UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA

UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA OS D A RV SE E

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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA S ADO V R E S E

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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA OS D A RV E S E

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA FACULTAD DE CS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA
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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE DERECHO TRABAJO ESPECIAL DE GRADO
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Story Transcript

UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA

OS D A RV

SE E R OS

H C E R PROCESO DEE D DUELO, ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO Y RESILIENCIA EN ADULTOS ANTE LA MUERTE DE UN SER QUERIDO

Trabajo especial de grado presentado por: Iris González Lisbeth López

Maracaibo, Diciembre 2013 1

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H C E R PROCESO DEE D DUELO, ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO Y RESILIENCIA EN ADULTOS ANTE LA MUERTE DE UN SER QUERIDO

Trabajo Especial de Grado para optar al Título de Psicólogo:

Iris Chiquinquirá González Romero C.I. No. V-19.845.529

Lisbeth Josefina López Pachano C.I. V-11.286.142

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DEDICATORIA Este maravilloso trabajo va dedicado a las personas más importantes en mi vida, en primer lugar a mis padres y esposo, quienes me han apoyado en todo momento, incluso desde que decidí estudiar esta hermosa carrera. También a mi bebé, que aunque no ha nacido, ya está dentro de mí y por ende forma parte de mi vida, siendo el regalo más

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hermoso que he podido recibir por haber culminado con satisfacción mi formación como

SE E R OS

psicólogo. Además, quisiera dedicarlo a mi abuela Mamamo, quien hace casi un año partió

CH E R DE

de este mundo, dejando un inmenso vacío en nuestros corazones pero de igual manera su enseñanza, educación y unión familiar. En general, va dedicado a todas aquellas personas que al igual que yo y mi compañera de tesis y amiga del alma Lisbeth López

han

experimentado y superado con gran ímpetu la muerte de un ser querido. Iris González

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DEDICATORIA

Dedico este trabajo especial de grado a: En primer lugar a dios por darme la paciencia y sabiduría que he necesitado durante todo el transcurso de mi carrera ya que con su ayuda he podido vencer todos los obstáculos

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que se han presentado a lo largo de la misma.

SE E R OS

A mis padres Jesús y Olga por apoyo incondicional en todo momento, por estar

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conmigo en los momentos más difíciles de mi vida donde la presencia de ambos ha sido fundamental para seguir adelante venciendo cualquier obstáculo. A mis cuatro grandes amores, mis hijos Carlos Arturo, Cesar Augusto, Abraham David y a mi princesita Victoria Alejandra por ser lo más hermoso que dios me ha dado, por su apoyo incondicional, su paciencia, sus alegrías, porque han sido el motor que mueve mi vida. A mi esposo que con su amor, paciencia, apoyo y comprensión me acompaño a lo largo de este camino y que ha sido un pilar fundamental en mi vida. A mi amiga y compañera de tesis Iris González por todas las aventuras que esta investigación nos hizo recorrer. A mis amigas Dayrimar, Karina, Silvia, Jessica, Emmary y Euridice con las cuales he compartido grandes momentos a lo largo de la carrera, por su amistad, apoyo, compañerismo y ayuda, y por cada momento de aprendizaje que hemos tenido juntas.

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Gracias los amo inmensamente… Lisbeth López

OS D A RV

CH E R DE

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AGRADECIMIENTO

A Dios, porque sin Él culminar esta fase de mi vida no hubiera sido posible, además, es quien ha sido mi guía toda la vida, llevándome por el camino correcto que aunque no sea el más apropiado siempre han sido las mejores decisiones que he podido

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tomar.

SE E R OS

A la Virgen, porque con su amor de madre también me ha acompañado durante todo

CH E R DE

este sueño de ser psicólogo, y porque además acudí a ella muchas veces para salir de las adversidades.

A mi gruñón Padre, quien confió en mí desde el momento que le dije que quería ser psicólogo, apoyándome no solo económicamente sino madrugando muchas veces para llevarme a clase con gran esmero y amor, sabiendo que en algún momento lo lograría. A mi bella Madre, quien es la persona más incondicional del mundo, la que me apoyo en este camino y lo sigue haciendo con cada locura que se me ocurre, aconsejándome sobre lo bueno y lo malo, dándome su amor y comprensión día tras día. A mi Esposito, quien muchas veces madrugó para ayudarme a terminar alguna tarea de una manera tan especial que cada día de enamora más, aguantando mis días de susceptibilidad y de amabilidad, creyendo en mí y dándome fuerzas y confianza para continuar.

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A mi amiga y compañera de tesis Lisbeth López, quien en este tiempo me adopto como una hija, dándome no solo sus conocimientos de esa gran profesional que es, sino sus consejos y amistad en los momentos que más lo necesitaba. A mi profesor Héctor, a quien apode papi Héctor, por ser ese tipo de persona que en el momento de mayor confusión, cansancio y ganas de dejarlo todo dice esas palabras que

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contienen un poder mágico porque desde ahí todo empieza a marchar bien. Gracias por

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confiar en nosotras y por darnos tantas fuerzas, porque para ser un trabajo tan largo lo logramos.

