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biblikka Estudio y respuestas de la Palabra de Dios

Enseñanza 88 Habacuc 1 14 de octubre, 2013 PROFETAS MENORES Habacuc 1 Su persona De nuevo es poco lo que conocemos de este autor. Aún el significado de su nombre no está claro. Lo más probable es que su nombre se derive de la palabra hebrea que significa “abrazo”. Podría entenderse entonces como un “amado por Dios” o uno que “lucha con Dios.” ¿Por qué no los dos?

Su tiempo Habacuc profetizó en la parte final del S. VII AC, siendo contemporáneo de Sofonías, de Jeremías y de Nahum. La fecha más probable de composición de este hermoso libro es alrededor del año 604 ó 603. Los acontecimientos cercanos de importancia, tanto a nivel nacional como internacional son los siguientes:

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621 La reforma religiosa de Josías, que no arraigó en el pueblo. 612 La caída de Nínive a mano de babilonios y medos. 609 Egipto (Faraón Neco) vence a Josías rey de Judá 605 Cae Egipto (batalla de Carquemis) a manos de Nabucodonozor. Babilonia asume el control de Palestina (II Rey. 24:1ss)

Por supuesto, Habacuc profetiza en Judá (Samaria ya es, literalmente, “historia”), seguramente en la misma ciudad de Jerusalén ya que es muy probable que él fuera uno de los profetas asociados al templo.

Su libro Seguramente conocemos el libro de Habacuc por su uso frecuente en predicaciones sobre el “avivamiento”, por su mención en Romanos (“el justo por la fe vivirá”) y por el hermoso salmo la conclusión del libro.

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Su mensaje Podríamos pensar que el mensaje central de este libro es anunciar la destrucción de los caldeos (neo-babilonios), quienes a su vez serán el instrumento de juicio de Dios sobre Judá. Creo que el libro de Habacuc gira en torno al diálogo que el profeta tiene con Dios.

Habacuc comienza con las preguntas del profeta y termina con una actitud de satisfacción. En el medio del libro encontramos lo que le es revelado a Habacuc (y, por lo tanto, lo que él proclamará) pero también hallamos una profunda experiencia con Dios que logra cambiar sus esquemas, traer una nueva dimensión a su conocimiento del Altísimo y satisfacer su alma.

Dicho de otra manera: Lo importante en este breve libro NO es la argumentación que explique o que nos ayude a entender las acciones de Dios. Y esto es así porque el cambio en Habacuc NO se da por argumentos, sino por una sublime experiencia.

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El texto bíblico 1:

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“Profecía que vio...

2-4 Preguntas. 2 ¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves? 3 ¿Por qué me haces presenciar calamidades? ¿Por qué debo contemplar el sufrimiento? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas. 4 Por lo tanto, se entorpece la ley y no se da curso a la justicia. El impío acosa al justo, y las sentencias que se dictan son injustas.

Habacuc tiene un problema. Habacuc está altercando con Dios. Por algún tiempo el profeta ha estado presentando ante el Altísimo sus preguntas y éstas no reciben contestación. ¿Les resulta familiar?

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Sus duda, estas preguntas, tienen que ver con la aplicación de la justicia divina. Hay dos posibles interpretaciones a este respecto. Una que concierne exclusivamente al pecado de Judá y a la necesidad de que ésta sea castigada. Otra que se refiere más bien a la necesidad de que la impía Asiria, verdugo de Samaria y opresora de Judá, sea justamente castigada por su pecado. Es difícil decidir entre las dos. Lo importante aquí es que ante la situación, Habacuc parece cuestionar la justicia de Dios.

5-11 ¿Qué era peor, la pregunta de Habacuc o la contestación de Dios?

5 «¡Miren a las naciones! ¡Contémplenlas y quédense asombrados! Estoy por hacer en estos días cosas tan sorprendentes que no las creerán aunque alguien se las explique. 6 Estoy incitando a los caldeos, ese pueblo despiadado e impetuoso,

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que recorre toda la tierra para apoderarse de territorios ajenos. 7 Son un pueblo temible y espantoso, que impone su propia justicia y grandeza. 8 Sus caballos son más veloces que leopardos, más feroces que lobos nocturnos. Su caballería se lanza a todo galope; sus jinetes vienen de muy lejos. ¡Caen como buitres sobre su presa! 9 ... Continúa la descripción de un pueblo guerrero

Dios contesta que será Babilonia (los caldeos) el instrumento del juicio de Dios. Por caldeos se refiere a las tribus del sur del imperio babilónico que tomaron el control del país en el 626 aC. Al resultado de este cambio se le llama el Imperio Neo-Babilónico. Para cuando Habacuc escribe, los babilonios han vencido a Asiria (612) y a Egipto (605). Ahora le toca a Palestina...

