta es únicamente una manera de las distintas en las que podemos concebirnos y explicarnos el origen de la experiencia del dolor. Beatriz Sánchez Herrera54 realiza una clasificación de distintos tipos de dolor, menciona el dolor espiritual, el cual tiene su origen en las incomprensiones55. Este dolor aparece a partir de todo aquello que los seres humanos no podemos llegar a comprender, al no ser capaces de poder encontrar una explicación para todo lo que ocurre a nuestro alrededor. M. Gómez Sancho56 habla acerca del sentido que tiene el dolor57, es importante pensar en la manera en que el ser humano busca dar un sentido a aquello que no se encuentra en sus manos, a aquello que no puede controlar porque no se encuentra en sus manos. Una aportación importante es la de Susan Sontag58 cuando habla acerca del papel que juegan las imágenes en la representación del sufrimiento59. La autora sostiene que las imágenes pueden ser un referente y una influencia en las personas que las miran ya que tienen un impacto en la mente y en la memoria. La manera en cómo llega a representarse el sufrimiento es importante para la forma en la que las personas lo concebimos, pues es parte de la manera en cómo nos relacionamos con nuestro entorno. Dentro del ensayo podemos reflexionar acerca de un ejemplo en el que las imágenes tienen un papel importante en la representación del dolor, es decir, las imágenes religiosas. Esto se encuentra relacionado con lo que menciona Antonio Linde Navas60 acerca de la imagen, pues dice que es un lenguaje muy apropiado para poder reflejar la expresividad del sufrimiento y del dolor61; dentro de nuestra vida cotidiana podemos encontrarnos con imágenes que nos representan el dolor del ser humano.

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Enfermera, profesora titular de la Universidad Nacional de Colombia Sánchez Herrera Beatriz (2003) en Abordajes teóricos para comprender el dolor humano en Aquichan Vol.3 No.3, Universidad de La Sabana, Colombia 56 Director de la Unidad de Medicina Paliativa del Hospital Universitario de Gran Canaria, España 57 M. Gómez Sancho (1998), Dolor y sufrimiento. El problema del sentido; en Rev Soc Esp Dolor 58 Novelista y ensayista estadounidense 59 Sontag Susan (2004), Ante el dolor de los demás, Santillana Ediciones Generales, Madrid 60 Profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Málaga, España 61 Linde Navas Antonio, Reflexiones sobre los efectos de las imágenes de dolor, muerte y sufrimiento en los espectadores, Artículo de La televisión que queremos, hacia una TV de calidad 55

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La autora Doris Bieñko de Peralta62, nos muestra que existen constantes referencias al sufrimiento y al martirio en los escritos de las religiosas novohispanas63. Dentro de estas referencias podemos encontrar un ejemplo de la relación que existe entre el dolor y la concepción religiosa, esta relación influye en la manera en que percibimos al dolor. Los conceptos relacionados con la religión son importantes dentro del ensayo, existen diversas ideas y concepciones que son importantes para tomar en cuenta: Adriana Rodríguez Delgado64, nos muestra que la Iglesia en la sociedad novohispana era un mecanismo regulador de un comportamiento moral, religioso, social, económico y político de las personas65. Rosendo Bolívar Meza66 nos dice que la sociedad novohispana, fue aquella donde existía una gran variedad de grupos raciales, en los que tenía gran influencia el lugar de nacimiento de la persona y lo racial67. Podemos darnos cuenta como la religión es capaz de ejercer un poder sobre las personas, regulando las ideas y los comportamientos. Francisco Morales68 menciona que los conventos eran esos lugares donde se seguían ciertas reglas ya establecidas69, ocupaban un lugar dentro de la sociedad, el cual tenían que cuidar y mantener, debían ser un ejemplo para la sociedad; la imagen que proyectaban era muy importante. Estos lugares son un ejemplo de la manera en que se vivía la relación entre el dolor y la concepción religiosa. Rosalva Loreto López70 nos dice que los establecimientos religiosos, fueron aquellos que tuvieron papel importante en los fines poblacionales y evangelizadores de los

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Profesora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Licenciada en Etnohistoria por parte de la ENAH y pasante de Doctorado en Historia por parte de la UNAM 63 Bieñko de Peralta Doris (2008), en De sendas brechas y atajos: Contexto y crítica de las fuentes eclesiásticas, siglos XVI-XVIII; CONACULTA, México D.F 64 Investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia 65 Rodríguez Delgado Adriana (2008) en De sendas brechas y atajos: Contexto y crítica de las fuentes eclesiásticas, siglos XVI-XVIII; CONACULTA, México D.F 66 Doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México 67 Bolívar Meza Rosendo (2002), Historia del México Contemporáneo I; Instituto Politécnico Nacional; México D.F. 68 Licenciado en Historia de América en la Universidad de Sevilla 69 Morales Francisco (2001), Estudios de Historia Novohispana; en” Reseñas”, EHN 25 70 Doctora en Historia, especializada en Humanidades y Ciencias de la Conducta

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conquistadores71. Podemos reflexionar acerca de la influencia que estos lugares tenían en la población. Para Leticia Mendoza Pérez72 la Iglesia católica era ese aliado poderoso del gobierno virreinal que administraba los sacramentos, se dedicaba a evitar el regreso del paganismo y también administraba a las órdenes religiosas, dedicadas a la educación y a la propagación y convencimiento de la religión 73. Podemos reflexionar acerca de la manera en que la Iglesia se encargaba de los establecimientos religiosos y su funcionamiento, en este caso reflexionamos acerca de los conventos. Tomando en cuenta lo que dice Stephanie Kirk74, la enfermedad era algo altamente valorado por las autoridades eclesiásticas en la época de la Nueva España, porque posibilitaba el poder forjar una santidad femenina; el sufrimiento puede ser considerado como un acercamiento a la santidad 75. Es posible reflexionar acerca del sufrimiento provocado por la enfermedad, tomada en cuenta desde este punto de vista, porque de esta manera podemos comprender algunas ideas y comportamientos. Por otra parte, el autor Antonio Rubial García76, nos habla acerca de los castigos que eran aplicados dependiendo de la gravedad de la falta considerada dentro de los conventos de los frailes mendicantes77. Con esto podemos ver un ejemplo de la manera en cómo se utiliza el dolor para amedrentar y disciplinar por medio del castigo. Existen distintas representaciones en las imágenes, las cuales se encuentran vinculadas al dolor del ser humano:

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Loreto López Rosalva (2000), Los conventos femeninos y el mundo urbano en la Puebla de los Ángeles del siglo XVIII, El Colegio de México, México D.F. 72 Licenciada en Ciencias Humanas, maestra en Historia de México 73 Mendoza Pérez Leticia, http://bvirtual.ucol.mx/descargables/180_mundo_novohispano.pdf 74 Profesora en el Departamento de Lenguas Romances y Literatura de la Universidad de Washington en San Luis 75 Kirk Stephanie (2009); Padecer o morir: Enfermedad, ejemplaridad y escritura en el convento novohispano, en Estudios 17:33 76 Doctor en Historia por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México 77 Ruibal García Antonio (2009), Historia de la vida cotidiana en México II. La cuidad barroca, coord. Antonio Ruibal García, Fondo de Cultura Económica, Colegio de México, México D. F.

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Gloria Fraser Giffords78, habla del arte votivo, aquel que se caracteriza por su diversidad y su relación con el sufrimiento del ser humano79. El exvoto es una muestra de esto; por otra parte, María Eugenia De Luna Villalón80 menciona que el exvoto es aquella representación que tiene el objetivo de pedir, agradecer y ofrecer a una fuerza que se considera superior81. Es importante considerar la manera en como el sufrimiento tiene distintas expresiones, pues el ser humano es diverso en sus ideas y en su creatividad. Patricia Arias82 y Jorge Durand83 hacen referencia a las leyendas y relatos milagrosos, los cuales hicieron que cada localidad aprendiera a reconocer y también a reconocerse a sí mismos en las imágenes y santuarios, lo cual hacía posible pedir, recibir favores y dar las gracias por medio de un retablo 84. Moisés Gámez85 y Oresta López86 dicen las características de un exvoto pictórico, pues consideran que frente a lo desconocido y al desamparo del dolor y la pobreza, se colocan elementos de la medicina científica al lado de lo celestial87. Los conceptos que manejan estos autores nos hacen pensar en la vida, en la manera en la que el ser humano se encuentra en una búsqueda constante, pidiendo y agradeciendo por distintas situaciones a las que llega a enfrentarse, muchas de ellas dolorosas.

78

Conservadora profesional de arte y autora líder sobre arte colonial español. Fraser Giffords Gloria (2001), El arte de la devoción, en Artes de México No.53, México D.F. 80 Maestra en lingüística aplicada, Doctora en Estudios Hispánicos, por parte de la Universidad de Western Ontario. 81 De Luna Villalón María Eugenia (2010), Prácticas de lectoescritura en los exvotos , en Lectura y Vida, Ensayos e Investigaciones, Ontario, Canadá 82 Licenciada y Maestra en Antropología Social por parte de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México; así como Doctora en Geografía y Ordenamiento Territorial por parte de la Universidad de Tolouse-Le Mirail, Francia. 83 Antropólogo y profesor investigador titular del Departamento de Estudios sobre los Movimientos Sociales de la Universidad de Guadalajara en Jalisco. Ha estudiado el fenómeno migratorio entre México y Estados Unidos. 84 Arias Patricia, Durand Jorge (2002), La enferma eterna. Mujer y exvoto en México, siglos XIX y XX, Universidad de Guadalajara, El Colegio de San Luis, Guadalajara, México 85 Doctor en Historia Económica 86 Licenciada en Historia, maestra en Antropología social, doctora en Ciencias Sociales 87 Gámez Moisés; López Oresta (2002); en Tesoros populares de la devoción. Los exvotos pintados en San Luis Potosí, Colegio de San Luis, San Luis Potosí, México 79

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“Canek dijo:

—En la fe el espíritu descansa; en la razón vive; en el amor goza; solo en el dolor adquiere conciencia” Ermilo Abreu Gómez “Canek”

1. El cuerpo doliente 1.1

El estudio del dolor y su significación social desde la antropología

histórica Estudiar el dolor desde la Antropología Histórica es reflexionar acerca de una experiencia esencial del ser humano y de su propia historia; es reflexionar sobre el sentir de su cuerpo y sobre su propio ser. Todos los seres humanos vivimos a través de nuestro cuerpo y somos capaces de sentir; vivimos nuestra historia en él. Peter Burke nos hace pensar en la nueva historia, que nació como reacción en contra del paradigma tradicional de la historia; la nueva historia se dedica a estudiar casi cualquier actividad humana, por la razón de que todo tiene un pasado, todo tiene una historia que se puede reconstruir y relacionar con el resto del pasado; es por eso que aquello que antes se consideraba como algo estático y sin cambios, se ve desde esta perspectiva como una construcción, esta construcción que se encuentra sometida a variaciones en el tiempo y también en el espacio y que puede cambiar durante un proceso que se da con el tiempo. El fundamento de la nueva historia es la idea de que la realidad está social y culturalmente construida, en ella se toman en cuenta los puntos de vista de la gente común y corriente sobre su propio pasado; la gente común que hace la historia88. Es importante tomar en cuenta ciertas cosas que pueden pasar desapercibidas, por lo regular a las cosas más sencillas y cotidianas se les resta importancia, pero realmente son primordiales para que podamos comprender mejor la historia. Dentro de la Línea de investigación de Cuerpo y Sexualidad se busca conocer y entender el cuerpo de una manera integral y completa, su conocimiento es algo

88

Burke Peter, Op. Cit.

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esencial para poder conocer más al ser humano; pues es a través de él que se da su existencia. Son importantes aquellos saberes del cuerpo, los cuales nos ayudan a comprendernos mejor y se encuentran presentes en nuestra vida y en nuestra realidad. El saber del cuerpo, que en parte es consensuado y que está basado en las tradiciones; es compartido también por la comunidad. Este saber se suele sustituir por un saber de especialistas; quienes tienen un conjunto de reglas, las cuales buscan una validez que sea independiente de las culturas y también de la historia. La separación entre los saberes del cuerpo es muy marcada89. El que los saberes estén separados de esta manera, influye en la concepción que podamos tener acerca del cuerpo, acerca de la idea que llegamos a tener con respecto a nosotros mismos y a los demás, acerca de la manera en cómo se puede concebir el cuerpo no de una forma integral, sino más bien incompleta. Es importante que al hablar de dolor tomemos en cuenta los sentidos corporales, los cuales nos permiten percibir y también expresarnos de diversas maneras: “Los sentidos corporales han sido altamente valorados desde distintas perspectivas y se consideran imprescindibles para expresar aspectos de la vida psíquica y espiritual del ser humano”90. Es a través de nuestros sentidos que podemos percibir lo que hay a nuestro alrededor, nuestra realidad; e influyen en la manera en cómo nos desenvolvemos en nuestro entorno y con otros seres humanos. Cuando sentimos dolor es por medio de nuestros sentidos corporales que lo hacemos. Los seres humanos de acuerdo con aquello que sentimos, a la manera en como lo percibimos e interpretamos le damos un significado; el ser humano siempre va a interpretar todo aquello que lo rodea de cierta manera, de acuerdo a su vida y a su experiencia; es por esto que al dolor también le damos un sentido, no pasa por ninguno de nosotros desapercibido. Al escuchar hablar del cuerpo, es común que se haga referencia a un saber anatómico y fisiológico, en el cual se apoya la medicina moderna. El saber

89 90

Le Breton David, Op. Cit. Duch Lluís, Mélich Joan Carles, Op. Cit., p.171

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biomédico es la representación oficial del cuerpo humano de hoy91. Con esto podemos pensar en la manera en que el cuerpo se puede llegar a ver como un mecanismo que funciona de cierta manera y al que se le debe dar mantenimiento si existe alguna falla, es esa máquina impresionante que debe funcionar correctamente, independiente del ser que exista en ella. Actualmente podemos darnos cuenta de que cada persona tiene un conocimiento muy vago acerca de su cuerpo, acerca de su fundamento físico, de la manera en cómo funciona; de la constitución interna del cuerpo, de los órganos que lo componen y su funcionamiento; recurrimos a muchas otras referencias para disipar nuestras dudas92. Probablemente muchos vivimos el día a día sin darnos cuenta de aquello que es parte de nosotros, sin saber escucharlo e incluso apreciarlo, solamente nos preguntamos por él porque al sentir un malestar, cuando algo está ocurriendo y la mayor parte del tiempo no somos conscientes del mismo. Esa importancia de conocer nuestro cuerpo va más allá de conocer una máquina que funciona de cierta manera; no únicamente es tarea de los médicos el tener un conocimiento acerca del cuerpo y su funcionamiento; esto es tarea de todos los que poseemos un cuerpo y va más allá de memorizar. Se trata de ser conscientes, de interesarnos por el conocimiento de nosotros mismos. Los saberes acerca del cuerpo que se encuentran en las tradiciones populares son muchos, con frecuencia están basados en saberes que dibujan una cierta imagen del cuerpo. Son saberes acerca del ser humano, porque el cuerpo nunca es considerado como algo ajeno al mismo, algo separado de él; lo cual si puede suceder en el saber biomédico. Le Breton menciona que los conocimientos tradicionales no aíslan el cuerpo del universo, están dentro de un tejido en el que se corresponden93. En las tradiciones populares el cuerpo se encuentra unido al mundo, a su entorno y es inseparable del universo; es por eso que las concepciones del cuerpo que rigen explicaciones de distintos trastornos y enfermedades son muy numerosas. Aquella diversidad que se encuentra en las distintas concepciones nos da una oportunidad de apreciar el cuerpo y reflexionar 91

Le Breton David, Op. Cit. Ibid. 93 Ibid. 92

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como a la hora de construir nuestro conocimiento cada día, no hay un camino únicamente que debemos considerar; pues existe toda esa diversidad de saberes que tiene una razón de ser, una historia. Un conocimiento integral lo podemos construir con base en los distintos saberes que existen. Existe una actitud individualista de muchos sectores de la sociedad, esta actitud permite que los sujetos sean relativamente libres en sus elecciones94. El ser humano va creando una imagen acerca de todo lo que ocurre, con base en la información que tiene a su alcance. Cada persona construye una visión personal del cuerpo y la arma como si fuera un rompecabezas; el individuo tiene la posibilidad de elegir entre una gran cantidad de saberes posibles. Todos tenemos la libertad de poder elegir nuestros saberes, de ir poco a poco construyendo nuestro conocimiento, pues siempre existirán misterios para nosotros, siempre habrá preguntas que necesiten responderse y de nosotros depende buscar y encontrar aquello que deseamos saber. En la actualidad podemos apreciar que existe información generalizada acerca del cuerpo y somos bombardeados por distintos medios; sin embargo, es importante reflexionar acerca de aquello que asimilamos, ¿Qué tanto realmente contribuye a ese conocimiento integral del cuerpo, de nuestro cuerpo?, ¿Será que solamente dejará un hueco, un vacío, que más adelante pueda causarnos confusión?, ¿Es probable que solamente cuando sentimos algún dolor, alguna molestia, es que nos gustaría saber qué es lo que ocurre en realidad con nosotros?. Es común ver como esa información que nos llega a través de anuncios comerciales toman al cuerpo como una imagen, como algo que debe verse y sentirse bien, dejando de lado la importancia que tiene y la consciencia que debemos tener de él. El conocimiento de nuestro cuerpo comienza en aquello que es más próximo a nosotros, en donde crecemos y nos desarrollamos en un día a día. En el sentimiento de seguridad que nace en lo familiar donde se desarrolla nuestro conocimiento, el uso ordenado del cuerpo tiene un papel esencial.95 Ese papel que tiene forma parte de nuestra vida y de nuestra educación.

94 95

Ibid. Ibid.

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Conforme pasan los días, los seres humanos vivimos, envejecemos poco a poco, amamos, sentimos tanto placer como dolor; distintas sensaciones, a lo largo de nuestra vida, son las que experimentamos. Los seres humanos tenemos nuestra propia historia, esa historia es también la historia de nuestro cuerpo; es por eso que poco a poco aprendemos a conocernos y a manifestarnos. La socialización del sujeto lleva al sentimiento de habitar un cuerpo del que es imposible diferenciarse. Es a través de las acciones diarias, que el cuerpo puede llegar a volverse invisible para nosotros, porque podemos llegar a obviarlo, a no prestarse atención; a pesar de existir y vivir a través de él, olvidarlo. Al convertirse en algo tan cercano a nosotros, llega un momento en el que ya no lo sentimos, pues nuestra mente llega a ocuparse con ideas externas, con preocupaciones diversas que nos alejan de nosotros mismos, pero al momento de sentir dolor, nuestra atención nuevamente recae en nuestro cuerpo, en aquello que en algún momento olvidábamos que existía. El dolor tiene una dualidad que divide la presencia, la experiencia del placer puede enriquecer con una nueva dimensión. La experiencia del dolor o de la enfermedad, implica angustia y también incertidumbre por aquello que se siente y porque no se sabe que es lo que va a ocurrir96. En muchas ocasiones aquello que sentimos llega a romper con todo lo anterior, sensaciones nuevas pueden causar en nuestro cuerpo una gran conmoción; sin embargo, cuando llega el alivio y la tranquilidad se aprecia de una manera distinta. El ser humano puede llegar a tener el sentimiento de que el cuerpo es de alguna manera algo diferente de él, de que lo posee como a un objeto muy especial97. Sabe y también recibe constantemente información acerca de la importancia del cuidado de su cuerpo y lo puede percibir como eso que tiene que proteger de alguna manera, de eso que es importante; toda esa información la puede recibir de distintas fuentes. La identidad entre el ser humano y su cuerpo se puede llegar a romper, por la relación de propiedad que existe; por el hecho de poseer un cuerpo y a la vez ser el mismo. Las modalidades del cuerpo acompañan la presencia humana, en cierto 96 97

Ibid. Ibid.