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Tenemos que entender la dificultad que esto representa para Habacuc como creyente en un Dios justo. ¿Usará Dios como instrumento de su castigo (contra Asiria o contra Judá, da igual) a un pueblo peor que el pueblo castigado? ¿Cómo es esto posible? ¿Qué clase de contestación es la que Dios ofrece a su siervo?

12-17

Crisis de Habacuc:

12 ¡Tú, Señor, existes desde la eternidad! ¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal! Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia; tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo. 13 Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal; no te es posible contemplar el sufrimiento. ¿Por qué entonces toleras a los traidores? ¿Por qué guardas silencio mientras los impíos se tragan a los justos? 14 Has hecho a los hombres como peces del mar, como reptiles que no tienen jefe. 15 Babilonia los saca a todos con anzuelo,

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los arrastra con sus redes, los recoge entre sus mallas, y así se alegra y regocija. 16 Por lo tanto, ofrece sacrificios a sus redes y quema incienso a sus mallas, pues gracias a sus redes su porción es sabrosa y su comida es suculenta. 17 ¿Continuará vaciando sus redes y matando sin piedad a las naciones?

“¿Cómo es posible?”, dice Habacuc. “¡Los caldeos son peores que Judá!” No sólo eso, en su destrucción atribuirá sus éxitos a sus propias fuerzas y a sus dioses. “¿No te importa, Dios?”, parece exclamar el profeta. ¿Cómo puedes tú, siendo santo, tolerar una cosa como esa?

2:

1-5 Contestación. Respuesta de Jehová... en su momento. El tiempo de Dios no es el nuestro, de modo que, “Habacuc, ¡paciencia!”

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2 Y el Señor me respondió: «Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. 3 Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá.

Ahora sigue la conocida e importante frase que conocemos mejor por su aparición en Romanos 1:17 y en Gal. 3:11: “el justo por la fe vivirá.” La importancia de esta frase en el mensaje bíblico y en la Reforma Protestante es bien conocida de todos.

4 »El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe. 5 Además, la riqueza es traicionera; por eso el soberbio no permanecerá.

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Pues ensancha su garganta, como el sepulcro, y es insaciable como la muerte. Reúne en torno suyo a todas las naciones y toma cautivos a todos los pueblos. 6 Y éstos lo harán objeto de burla en sus sátiras y adivinanzas.

Hablemos brevemente del uso de este texto en la Carta a los Romanos. Como siempre, Pablo cita el Antiguo Testamento usando la versión Septuaginta, por lo que no necesariamente es idéntica al texto hebreo masorético, que es el usado por los judíos y de donde se tradujo nuestra versión.

Recordemos que está sobre la mesa el asunto de la justicia relativa a las naciones al compararlas unas con otras, y también la justicia de Dios por sus métodos e instrumentos de juicio.

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Literalmente el texto, que los expertos afirman que no es fácil de traducir, diría algo como: “El justo vivirá fielmente.” La aplicación obvia es a la situación que preocupa al profeta. La menos obvia, pero también posible es la que el propio profeta podría hacer a su vida.

Más o menos podría decir así, parafraseándolo: “El hombre (¡la mujer también...!!) que es correcto/a en su vida con Dios, seguirá adelante en una vida de fidelidad aún cuando no entienda todo lo que pasa a su alrededor ni la acción o inacción de Dios.” Dicho de otra manera, nuestra vida fiel a Dios no depende de nuestra comprensión de sus misterios.

Meditemos en esto. Es una de esas verdades bíblicas “poderosas.” Lo más importante no es “saber” o “entender” sino vivir una vida de correcta y fiel en relación con Dios (Craigie).

En los versos que siguen, Habacuc pinta un cuadro del alto grado de maldad de los babilonios.

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14 de octubre, 2013 San Juan, Puerto Rico Jose R. Martinez-Villamil MD. MDiv.

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