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modo se funden con ella98. El cuerpo somos nosotros todo el tiempo, pero por otro lado nos pertenece; tal vez en algún momento llegamos a olvidar un poco que eso somos y le damos más importancia a la idea de que nos pertenece. La experiencia humana está basada en lo que se realiza, las personas habitamos corporalmente el tiempo y el espacio de la vida. Para el hombre ocupado, su propio cuerpo se convierte en un obstáculo que le impide avanzar 99. Es posible que si no llegamos a apropiamos de nuestro propio cuerpo, a tener consciencia de él, se vuelva entonces difícil el llevarlo a cuestas, como algo que tenemos que cargar aunque no queramos, algo que es ajeno a nosotros y que nos estorba. María Luisa Pfeiffer nos dice que nuestro cuerpo es un habitar, “es un contraer hábitos y al contraerlos es construir un mundo”100; menciona también que nuestro cuerpo no es un soporte de intenciones. Los hábitos son importantes para la forma en que llegamos a vivir, pues cualquier hábito que contraemos impacta directamente en nosotros. La autora menciona que hay dos maneras fundamentales de habitar, dos modos primarios en que podemos significar el mundo; estos son la salud y la enfermedad. Si estoy sano “puedo”, si estoy enfermo “no puedo”. El poder o no poder condicionan todo nuestro mundo. La salud y la enfermedad son dos maneras de manifestarse en nosotros101.El que padezcamos algún desequilibrio en nuestro cuerpo va a tener un impacto en nuestra vida, en nuestras actividades que realizamos, en nuestro sentir, en la manera que vivimos, en la manera en cómo nos relacionamos con los demás. Pfeiffer menciona que la enfermedad es totalmente dependiente de nuestra imagen médica del hombre, es la falla de una función o de un órgano. Dice que en algunas culturas el proceso de curación se produce conjuntamente con toda la sociedad102. La enfermedad por lo regular puede llegar a ser vista como algo que hay que combatir, atacar, ese enemigo al que hay que ganarle la batalla; como algo ajeno a nosotros, pero que a la vez también es parte de nosotros y no queda 98

Ibid. Ibid. 100 Pfeiffer María Luisa, Op. Cit., p.137 101 Ibid. 102 Ibid. 99

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más que enfrentarnos a él; sin embargo, no únicamente la persona es la que tiene un papel, sino también todas aquellas personas que la rodean y forman parte de su entorno. Con la medicina se puede llegar a superar el estado de pequeñez y vulnerabilidad que la enfermedad propicia en la persona y pasa a ser la enemiga declarada de la enfermedad y también de la muerte. La ciencia convierte toda realidad, incluido el cuerpo del hombre en objeto de experimentación y de manipulación. La medicina es fundamentalmente una ciencia del cuerpo del hombre103. Con esto podemos reflexionar cómo el ser humano puede llegar a pasar a segundo plano, pues todo se convierte en una lucha entre la medicina y la enfermedad, la enfermedad es eso contra lo que hay que luchar; pero no debemos olvidar que ese cuerpo que lucha no es algo vacío, es un ser. Todos nos encontramos en un espacio, en un lugar que no es ajeno a nosotros, vivimos y nos adaptamos a él; al vivir podemos decidir no hacerlo mecánicamente; sino tener consciencia de aquello que hacemos, de aquello que es lo que sucede con nosotros, por muy pequeño que pueda llegar a parecernos; sin embargo, es importante. Con la enfermedad dejamos de contar con nuestro cuerpo y se hace extraño a nosotros; al extrañarnos de nuestro cuerpo también lo hacemos del mundo, nos separamos de él y nos aislamos104. El sufrir repercute en nuestro sentir y nuestro estado de ánimo, podemos percibir que llegamos a estar solos, pues nuestro propio cuerpo ya no nos responde de la manera que quisiéramos Cada ser humano sabe cuál es el límite en sí mismo, en qué momento pasa de estar bien a estar enfermo y padecer, pues jamás podremos llegar a ser ajenos a lo que pase dentro de nuestro cuerpo, es posible el sentir cuando algo dentro de este cambia o es anormal. Carmen López Sáenz, se propone tematizar el dolor dentro de una búsqueda constante de interpretaciones de la conciencia corporal. Destaca el valor del cuerpo vivido como un horizonte y un motor de la experiencia en las relaciones

103 104

Ibid. Ibid.

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que entablamos con las demás personas; intenta comprender el cuerpo doliente, el cuerpo enfermo, envejecido y que se encamina a la muerte. López Sáenz hace referencia a Merleau Ponty en dos aspectos; el distinguir dos cuerpos, uno de ellos es el distinguir el cuerpo objetivo que tenemos del cuerpo vivido que somos; ese cuerpo vivido es la fuente de intencionalidades y ambos niveles están interrelacionados. Ambos modos de experimentar el cuerpo no están enfrentados, más bien coexisten105. Esos modos en los que experimentamos nuestro cuerpo no se pueden separar. Cada una de las experiencias que vivimos pasa por nuestro cuerpo, no somos una máquina que está programada a la cual hay que cambiar o reparar una de sus partes cuando falla, el ser humano es mucho más que eso; incluso cada organismo es distinto a otro y dos seres humanos pueden reaccionar de distinta manera a un mismo padecimiento, es por eso que es importante comprender el cuerpo como algo más que un organismo, como comportamiento de un sujeto, porque ser cuerpo es a la vez existir. Gracias al cuerpo vivido inhabilitamos un espacio que no sólo es visual, sino también táctil. El cuerpo es existir y abrirse al mundo106. Con base en esto podemos reflexionar como es que nunca estaremos separados de nuestro propio ser que es nuestro cuerpo y por medio de él es que nos enfrentamos al mundo. La autora hace referencia a las obras de Merleau Ponty, en las cuales el cuerpo es caracterizado como “yo puedo”, como centro de acción y también como condición de actualización de todo proyecto que existe. El cuerpo es una inteligencia del mundo, podemos pensar en la manera en que en todo lo que realizamos necesitamos de él, independientemente de cuál sea la actividad que realizamos. El cuerpo propio muestra un lado que es únicamente accesible para el ser humano que es su titular, es lugar de intercambio entre la acción y la recepción, entre la cultura y la naturaleza, entre lo que es propio y lo que es ajeno y las transformaciones que se producen en la transición de uno a otro107. Uno no puede saber exactamente lo que siente corporalmente otra persona, probablemente 105

Ibid. Ibid. 107 Ibid. 106

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puede imaginarse o comprender por algo parecido que hayamos experimentado también; sin embargo, esa experiencia, ese sentir es único y solo la persona que habita en el cuerpo lo conoce. El cuerpo instituye la vida encarnada que somos y por la que sabemos a partir de nuestra experiencia, que nos envuelve por todas partes o la conciencia que siempre está comprometida con su situación. Las ciencias llegan a obviar la experiencia vivida del cuerpo para un ideal de conocimiento objetivo, el ideal del conocimiento científico. Otro punto que toca la autora haciendo referencia al autor Merleau Ponty es la importancia de la adquisición de hábitos, con ellos el ser humano comprende mediante una reorganización del esquema corporal; el cual nos suministra una experiencia unitaria de nuestro cuerpo, la integración de los conocimientos adquiridos en los proyectos del organismo108. De igual manera la importancia de los hábitos y su impacto en el cuerpo vuelve a aparecer en nuestra reflexión, pues los vamos adquiriendo con el tiempo y tienen un papel muy importante en nuestra vida. La esquematización del cuerpo puede proporcionar el equilibrio que define al cuerpo sano a través de una experiencia unitaria que en la enfermedad se llega a distorsionar. El dolor paraliza el sentir, el cuerpo se vuelve en torno a él. En algunas ocasiones se evita pensar al cuerpo, se suele entonces tender a explicarlo y objetivarlo109. Probablemente lo más fácil y cómodo sea el evitar pensar el cuerpo y el objetivarlo porque requiere menos esfuerzo; sin embargo, lo que sucede con el cuerpo no se debe obviar, pues lo que ocurra en él es de mucha importancia para cada ser humano; al obviarlo, de alguna manera estamos tomando a las personas como si únicamente fueran una máquina, máquinas que funcionan de la misma manera. La relación entre la persona que vive y el medio cambia con la enfermedad, el mundo que nos rodea se transforma y se siente de otro modo cuando estamos enfermos. La autora nos menciona que entiende la enfermedad como una

108 109

Ibid. Ibid.

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expresión más del cuerpo vivido, que no solamente es material, sino también espiritual; pues esa es una parte esencial del ser humano. Todo dolor de una u otra manera se encarna en nosotros. Hace tomar conciencia del cuerpo como pocos fenómenos lo hacen, el cuerpo vivido no solamente siente el dolor como algo físico y localizado, sino como una afección global que implica a replantear su vida. Comprender la naturaleza del dolor es buscar un significado que apele a acciones que puedan llegar a eliminarlo110. La manera en como los seres humanos percibimos y vivimos el dolor emocional, que probablemente no sea un dolor que podamos localizar en alguna parte de nuestro cuerpo; sin embargo, lo sentimos, lo vivimos también a través de él. La experiencia del dolor siempre es vivida por el ser humano, él mismo es quien la hace sentir. Es solamente otra de las múltiples dimensiones de la existencia del individuo, de las experiencias que vive a lo largo de su vida; y es posible comprenderla pero no como la comprensión de un objeto, sino de que existimos interpretativamente111. Cada una de las personas interpreta su sentir con las diversas experiencias a las que se enfrenta, cada una de ellas es parte de la existencia. Carmen López Sáenz dice que en la vivencia del dolor, el perceptor y el dolor percibido se funden en una sola carne doliente, la intensidad de la sensación depende de la afección que causa, del dolor tenemos conciencia inmediatamente cuando lo sentimos112. El dolor llega para quedarse y fundirse con el cuerpo, de ninguna manera se le puede ignorar, pues captura nuestros sentidos y toda nuestra atención. La presencia del dolor condiciona todo nuestro entorno, determina una nueva orientación de la vida cotidiana. Si la persona sana vive el tiempo como totalidad, el dolor le hace experimentarlo degradado, quien sufre vive en un presente absoluto que le aprisiona e impide realizar sus proyectos. El dolor amenaza con deshacer el mundo y la continuidad de la existencia. Con esto que menciona López Sáenz podemos reflexionar en la manera en que las actividades más 110

Ibid. Ibid. 112 Ibid. 111

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cotidianas pueden resultar afectadas cuando existe un padecimiento, todo obliga a cambiar, la persona tiene que buscar y encontrar nuevas maneras de vivir, de realizar sus proyectos. A través de esta experiencia podemos conocer una manera de pensar los límites de sí mismo, es inherente a la existencia porque anuncia la precariedad de la vida humana, la amenaza de la muerte que la truncará para siempre113. El dolor puede hacernos reflexionar acerca de nosotros mismos, qué tanto es que podemos llegar a soportar, de lo vulnerables que somos y sobre aquello con lo que queremos continuar. Ninguna persona puede vivir sin sentir aquello que afecta su cuerpo, no puede desentenderse de él ni del mundo en el que vive y experimenta cada día. Todo lo que le sucede al cuerpo afecta al ser y al mundo, porque cualquier experiencia corporal es un modo de estar implicado114. Ningún ser humano se encuentra totalmente aislado, en una burbuja donde nada lo pueda tocar y donde no sienta absolutamente nada y deje de ser vulnerable. Según su condición social o

su historia personal, los seres humanos no

reaccionan de la misma manera frente a una herida o enfermedad idénticas porque no tienen el mismo umbral de sensibilidad115. La relación íntima con el dolor depende también del significado que éste tenga en el momento en el que afecta al individuo. El dolor es un hecho situacional también, lo cual implica que lo que la persona en esos momentos experimenta es primordial para la manera en cómo es asimilado. De acuerdo a lo que menciona Le Breton, el dolor es íntimo pero a la vez está impregnado de materia social, cultural, relacional y es fruto de una educación; el dolor nunca va a escapar al vínculo social. Al ser parte de la condición humana, siempre tendrá una relación con lo social, pues es parte del sentir del individuo. Lluís Duch y Joan Carles Mélich, nos hablan acerca de que el dolor históricamente, a pesar de que tiene un carácter escandaloso y también provocador, casi no ha sido tomado seriamente en la reflexión antropológica. 113

Ibid. Ibid. 115 Le Breton David , Op. Cit. 114

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Sitúan al que sufre en un mundo cerrado e individualizado, inaccesible para los demás. El sufrimiento es la muestra de esa incapacidad que tiene el ser humano para poder ir más allá de los límites que se le presentan116. Cuando el cuerpo sufre, conoce que tiene un límite y su vulnerabilidad ante el mundo en el que vive; lo cual tal vez no es posible experimentarlo cuando no existe ningún tipo de pesar. El dolor es universal y acompaña al ser humano todo el tiempo, desde que nace hasta que muere. Cada persona es única en su experiencia con el sufrimiento, porque cada ser humano es su propia historia y esta misma experiencia que cada una de las personas vive con su sufrimiento, tiene una importancia primordial porque anticipa la experiencia de la muerte. Con esto que los autores mencionan es posible reflexionar acerca de la diversidad que existe en el ser humano, pues cada uno tendrá su propia historia que no repetirá ningún otro, puede que algunas se parezcan en algunos aspectos o coincidan en ciertas cosas, pero ninguna será la misma, cada ser humano es único y a la vez comparte una colectividad, aquello con lo que se identifica con las demás personas. El dolor es una evidencia que siempre se encuentra conectada con el misterio, en la vida es un examen duro al que el ser humano tiene que enfrentarse tarde o temprano, con el que tiene que lidiar117. Al enfrentarse al dolor

surge una

búsqueda en la manera de superarlo, puede despertar la voluntad de la persona para salir de ese estado. La persona que siente dolor puede hacer una reflexión en profundidad, el dolor puede provocar reflexionar a la persona que lo padece, en torno a su vida, a su cuerpo, a su ser, a su sentir, a su entorno y a su realidad. Es un momento tal vez inesperado en el cual la persona se ve obligada a enfocarse en sí misma. A pesar de los avances enormes que ha traído la medicina, los distintos dolores continúan manifestándose en la persona; son acontecimientos a los cuales el ser humano se encuentra sometido, los especialistas nunca podrán arrancarlos del cuerpo y tampoco de la conciencia de los seres humanos118. El ser humano no es únicamente un conjunto de funciones biológicas, dentro del él tiene un universo. 116

Duch Lluis, Mélich Joan Carles, Op. Cit. Ibid. 118 Duch Lluis, Mélich Joan Charles, Op. Cit. 117

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Ha habido antiguas jerarquías, las cuales han favorecido a la mente sobre el cuerpo, le han dado mayor importancia a esta y en la actualidad se están haciendo intentos para cambiar eso. A cada uno de ellos se le han dado atributos y también distintas connotaciones, se considera que el cuerpo es el servidor de la voluntad, de la conciencia, de la mente; esta idea de alguna manera degrada al cuerpo 119. Es importante que consideremos al ser humano como un ser completo, tratando de no degradar ninguna de sus partes, pues todas son muy importantes, se complementan entre sí. Jim Sharpe, al mencionar que varios historiadores han trabajado sobre una diversidad de países, de tipos de historia y de periodos se dieron cuenta de que existía una posibilidad de explorar otras fuentes, las cuales ofrecían otras perspectivas del pasado; nos permite reflexionar acerca de la información que podemos encontrar en distintas fuentes que tal vez no son las tradicionales, en la importancia de abrir nuestra mente a distintas perspectivas; pues menciona que la historia tradicionalmente se concibe como un relato de los hechos de grandes personalidades. Sin embargo, hay que ser conscientes de que la historia se encuentra en lo más sencillo, en la vida de las personas, es en la misma vida donde la podemos encontrar. Emanuele Amodio nos refiere a la antropología histórica, menciona que se interesa en estudiar la sociedad en su sincronía, cruzando los niveles estructurales con los conformados por los acontecimientos, dice que hay que cerrar el círculo que nunca se tenía que haber abierto entre la historia y la antropología. Con esto podemos pensar en esa correspondencia y coincidencia de los acontecimientos que ocurren dentro de nuestro entorno, de los cuales formamos parte; en la importancia de ver cada una de sus partes y la manera en cómo se complementan para poder comprender de una mejor manera lo que ocurre. Todos podemos conocer al ser humano desde un punto de vista histórico, podemos realizar un viaje a través de la antropología histórica, que nos ayude a conocer los procesos que nos hacen reflexionar acerca de los cambios que ocurren a través del tiempo, podemos encontrar respuestas dentro de ese 119

Burke Peter, Op. Cit.

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universo y esa diversidad que somos nosotros mismos. Podemos ser parte de la construcción del conocimiento del ser humano, de nuestra realidad, si es que así lo deseamos.

1.2. El dolor utilizado para disciplinar y controlar al cuerpo: casos de la ciudad de Puebla. Cada persona tiene su propia opinión acerca del dolor, algunas de ellas coinciden en ciertos aspectos; sin embargo, de acuerdo a sus experiencias personales y a su manera de pensar, existe una gran variedad de ideas. Cada una de las opiniones nos permite reflexionar sobre nosotros mismos, sobre nuestras experiencias, sobre experiencias que han vivido otras personas y que nosotros no conocemos; así como sobre aquellas cosas que como seres humanos tenemos en común. Podemos pensar que el dolor es visto por la mayoría de las personas como algo negativo, algo que no se busca y no se desea, algo que la mayoría quisiera lejos y que le gustaría poder vivir sin tener que experimentarlo; sin embargo, existen opiniones diversas, las cuales incluyen sentimientos y sensaciones distintas entre sí. Pueden surgir miedos dependiendo de la vida y la sensibilidad de cada persona. A continuación podremos reflexionar en torno al sentir de distintas personas y a partir de ahí surgirán nuevas inquietudes, distintas preguntas que buscaremos responder, en las cuales indagaremos para ser capaces de ver las cosas de una manera distinta. Una de las caras que encontramos del dolor es la de la disciplina, cuando se puede considerar que es un duro maestro en la vida y que no nos queda más que aprender de él. Con algunos ejemplos que podemos imaginar a partir de las distintas opiniones, podemos ver cómo es que la concepción religiosa llega a tener una gran influencia en este sentir y podemos completar esa reflexión relacionándola con distintos ejemplos que se encuentran en la vida cotidiana. Al dolor se le llega a considerar como una parte de la vida de las personas, algo que tarde o temprano tenemos que llegar a enfrentar cara a cara, sin tener otra alternativa. El dolor sentimental es el que más puede afectarnos; tanto el dolor 31

físico como el sentimental son parte de la vida y del ser humano, todos llegamos a tener en nuestra vida alguna experiencia con el dolor y tenemos que aprender a vivir con él120. De acuerdo a la opinión de esta persona el dolor es parte de la vida y en algún momento nos enfrentamos con él; sin embargo, considera que es el dolor sentimental el que más puede afectar a una persona. Esto podemos asociarlo a esa clasificación del dolor que hace Beatriz Sánchez Herrera, un tipo de dolor que menciona es el espiritual, el cual tiene su origen en las incomprensiones; como pueden ser la muerte, las injusticias y la soledad, por mencionar algunos ejemplos. Surge una desarmonía en el individuo al experimentarlo. El dolor es visto como una experiencia no muy buscada ni deseable, pues trae consigo distintas sensaciones que pueden ser consideradas muy desagradables, como son la ansiedad, el estrés y la angustia. Es una experiencia que la mayoría de las personas desean evitar; pues causa estrés, confusión y melancolía121. Sin embargo, también es visto como una condición del ser humano que ayuda a pesar de todas las consecuencias que traiga consigo, porque puede identificar un malestar que tengamos, que no sabíamos que lo teníamos y también nos permite buscar alguna alternativa para poder cambiar ese estado122, hace que busquemos curarnos. Podemos ver como de acuerdo a lo que opinan estas personas, el dolor siempre viene de la mano con sensaciones desagradables; sin embargo hay quien considera que nos motiva a buscar que es aquello que se encuentra mal en nuestro cuerpo. Esto se relaciona con lo que menciona Beatriz Sánchez acerca del dolor físico que dice que es una sensación de molestia, este puede ser causado por alguna lesión o algún mal funcionamiento en alguna parte del cuerpo. A pesar de que sabemos que el dolor puede ser algo muy desagradable al momento en el que lo experimentamos, también es considerado un maestro que te está dando una lección de vida, que después de él nada volverá a ser igual. Lo que trae consigo son experiencias desagradables pero que siempre te dejan una

120 121 122

Encuesta Número 1, persona de sexo masculino, 20 años, año 2012, Puebla, Pue. Encuesta Número 2, persona de sexo femenino, 21 años, año 2012, Puebla, Pue. Encuesta Número 3, persona de sexo femenino, 21 años, año 2012, Puebla, Pue.

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enseñanza123. M. Gómez Sancho124 habla acerca del sentido que tiene el dolor y podemos relacionarlo con lo que opina esta persona; el autor menciona que en ocasiones cuando el sufrimiento es inevitable, la persona busca encontrarle un sentido; esta necesidad que tiene el ser humano de poder encontrar ese sentido a su mismo dolor y sufrimiento, es parte de su espiritualidad. El autor también menciona que la diferencia entre dolor y sufrimiento, es que el sufrimiento acompaña durante la vida y no siempre se tiene que sentir dolor físico cuando se sufre125. Otro pensamiento que encontramos es el siguiente; de que a pesar de los distintos niveles del dolor que el ser humano puede llegar a vivir, es benéfico, porque llegas a diferenciar los peligros a los que te encuentras expuesto126. Lo que podemos reflexionar con este pensamiento es que probablemente después de que experimentes el impacto y la sensación de dolor desagradable, la próxima vez tendrás más cuidado, tomarás precauciones, pues sabes que es lo que puede ocurrir y lo que se puede llegar a sentir. Podemos reflexionar también acerca de esos trastornos que tienen que ver con las insensibilidad al dolor y las consecuencias que con ellos pueden venir, pues una persona puede lastimarse o tener algún padecimiento sin siquiera saberlo, sin imaginar que algo no está bien en su cuerpo. El dolor también puede llegar a ser placentero para algunas personas y provocar un estado de bienestar; este puede ser el caso de las personas que entrenan y constantemente se ejercitan. Es una sensación de satisfacción por haber realizado un esfuerzo en el ejercicio, el dolor es una palabra que está muy pegada a nosotros; las personas sufren sin en verdad conocer lo que es el dolor y asocian lo que sienten a referencias sociales, pero no a las suyas127. De acuerdo a la reflexión que hace el individuo, podemos considerar que al momento de practicar algún deporte, se está sometiendo al cuerpo a una disciplina, someterse a ese dolor es bien visto en general, pues se tiene la idea de que lo que se sufre durante 123

Encuesta Número 4, persona de sexo masculino, 18 años, año 2012, Puebla, Pue. Director de la Unidad de Medicina Paliativa en el Hospital Universitario de Gran Canaria, España 125 M. Gómez Sancho; Op. Cit. 126 Encuesta Número 5, persona de sexo masculino, 21 años, año 2012, Puebla, Pue. 124

127

Encuesta Número 6, persona de sexo femenino, 18 años, año 2012, Puebla, Pue.

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un entrenamiento deportivo es benéfico y tarde o temprano tendrá una recompensa, pues la resistencia física de la persona será cada vez mayor. Nuevamente encontramos la idea de nuestro dolor como una enseñanza; el dolor nos enseña a cuidar nuestro cuerpo y nuestra alma, a aprender para que no nos ocurran accidentes que puedan alterar nuestro estado de salud y nuestro ánimo128. Para algunas personas, como aquí se puede ver, el dolor cumple la función de que a través de él aprendamos a apreciar, a respetar nuestro cuerpo, pues conocemos su valor al momento en el que sufrimos y sentimos dolor. Hay quienes por otro lado consideran que es algo muy desagradable y nada deseable129. El dolor puede ser visto como algo que simplemente no se desea para nada ni para nadie, que no tiene ninguna función ni tampoco ningún valor, algo que se vive en algún momento, que se tiene que enfrentar, pero que siempre es una mala experiencia y no sirve para nada. A partir de la idea de que si el dolor no existiese, no sabríamos que es lo que nos hace daño, nos perjudica, que de cierta manera nos indica que es aquello que nos gusta y lo que nos hace sentir bien; que es una forma empírica para aprender130, podemos pensar que más allá de que nos enseña a soportar ciertas cosas, también nos motiva a buscar lo contrario, para saber que eso es precisamente lo que no queremos para nosotros y logremos ser capaces de apreciar esa contraparte, aquello que es agradable para nosotros, que nos causa bienestar, para posteriormente buscarlo. El dolor también es algo que no podemos evitar, todos los seres humanos somos vulnerables a él pero cualquiera que sea lo que se nos presente, podemos llegar a superarlo131. Esta persona confía en la fortaleza que tiene el ser humano para poder enfrentar todo aquello que se le presenta, sea lo que sea; pues a pesar de la variedad de casos que puedan existir, el ser humano a lo largo de la historia ha demostrado que le puede hacer frente a cualquier cosa y a infinidad de problemas.

128

Encuesta Número 7, persona de sexo masculino, 32 años, año 2012, Puebla, Pue. Encuesta Número 8, persona de sexo masculino, 30 años, año 2012, Puebla, Pue. 130 Encuesta número 9, persona de sexo femenino, 23 años, año 2012, Puebla, Pue. 131 Encuesta número 10, persona de sexo masculino, 22 años, año 2012, Puebla, Pue. 129

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Las personas pueden tomar en cuenta que no únicamente el cuerpo es lo que puede ser lastimado, al decir que todo ser humano debe pasar y pasa por ciertas situaciones que llegan a lastimar su cuerpo y también su alma132. A lo largo de nuestra vida, siempre va a haber cosas que nos lastimen, tanto física como emocionalmente; pero eso es parte de vivir y debemos enfrentarlo de alguna u otra manera. Gómez Sancho menciona que la esfera espiritual define al ser humano y por lo tanto hay necesidades que la persona necesita cubrir; hace referencia a como por lo regular se pueden considerar como sinónimos la espiritualidad y la religión, sin embargo no es lo mismo, la espiritualidad abre al ser humano la posibilidad de auto trascendencia y se encuentra vinculada con valores; tiene que ver con la conciencia. Dentro de las sensaciones mencionadas se encuentra la de la intensidad con la que puede llegar a sentirse el dolor. Es la única forma que el cuerpo tiene para hacernos saber que algo está mal133. A través de él nuestro cuerpo nos da avisos, en nosotros está el si tomamos atención a eso o no. En muchas ocasiones depende de la intensidad con la que el dolor se presenta, pues al momento en el que ya no nos permite hacer nuestras actividades cotidianas no tenemos otra opción más que prestarle toda la atención. Beatriz Sánchez hace referencia a la intensidad del dolor, pues menciona que existen distintas escalas para poder medirlo utilizando los números, la escala va del cero al diez; el cero representa la ausencia total de dolor y el diez el máximo dolor que se puede soportar. Encontramos el pensamiento de que bajo ciertas circunstancias es algo bueno porque te enseña, también hay que superarlo y aprender a vivir con él134. En algunas ocasiones el dolor es capaz de enseñarte y existen otras ocasiones, cuando afecta de por vida, entonces es necesario aprender a vivir con él. Para poder conocer nuestro propio dolor y poder sobrellevarlo, primero tenemos que conocernos nosotros mismos y la manera en cómo funciona nuestro cuerpo, sólo de esa manera podemos lograrlo.

132

Encuesta número 11, persona de sexo femenino, 18 años, año 2012, Puebla, Pue. Encuesta número 12, persona de sexo masculino, 20 años, año 2012, Puebla, Pue. 134 Encuesta número 13, persona de sexo femenino, 22 años, año 2012, Puebla, Pue. 133

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La sensibilidad es un aspecto muy importante que debemos considerar, pues hay quien piensa que el dolor es una sensación que es indispensable para los seres humanos, es un signo de que estás vivo135. Para esta persona el sentirlo es una buena señal, ya que al sentir dolor, aunque se sabe que algo no está bien, es señal de que tus sentidos están trabajando de una forma correcta y puedes hacer algo por curarte. Hay una persona que piensa lo siguiente: “Considero que el dolor es algo bueno, porque por medio de él podemos llegar a determinar lo que es sano e insano para nuestra persona”136. A través del dolor es posible que conozcamos que es aquello que nos daña y aquello que nos beneficia, nosotros somos capaces de que a partir de nuestras experiencias con el dolor, posteriormente conozcamos aquello que debemos evitar para que no nos lastime, ya que nuestro cuerpo no es igual al de las demás personas y cada quien puede tener una reacción distinta a ciertas cosas. Existen opiniones muy diversas respecto a este tema, pero todas se encuentran ligadas entre sí, pues algunos aspectos son mencionados en más de una ocasión, podemos encontrar como es que al dolor se le asignan distintos usos y el cómo nuestro sentir, las opiniones se puede encontrar muy ligadas a esa parte espiritual que tal vez no mencionemos, pero que se encuentra presente. Es importante el aprender cómo es que cada una de nuestras experiencias, así como la educación que hemos recibido y nuestras propias ideas influirán siempre en la manera como pensamos, en la actitud que tenemos frente a alguna situación. Cada una de las opiniones de los demás es una oportunidad que tenemos para reflexionar.

135 136

Encuesta número 14, persona de sexo femenino, 20 años, año 2012, Puebla, Pue. Encuesta número 15, persona de sexo femenino, 20 años, año 2012, Puebla, Pue.

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2. El dolor como disciplina y control del cuerpo. 2.1 Usos del dolor. En nuestra vida las personas le damos distintos usos a las cosas, dependiendo de aquello que queremos alcanzar, de lo que deseamos obtener. Los objetos los utilizamos como instrumentos, creamos herramientas para poder facilitar ciertas actividades. Sin embargo, no únicamente los objetos se utilizan como instrumentos o herramientas. A nuestro propio cuerpo lo podemos utilizar también de cierta manera, lo convertimos en un instrumento que se encuentra disponible para nosotros, el cual nos tiene que responder en todo momento. En este capítulo se reflexiona acerca de la manera en la que el dolor humano puede ser considerado y utilizado para ciertos fines; varios autores hablan acerca de que el dolor cumple con una determinada función, o incluso hay quienes consideran que cumple con variadas funciones. Al dolor se le pueden dar distintos usos dependiendo del fin que se quiere conseguir, o se puede considerar que sirve para ciertas cosas. Todas esas funciones que se le asignan al dolor las podemos encontrar en la vida cotidiana, si es que prestamos un poco de atención en eso y reflexionamos de acuerdo a lo que dicen distintos autores. Cristóbal Pera, menciona que el cuerpo es ese lugar donde el dolor se asienta; este autor habla de algunas funciones que cumple el dolor; una de ellas es el de ser una señal de alarma, el de avisar cuando hay una lesión en nuestro cuerpo, puede ser el inicio también de algún daño oculto que ha permanecido en silencio y que ya empieza a manifestarse, puede proteger también con un gesto de reflejo en el momento en que eres lastimado 137. Aquellas funciones que puede cumplir el dolor que son mencionadas por el autor,

se

refieren principalmente a funciones fisiológicas, a ese dolor físico que nos causa alarma y que nos alerta de lo que está pasando en nosotros. El cuerpo humano es vulnerable y también se deteriora con el paso del tiempo o por alguna enfermedad, por un padecimiento; dependiendo de las circunstancias; es por eso que se puede convertir fácilmente en un cuerpo herido, lastimado y 137

Pera Cristóbal, Op. Cit.

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toda herida traspasa las fronteras del cuerpo138. Todos nos encontramos vulnerables a cualquier herida, a cualquier enfermedad o accidente; es posible darnos cuenta cómo podemos ser muy frágiles, nuestro cuerpo tiene su propia fortaleza y es resistente, nosotros mismos podemos cuidarlo y darle resistencia; pero siempre será vulnerable y tendrá sus propios límites. Cuando el cuerpo está enfermo la conciencia de la persona dice que algo no está bien, puede saberlo por aquello que está sintiendo y se ve obligada a dejar de hacer lo que antes hacía, a modificar parte de su vida, pues el dolor limita y te absorbe. En el cuerpo enfermo se desarrolla una nueva experiencia y se ve obligado entonces a tener que aprender a vivir de otra manera, tiene que adaptarse a sus nuevas circunstancias y sensaciones. Los cuerpos enfermos se han transformado históricamente, siendo parte fundamental el contexto de cada sociedad y lo ha hecho mediante el abundante uso de metáforas”139. Cuando una persona se enferma o experimenta algún cambio en su cuerpo, se ve obligada a adaptarse a aquello que siente, a sobrellevarlo de la mejor manera para poder realizar sus actividades cotidianas. González García es un autor que nos hace reflexionar acerca de la existencia del ser humano y de su relación con el dolor; sin embargo también habla del placer, pues de alguna manera se encuentra muy relacionado con el sentir del cuerpo; tanto el dolor como el placer, son parte de esa existencia sensible que tiene el ser humano. Es importante que reflexionemos en esa otra parte del sentir, que es el placer y la relación que puede haber entre estas dos sensaciones, ya que al igual del dolor, el placer también es algo que el cuerpo llega a experimentar; en nuestra vida nos enfrentamos con esas dos partes y a partir de ahí las asociamos con nuestras experiencias. El dolor puede ser visto como un reflejo de la inteligencia que tiene el cuerpo y de su función de informarnos que hay algo que no funciona de la misma manera en el organismo, de algo que está alterado. Esta es la función principal que se relaciona al dolor, la de dar un aviso, una advertencia, probablemente esta es tan solo una de las respuestas cuando nos preguntamos ¿por qué sentimos dolor? 138 139

Ibid. Pera Cristóbal, Op. Cit.

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El sufrimiento en los seres humanos adquiere un matiz bajo una autoconciencia que se pregunta por su sentido; el dolor te obliga de alguna manera a hacer conciencia acerca de tu cuerpo, de tu sentir140, te obliga a preguntarte si realmente existe un sentido de sentir ese dolor. Con esto que el autor menciona, podemos pensar que existe una relación que se da entre el dolor y el conocimiento, la cual le da esa profundidad al mismo, transformándolo en algo incomprensible para otros y también algo que en muchas ocasiones no se encuentra en nuestras manos, en algo que el ser humano intenta comprender. Cuando una persona nunca ha experimentado el mismo dolor que otra siente,

puede intentar

comprender aquello que sucede, pero al no conocerlo no se puede identificar con esa situación e incluso puede llegar a mostrarse insensible con el dolor ajeno. Es por eso que el dolor también cumple con la función de ser un instrumento para identificarse, pues una persona que ha sentido en alguna ocasión lo mismo que otra, que conoce aquello a lo que la otra persona se enfrenta, llega a sensibilizarse. Moisés González García menciona que el placer y el sufrimiento de alguna manera nos llevan el uno al otro y si es que uno de los dos se quiere, es necesario quererlos a los dos, porque ambos son estados que acompañan a la acción y el hecho de que sean distintos no quiere decir que sean lo contrario 141. De acuerdo a lo que dice podemos pensar que tanto el placer como el sufrimiento forman parte de lo mismo de alguna manera, pues al ser distintos se complementan y nos forman a nosotros como seres humanos, quienes llegamos a experimentar las dos partes. El autor dice que la historia de la humanidad ha sido la historia de la crueldad también, pues el dolor y el sufrimiento han sido medios poderosos, empleados para que las leyes, las costumbres y los códigos morales queden grabados y se impongan en la memoria de los hombres142. El dolor tiene esa función de escarmentar a las personas, de recordarles su condición vulnerable frente al poder y se puede utilizar para dominar. 140

Ibid. González García, Op. Cit. 142 Ibid. 141

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Juan David Nasio, dice: “Lo que se quiebra sufre y se convierte en dolor es todo el ser”143. La percepción del dolor graba en la persona la imagen de ese lugar lesionado en el cuerpo, de esa parte suya, esta imagen queda en la conciencia la representación mental de aquella parte de su cuerpo que se encuentra lesionada. Aquella parte del cuerpo que está afectada es la que llega a formar un todo, pues para la persona que lo experimenta, ocupa toda su atención. Esa parte de su cuerpo es la que en ese momento se siente, es lo más importante. David Le Breton dice que las distintas sociedades integran el dolor en la concepción que tienen del mundo, le dan un sentido y también le dan un valor. El darle un sentido al dolor permite al ser humano mantener su mirada sobre las cosas, a mantener la calma y rechazar el pánico cuando es golpeado por la adversidad, pues de esa manera es más fácil sobrellevarlo 144 Lo que menciona permite reflexionar acerca de la manera en que cuando una persona sufre, le es de utilidad pensar que eso por lo que está pasando tiene una razón de ser, su sufrimiento tiene un sentido; sea cual sea el sentido que encuentre, de alguna manera le da fortaleza para poder seguir, sobrellevarlo e incluso vencerlo. Los seres humanos encuentran su capacidad de resistencia personal en lo que saben acerca de la resistencia de los demás, lo que conocen que otras personas han llegado a soportar. Cuando el dolor se integra a las personas que le dan un sentido y también un valor, el dolor se vuelve más áspero145 . Cuando una persona está pasando por algo, suele interesarse en la manera en como otras personas han llegado a soportar eso mismo, tiene distintas referencias acerca de eso y puede conocer la manera de sobrellevarlo de una forma más sencilla. El autor menciona que las dosis de dolor esperadas y también las maneras de responder a él se van transmitiendo de generación en generación; cada enfermedad, experiencia y lesión está asociada a un límite impreciso de sufrimiento. Cuando la enfermedad o el padecimiento es común, es conocido, se puede tener una noción de cuales son aquellas dosis de dolor que se esperan.

143

Nasio Juan David, Op. Cit., p.18 Le Breton David, Op. Cit. 145 Ibid. 144

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Mientras más conocido es un padecimiento o un tipo de dolor, se tienen ya ciertas expectativas acerca de lo que enfrenta una persona. El umbral de sensibilidad es semejante para un conjunto de sociedades humanas, el umbral del dolor en el que reacciona el individuo y la actitud que adopta están vinculados de alguna manera con su trama social y cultural. Frente al dolor pueden entrar en juego la concepción que tiene el individuo del mundo, sus valores religiosos y también su vida personal146. Con esto que el autor menciona es posible pensar en cómo podemos dejar de lado ciertas cosas que son de mucha importancia para comprender por lo que puede estar pasando una persona, pues no únicamente debemos poner atención a lo biológico. La relación que tiene el hombre con el dolor es uno de los hechos indicativos de lo variables que pueden llegar a ser las condiciones corporales, el ser humano con su cuerpo puede experimentar en días distintos condiciones muy diferentes que siempre van a tener un impacto en su persona, en su forma de sentir y también en sus relaciones sociales. Hacer del dolor un simple dato biológico es insuficiente, pues su humanización es necesaria para que se presente a la conciencia, porque los hombres no sufren del mismo modo, ni tampoco sufren en el mismo momento147 . Lo que menciona Le Breton tiene mucha importancia, pues a pesar de que las funciones que suele considerarse que tiene el dolor son las biológicas, no debemos deshumanizarlo, pues todos somos distintos, tenemos una individualidad y existen distintos factores que tienen mucha importancia y deben ser considerados. La manera en que un individuo reacciona al dolor tiene mucho que ver con sus primeros años de vida y con el tipo de atención que le dieron los padres a sus heridas y enfermedades. Es en la familia donde se forman las modalidades corporales y la relación del niño con el mundo148. El autor da mucha importancia a la etapa de la infancia en el ser humano, para la actitud que la persona tomará posteriormente; la actitud de la madre anima o disuade, también calma o alimenta el dolor. Aquellas experiencias que tenemos cuando somos niños también 146

Le Breton David, Op. Cit. Ibid. 148 Ibid. 147

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marcarán la manera en como posteriormente reaccionaremos a un dolor o a una enfermedad. En la relación con su cuerpo, el individuo es capaz de transformar las sensaciones experimentadas en sus propias categorías, esas sensaciones las vuelve suyas 149. El autor menciona que si las condiciones de existencia determinan una relación con el sufrimiento, entonces las sociedades desarrollan también recursos psíquicos y morales que vuelvan a las personas más aptas y las ayuden para poder soportar sus males. La familiaridad con el dolor puede impregnar el carácter e incita a no detenerse demasiado en él para no dificultarlo, pues se considera como algo cotidiano. Una vez que el dolor llega, el ser humano tiene una actitud frente a él, una actitud que será importante para la manera en que el dolor tenga un impacto en la persona, así como para la resistencia de la misma. Es posible que en ocasiones podamos ver como dos personas pueden reaccionar de una manera distinta frente a un dolor, las afecta de formas diferentes porque su actitud es distinta, independientemente de que el tratamiento y el padecimiento puedan ser el mismo. Entran en juego distintos factores como los que acabamos de ver que tienen relación con el entorno social y la historia de vida de la persona. Con frecuencia los médicos con sus pacientes pueden llegar a proyectar sus valores y con frecuencia sus prejuicios sobre aquello que están viviendo sus pacientes150 , pues aunque deben ser objetivos, no dejan de ser humanos. Un criterio determinante de la relación del individuo con el dolor es el significado que le da a la prueba soportada151. Según las circunstancias el individuo sufriente experimenta variaciones en su dolor, no siempre permanece siendo el mismo. El significado que las personas le otorgan al hecho doloroso es de gran importancia e influye en la actitud para enfrentarlo; así como el estado de ánimo de las mismas, pues estos dos aspectos son las matrices que le dan forma al sentimiento del dolor152.

149

Le Breton David, Op. Cit. Ibid. 151 Ibid. 152 Ibid. 150

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El dolor crónico es tan solo un ejemplo de la manera en como el dolor puede modificar las relaciones que la persona tiene con los demás, porque le da al sujeto un estatuto, un reconocimiento. El dolor puede llegarle a procurar al individuo, lo que algunas personas considerarían como beneficios secundarios; como son por ejemplo, esa atención y ese reconocimiento especial por parte de las demás personas. La religión tiene un papel importante en el dolor, pues la fe puede volver deseable el sufrimiento, lo puede convertir en una fuente de gozo al aproximarse a la santidad; pues la santidad puede consentir un camino de dolor que conduce a la proximidad de Dios153. Es por eso que dolor es un valor cuya búsqueda aseguraría la salvación, aquí es donde podemos ver otra de las funciones que se le da al dolor. Se puede considerar que por muy difícil que sea el camino que se tiene que recorrer, tarde o temprano habrá una recompensa para todo aquello. Por otro lado, la elección del dolor como una forma de devoción marca también la intensidad de la fe. El dolor puede ser visto como una ofrenda a Dios, las mortificaciones pueden ser diversas, de distintas formas y a veces alcanzan el autosacrificio por la exposición de un dolor deliberado alimentado por esa virtud religiosa. El sufrimiento puede convertirse en una ofrenda, dependiendo de la devoción y de las ideas que tenga el individuo Existe una predisposición al dolor, aún fuera de la vida religiosa, David Le Breton menciona que hay personas que también conducen su existencia por un camino de dolor, el cual ninguna circunstancia puede llegar a eliminar. Esta predisposición al dolor afecta ciertos tipos de personalidad, una culpabilidad oculta es un ejemplo de algo que puede alimentar una predisposición a sufrir, surgiendo una y otra vez, esto permite al individuo existir154. Existen personas que su existencia la llevan por medio del dolor, es un instrumento que utilizan y a través de él se manifiestan e incluso logran relacionarse con las demás personas. El dolor también se encuentra relacionado con la compasión y con la culpabilidad que puede provocar. Es por esto que se puede convertir también en un medio

153

154

Ibid. Ibid.

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para estar acompañado, para ser compadecido, para ser amado y también para ser reconocido155. Muchas personas encuentran a través del dolor estos beneficios, sobretodo el beneficio de ser reconocido y valorado por los demás. El dolor funciona como un mecanismo que permite mantenerse en el filo de una vida inestable y amenazada156. Le Breton menciona que hay ocasiones en que las personas que lo buscan suelen hablar de sus males quejumbrosamente, pero a la vez inspiran el sentimiento de una fuerza que permanece intacta a pesar de las pruebas por las que pasan, en muchas ocasiones causando la admiración de otras personas. Sin el dolor sus existencias no serían posibles, pues aunque el dolor se vuelva contra el doliente, también es un instrumento de control para la otra persona. Puede llegar incluso a ser un arma política, donde se le utilice como forma de protesta; cuando algunas personas se dan cuenta que su dolor de alguna manera puede traerles ciertos beneficios, es cuando deciden utilizarlo de la mejor manera para ellos. El infligir un dolor a una persona, aun sin haberlo querido, trae consigo el sentimiento de una culpabilidad que de alguna manera obliga a una reparación. El lugar del dolor puede ser variable, depende también de las historias personales; el momento y los recuerdos que perduran en el corazón de la persona157. Cuando en algún momento llegamos a sentir que lastimamos a alguien, el pensar que de alguna manera causamos o estamos causando dolor nos empuja a querer solucionar aquello que provocamos, eso de lo que somos culpables. El dolor de otra persona puede ser también nuestro propio dolor; aquí se encuentra otra de sus funciones. Por otra parte, el dolor puede salvaguardar a la persona, porque de alguna manera contribuye a mantener un sentido de su identidad. Esto tiene que ver con que el dolor siempre va a tener un impacto en la persona que lo sufre, no será nunca indiferente a él y queda vivo en la persona que lo hace suyo y lo convierte en parte de sí misma.

155

Ibid. Ibid. 157 Ibid. 156

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Por otra parte, el dolor puede ser utilizado como una forma para gobernar al otro, dominio de su comportamiento y de su conciencia cuando es infligido a una persona que se encuentra desprotegida158, pues no solamente es el dominio físico sobre ella, sino también emocional y psicológico. La persona puede ser totalmente sometida, de todas las formas posibles. El dolor aplicado a un individuo es un castigo y sanciona la conducta que se considera que es errónea159, también señalándola; haciendo que quede grabada en la memoria. El autor habla de que en la historia de la educación se puede apreciar la manera en que la misma ha progresado con el apoyo del dolor como posible sanción a toda mal conducta; el disciplinar por medio de sanciones y castigos también es parte de la educación. Existe corrección en la memoria, pues la persona no llega a olvidar ese castigo y de esta manera recuerda cual es la conducta apropiada. Los castigos corporales en la educación permanecieron durante un largo tiempo funcionando, sobre todo en las clases de la enseñanza primaria, el dolor ha sido un aliado para la corrección de las conductas que no se consideran apropiadas. Podemos ver aquí otra función que se le da al dolor, la cual durante mucho tiempo no fue mal vista; si no más bien fue parte de la vida cotidiana de las personas. Juan David Nasio dice que el dolor siempre surge en el nivel de un límite, puede ser el límite entre el cuerpo y la psique o entre el yo y el otro160. Cuando llega a ocurrir un accidente muy grave por ejemplo, el sujeto ya no queda disociado del cuerpo y deja de percibirlo como una unidad exterior, sino como sí mismo. Lo que menciona este autor nos refiera a esos momentos en los que recordamos que ese cuerpo somos nosotros, pues aquello que se siente en ese momento nos regresa a nosotros mismos y podemos darnos cuenta que ese cuerpo somos nosotros, no algo ajeno que llevamos. La sacudida interna que provoca el dolor siempre es perturbadora y su impacto imprime una imagen en la memoria de la persona, que es el recuerdo y también

158

Ibid. Ibid. 160 Nasio Juan David, Op. Cit. 159

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una imagen en el inconsciente161. El impacto del dolor siempre quedará grabado dentro del individuo, esta imagen será muy importante para su concepción del dolor y la manera en que lo enfrente posteriormente. Cuando pensamos en esos usos que tiene el dolor pueden venir a nuestra mente las funciones biológicas de aviso y de alarma que nos dicen que algo no está bien; sin embargo, sabemos que puede haber más usos que esos, muchos más, como son algunos de los ejemplos sobre los cuales pudimos reflexionar en este apartado; pensar en todos los factores que tienen un papel importante y que no siempre se toman en cuenta. Nosotros podemos descubrirlos si es que lo deseamos; si deseamos reflexionar sobre esa parte del ser humano. Depende de la historia de cada individuo, única y diferente; de su entorno, de la sociedad; de las distintas necesidades que pueden llegar a surgir en el momento de experimentarlo. En el siguiente apartado podremos reflexionar un poco acerca de los usos sociales que se le dan al dolor.

2.2 Usos sociales de dolor. Dentro de la sociedad es posible encontrar que el dolor cumple con funciones, las cuales encontramos en diversas ocasiones; pues los mismos seres humanos le hemos dado distintos usos. En cada uno de nosotros existe una relación con el dolor, ya sea con el de nosotros mismos o con el dolor de otra persona o personas.

No únicamente cumple una función fisiológica como anteriormente

vimos y es importante tomar esto en cuenta; en este apartado se busca reflexionar acerca de esos usos sociales que se le pueden dar al dolor, es esencial indagar acerca de ello para una sensibilización y concientización acerca de este tema. Para concientizarnos acerca de un tema que se encuentra muy ligado al ser humano, como es en este caso el dolor; podemos reflexionar acerca de nuestra autoconciencia, acerca de esa conexión que tenemos con nosotros mismos. El acceso del ser humano a la autoconciencia, a conocerse y observarse a sí mismo acompaña la experiencia del dolor. Esa experiencia que el ser humano llega a

161

Ibid.

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tener es consigo mismo y con nadie más, es algo íntimo 162. Lo que comentan Duch y Mélich es que el dolor no es ajeno al ser humano, a su cuerpo. Probablemente lo puede considerar ajeno cuando no lo siente; sin embargo al momento de sentirlo, es parte de sí mismo. No debería ser necesario el experimentarlo; el sufrir, para ser capaces de tener conciencia de él, pero aquello que ocurre con nosotros mismos siempre será una referencia para aquello que ocurra después. Suele suceder que por aquellas actividades que debemos realizar en la vida cotidiana, entre las cuales se encuentra el trabajo y las distintas obligaciones que tenemos, no tenemos tiempo para nosotros, para nuestro cuerpo y en algunos casos, no prestamos atención a las molestias que pueden surgir. Hay algunas actividades diarias que requieren más resistencia física que otras. Lo que nos dice Bolansky es que el interés y la atención que los individuos atribuyen a su cuerpo aumenta en medida que disminuye la resistencia física de los individuos 163; hay ocasiones en que cuando nos encontramos activos y ocupados en nuestras actividades, no hay ninguna molestia o tal vez la pueda haber, pero lo le prestamos mucha atención, al considerar que hay otras cosas más importantes por las que preocuparse o más urgentes; a diferencia de cuando tenemos tiempo libre y no tenemos muchas preocupaciones en la cabeza. Al decirnos que los miembros de las clases trabajadoras valoran la resistencia al dolor y para consultar al médico esperan que la sensación alcance un grado muy alto de intensidad que les impida hacer uso de su cuerpo; nos permite una reflexión que tiene relación con las necesidades y el tiempo; pues al no haber tiempo para sentirse mal, ni otro remedio más que trabajar, en muchas ocasiones es necesario seguir a pesar de las molestias que se puedan sentir y por eso se tiende a minimizarlas. El autor nos menciona que por lo regular el consumo médico de las mujeres es mayor al de los hombres, principalmente cuando se trata de analgésicos, sedantes y digestivos164. Existen diferencias en la manera en cómo se enfrenta el individuo 162

Duch Lluis, Mélich Joan Charles, Op. Cit. Bolansky Luc, Op. Cit. 164 Bolansky Luc, Op. Cit. 163

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al dolor, pues se encuentra relacionado con lo más cotidiano; como son las actividades que realiza cada persona cada día y la forma en que una molestia puede llegar a afectar en ellas; es por eso que una de las funciones que tiene el dolor, es la de poner un alto a las actividades cotidianas que realizas, o si no un alto, se hace un cambio en ellas. Como existen distintos tipos de padecimientos, en algunos de ellos las personas se enfrentan a un dolor constante, que no acaba nunca. Ana Barragán Solís, quien nos habla de las enfermedades crónicas desde la antropología, dice que el dolor históricamente ha sido un componente principal en el padecimiento de este tipo de enfermedades165. Como podemos ver, con los avances médicos se ha buscado mejorar la calidad de vida de personas que padecen este tipo de enfermedades, para que afecte lo menos posible en su vida y sus actividades. La experiencia del dolor es una construcción singular, pero también es colectiva, pues son distintas personas las que se encuentran involucradas, entre las que se encuentran principalmente: la familia, los amigos y los mismos médicos o personas que participan en la curación; de esta manera es posible darnos cuenta como el dolor se vuelve social, pero no deja de ser íntimo. El control social es uno de los usos que menciona esta autora acerca de los cuales podemos reflexionar, pues hay aflicciones que se pueden esconder detrás del dolor; las cuales incluyen el abuso y su utilización como un medio de control. Es posible darnos cuenta cómo es que esta manera de utilizarlo es muy común, pues es una manera de mantener a la persona o personas sometidas. La búsqueda de respuestas para que las personas tengamos una mejor calidad de vida ha llevado al ser humano por muchos caminos. Dulce María Martínez López hace mención de cómo el deseo del ser humano por controlar el dolor, ha sido siempre un motor del desarrollo social; esto podemos verlo a lo largo de la historia, el ser humano siempre ha buscado curas para todos los padecimientos. El ser humano tiene la capacidad para desarrollar una interpretación personal del dolor, la cual le permite padecer el dolor propio y también el de otros individuos de su

165

Barragán Solis, Op. Cit.

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especie, ser empático con el sufrimiento166. Cuando se tiene esa empatía es posible actuar no solamente de acuerdo a lo que a cada quien le convenga, sino también pensando en otro u otros seres humanos; porque tenemos la capacidad de ponernos en el lugar de los demás. Es de mucha importancia el desarrollar esa empatía, porque el individualismo únicamente podrá conduce a la insensibilidad. La actitud que cada persona toma de acuerdo a lo que ocurre en su vida es importante para la manera en cómo vive con su padecimiento, las circunstancias en que cada persona se encuentra y el apoyo que tiene, pueden tener un gran significado. Frida Kahlo mencionó que no se preocupaba, sabía que no tenía remedio y que

llorar en su dolor no era bueno, que tenía voluntad de hacer

muchas cosas y no se sentía decepcionada con la vida167. Uno tiene la libertad de actuar frente a una situación y de expresarse de la forma que quiera. En la religión podemos ver que el dolor no únicamente encuentra un refugio, sino también se mueve, cambia, no permanece estático. Puede llegar a tener un papel importante, porque es una manera en que la persona compensa algo de lo cual se siente culpable, el dolor es su instrumento. Puede llegar a ser utilizado para movilizar el pecado y la satisfacción de la culpa168. Puede ser utilizado como un intercambio, pues ese malestar sentido en el cuerpo de alguna manera está compensando ese malestar de la conciencia, de esa manera estás expiando una culpa; no solamente demostrando que estás arrepentido, sino también imponiéndote un castigo. Este es un ejemplo de un uso social que los seres humanos damos al dolor y que es posible apreciarlo a lo largo de la historia. Podríamos pensar que cuando uno sufre de alguna manera con el cuerpo, ya sea con una enfermedad, un padecimiento, un accidente, o sea cual sea la situación, únicamente se trata de un asunto fisiológico que se resuelve en un hospital, con algún médico; pero en realidad no es así, hay muchas otras cosas que se encuentran implicadas. Duch y Mélich dicen que en torno al dolor y las enfermedades se puede originar un conflicto de interpretaciones, porque al momento en el que una persona tiene algún problema de salud y va al médico, no 166

Martínez López, Op. Cit. Kahlo Frida (1936) Querido doctorcito. Correspondencia entre Frida Kahlo y Leo Eloesser, México D.F. 168 Duch Lluis, Mélich Joan Charles, Op. Cit. 167

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únicamente entran los conocimientos fisiológicos del cuerpo que puede tener el médico o aquella persona que cura; sino la manera en como interpretan la situación, en como la perciben169. El ser humano es diverso, puede haber personas que sufran de lo mismo, pero las situaciones y las historias son distintas; lo cual puede ser la razón por la que tomen una actitud diferente frente a su dolor y la manera de combatirlo o sobrellevarlo. El dolor es algo íntimo, algo personal de cada uno de nosotros, algo que no compartimos con otra persona, de alguna manera nos obliga a un viaje en nuestro interior. Puede sentirse y también es evaluado subjetivamente, es privado porque ninguna persona es idéntica a otra y percibe de la misma manera; es por eso que dentro de cada uno de nosotros se encuentra nuestro sentir 170.

En algunas

ocasiones eso que se encuentra muy guardado dentro de nosotros puede salir de alguna forma, pues necesita hacerse escuchar, no puede permanecer en silencio dentro siempre. Por otra parte, otro de los usos que tiene el dolor es el de llegar a cumplir una función en la sensibilidad de las personas, pues es capaz de despertar en una persona el impulso de ayudar a otra y también de consolarla, de acercarse a ella, surgiendo de esa manera una relacionalidad social; se da una relación al sensibilizarse con aquello que le ocurre a otro ser humano, es de esta manera que el dolor se socializa171. De acuerdo a esto que dicen Duch y Mélich, es posible que a pesar de que no experimentemos en nuestro propio cuerpo aquello que vemos, escuchamos y percibimos en otra persona, tengamos conciencia de ello al ponernos en su lugar, al suponer, al imaginar lo que aquella persona está sintiendo. El medio principal por el cual nuestro dolor se expresa, es nuestro cuerpo. No existe otro, ni otra manera por la cual se exprese, pues cualquier cosa que realicemos en reacción será por medio del cuerpo; el dolor permite que las personas que rodean a quien sufre participen de alguna manera en ese sufrimiento, a pesar de que no se encuentren en ese cuerpo y no lo perciban en 169

Duch Lluis, Mélich Joan Charles, Op. Cit. Ibid. 171 Ibid. 170

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carne propia. Aquellas personas cercanas a la persona que está padeciendo también tienen una relación con ese dolor172, aunque no de una manera tan directa como la persona afectada. Esto lo podemos ver reflejado en las personas que se encuentran más cercanas a quien está sufriendo, como es el caso de la familia y los amigos, quienes a pesar de que no lo sienten en su cuerpo directamente también tienen una relación con ese dolor, pues aquella persona es tan cercana a ellos, que es imposible que no formen parte de esa relación y se encuentren sumergidos de alguna manera en ese mismo sufrimiento. Javier Moscoso habla acerca de que en el Mundo Moderno se podrían distinguir cinco grupos de representaciones, en las cuales el padecimiento físico adquirió preeminencia visual; los cuales son: El contexto teológico, la actividad bélica, el ámbito punitivo, la representación anatómica y la práctica de la medicina; los cuales a su vez también pueden subdividirse en distintos grupos. En todos estos casos la representación del sufrimiento se encuentra en un contexto imaginario, apoyado de elementos visuales y narrativos173. Las imágenes que derivan de estos elementos hacen que tengamos una idea de lo que es el dolor, el padecimiento físico, ilustran ciertas situaciones. Ellas pueden tener una gran influencia en la mente de las personas, pues de alguna manera la imagen queda grabada en la memoria y posteriormente aparece al asociarla con otra cosa. El autor menciona que la cultura visual del dolor que se dio a finales del siglo XX no podría haber existido sin la proliferación de imágenes de formas estandarizadas y mecánicas. Hay una relación que se da entre el dolor y la memoria, han tenido mucha importancia las imágenes de culto, los grabados de las guerras religiosas; así como también las representaciones anatómicas. El cuerpo llegó a convertirse en un ejemplo en diferentes representaciones, diferentes fueron sus usos y también sus formas de consumo. Actualmente podemos darnos cuenta que las imágenes del cuerpo se encuentran por todos lados, día a día somos bombardeados con ellas y existen imágenes que se

172

173

Ibid. Moscoso Javier, Op. Cit.

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quedarán grabadas en nuestra memoria, que están hechas para impactarnos; algunas de ellas para causarnos temor, para causarnos miedo. Actualmente solemos arrastrar valores y prácticas de antes, en muchas ocasiones sin que seamos conscientes de ello; ya que nos han enseñado y transmitido distintas ideas y representaciones en el momento de educarnos; que puede que las razonemos y analicemos o que simplemente las asumamos como propias 174. Muchas veces no nos damos tiempo para analizar y poder pensar, razonar lo que ocurre con ciertas ideas, si es que de alguna manera nos las han transmitido y el por qué. Un uso muy distinto a aquello que hemos mencionado es cuando al dolor se le puede dar un uso creativo. En algunos casos al dolor se le llega a considerar sagrado y en algunos cuerpos incluso puede llegar a transformarse en creatividad, en parte de ella, en aquello que puede impulsarla para la creación de nuevas cosas; este es el caso por ejemplo de algunos artistas que a través del dolor son capaces de expresar aquello que sienten o que les llega a atormentar. La experiencia del dolor es capaz de dar a la persona que sufre la certeza de la existencia de su propio cuerpo175. Lo que dice Cristóbal Pera acerca de esa creatividad impulsada por el dolor

permite reflexionar acerca de cómo es

imposible callarlo, pues de alguna manera llega a encontrar una salida distinta, hay salidas diversas, las cuales surgen dependiendo de cada ser humano. El dolor puede llegarse a transmitir, pues puede ser expresado de diversas maneras, no solo por medio de gritos o lágrimas, puede tener distintas caras o incluso distintos colores: “Cada rasgo, cada pincelada de color, cada textura es reflejo de mi dolor”176. Lo que menciona el pintor Julio Galán nos permite darnos cuenta como existen diferentes maneras en que el dolor suele salir, maneras de desahogarse, de expresar; en las cuales se ve reflejada la creatividad que tiene el ser humano.

174

Moscoso Javier, Op. Cit. Pera Cristóbal, Op. Cit. 176 Palabras del pintor mexicano Julio Galán, citadas en un artículo publicado el 14 de agosto de 2006, publicado en Anodis.com: http://anodis.com/nota/7566.asp 175

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Cada persona dentro de su ser único encuentra distintas manera de expresarse, todos tenemos una parte creativa, en algunas ocasiones esa parte puede ser alimentada por el dolor, por aquellas cosas que atormentan, que no decimos de una forma directa; tal vez algunas por experiencias que sucedieron en la vida: “Nunca lo niego, mis obras son un espejo de mi propio dolor, es así como exorcizo mis fantasmas para abrirme al abismo de una nueva vida que son aventuras. Es la forma de mimetizarme con el ambiente, eso me encanta, me escondo de mis propios reflejos, igual me escondo tras la máscara del estrafalario”177. Ana Barragán Solís dice que el dolor es humano y también corporal; es una corporeidad sociohistórica, en la que se encuentra inscrita la memoria, las experiencias de vida y las tradiciones culturales. Es una experiencia que trastoca y obliga a la re significación, a la búsqueda de sentido178. Permite recuperar la creatividad humana y asumir el riesgo de recuperar el cuerpo; es posible que cada ser humano busque un sentido distinto, dependiendo de la personalidad, de las habilidades, de las ideas, pues su experiencia es única. En el siguiente apartado podremos reflexionar acerca de un uso social que se le da al dolor que es muy común, la manera en cómo se utiliza para tener un control del cuerpo y disciplinarlo. Un ejemplo de esos distintos usos sociales que se le pueden dar, como los que vimos en este apartado anterior y que cada uno de ellos nos deja mucho para reflexionar en torno al ser humano. Es necesario pensar que las personas no somos máquinas hechas en serie, por eso tenemos una historia cada quien, tenemos nuestro propio origen. Dentro de esa historia somos capaces de descubrirnos a nosotros mismos y a los demás; pues no es necesario haber vivido lo mismo que otro ser humano para ser capaces de descubrirnos dentro de él.

177 178

Ibid. Barragán Solis, Op. Cit.

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2.3 Castigar y disciplinar al cuerpo. Entre los tantos usos que podemos encontrar que en la historia se le han dado al dolor se encuentra el de utilizarlo para castigar y disciplinar a las personas, en distintos espacios y distintas circunstancias. Esta forma en que es utilizado es para corregir una conducta o amedrentar; sobre todo, para tener un control sobre las personas. El castigo afecta directamente el cuerpo del ser humano tanto física, mental como emocionalmente y sin duda tiene un fin, una razón de ser, un propósito. De cualquier manera este castigo tendrá un impacto en la persona que lo experimenta y dejará una marca, nuca le será indiferente. Pueden llegar a nuestra mente distintas reflexiones en torno a este tema, aquí están algunas de ellas. Michel Foucault habla acerca de la expiación que hace el cuerpo y la manera en que causa estragos en el mismo, a esta expiación debe suceder un castigo que actúe en profundidad en el corazón, en el pensamiento, en la voluntad y en las disposiciones179. En esta expiación se está pagando algo y el cuerpo es el instrumento; sin embargo, el cuerpo no solamente es la carne que puede ser lastimada, el castigo marcará a la persona no sólo física, también emocional y mentalmente, lo cual traerá consecuencias, todo el ser completo será afectado. Un saber, unas técnicas, unos discursos científicos se forman y se entrelazan con la práctica del poder de castigar; de acuerdo al autor, el castigo es una función social compleja. El mismo castigo también ha cambiado con el paso del tiempo; el autor menciona que en una época en la que la moneda y la producción están poco desarrolladas siempre habrá conflictos y por lo tanto también habrá un brusco aumento de castigos corporales, por ser el cuerpo en muchas ocasiones el único bien accesible y correccional; sin embargo, los conflictos y los castigos corporales siempre se encuentran presentes. Podemos pensar que para poder castigar también se necesita un conocimiento, en muchas ocasiones, el cuerpo mismo es quien recibe aquello por lo que se tiene que pagar, al ser esa posesión más valiosa y preciada, con la que contamos todos los seres humanos.

179

Foucault Michel, Op. Cit.

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Existe una economía política del cuerpo y los sistemas punitivos se encuentran dentro de ella, aunque no se recurra a castigos que son violentos o sangrientos, cuando se utilizan los métodos que se consideran “suaves”, que encierran o corrigen, siempre es del cuerpo del que se trata y el que lo resiente. Es el individuo mismo el que sufre cualquier tipo de sanción, sin importar la intensidad o rigurosidad de la misma. Siempre hay una repercusión en los castigos que se imponen a la persona, los cuales se encuentran permitidos. El autor menciona que los historiadores han tratado la historia del cuerpo desde hace largo tiempo. El cuerpo se encuentra susceptible a relaciones de poder que operan sobre él, que lo cercan, lo marcan, lo doman, lo someten al suplicio y lo fuerzan al trabajo. Nuestro cuerpo está sometido a reglas, ideas y concepciones que se tienen en torno a él y a las distintas autoridades con las que se encuentra y a las que se somete, a los diversos contextos. Se convierte en fuerza útil cuando es cuerpo productivo y cuerpo sometido. Si tiene una productividad será valorado. Como podemos ver, no somos del todo libres, pues nuestras acciones también se encuentran condicionadas por distintos factores que tienen que ver con nuestro entorno social. Foucault habla acerca de la tecnología política del cuerpo, la cual es un saber; pero no el de la ciencia y su funcionamiento, sino más bien de su dominio, de las formas de dominar al cuerpo. Los castigos y la prisión son un ejemplo de cómo es aplicada esta tecnología política del cuerpo; dentro de las instituciones que llegan a castigar el cuerpo existe un conocimiento del mismo, un saber que de alguna manera apoya y respalda ese castigo que se aplica. Nos dice que también existe un código jurídico del dolor; la pena que se aplica no cae al azar, pues está calculada de acuerdo con reglas escrupulosas. El suplicio debe ser señalado, está destinado por la cicatriz que deja en el cuerpo, por la resonancia que lo acompaña, vuelve infame a quien es su víctima y ese es su objetivo. Por parte de la justicia que lo impone, el suplicio debe ser resonante y comprobado por todos, en cierto modo como su triunfo sobre esa falta, es una lucha. Es por eso que ese castigo va a triunfar sobre el cuerpo, el cual reconoce y recuerda que en algún

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momento fue sometido, que siempre será vulnerable180; pues hay cosas con las que simplemente no puede luchar, porque siempre lo rebasarán, siempre será más vulnerable y llegará a un límite. El ser humano recuerda que siempre de alguna manera se encontrará sometido y que su cuerpo siempre estará a merced de aquellas consecuencias de sus actos. De alguna manera eso es lo que busca el castigo. En algunas sociedades que son fuertemente religiosas, la enfermedad tiene mucha relación con la divinidad, pues puede ser un signo de elección, un premio o incluso, un castigo; todos esos significados puede tener. Pfeiffer menciona que la enfermedad la pensamos y la imaginamos como un mal que nos sobreviene y que hay que soportar, hay que luchar contra él. En muchas ocasiones, al enfermarnos solemos asumir a la enfermedad como eso que tenemos que combatir y también debemos tener la fuerza suficiente para soportarlo y vencerlo; o en todo caso sobrellevarlo181. Sin embargo, también puede ser apreciado de una manera distinta en la religión, como una prueba de fe. Un ejemplo claro en el que podemos apreciar la manera en como el dolor es utilizado para disciplinar el cuerpo es en el deporte, en el que poco a poco al cuerpo se le da una dosis de dolor para que poco a poco llegue a soportar más y obtenga más resistencia. La actividad deportiva re quiere varias cosas; no sólo exige una técnica y una aptitud particular para resistir el esfuerzo y la fatiga, al mismo tiempo es una lucha interior contra el sufrimiento, y también contra la tentación, la tentación de no seguir. Cuando el cuerpo se vuelve enemigo de todo esfuerzo, el individuo se enfrenta y maneja a su dolor, acrecienta sus rendimientos cada vez más, aumentando poco a poco su resistencia a aquello que es intolerable182. Cada persona conoce cuáles son sus límites en las dosis de sufrimiento que se administra, así como también conoce cuáles son sus avances de acuerdo a la disciplina que ha llevado. David Le Breton menciona que el dolor que nace de la prueba deportiva permanece siempre bajo el control del deportista, quien es el dueño de la 180

Foucault Michel, Op. Cit. Pfeiffer María Luisa, Op. Cit. 182 Le Breton David, Op. Cit. 181

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intensidad de la pena que se inflige, también es dueño de su duración; sabiendo que puede suspender un esfuerzo demasiado intenso en cuanto así lo desee. Cada persona sabe a la hora de practicar un deporte hasta donde es capaz de llegar su cuerpo, ya que lo va sintiendo, sabe hasta dónde puede soportar; cada quien es dueño de esa resistencia y de esa flexibilidad que tiene. En el momento en el que se llega a un límite, el cuerpo mismo pide parar; una persona que practica constantemente un deporte se dará cuenta que posteriormente podrá resistir durante más tiempo y con mayor intensidad aquello que en un principio no podía. El dolor es el sacrificio que el atleta hace a cambio de un beneficio. El papel del entrenamiento, aparte de mejorar la competencia técnica o el aprendizaje de las sensaciones, la mejora física en general; consiste para el deportista también en soportar el dolor, acostumbrarse a sentirlo, hacerlo algo cotidiano y acostumbrarse a él cada vez más183. La repetida imposición de un sufrimiento medido durante los entrenamientos es una condición necesaria para llegar más allá durante el sufrimiento de la prueba, el atleta paga lo que es el precio del endurecimiento para cuando llegue un día en el que se tenga que poner a prueba; o simplemente para poco a poco superar su marca personal y tener fuerza y condición física. Los entrenamientos tienen el fin de someter a la persona a un sufrimiento, pero que es gradual, para que poco a poco se endurezca; esto a la persona le dará más fuerza y resistencia, que parecerán imperceptibles; sin embargo, en un tiempo, serán muy notorias, pues la misma persona podrá notarlas. Los deportistas se relacionan con el dolor como con un elemento para aquello que realizan con su cuerpo, es un instrumento que utilizan, no es un enemigo; sino más bien un aliado que te permitirá ser cada vez más fuerte. Cuando se encuentra bajo el control del individuo tiene la ventaja de poder proporcionarle un límite; cuanto más intenso haya sido el sufrimiento, más seguro es el avance; pues posteriormente te será más fácil soportarlo, pues el cuerpo por su parte también tiene una memoria, la cual poco a poco va superando; lo recuerda, pero también lo supera. 183

Ibid.

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Los ritos de paso también son un ejemplo en la manera como el cuerpo es sometido a un sufrimiento, en este caso con el fin de una transición, la cual implica sacrificio para la persona que la experimenta. El autor menciona que el dolor acompaña los ritos iniciáticos de muchas sociedades, que es un recuerdo que queda en la carne como una marca que en adelante repercutirá en la apariencia física del individuo iniciado184. Aquella prueba es muy importante y es algo para lo que tienen que estar preparadas las personas; pues sin duda, marcará su vida, por lo que tienen que hacerle frente. Lo que la persona soporta en ese momento lo hace fuerte y le da incluso cierta autoridad ante los demás. El dominar la violencia del dolor sin perder el conocimiento expresa la valentía, de esa manera prueba su pertenencia a la comunidad. Aquel que huye ante el dolor demuestra una falta de carácter y su cobardía, en tales condiciones no podría convertirse en un hombre completo que necesita enfrentarse a la vida; de alguna manera esa prueba dolorosa está representando la vida, pues a lo largo de ella se van presentando distintas situaciones que necesitan el carácter y la fuerza de aquella persona que tiene la disposición de salir delante de cualquier manera; a diferencia de simplemente rendirse y darle vuelta a los problemas, no enfrentarlos nunca cara a cara. Aquella persona que soporta una dura prueba, es vista como alguien que sabrá enfrentar cualquier dificultad que pueda llegar a presentarse posteriormente. El joven nunca está solo para enfrentarse al mal en el caso de estas pruebas, pues ese dolor es algo común también; algo que se comparte y que otras personas han pasado por él, el dolor es un ejercicio que significa mucho; sólo lo infligen los mayores a los más jóvenes, nunca a la inversa; estos es para poder endurecerlos y para contribuir en formar un carácter que los vuelva dignos de la responsabilidad futura. El autor nos dice que el dolor sustrae a la persona de su quietud y lo obliga a aquello que es insoportable, es por eso que obliga a un cambio, porque rompe con la monotonía y queda con un recuerdo. Podemos pensar que es a partir de ese dolor que hay una persona nueva, que se volvió fuerte por ese sentimiento de 184

Le Breton David, Op. Cit.

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haber superado la prueba. Eso posteriormente tendrá una influencia en aquellas experiencias a las que se enfrente la persona, una vez pasada la prueba tendrá esa seguridad de haber superado algo muy duro. Algunas veces es posible el olvidar la importancia y el valor que tiene nuestro cuerpo, el cargar con él en todo momento puede ocurrir que incluso lo obviemos; es por eso que una virtud del dolor consiste en recordar el precio que tiene la existencia, lo que nosotros mismos valemos y la dicha de poder disponer de nosotros mismos sin obstáculos, sin nada que nos vuelva extraños a nosotros mismos El dolor se encuentra muy ligado a la vida y a la conciencia de existir. Implica ser arrancado de sí mismo en ese momento; es una herramienta de conocimiento, una manera de pensar en los límites que existen dentro de uno mismo, y una manera de poder acercarse a los demás, de sensibilizarse. Por medio del dolor no solamente eres capaz de reconocerte a ti mismo, sino también al otro ser humano que igual que tú posee su propio cuerpo y en él llega a experimentar, aunque puede que no lo mismo, ni de la misma manera. El conocimiento de nuestro propio ser, también implica el aproximarnos al otro. Para el ser humano el sufrimiento puede ser una desgracia, donde se pierde por entero y pierde el control, donde desaparece su dignidad. En el no es posible que una persona se quede, porque todo ser humano necesita un descanso, necesita poder recuperar su equilibrio185. Sabemos que por mucho que una persona sea capaz de soportar sufrimiento, necesita en algún momento volver a tener el control, necesita salir de ahí. Por otro lado, es posible ver otro ejemplo de la manera en como al individuo se le somete; pues dentro de la religión al cuerpo se le puede considerar como algo que es transitorio, algo que es efímero; como lo menciona Julio González Zapata; pues hace referencia a la tortura, a la manera en como el cuerpo era destruido por parte de las autoridades religiosas, pues la Iglesia ejercía su poder y si se le torturaba no era únicamente para hacerlo sufrir, pues se creía que era una manera en la que el alma se podía salvar. El cuerpo era despedazado y destruido para poder 185

Le Breton David, Op. Cit.

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salvar el alma.186. Es posible reflexionar como es que existen múltiples maneras y concepciones por medio de las cuales se utiliza el dolor como un instrumento para ejercerlo sobre el individuo. En el siguiente apartado podremos reflexionar acerca de la manera en que la religión puede tener una gran influencia en todas esas ideas que tenemos acerca de nosotros como seres humanos y en este caso, del dolor.

186

González Zapata Julio, Op. Cit.

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3. La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor: casos de la ciudad de Puebla 3.1. La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor. La religión participa en la manera en la que las personas pueden llegar a percibir y a concebir el dolor. Si prestamos un poco de atención a esta relación que existe entre una y otra parte; la cual podemos encontrar en nuestra vida cotidiana, en aquellas anécdotas que son cercanas a nosotros; comprenderemos de una mejor manera como es que para reflexionar acerca del dolor del ser humano es importante tomar en cuenta esta parte religiosa que tiene una gran influencia en nuestra percepción. Cuando Javier Moscoso nos refiere que la fe y la virginidad se protegen mutuamente, que el martirio quebranta la fe para corromper la virginidad, hace pensar en nuestra manera de relacionar nuestras acciones y comportamientos con aquello que creemos que está bien o mal, con lo moral y con la educación que hemos recibido; de cómo se puede llegar a tener la idea de que una vez que se corrompe la fe se puede corromper el cuerpo también. Acerca de la representación, la violencia y el dolor, comenta que existe una profunda relación entre esos tres elementos. La representación de la violencia coincide con la violencia de la representación, pues en las representaciones podemos llegar a encontrar lo violento y la violencia por otra parte, es la que crea esas representaciones, porque el dolor ha sido uno de los elementos de aquellos valores que se encuentran más arraigados187. David Le Breton hace referencia a las distintas religiones que existen y nos muestra como en ellas podemos encontrar elementos en común; por ejemplo, la forma en que los sistemas religiosos han integrado el sufrimiento en sus explicaciones del universo, justificándolo cada uno con su relación con Dios, con distintos dioses o con el mismo cosmos, dependiendo de la religión que se trate. Estos sistemas religiosos también buscaron indicar las maneras en las que el ser humano debe combatir o asumir el sufrimiento, las formas de enfrentar a esa situación, la actitud que se debe de tomar y la manera en la que se debe de 187

Moscoso Javier, Op. Cit.

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actuar. Cuando se llega a humanizar el dolor, éste pasa por la determinación religiosa que ve su causa, aquello que lo provoca y una moral de los comportamientos que se deben seguir. El autor nos dice que desde la antigüedad podemos ver un esfuerzo de las personas para integrar y dominar el dolor, así como la voluntad de introducirlo en una explicación que sea coherente para nosotros y darle un significado; en esa parte juega un papel importante la religión. Es interesante ver la manera en como las personas buscamos una explicación al dolor, todas esas ideas que lleguemos a tener de acuerdo a la experiencia de cada persona y también de acuerdo a la situación que se presente van a traer consigo ideas de la manera en como tenemos que afrontar, que es aquello que debemos hacer, si tenemos que sufrir o tal vez combatir. Le Breton se remonta a los textos bíblicos, él menciona como es que la enfermedad y el dolor aparecieron después que Adán y Eva cedieron a la serpiente y comieron del fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Surge la reflexión de que el dolor es una consecuencia de la llegada de la conciencia, porque el hombre se vuelve entonces responsable de su destino, el ser humano aprende que tiene que pagar por sus actos. El castigo recae sobre aquel que se aleja del camino recto y provoca la cólera divina; de acuerdo a esto, el sufrimiento está muy ligado a los actos del ser humano. El dolor puede llegar a verse como una consecuencia de los actos realizados que de alguna manera se considera que no fueron los correctos y que entonces tienes que afrontar. Dentro de la religión cristiana podemos encontrar una idea, el hecho de que se considera que aquellas personas que actúan de la manera correcta no tienen que lidiar con el dolor, porque no se enfrentan con ningún castigo: “El justo es feliz y sin historia, el malo paga su extravío con su dolor”188. Las consecuencias del castigo de los padres pueden llegar a extenderse a veces a los hijos, es un mal que puede heredarse, los actos malos trascienden a las siguientes generaciones. De acuerdo con la perspectiva que acabamos de ver anteriormente, el dolor se identifica algunas veces con el pecado y se representa como una mancha para el cuerpo y para el alma; al dolor se le admite como un rigor divino. Puede ser visto 188

Le Breton David, Op. Cit.

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como una marca que queda en nosotros para siempre, un tatuaje con el que tenemos que lidiar y al ser inferiores a un ser superior debemos sentir ese rigor divino que nos enseña quien manda. El autor refiere que puede ser que el sufrimiento tenga un significado; sin embargo, éste está más allá de la inteligencia humana, nunca es algo inútil y tampoco es gratuito. Es algo que nosotros no podemos comprender, pero tenemos que lidiar con él, pues aparece siempre por alguna razón. Uno puede reflexionar como es que a pesar de que el dolor es algo tan común y cotidiano, es tan difícil de comprender. En las diferentes religiones que existen podemos encontrar distintas concepciones acerca del dolor, similitudes y diferencias que nos dan mucho para poder reflexionar. En la concepción judía por ejemplo; el dolor no es una transformación del alma, es un mal que se encuentra fuera del alcance del entendimiento, del que el hombre puede lamentarse cuando se siente afectado injustamente, cuando considera que no ha hecho nada para recibir ese sufrimiento que tiene. Se conceden licencias para oponerse al dolor, por lo tanto es válido quejarse, el judío es ajeno a la mortificación y, el infligirse voluntariamente dolor para acercarse a Dios, no tiene ningún sentido. Ana María Tapia Adler, nos muestra elementos importantes en el judaísmo; como es el caso del bikur jolim; que es aquella visita que se hace a los enfermos, porque es un deber brindarles comodidad, reanimarlos y orar para que se recuperen, sin embargo, esta práctica por muy sencilla que parezca, se encuentra reglamentada, pues se debe evitar causar pena o dolor al enfermo con alguna visita. Está prohibido cualquier acto que se haga con el fin de acelerar la muerte de una persona, pues se considera que ese don de la vida y la muerte solamente le corresponde a Dios189. Existe una sensibilidad frente al dolor ajeno, pues hay una preocupación por la comodidad y el sentir de aquella persona que se sabe que está sufriendo. Dentro del cristianismo podemos apreciar maneras en que se puede concebir al dolor; entre ellas se encuentra la que el dolor no es un castigo, sino un camino de 189

Tapia-Adler Ana María, Op. Cit.

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redención. Suele ser relacionado con el pecado original, no es un castigo divino que es infligido a aquellas personas que son menos dignas, ni tampoco es consecuencia de un pecado para castigar, amedrentar o marcar; sino una oportunidad para participar en los sufrimientos de Cristo en la cruz; de alguna manera compartir y acercarnos a ese sacrificio. La aceptación del dolor es una manera posible de devoción que hace posible el acercarse a Dios y también a purificar el alma. Durante mucho tiempo se le ha considerado como una gracia particular, pues se consideraba que era capaz de desarrollar la humildad en las personas y también que templaba el alma. Se tiene la idea que después de sufrir ya no se verán las cosas de la misma manera, pues te das cuenta de lo vulnerable y pequeño que eres. El dolor desde esta perspectiva se puede llegar a cultivar, a veces como piedad o como una representación mística, como nos dice el autor; esta representación aparece a través de un camino considerado un calvario y en una forma de vida que demuestra la capacidad de elección, el dominio sobre la vida propia. Se considera que aquella persona que es capaz de soportar y lidiar con su dolor día a día tiene el dominio de sí misma. Le Breton nos dice que es en el cristianismo y sobretodo en la versión católica donde hay una forma de culto al dolor, pues prueba el espíritu del creyente y le ofrece la oportunidad de demostrar sus méritos; de alguna manera el mostrar la fortaleza que tiene. Ese culto al dolor es posible apreciarlo en las distintas imágenes religiosas; un claro ejemplo de eso es la imagen de Jesucristo crucificado. Estas imágenes pueden llegar a ser tan comunes para nosotros que pareciera que pasan desapercibidas; pero en realidad no es así, ese mensaje puede quedar dentro de nosotros. El Islam, por otra parte, demuestra tener una actitud distinta ante el dolor. El musulmán no suele revelarse ante la adversidad o los sufrimientos que lo afectan, lucha contra el mal con sus medios sin entregarse a lamentaciones: pues los males del mundo son tan solo pruebas para poder medir su fe. Esa fe le permite asimilar su dolor sin tener que lamentarse, simplemente es aquello que tiene que vivir. Aquello que tiene que enfrentar lo logra también a través de su fe. 64

En el Islam podemos apreciar ideas distintas, Dios sobretodo es el poder absoluto y si Dios ha querido el dolor, el hombre no puede alejarse de él. El ser humano no puede hacer otra cosa más que asimilar aquello que Dios ha impuesto, lo que manda y no es necesario lamentarse ni reflexionar en eso, sino asumir. Aunque los designios de la divinidad escapen del entendimiento humano, no pueda comprender la razón de ciertas cosas que ocasionan el dolor, el hombre se debe someter a ellos; el dolor no es la sanción de una falta, más bien está escrito desde antes del nacimiento; aparece como parte de un destino, del cual no es posible escaparse. Si Dios ha creado el dolor, también le ha dado al hombre instrumentos para poder combatirlo y depende de él la manera en como los utilizas; es mediante la plegaria y la medicina que se puede auxiliar; del creyente se requiere la paciencia y la temple, de esta manera Dios mide su fe. El culto del dolor en el islam es desconocido, el musulmán no se abandona al dolor, no se entrega a él por alguna razón. Podemos reflexionar acerca de que existe una gran diferencia entre el cristianismo, aunque también el dolor sirva para medir la fe, aquí no existe un culto, ni el buscarlo para estar más cerca de lo divino190. En el Islam tiene gran importancia el control del cuerpo por dentro y por fuera, así nos menciona Ayman Ashboul, pues la religión define la visión que las personas tienen del mismo, así como la manera en que debe ser tratado; el cuerpo no es únicamente propiedad del ser humano que lo posee, sino es propiedad también del creador, de Allah; es por eso que las personas tiene una gran obligación con respecto a su cuerpo, sobretodo de protegerlo de aquellas cosas que se consideran malas; pues su cuerpo fue creado para hacer culto a Dios; la mente es de gran importancia, pues es la responsable de aquello que en la vida sucede. Lo que enferma primero no es el cuerpo, es la mente, el cuerpo tan sólo es una proyección de lo que sucede en la mente, ahí aparece el dolor y el sufrimiento191. En religiones orientales, por ejemplo: el hinduismo, el janaísmo y el budismo, podemos encontrar ciertas características; entre éstas se encuentran que, consideran el sufrimiento en el centro de sus reflexiones y de sus pensamientos;

190 191

Le Breton David, Op. Cit. Ashboul Ayman, Op. Cit.

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comprueban el carácter doloroso que tiene la condición humana y proponen la liberación y sacar al ser humano del sufrimiento, esto mediante una disciplina constante. Únicamente mediante la disciplina se puede lograr el no sufrir, el no perderse en el dolor y tampoco en la ignorancia, en todas aquellas cosas que son nocivas para el ser humano192. Por otra parte, Anton P. Baron nos habla acerca de esa Verdad que dijo Buda 193 acerca de que la vida se encuentra llena de sufrimientos y de insatisfacciones; considera que este hecho está ligado a todas las cosas del mundo; ésta es la razón por la cual la vida resulta insatisfactoria para la mayoría de las personas. Esto es visto como una realidad que compartimos todos en nuestra vivencia cotidiana, no es algo extraño ni tampoco fuera de lo común. No es posible que esté lleno el corazón del hombre de una completa felicidad; es por esto que contra el sufrimiento no se debe luchar, sino más bien entenderlo, entender su origen y su naturaleza; porque únicamente de esta manera es que uno puede lograr liberarse de él. Desde esta perspectiva religiosa, el apego es el principal origen del sufrimiento, sobretodo el apego a toda clase de deseos, aquellos deseos de lo que no somos y lo que no tenemos; eso puede ocupar nuestros pensamientos. El ser humano siempre busca el ser reconocido por los demás. De la misma manera, para lograr la liberación del sufrimiento es posible únicamente por medio de un estado mental, esto se encuentra ligado al que el ser humano es capaz de observarse a sí mismo y al mundo en el que se encuentra. Existen distintos pasos para poder liberarse del sufrimiento, entre los más importantes se encuentra el de no infringirse a uno mismo ningún dolor de una manera consciente, tampoco hacerlo con otras personas ni con los otros seres vivos; pues se cree que aquellos actos más crueles e inhumanos tienen su origen en inseguridades y miedos 194. Con esto podemos ver como desde el budismo el ser humano es capaz de un gran poder, es poder de liberarse del sufrimiento; sin embargo, no es evitándolo si no haciéndole frente. 192

Le Breton David, Op. Cit. Baron Anton P., Op. Cit. 194 Ibid. 193

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Le Breton hace referencia a Buda195, quien afirma que el ser humano desde que nace hasta que muere se encuentra inmerso en un dolor infinito, pero sin embargo, no todo queda ahí porque espiritualidad no se hunde en la desesperanza, la miseria de la vida humana no es producto de ningún castigo; más bien de la ignorancia de los hombres, es por eso que de ellos depende esa liberación. El autor nos habla de otro aspecto que tiene importancia en el budismo; se trata del karma, esa ley en la que las dosis personales de sufrimiento y su naturaleza se encuentran sometidas. La suma de dolores y alegrías no es producto del azar, sino más de la herencia necesaria. El ser humano debe trabajar de una manera constante si es que quiere salir de ese estado que lo sumerge en el dolor, en el sufrimiento. El hombre que sufre se enfrenta a sí mismo, le tiene que hacer frente a su propio dolor. Desde la perspectiva religiosa podemos ver otra manera de pensar en el dolor; tiene otra cara, aquella que se encuentra ligada a la purificación de las malas acciones que han sido acumuladas por distintas razones. Resistir al dolor forja determinación en el carácter y aumenta la consciencia de sí, también la fortaleza. No solamente tiene esa cara amarga, pues a pesar de ese trago amargo por el que al momento se tiene que pasar, es posible ver también buenos resultados después, pensando desde esta perspectiva. Nos dice Le Breton que el dolor puede traer consecuencias morales para los individuos, incluso si estos no son religiosos, porque este siempre va a afectar y no es común que ese acontecimiento pase indiferente o como algo neutro 196. El dolor suele impactar de tal manera que no es posible que pase desapercibido para cualquier persona, pues todos tenemos cierta sensibilidad; nos impacta emocional y psicológicamente; independientemente de la religión. La idea que tenemos de que la enfermedad es merecida, de que el sufrimiento viene para castigar la conducta de un individuo todavía se encuentra muy arraigada en las conciencias de las personas, como dice el autor. Esto nos permite pensar que de alguna manera uno se buscó aquello que le está pasando, “¿Será

195 196

Le Breton David, Op. Cit. Ibid.

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que Dios me está castigando?”; esta idea también influye en la manera en que la persona se enfrenta a sí misma en esos momentos. Como podemos darnos cuenta con estos sencillos ejemplos, existen diferencias entre las distintas religiones, las ideas que se tienen en cada una de ellas acerca de aquellas cosas esenciales que el ser humano experimenta en su vida y la manera en cómo las tiene que enfrentar pueden variar. Esto no puede ayudar a explicarnos el porqué de distintas actitudes y contradicciones de las personas. Doris Bieñko de Peralta nos muestra una parte del dolor muy ligada a la religión en el ámbito conventual y en el peso que llegó a tener la escritura autobiográfica novohispana, pues hace referencia a Juan de Palafox en su texto publicado “Vida interior”, nos dice que este texto lo hace refiriéndose a sí mismo como “este pecador” y enumera sus culpas y mercedes que Dios le otorgó. La autora resalta que en este tipo de escritura, por lo regular siempre se tiende a resaltar esa inferioridad con respecto a lo divino, a minimizarse. Por otra parte menciona que en los escritos de las religiosas novohispanas podemos encontrar que son muy constantes las referencias al sufrimiento y al martirio que eran provocados por tener que escribir, porque este ejercicio solía percibirse como una imposición, la cual no proporcionaba ninguna satisfacción 197 Podemos pensar que era una actividad obligatoria, la cual tenía que ser realizada, sin importar si la persona deseaba hacerlo o no. Ella nos dice que dentro del cristianismo se puede llegar a considerar parte de la condición humana el ser ingrato y pecador, con esto podemos pensar en esa idea de que el ser humano es imperfecto 198.Tanto en los hombres como en las mujeres se puede apreciar el énfasis en la escritura por obediencia, el auto desprecio y la ambigüedad respecto a su autovaloración. En esas características podemos apreciar no únicamente la búsqueda del sufrimiento físico, sino también el atormentarse emocionalmente por esa inferioridad en la que se considera, el buscar estar más cerca de Dios.

197

198

Bieñko de Peralta Doris, Op. Cit. Ibid.

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Adriana Rodríguez Delgado nos ayuda a reflexionar acerca del origen de este tipo de pensamientos y concepciones con respecto al sufrimiento en nuestra sociedad, pues nos dice que a la Nueva España los españoles llegaron con la religiosidad que ya se encontraba desarrollada en la Metrópoli, y esto propició que se implantara la Inquisición en América. La Iglesia misma se convirtió en un mecanismo regulador de un comportamiento: moral, social, religioso, económico y político de las personas199; también llegó a ser la principal institución que infringió dolor, regulando su uso por medio de castigos y aparatos diseñados especialmente para infringir dolor a las personas. Podemos darnos cuenta que en todo aquello tenía un gran control y una gran influencia la religión; lo cual consigo provocaría distintos comportamientos y miedos en las personas. De acuerdo a lo que señala la autora; las principales características de la Santa Inquisición fueron el secreto y el tormento, todo esto como una vía para obtener la confesión de la culpabilidad, así como también la obtención de algunas otras acusaciones; como son por ejemplo: situaciones, nombres y lugares. El cuerpo era el instrumento por medio del cual la Iglesia obtenía lo que quería, no había manera de que un ser humano pudiera escapar a esos métodos que lograban someterlo, llevándolo al límite. Aquí podemos reflexionar acerca de aquello mencionado al final del apartado anterior, la manera en como el alma buscaba ser salvada a través de ese tormento, de la destrucción de ese cuerpo. El propósito de la tortura utilizada también era la confesión de los hechos de los cuales era acusada la persona. De acuerdo con lo establecido en la época, tres sesiones de tortura era lo máximo que se podía administrar al individuo200. Pero a pesar de que existían esas reglas, la tortura que se ejercía sobrepasaba los límites que un ser humano puede soportar. Bieñko de Peralta nos dice que la Santa Inquisición operaba por medio por medio de una estructura, pues era un organismo que era regulador de la conducta en los habitantes, en los siglos XVI, XVII y XVIII; tiempo en el cual fácilmente abarcaba su vida entera201. Al saber la manera en cómo funcionaba esta estructura; no 199

Rodríguez Delgado Adriana, Op. Cit. Bieñko de Peralta Doris, Op. Cit. 201 Ibid. 200

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podía pasar desapercibida, pues todos sabemos lo vulnerables que somos, que existen maneras de quebrarnos física y psicológicamente, todo esto para un fin específico. Los delitos que se consideraba que iban contra la moral católica representaban una violación a los sacramentos de la Iglesia. Por la importancia de esta Institución, el individuo quedaba sometido al castigo, al considerarse que había violado esa moral; sus acciones no sólo eran suyas, sino también formaban parte de la sociedad. Las imágenes tienen un papel importante en la manera en cómo es representado el sufrimiento, pueden ser un referente y tener una influencia en las personas que las miran, pues tienen un impacto en la mente, en la memoria; Susan Sontag menciona que hay algunos sufrimientos específicos que se consideran dignos de representar; como es el caso de aquellos que son resultado de la ira, ya sea de las personas o aquella que se considera divina. Las imágenes de las ejecuciones de los mártires cristianos son un ejemplo de esas imágenes que están destinadas a conmover y a emocionar, pero también de alguna manera, a ser un ejemplo. Existe mucho deseo por imágenes de cuerpos dolientes, al igual que las de cuerpos desnudos; el tormento suele ser representado en la pintura, existe esta práctica de representar sufrimientos que son atroces y todo esto forma parte de la historia de las imágenes202. El pensamiento de las personas puede variar al apreciarlas; sin embargo, siempre serán imágenes que causen un impacto. La imagen es un lenguaje muy apropiado para poder reflejar la expresividad del sufrimiento y del dolor; sin embargo, el interés que se puede presentar en la violencia, en el dolor y el sufrimiento en general no es algo nuevo; así lo plantea Antonio Linde Navas, pues eso ha formado parte de las narraciones religiosas en la historia. Probablemente lo que hace la diferencia actualmente es la comunicación visual de masas que existe con los acontecimientos. Esa gran audiencia que tiene este tipo de acontecimientos es porque sabemos que se trata de algo que puede afectarnos individual o también familiarmente; pues tiene que ver con la vida203. Las personas solemos asociar distintos acontecimientos con

202 203

Sontag Susan, Op. Cit. Linde Navas Antonio, Op. Cit.

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nosotros mismos, aún si se trata de experiencias que no hayamos vivido; es posible que surja esa empatía con el otro. Podemos apreciar que existen múltiples ejemplos de la manera en cómo puede encontrarse ligado el dolor o el sufrimiento con la religión, en el siguiente apartado podemos reflexionar acerca de un ejemplo muy específico de esta relación; es la manera en cómo era disciplinado el cuerpo dentro de los conventos novohispanos en la ciudad de Puebla, es tan solo una de las maneras en la que el dolor del ser humano puede ser utilizado. 3.2 La disciplina y control del cuerpo en los conventos novohispanos de la ciudad de Puebla. Muchas situaciones que han ocurrido en la historia pueden ejemplificar la manera en la que el cuerpo se somete a una disciplina, a un control y el medio con el que se consigue es el dolor; ya sea para uno o diversos fines e intereses de algunas personas. Es manejado para tenerlo controlado y sometido, para que cumpla con aquello que se considera que es lo correcto o corrija aquello que se considera que no lo es. La manera en cómo se llevaba a cabo la disciplina y el control del cuerpo dentro de los conventos involucraba totalmente a la persona, a todo su ser. Rosendo Bolívar Meza menciona que en la sociedad novohispana existía una gran variedad en grupos sociales, en los que tenía gran influencia el lugar de nacimiento de la persona y lo racial204. Esto tenía gran importancia para la vida cotidiana de las personas, pues influía de gran manera, no únicamente en el entrono en el que cada persona se desarrollaba; sino también en las actividades que realizaba. Francisco Morales hace referencia a la autora Rosalva Loreto López y nos dice que gracias a los diversos estudios que se han realizado, actualmente tenemos una visión de la vida religiosa y enclaustrada más cercana, pues los estudios han abierto diversos temas de reflexión en torno a ello. Podemos pensar en que han surgido distintas ramificaciones dentro de este tema que se encuentran relacionadas entre sí; nos menciona también que para poder comprender mejor la

204

Bolívar Meza Rosendo, Op. Cit.

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vida que se daba dentro de los conventos es necesario que veamos las amplias redes de conexiones que tenían los monasterios con los lugares donde fueron fundados y donde se llevó a cabo su desarrollo 205. Cada uno de esos lugares no se encontraba aislado, pues recibían influencias de otros conventos a su vez y seguían ciertas reglas ya establecidas, ocupaban un lugar dentro de la sociedad, el cual tenían que cuidar y mantener, debían ser un ejemplo para la sociedad. La imagen que proyectaban era muy importante. El autor menciona que trece patronos fueron apareciendo en Puebla, dos de ellos se encontraban relacionados con la fundación de conventos; uno de ellos es el convento de Santa Rosa; el cual comenzó como un beaterio, teniendo algunas diferencias y otro es el convento de la Concepción. Las prácticas que se realizaban dentro de los conventos crearon un patrón de comportamiento cristiano que incluso llegó a extenderse fuera de los mismos, por el modelo educativo que representaban las monjas. Aquellas prácticas e ideas, eran un modelo a seguir de comportamiento, formaban parte de ellas una serie de reglas que llegaban más allá de las paredes de los conventos, a la sociedad, formando parte de la vida cotidiana de las personas. Hubo un tiempo en el que en la ciudad de Puebla se construyeron muchas iglesias y diversos edificios eclesiásticos; esto fue durante los siglos XVI y XVII principalmente; esto lo menciona la autora Rosalva Loreto. Estos establecimientos tuvieron un papel importante en los fines poblacionales y evangelizadores de los conquistadores206. Todos estos establecimientos posteriormente tendrían mucha influencia en la sociedad, cumpliendo cada uno de ellos con funciones específicas. Los primeros monasterios femeninos que fueron fundados entre 1568 y 1604 son los siguientes: Santa Catalina, La Concepción, San Jerónimo, Santa Teresa, Santa Inés, La Santísima Trinidad y Santa Clara; todos ellos con una ubicación muy próxima a la catedral. Posteriormente surgieron otros: Santa Rosa, Capuchinas, La Soledad y Santa Mónica; entre 1680 y 1748. Cada uno de ellos tenía sus propias características; por ejemplo, de acuerdo a lo que dice la autora,

205

206

Morales Francisco; Op. Cit. Loreto López Rosalva; Op. Cit.

72

Santa Inés, Santa Rosa y Santa Catalina eran de monjas dominicas; los de la Santísima Trinidad, Santa Clara, Capuchinas y la Purísima Concepción eran franciscanas; Santa Teresa y La Soledad, eran Carmelitas Descalzas y Santa Mónica, era de agustinas. Leticia Mendoza Pérez por medio de un ensayo nos da un recorrido por la Nueva España en el siglo XVII, enfocándose sobre todo a lo que fue la vida de las mujeres en esa época, así como también dentro de los conventos. Nos menciona que en ese siglo la sociedad se caracterizaba por las contradicciones que se daban dentro de ella, pues la manera de actuar en muchas ocasiones era contraria a las ideas que se tenían, existía una doble moral. Por otro lado, fueron años agitados con diversas manifestaciones que se dieron por distintas causas207. Podemos reflexionar sobre el ideal que se tenía del comportamiento, el cual se creía que era el adecuado y del esfuerzo de las personas por aparentar frente a los demás el encajar dentro de esos estándares, aunque su forma de actuar fuera muy distinta a eso. La autora nos menciona que el gobierno virreinal tenía un aliado muy poderoso, ese aliado era la Iglesia católica, la cual administraba los sacramentos, se dedicaba a evitar el regreso del paganismo y también administraba a las órdenes religiosas, dedicadas a la educación y a la propagación y convencimiento de la religión. Las conductas, los pensamientos y las angustias de las personas se encontraban muy ligadas a la religión, a todas aquellas ideas que en ese tiempo se tenían, a esos temores que todo aquello podía provocar. Podemos encontrar que el mundo barroco se conformó con ciertas características, que son las siguientes: multiétnico, multicultural y multirracial; un mundo de alguna manera masculino, en el que el sitio de la mujer a su vez, también dependía de la raza y posición social, pero siempre bajo la tutela de un hombre; ya sea el padre, el esposo o el hermano208. Reflexionando acerca de lo que dice la autora, podemos pensar en esas limitantes que existían, las cuales se encontraban totalmente ligadas al entorno y también a la religión.

207 208

http://bvirtual.ucol.mx/descargables/180_mundo_novohispano.pdf Mendoza Pérez Leticia, Op. Cit.

73

Las órdenes religiosas masculinas tuvieron un papel muy importante, pues la evangelización fue la principal tarea para las órdenes mendicantes; tenían voto de pobreza, sosteniéndose de limosnas y de caridad. Sus fundaciones se dieron entre los siglos XVI y XVII; existieron también otro tipo de fundaciones masculinas con misiones diferentes, como son por ejemplo: la educación, la vida contemplativa y el cuidado de los enfermos. En la ciudad de Puebla se asentaron franciscanos,

dominicos,

agustinos

y

carmelitas.

Posteriormente

también

dieguinos, betlemitas, oratorianos de San Felipe Neri, hospitalarios de San Juan de Dios, mercedarios y jesuitas. Todos ellos se regían por obedecer a su regla y al prior del convento. Estos son algunos ejemplos de lo que anteriormente fueron conventos masculinos en Puebla. El convento franciscano en la ciudad de Puebla es el Templo Conventual de las Cinco Llagas de Nuestro Seráfico Padre San Francisco, mejor conocido el templo de San Francisco, se encuentra en el Boulevard Héroes del 5 de mayo y la Avenida 14 Oriente; dentro de esta Iglesia hay un culto especial al beato fray Sebastián de Aparicio, el patrono de los choferes209.

Imagen 1. Fotografía tomada del portal de Servicios Profesionales para la Arquitectura y la Construcción en 210

Puebla

209

Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla; Gobierno Municipal; Patrimonio Religioso; UNVESCO; Patrimonio Mundial; Puebla, Pue; 2012 210 Página de internet: http://www.arquitectronica.com.mx/arquitectura-puebla/convento-de-san-francisco.html, el 19 de enero de 2014

74

El Templo Conventual de Santo Domingo de Guzmán o la Iglesia de Santo Domingo se encuentra en la Avenida 5 de mayo y 4 poniente; fue de los dominicos. Dentro de esta iglesia se encuentra la Capilla del Rosario

Imagen 2. Fotografía tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla

El Templo Conventual de Nuestra Señora del Carmen, conocido como el templo del Carmen, se encuentra ubicado entre las calles 17 oriente y 16 de septiembre; perteneció a los carmelitas descalzos.

Imagen 3. Fotografía tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla

La Iglesia, por medio de la religión, de la educación que se daba y también por medio del confesionario influía mucho en las conciencias y en la vida íntima de los individuos. El cuerpo era considerado como la parte pecaminosa del ser humano, 75

pues era el responsable de todas aquellas tentaciones consideradas malas; por lo tanto, se tenía la idea de que debía ocultarse y mortificarse. También considerado vulnerable a fuerzas externas que podían llegar a dañarlo; sin embargo, en el exterior el comportamiento se guiaba por una doble moral, pues en la mayoría de los casos, la manera de actuar era muy distinta a ese ideal que se imponía. En la Nueva España la religiosidad se mantuvo en los siglos XVI y XVII. Es una época que se caracteriza por los milagros, por la beatería, por el culto a las imágenes y también a las reliquias. Culpas y demonios se encuentran en la mente de las personas, todo eso a causa de ese cuerpo humano que es provocador de tentaciones y por lo tanto; también merecedor de castigos, para poder salvar el espíritu se tienen que hacer fuertes penitencias211. Esas penitencias son una parte sumamente importante para mantener al cuerpo controlado, para que se pueda limpiar de aquella culpa cometida y que aparte, se amedrente para no volverlo a hacer. La Iglesia y el Estado eran quienes reglamentaban la sexualidad; el matrimonio cumplía con la función para beneficio del orden social. Se refuerza la idea del matrimonio, la institución donde se permite la sexualidad con el propósito de procrear. La virginidad es algo muy importante, pues la pureza de sangre es apreciada y es indispensable para seguir en las capas de la sociedad que son privilegiadas; pues las aspiraciones de la vida de la mujer se encuentran en el matrimonio o en el convento. Lo que menciona la autora Leticia Mendoza Pérez, nos hace pensar en la manera como la sociedad es regulada, en esas instituciones que tienen una gran influencia para la manera en cómo se lleva a cabo la vida de las personas. En los conventos la división social también se basa en el color de la piel y la riqueza de las familias; de la misma forma que fuera de ellos. Dentro de los mismos había privilegios y también discriminación. Los jesuitas al considerar a la mujer débil a las tentaciones sexuales hacían campañas de purificación enclaustrándolas212. Podemos reflexionar en la manera en cómo trataba de

211 212

Mendoza Pérez Leticia, Op. Cit. http://bvirtual.ucol.mx/descargables/180_mundo_novohispano.pdf

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evitarse que el cuerpo estuviera expuesto a distintas tentaciones, al pensar en esa debilidad y vulnerabilidad que se tiene frente a ellas; ésta tan sólo es una manera de tratar de evitar todo eso. Por otra parte, Stephanie Kirk reflexiona acerca de que la enfermedad era algo altamente valorado por las autoridades eclesiásticas en la época de la Nueva España, porque posibilitaba el poder forjar una santidad femenina; se puede considerar como un acercamiento a ella. El producir un cuerpo enfermo a través de actos de auto-mortificación en parte funcionaba como una respuesta al control masculino que había. El cuerpo femenino siempre se encontraba operando en un espacio entre la santidad y el pecado. Se dedica a examinar la producción del cuerpo enfermo femenino como una manifestación de ejemplaridad en la vida espiritual de las monjas en la Nueva España del siglo XVII y también de principios del siglo XVIII213. La autora menciona cómo de acuerdo a ese control que había sobre las mujeres que se encontraban dentro de los conventos, el cuerpo enfermo era un medio por el cual se podían acercar a ese ideal que se tenía. La escritura tenía un papel muy importante en las enfermedades y en los martirios, porque esos escritos dependían de la aprobación y la vigilancia del confesor; la manera en la que se representa la experiencia mística se encontraba conectada a su vez con las enfermedades y con los castigos corporales. Podemos ver como esa experiencia mística es completamente corporal, pues involucra todos los sentidos. La mortificación, la enfermedad y el dolor prometían a su vez riquezas espirituales muy profundas; es por eso que en algunas ocasiones incluso se buscaban; no cualquiera de ellos se consideraba especial, sólo algunos que reunían ciertas características. Los casos de mortificación que se consideraban como ejemplares debían ser clasificados por la vigilancia y también el respaldo del confesor; quien a su vez de alguna manera también deseaba sacar provecho de aquella situación 214. Aquellas monjas cuyas prácticas producían un cuerpo mortificado y muy enfermo podían llegar al umbral de la santidad, logrando de esa manera una conexión con

213

214

Kirk Stephanie, Op. Cit. Ibid.

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Jesús; podemos pensar que en ese padecimiento había una identificación y que las otras que no llegaban a esos límites veían en aquellas que lo experimentaban, un ejemplo el cual debían seguir. El cuerpo dócil era el cuerpo ejemplar, ese cuerpo contenido y controlado que ayuda de alguna manera a borrar los pecados. La autora menciona que existían distintos actos aparatosos de auto mortificación; sin embargo, no se podía permitir que los conventos se convirtieran en centros de auto mortificación desenfrenada y sin límite, es por eso que este tipo de actividades eran vigiladas y controladas. El someter el cuerpo a la disciplina y al control se puede utilizar de distintas maneras. Uno de ellos es la manera en como el espectáculo del cuerpo femenino dañado y enfermo por actos de mortificación, ofrecía material también para los textos de los clérigos mexicanos, los cuales eran destinados para un público interesado en relatos de extraordinaria devoción. La enfermedad en ocasiones era resultado del maltrato corporal, llegaba a ser parte del tema central de las vidas escritas por las monjas y de las cuales sus confesores daban mucha importancia; incluso algunas las habían designado como vidas ejemplares. La enfermedad tenía una estrecha relación con las visiones y con las experiencias místicas, lo cual presentaba una visión del cuerpo enfermo femenino y escarmentado como ese camino para alcanzar la perfección religiosa215. El cuerpo enfermo llegaba a ser sobrevalorado y a formar parte de un ideal. Stephanie Kirk menciona cómo es que las autoridades eclesiásticas tenían el deseo de imponer un modelo restrictivo de comportamiento; en el que la mujer tenía más oportunidad de acercarse a Dios a través de una enfermedad y del sufrimiento, más que con los logros intelectuales. Es por eso que se le daba mucha importancia a esa mortificación del cuerpo. La educación que era proporcionada por los monasterios femeninos en los siglos XVII y XVIII estaba enfocada en la construcción de la vida de perfección, en el ser un ejemplo para la sociedad, basándose principalmente en la transmisión de

215

Kirk Stephanie, Op. Cit.

78

valores

morales

y religiosos216.

Quienes se

encontraban dentro tenían

obligaciones tanto para sí como para los demás, tenía que haber mucho cuidado en las acciones. Las reglas influyeron profundamente en las conductas individuales; ejemplo de esto es lo que menciona Rosalva Loreto, que inculcaron controles, refrenaron afectos, censuraron pulsiones y acrecentaron las exigencias de pudor217.A través de la lectura y memorización de los textos que eran aprendidos, se debía reflejar en el comportamiento todo aquello que era aprendido, en la manera de hablar; esos tan sólo son unos ejemplos de cómo debían ser reflejadas aquellas enseñanzas. Un ejemplo que menciona la autora de las lecturas que tenían que ser realizadas, es que para las celebraciones especiales se recomendaba leer El arte de servir a Dios, durante las Cuaresmas, para que las religiosas pudieran reinterpretar cíclicamente la liturgia y también la pasión, asociándolo con conductas determinadas; como eran el silencio, los ayunos, las penitencias y las mortificaciones. Podemos ver esa relación que llegaba a haber entre aquello que era leído y la vida ejemplar que se tenía que llevar; esos sufrimientos llegaban a convertirse en algo cotidiano. El voto de castidad era muy valorado, pues con él se ponía a prueba el amor de la religiosa por Dios; se consideraba que de esta forma podían consagrarse con mayor intimidad y por esta importancia había que estar en una vigilancia y un control constante. Otro de los aspectos muy importantes dentro de los conventos era la obediencia, la cual consistía sobretodo en mantener el orden y seguir las reglas establecidas. Cada determinado tiempo las monjas solían congregarse en reuniones, durante las cuales discutían la obediencia y se exponían las culpas, también los errores cometidos de cada una. Dependiendo de la falta cometida se aplicaban penitencias, como salvos o venias; sin embargo para las culpas graves había otro tipo de penitencias, como son por ejemplo; el ser aisladas en la cárcel conventual y comer únicamente pan y tomar agua, el llegar desnudas de la espalda para 216

Loreto Rosalva (2008) , De sendas brechas y atajos: Contexto y crítica de las fuentes eclesiásticas, siglos XVI-XVII,; CONACULTA, México D.F. 217 Loreto Rosalva, 2000, Op. Cit.

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recibir disciplinas de todas las religiosas218. Podemos ver la manera en cómo el cuerpo tenía que ser controlado y también corregido, dependiendo de qué tan grave se consideraba la falta que se cometía, tenía que ser la penitencia. Parte de la disciplina es el ayuno, el cual también se encontraba profundamente relacionado con la expiación de las culpas, tanto las individuales como las colectivas; se consideraba que lo más importante era el alimento del alma, no del cuerpo; se tenía la idea de que por medio del castigo y el ayuno llegaba a purificarse el espíritu. Podemos reflexionar de acuerdo con lo que dice Rosalva Loreto, con esta manera de mortificar el cuerpo y someterlo a un sufrimiento con el fin de darle más importancia a la espiritualidad que al cuerpo. En el sentir de las religiosas, su cuerpo jugó un papel primordial; pues las experiencias místicas se reflejaban en él, era el objeto de sus atenciones. Un ejemplo de lo mencionado anteriormente es que en algunos casos algunas religiosas podían llegar a sentir en su propio cuerpo las penas del purgatorio, se creía que con ese dolor físico que sufrían podían salvar a algún alma que se encontrara en el purgatorio219 . Podemos ver que ese dolor que tenían que soportar de alguna manera tiene una recompensa, pensando en aquello que a cambio se recibe. Antonio Rubial García, nos habla acerca de los delitos y los castigos que había dentro de los conventos de frailes mendicantes. Ellos debían confesar ante sus hermanos de hábito las faltas que cometieron durante la semana y someterse al castigo que el prior del convento les impusiese. Algunas faltas eran consideradas leves; como son por ejemplo: el no ser puntual, el tratar con descuido los libros, dormir en tiempo de estudio, beber o comer antes de tiempo, el reír en coro o hacer reír a los demás, decir palabras indecorosas y salir del convento sin permiso. Había faltas que eran consideradas graves; como son: el fijar la mirada donde había mujeres, decir amenazas o maldiciones, hablar a solas con una mujer o sembrar la discordia entre los hermanos.

218 219

Loreto Rosalva, 2000, Op. Cit. Ibid.

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Los castigos eran aplicados de acuerdo a lo grave que era considerado el delito; entre los diferentes castigos podemos encontrar el comer únicamente pan y agua, ser llevados a la cárcel conventual, recibir azotes por parte del superior en público. Algunos de los castigos se hacían en privado para evitar un escándalo acerca de la falta cometida, un ejemplo es el de quemar estopas en la espalda. Ciertos delitos considerados muy graves como por ejemplo el homicidio, se podían castigar con cárcel perpetua220. En este apartado podemos reflexionar con un ejemplo de la manera en como el cuerpo puede ser sometido a una disciplina y a un control, así como la forma en que se encuentra profundamente vinculado con lo religioso; en la historia podemos encontrar diversos ejemplos que nos permiten pensar y cuestionarnos acerca de el sentir del ser humano con respecto al dolor. A continuación podremos reflexionar por medio de un ejemplo acerca de la manera en que se podía llevar la vida dentro de los conventos y como el dolor estaba incluido en esta. Este es el caso de las monjas iluminadas, el caso de María de Jesús de Tomelín y del Campo, conocida como “el lirio de Puebla” nos puede dar una idea de ese ideal que se tenía con respecto al comportamiento. El conjunto de prácticas que solían acompañar la vida de una monja iluminada incluían el buscar la perfección cristiana por medio de distintos actos; como son los ayunos, el uso permanente de púas, las flagelaciones, distintas formas de sufrimiento y destrucción del amor propio. María de Jesús de Tomelín y del Campo es considerada una monja iluminada, pues se dice que lograba ver a Jesús de niño y de adulto en la hostia; entre sus virtudes que se consideraban ejemplares, se destaca la paciencia, a pesar de que fue calumniada por otras monjas, el autor Armando González Morales, menciona que en sus biografías se dice que se le aparecían en las sombras del abismo figuras de hombres desnudos; estas apariciones eran constantes y era de esta manera que tenía que probar su castidad.

220

Rubial García Antonio, Op. Cit.

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Es importante remontarse a la infancia para tener una idea más completa del origen de la situación. La autora Asunción Lavrin221 menciona que hay madres que destinan a sus hijas a la religión desde antes de su nacimiento como es el caso de Sor María de Jesús, quien es reconocida por su “santidad”, su proceso de beatificación duró años. Su madre había querido ser monja, María de Jesús nació antes de tiempo y le faltó la leche materna, lo cual le acarreó diversos problemas de salud. Se menciona que desde los tres años tenía oración y también visiones, así como llagas que recibió en unos de sus arrobos222. Armando González223 menciona, cuando se refiere a la vida de María de Jesús que su padre llegó a presionarla mucho para que se casara con un rico caballero, pero en 1598 pidió entrar al Convento de la Concepción para tomar un poco de agua y no volvió a salir jamás. El convento de la Purísima Concepción en Puebla de monjas calzadas, permitía a las monjas de velo negro vivir gracias a la dote que daban sus familias; aquellas que no reunían el dinero suficiente para la dote, se quedaban como monjas de velo blanco. Cada celda llegaba a reproducir el estatus social al que cada religiosa pertenecía224. María de Jesús fue maestra en el éxtasis religioso, pues sabía comunicar su propia experiencia como algo fundamental; sus biógrafos mencionan que recibía las visitas de las almas del purgatorio, mencionan que a los cinco años vio a su tío difunto pidiéndole que le dijera a su padre que dedicara misas por su alma. Dentro del convento ella tenía gran atención a su propio cuerpo, en sus sentidos auditivos, olfativos y visuales. Tenía cautela en sus ojos, sus pensamientos y acciones; no miraba a los hombres a los ojos ni prestaba atención en sus facciones. Se cree que tenía capacidad de penetrar en las conciencias, pues fue capaz de descubrir a su compañera de celda que recopilaba información sobre sus actos para el obispo Alonso Mota. Falleció en el año de 1637, se le reconocen once milagros de sanación que realizó en vida y numerosos milagros después de 221

Profesora de Historia en la Universidad de Arizona Lavrin Asunción (2007), La construcción de la niñez en la vida religiosa. El caso novohispano, en Historia de la Infancia en América Latina, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, Colombia 223 Maestro en Historia, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 224 Ibid. 222

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muerta, se dice que cuando murió se podía oler un aroma agradable que emanaba de su sudor y al pasar el tiempo persistía ese aroma en el lugar. Algunas monjas realizaron milagros con la tierra de su sepulcro225

Imagen 4. María de Jesús de Tomelín y del Campo “El lirio de Puebla”, imagen tomada de la página Pregunta Santoral el 1 de marzo de 2014

Con este ejemplo podemos imaginar ese ideal de comportamiento que se tenía, aquello que se consideraba que eran las virtudes que debían cultivarse y que eran un ejemplo para los demás. En la manera en como el cuerpo tenía que ser controlado, debía estar disciplinado.

3.2 El exvoto como representación del dolor en la ciudad de Puebla. Podemos pensar ahora acerca de otra de las maneras en que la influencia religiosa se relaciona con el sentir y el dolor de las personas, al igual que en el apartado anterior; sólo que en este caso, es acerca de la importancia que pueden tener las imágenes, la narración de un suceso, en la importancia que puede llegar a tener un objeto dentro de un acontecimiento y convertirse en un agradecimiento. Existen diversas maneras en las que el ser humano puede expresar su propio sentir, su propia experiencia y en este caso, su propio dolor ante distintas 225

González Morales Armando (2002), Dolor y sensualidad. La vida cotidiana de una monja iluminada en Puebla en Elementos 26

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situaciones. El exvoto es una muestra de todo esto, pues en él se puede ver plasmada una historia. Gloria Fraser Giffords habla acerca del arte votivo, acerca de su diversidad y de que se caracteriza por su relación con el sufrimiento del ser humano: “a lo largo de la historia de las civilizaciones, el arte votivo ha sido una especie de ventana al sufrimiento del hombre: sus diversas manifestaciones son testimonios de la angustia, el dolor y la piedad, de la necesidad humana de encontrar una fuerza superior que disipe sus temores”226. Por medio de este tipo de manifestación artística la persona busca expresar más que nada su propia experiencia, su propia historia y en algunas ocasiones su propio dolor; pidiendo o agradeciendo la mejora de un mal o el alivio del mismo. Gloria Fraser nos menciona que el ser humano ha encontrado alivio en fuerzas que invoca, a las que les pide y agradece; podemos darnos cuenta de que estas fuerzas las considera superiores, ante ellas se siente vulnerable. Las diversas creencias le han llevado a desarrollar distintas ofrendas, regalos votivos obsequiados a seres sobrenaturales para agradecer favores y también para pedir ayuda, dependiendo de la situación en la que se encuentra la persona. María Eugenia de Luna Villalón nos dice como existen diferentes tipos de exvotos, podemos encontrar muy diversas maneras de representarlos; pues aunque el objetivo de pedir, agradecer y ofrecer siempre será el mismo, se puede manifestar por medio de figuras de distintos materiales, de fotografías, objetos personales, pinturas, mensajes, listones, cartas, el propio cuerpo, como es el caso del cabello e incluso por medio de las nuevas tecnologías227 como es el caso del internet; también las situaciones y las historias son muy diversas. Es por eso que encontramos muchas maneras distintas de expresar con distintos materiales. La autora nos menciona que antes de la Conquista, en Europa se desarrolló una tradición, la cual consistió en ofrecer retribuciones a manera de pinturas pequeñas; los ejemplos más antiguos de exvotos pintados pertenecen a la mitad del siglo XV y son italianos. Esta manera de exvoto permite incrementar la vivacidad del retablo y también hacer el milagro más explícito. Eso lo podemos 226 227

Fraser Giffords Gloria, Op. Cit., p.8 De Luna Villalón María Eugenia; Op. Cit.

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apreciar tanto en la imagen como en la descripción que se hace de lo que ocurrió228. Cuando vemos la imagen y la asociamos a la descripción de los hechos nos permite imaginar cómo es que sucedieron las cosas, pues nos ilustra el acontecimiento. Después de la llegada de los españoles, los exvotos también se convirtieron en un testimonio religioso en el continente americano. En la época virreinal el arte votivo fue encargado por parte de los ricos y los nobles, podían consistir en ofrendas muy elaboradas como la pintura de algún artista reconocido, famoso. Fue en los siglos XIX y XX cuando comenzaron a colocarse pinturas pequeñas al lado de los santos, en las que se podía apreciar la situación de un milagro y también figuras de metal o de cera de algunas partes del cuerpo229. Podemos apreciar las distintas maneras que existían para realizar un exvoto y como la posición social tenía una influencia, pues aquellas personas que tenían la posibilidad de pagar a un artista que fuera reconocido, lo hacían de esta manera. El exvoto pictórico es una manifestación, es una muestra de la manera en cómo puede ser representado el dolor y el sentir del ser humano. En él podemos apreciar la manera en cómo se encuentra plasmada la angustia y el sufrimiento de distintas personas, tanto hombres como mujeres, por distintas causas en una época y un lugar determinado; el exvoto tiene un gran valor histórico, pues es una manera de las distintas formas en cómo puede ser representado el dolor, la angustia y el sufrimiento. Aspectos que por mucho que pasen los años, siguen formando parte del ser humano. La autora menciona que el exvoto mexicano, durante el siglo XIX; sobre todo después de la guerra de Independencia, se convirtió en una manifestación de las clases más desprotegidas, pues aparecieron pinturas votivas que fueron realizadas por autodidactas, las mismas personas realizaban su propio exvoto, narrando su experiencia230. Podemos ver cómo es que aunque estas personas no contaban con la posibilidad de que un artista reconocido y famoso les pintara un

228

Fraser Giffords Gloria, Op. Cit. Ibid. 230 Ibid. 229

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exvoto, no lo necesitaban, pues lo realizaban por su cuenta; lo importante era representar el suceso y mostrar su agradecimiento. María Eugenia de Luna Villalón habla acerca de los exvotos pictóricos, nos dice que son un tipo de manifestación religiosa espontánea, la cual representa la vida cotidiana y es realizada por los fieles católicos con la finalidad de pedir o de agradecer un favor; ya sea a un santo, a la Virgen o a Cristo231. Ella menciona que en la narrativa, tanto pictórica como escrita es posible estudiar la manera en cómo se unen los elementos culturales y sociales para poder entender los hábitos, el lenguaje y las costumbres de le gente de un determinado lugar, el cual se encuentra situado histórico y geográficamente. Como podemos ver, el exvoto nos comunica sucesos y nos muestra la vida, la manera en la que se desarrolla. Patricia Arias y Jorge Durand hablan acerca del exvoto pictórico y de la manera en cómo es representado, de la relación que existe entre la imagen y la persona que es protagonista de la misma. En algunas ocasiones es la misma persona quien representa la manera en como sucedió el acontecimiento, es cuando se puede apreciar a partir de su propia perspectiva su sentir. El exvoto pintado puede ser apreciado desde dos puntos de vista; uno es desde la expresión de la cultura popular, el valor que tiene el exvoto, por ser una representación del sentir de las personas, de su entorno social e histórico y el otro punto de vista por el que es apreciado es por los valores y atractivos estéticos que pueda tener. Los autores nos mencionan que el mundo del exvoto pictórico principalmente se ubica principalmente en los estados de Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Michoacán, San Luis Potosí y Zacatecas232 La veneración de una imagen determinada, así como el hábito de agradecer por medio de retablos la podemos ver como una tradición que se aprende en casa y que es transmitida de generación en generación. En algunos estados de la República esta es más frecuente que en otros, es posible darnos cuenta de acuerdo a lo que dicen los autores que el realizar exvotos lo podemos encontrar con más frecuencia en ciertos lugares que en otros, dependiendo de la historia del lugar e incluso de la familia. 231 232

De Luna Villalón María Eugenia, Op. Cit. Arias, Durand, Op. Cit.

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Las leyendas y los relatos de milagros hicieron que cada localidad aprendiera a reconocer y también a reconocerse a sí mismos en las imágenes y santuarios, lo cual hacía posible pedir, recibir favores y dar las gracias por medio de un retablo. El hacer y colocar un retablo forma parte del compromiso que se contrae en el momento en el que se pide un favor. Si este compromiso o promesa llega a posponerse, cualquier contratiempo o problema que pueda surgir posteriormente es interpretado como un castigo por no cumplir la promesa hecha, pues los seres superiores también pueden castigar233. El recibir un favor implica también comprometerse a cumplir, pues se debe dar y recibir. Los autores mencionan la existencia de exvotos a los cuales se les llama “normativos”, estos dan cuenta de contratiempos y daños sufridos por haber olvidado cumplir una promesa. Entre las promesas más comunes podemos encontrar el ir a visitar la imagen sagrada al menos una vez al año a algún templo. En las ocasiones en que el deudor muere, otro miembro de la familia es quien se encarga de pagar la deuda. Cumplir el compromiso de los difuntos es una manera de ayudarles a cumplir sus pendientes para que puedan descansar en paz. La responsabilidad de cumplir aquello que se promete es muy importante para poder estar a mano. Por otra parte, podemos encontrar exvotos que expresan la recompensa de las personas por ser cumplidores en sus promesas; pues el exvoto es ese agradecimiento que hay que hacer público y perdurable234. Podemos reflexionar acerca de ese papel que tienen esas fuerzas consideradas superiores, pues no únicamente castigan, si no también premian a aquellas personas que cumplen con sus promesas en agradecimiento a ese favor recibido. La enfermedad es uno de los temas tratados en los exvotos y que se encuentra muy relacionado con el dolor; pues cuando hay enfermedad, de una u otra manera hay sufrimiento. Podemos apreciar que esto se encuentra presente en numerosas ocasiones; en este tipo de exvotos podemos ver cómo es representado el padecimiento, el sufrimiento; tanto de la persona que lo protagoniza como de aquellas que la acompañan, ya sea familiares o amigos. Las enfermedades y la 233 234

Ibid. Ibid.

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muerte formaban parte de las preocupaciones constantes de las personas, al igual que en la actualidad. En las representaciones pictóricas de los exvotos podemos apreciar cómo se representaba cada una de las enfermedades; la persona que padecía por lo regular se encontraba en su recámara, acompañada de sus familiares. De acuerdo a lo que nos mencionan los autores, podemos apreciar cómo es que en numerosos exvotos pictóricos la persona enferma se encuentra postrada en una cama y a su alrededor se encuentran aquellas personas que acompañan al enfermo en su padecimiento. De acuerdo a lo que dicen Patricia Arias y Jorge Durand, durante el siglo XIX fueron frecuentes los exvotos por enfermedades; especialmente por aquellas enfermedades que eran muy contagiosas; como por ejemplo: los piojos, la pulmonía, la lepra, la viruela, el cólera, la escarlatina, la angina de pecho, padecimientos del corazón, entre otros más235. Podemos darnos cuenta cómo es que en ese tiempo la presencia de aquellas enfermedades angustiaba a la población. Acompañando a las enfermedades, también las cirugías estaban presentes: “El horror de las operaciones realizadas sobre las mesas en casas particulares es compartido por el espectador”236. Para aquellos casos en los que la medicina y la cirugía no son suficientes y no logran aliviar a la persona que padece, se recurre a las fuerzas divinas en busca de ayuda, esto se muestra en los exvotos. Las enfermedades afectaron a gran parte de la población; sin embargo, no todas las personas acudían con algún médico, pues algunas de ellas no llegaban a ser diagnosticadas médicamente y más bien eran representadas por medio de un exvoto237. En los mismos podemos ver también toda clase de accidentes, heridas ocasionadas por pistolas y por cuchillos, resultados de un ataque violento, como puede ser por ejemplo un asalto; heridas ocasionadas también por la violencia doméstica. Todas estas escenas son parte de la vida cotidiana. En el caso de los hombres enfermos que aparecen en los exvotos, en muchas ocasiones fueron mandados hacer por la esposa o por la madre del mismo, en 235

Arias, Durand, Op. Cit. Fraser Giffords Gloria, Op. Cit., p.19 237 Ibid. 236

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general, por algún familiar; también los padres en el caso de los hijos eran quienes pedían el milagro para su mejora y curación. Los exvotos que están relacionados con enfermedades, por lo regular suelen ser muy descriptivos; los recursos económicos condicionan las posibilidades de atención a la enfermedad, a la asistencia médica. Frente a lo desconocido y al desamparo del dolor y la pobreza, se colocan elementos de la medicina científica al lado de lo celestial238. Se agradece de cualquier manera a esa fuerza superior, la cual, por medio de un médico o sin él, realizó el milagro de la curación. María Eugenia de Luna Villalón habla acerca de la lectura y escritura que se encuentra en los exvotos pictóricos. Nos dice que el exvoto es esa expresión de aquel reconocimiento de la incapacidad personal que tenemos para resolver problemas y de las necesidades que se encuentran fuera del alcance humano. Pueden ser realizados por aquellas personas que los están ofreciendo, por alguna persona que es cercana a ellos o por encargo a alguien239. Distintas personas son las que suelen realizar exvotos, eso puede variar, dependiendo de la situación; un exvoto siempre será el reflejo de las necesidades y de la vulnerabilidad humana. En la ciudad de Puebla se encuentran productores de exvotos, los cuales son copistas de exvotos que son antiguos, realizan copias de buena calidad; por otro lado, también son productores de algunos diseños originales, los cuales se venden como artesanías. Lo hacen para poder ofrecer a sus clientes un costo bajo de los exvotos, pues los originales tienen un valor muy elevado 240. Un lugar en el cual podemos encontrarlos es en la Plazuela de los Sapos, ubicada en las calles 5 oriente y 6 Sur de la ciudad.

238

Gámez Moisés; López Oresta, Op. Cit. De Luna Villalón María Eugenia, Op. Cit. 240 Ibid. 239

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Imagen 5. Fotografía de la Plazuela de los Sapos, tomada del portal del periódico “El Sol de Puebla” del día 26 de agosto del año 2013

241

En el Museo Regional de Puebla podemos apreciar tres exvotos pictóricos, pues los demás exvotos que forman parte de su colección se encuentran en restauración actualmente en el año 2014, su colección consta de nueve exvotos en total. Este museo forma parte del Centro Cívico 5 de Mayo Los Fuertes. Fue en 1974 que la escuela de artesanías del estado le dio al Instituto Nacional De Antropología e Historia este espacio para poder albergar las oficinas regionales y el Museo Regional de Puebla. En el Museo Regional podemos apreciar distintas salas con diversas temáticas, entre las cuales se encuentra la sala de “El periodo independiente”; en la cual podemos encontrar armas y cañones, pues en la descripción del museo se menciona que en tres cuartos del siglo XIX la ciudad sufrió diversos trastornos sociales y diez sitios. Es por eso que se muestran objetos de las distintas actividades militares242. En la sala “El periodo independiente” se encuentran dos exvotos que muestran distintas situaciones; el primero que es del año de 1828, narra e ilustra la manera en la que un hombre que fue atacado por un toro y que casi se ahoga, pues el toro lo llevó hasta el agua sin que la persona que lo acompañaba se diera cuenta de eso. Da las gracias a la Santa Imagen de la Sangre de Cristo, pues la invocó y al poco tiempo se encontraba sano, lograron sacarlo del agua.

241 242

Página de internet: http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/n3100918.htm Información tomada de la página de internet del Instituto Nacional de Antropología e Historia

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Imagen 6. Fotografía de exvoto tomada en el Museo Regional de Puebla

El segundo exvoto corresponde a una situación distinta pero que de igual manera se encuentra relacionada con el dolor; pues este exvoto que se encuentra muy deteriorado es del año de 1879 y narra el acontecimiento de un hombre que fue asaltado en el camino por nueve malhechores, quienes a pesar de que le dispararon varias veces, aún así no lograron matarlo. Agradece a la imagen de Cristo por haberlo salvado al invocarla.

Imagen 7. Fotografía de exvoto tomada en el Museo Regional de Puebla

El siguiente exvoto que podemos encontrar de igual manera en el Museo Regional se encuentra en otra sala, la cual se titula “La vida cotidiana”; en esta sala encontramos objetos de la vida diaria, se muestran distintos objetos como son 91

ropa, juguetes, medicamentos y útiles escolares. El tercer exvoto lo podemos encontrar en esta sala; describe un acontecimiento del 8 de junio de 1867, cuando una mujer salió a prender la basura y con ella se prendió su ropa, por lo que agradece a la Virgen de Guadalupe por no haber resultado lastimada 243.

Imagen 8. Fotografía de exvoto tomada en el Museo Regional de Puebla

Podemos ver que estos tres exvotos pictóricos hacen alusión a distintos accidentes, vinculados a lo que puede ser un daño muy grande en el cuerpo y causante de mucho dolor. Podemos encontrar ese vínculo con lo religioso, con esa imagen a la cual invocaron y agradecen el estar con vida. Existen otro tipo de exvotos, a continuación veremos tres ejemplos de imágenes religiosas a las cuales las personas acuden llevando objetos en agradecimiento también; ya sea por la curación de un enfermo o por un favor concedido; como son por ejemplo: fotografías, partes del cuerpo pequeñas hechas de metal, cabello, cartas, veladoras y en algunas ocasiones juguetes. La primera imagen es la del “Niño Cieguito”, la cual se encuentra dentro del Templo conventual de San Joaquín y Santa Ana o de las Religiosas Capuchinas, ubicado en la calle 16 de septiembre, número 904 de la ciudad de Puebla.

243

Fotografías de exvotos por Pilar Sabina Bonilla Fernández y José Alfonso del Carmen Garcés Báez

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Imagen 9. Fotografía tomada del portal del periódico La Jornada de Oriente del día 22 de diciembre del año 244

2010

La imagen se encuentra situada dentro de una urna en la nave del lado del evangelio, goza de una gran fama milagrosa y mucha devoción; sus ojos están ensangrentados y siempre se encuentra rodeada de distintos objetos que las personas le llevan. En la siguiente imagen, tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla, se pueden apreciar los distintos objetos que son llevados en agradecimiento a la imagen del Niño Cieguito245.

Imagen 10. Fotografía tomada del portal del periódico La Jornada de Oriente del día 22 de diciembre del año 246

2010

244

Página de internet: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2010/12/22/puebla/medieros.php Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla; Gobierno Municipal; Patrimonio Religioso; UNESCO; Patrimonio Mundial; Puebla, Pue; 2012 246 Página de internet: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2010/12/22/puebla/medieros.php 245

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La siguiente imagen es la que se encuentra en la Iglesia del Templo Conventual de Santa Mónica, ubicada en la calle 5 de mayo y 18 Poniente, es la imagen del “Señor de las Maravillas”. Del lado del evangelio dentro de una urna se encuentra esta imagen, a la cual se le atribuyen muchos milagros; es por eso que constantemente las personas acuden a visitarla y a tocar la urna. Las personas colocan una veladora pidiendo un favor; siempre se encuentra decorada con milagritos de metal y flores, en agradecimiento a todos los favores concedidos. Su fiesta se celebra el día primero de julio de cada año247.

Imagen 11. Fotografía tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla

Dentro de la Iglesia de San Francisco, ubicada entre el Boulevard Héroes del 5 de mayo y la avenida 14 Oriente, se encuentra la capilla de fray Sebastián de Aparicio, en la que se encuentran los restos de este fraile que fue beatificado en 1789. Dentro de una urna que muestra imágenes ordenadas cronológicamente con los acontecimientos relevantes de su vida248 podemos encontrar esta imagen de gran importancia. Esta capilla atrae una gran variedad de visitantes cada día, quienes acuden pidiéndole ayuda o bien para agradecerle algún favor concedido.

247

248

Ibid. Ibid.

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Imagen 12. Fotografía tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla

Se tiene la idea de que fray Sebastián de Aparicio también cuida a los conductores, a los choferes; es por eso que también se puede apreciar como distintas personas llevan sus vehículos a bendecir, con el fin de ser protegidos y evitar accidentes en la carretera. Es posible apreciar que el ser humano se expresa de diversas maneras, el exvoto en sus distintas representaciones es una forma de mostrar ese sentir del individuo, los ejemplos anteriores nos permiten reflexionar en torno a esas relaciones que surgen del dolor, del sufrimiento del ser humano con lo religioso, con una parte espiritual del ser humano que no podemos negar. Existen infinidad de ejemplos en nuestra vida cotidiana, los cuales si analizamos nos podrán ayudar a

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comprendernos mejor, a entender y apreciar de otra manera distintos comportamientos que tenemos los seres humanos.

3.5 Reflexión final. La antropología y la historia son muy importantes para poder conocernos mejor como seres humanos, nuestro cuerpo será nuestro acompañante para toda la vida, pues ese cuerpo somos nosotros, es nuestro patrimonio más valioso. Es probable que cada día nos alejemos más de nosotros mismos, llenándonos de distintas preocupaciones; al alejarnos de nosotros, también nos alejaremos de los demás y perderemos sensibilidad, es por eso que siempre es importante encontrar un momento de reflexión acerca de nuestra condición humana. El dolor es una experiencia por la que en algún momento de nuestra vida los seres humanos atravesamos; no importa cuál sea ni de qué tipo, es algo que tenemos que enfrentar en uno u otro momento. Es posible que cada quien perciba y le haga frente de muy diversas maneras, porque todos somos diferentes y no únicamente influye lo biológico, pues la historia de vida de la persona, sus creencias y su entorno social siempre tendrán gran importancia. Es posible darnos cuenta de que al dolor se le atribuyen distintas funciones, muchas de ellas relacionadas con las funciones fisiológicas del cuerpo. Al experimentarlo uno sabe que algo está ocurriendo; sin embargo, existen muchos más usos que se le dan a esta sensación que los que podemos imaginar. El ser humano es mucho más que datos biológicos, son muchos factores los que marcarán la manera en como una persona reacciona frente a un dolor, a una enfermedad o un padecimiento. Un aspecto muy importante para la reflexión de este tema es esa conciencia que tenemos de nosotros mismos, de nuestro propio ser; es importante porque nos ayuda a sensibilizarnos con esta experiencia humana. El dolor siempre afectará en la vida cotidiana de la persona y en las actividades diarias que realiza, en las distintas obligaciones y responsabilidades que tiene que cumplir. El pensar que el dolor se encuentra sumergido en infinidad de usos sociales que el mismo ser humano le da nos lleva a reflexionar en las distintas formas de vida, en 96

aspectos que puede que se encuentren muy cercanos a nosotros pero que no les prestamos atención porque son muy sencillos; existen muchos ejemplos que nos pueden ilustrar la manera en como esto sucede. La manera en como el cuerpo se utiliza para una disciplina y un control por medio del dolor es más común de lo que creemos. Es posible ver cómo es que el entorno social y la religión influyen de gran manera en las formas de castigar, de amedrentar a las personas. Podemos encontrar que hay ocasiones en que el individuo mismo por voluntad propia puede someter a su cuerpo a cierto sufrimiento en pequeñas dosis con un fin específico, pues se encuentra en búsqueda de algo. Todo ser humano necesita tranquilidad y volver a su equilibrio, necesita volver a tener control de sí mismo, de su ser. El cuerpo puede ser sometido de diversas maneras; sin embargo, la religión tiene un papel muy importante. Existen diversas religiones donde esta experiencia del ser humano es fundamental, pues cada una tiene ideas diversas acerca de por qué existe el dolor, como se origina y de la manera en cómo se debe actuar, dependiendo de la religión de la que se trate. Con algunos ejemplos podemos ver maneras en las que el dolor se encuentra ligado a una parte espiritual del ser humano. Cada una de las reflexiones de las personas nos muestran una manera de concebir el dolor; sin embargo, la forma en cómo es utilizado para la disciplina y control del cuerpo se encuentra muy presente en todo momento, pues se considera que el dolor puede ser un maestro en la vida que te hace pasar tragos amargos pero que te fortalece. En esta reflexión se ligan pequeñas piezas de un rompecabezas que se unen para construir una idea. El fin de este ensayo es el propiciar la reflexión en torno a un tema muy específico, con la idea de ligarlo siempre con algo más; de que no sea algo aislado que sólo pueda interesarle a cierto número de personas; si no más bien pensando en que se trata de un tema muy común y que no es ajeno a ningún ser humano, pues es algo cotidiano y de la vida misma. A través de él se busca compartir con las personas que lo deseen una reflexión por medio de la Antropología Histórica, lograda a partir de aquellos escritos de diversos autores y 97

de las experiencias mismas de los individuos. Busca el propiciar distintas reflexiones en torno a otros temas que se encuentran relacionados, pues cada persona tiene su propia opinión y sus diversas inquietudes.

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