CH E R DE

A nuestro Tutor Leandro Cardozo, porque con su Fe en Dios, en el momento más difícil confió en nosotras y nos ha apoyado, asesorándonos a cualquier hora, y dándonos en cada reunión ánimo para seguir, y quien hasta el momento continua a nuestro lado llenándonos de conocimientos. A nuestra profesora Gaslena Arocha, quien nos ayudó y tranquilizó en el momento que estábamos a punto de colapsar con ese programa estadístico, orientándonos sobre los pasos a seguir y animándonos con su gran sentido del humor. A mis amigas Dayrimar Quintero, Silvia Márquez y Karina Gómez, quienes compartieron junto a nosotras el estrés de poder culminar este trabajo.

Iris González

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AGRADECIMIENTO

A Dios primeramente por haberme guiado en este camino tan hermoso de la Psicología. Al profesor Héctor Peña por asesorarme en todas las dudas que salieron a los largo de la investigación, y por su paciencia y dedicación a los largo de la misma.

OS D A RV

Al Psic. Leandro Cardozo tutor de esta investigación, por su paciencia su tiempo y

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colaboración prestada para la misma, y por aporte profesional brindado en todo momento.

CH E R A mi profesora DE Gaslena Arocha quien admiro por su paciencia,

comprensión y su

amistad.

A todos mil gracias… Lisbeth López

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INDICE GENERAL

Pág. TÍTULO………………………………………………….…………………..……... DEDICATERIA……………………………………….………………………...…. AGRADECIMIENTO……………………………….………………………..….… ÍNDICE GENERAL ………………………………….……………………............ ÍNDICE DE CUADRADOS……………………….…….…………………..….…. ÍNDICE DE TABLAS…………………………….………..……………….……… ÍNDICE DE ANEXOS…………………………………….……………………...… RESÚMEN…………………………………………………………………………..

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SE E R OS

CAPÍTULO I: FUNDAMENTACIÓN Planteamiento y Formulación del Problema.………………….…………...…....... Objetivos de la Investigación………………………………………..…….……… Objetivo General……………………………………………………………... Objetivos Específicos………………………………………….….…..……… Justificación de la Investigación………………………………………...………... Delimitación de la Investigación…………………………………………..…..….. CAPITULO II: MARCO TEÓRICO Antecedentes de la Investigación………………………………………………… Bases Teóricas de la Investigación……………………………………………….. Duelo…………………………………………………………………………. Características del proceso de duelo……………………………………… Tipos de duelo…………………………………………………………….. Duración del duelo………………………………………………………... Factores que influyen en el proceso del duelo……………………………. Tareas del duelo…………………………………………………………… Perfil psicológico de la persona que atraviesa el duelo…………………… Afrontamiento……………………………………………………………….. Estrategias de afrontamiento……………………………………………… Tipos de estrategias de afrontamiento……………………………………. Resiliencia……………………………………………………………………. Características del comportamiento resiliente…………………………….. Dimensiones de Resiliencia…………...………………………………….. Factores generadores de resiliencia……………………………………….. Mapa de Variables………………………………………………………...……... CAPITULO III: MARCO METODOLOGICO Tipo y Nivel de investigación……………………………………………………. Diseño de la Investigación………………………………………..……………… Diagrama de Diseño……………………………………………………………… Sujetos de Investigación…………………………………………………………. Población……………………………………………………………….………. Muestreo……………………………………………………………….……….. Muestra…………………………………………………………………………. Definición Operacional…………………………………………………………… Técnicas de Recolección de Datos…………………………………..……….......

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CH E R E

II III VI IX XII XIII XIV XV 1 6 6 7 7 8 10 15 15 17 21 24 25 29 37 39 41 42 46 47 50 52 54 57 58 59 59 59 60 61 62 64

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Escala de Elaboración de las Tareas del Duelo (E.T.D)……………….…… Propiedades Psicométricas………………………….………………………. Escala de Afrontamiento (COPE)…………………………………………… Propiedades Psicométricas……………………………….…………………. Escala de Resiliencia………………………………………………………… Propiedades Psicométricas…………………………………………………. Procedimientos de la Investigación………………………………………………. Consideraciones Éticas…………………………………………………………… CAPITULO IV: RESULTADOS Y DISCUSIÓN Análisis y Discusión de Resultados……………………………………………… Conclusión………………………………………………………………………. Limitaciones…………………………………………………………………….. Recomendaciones……………………………………………………………….. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS…………………………………………… ANEXOS

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64 66 67 69 70 72 75 76 78 102 103 104 105 108

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ÍNDICE DE CUADROS Pág. CUADRO Nº 01 Mapa de variables de duelo……………………………………. CUADRO Nº 02 Mapa de variables de estrategias de afrontamiento…………… CUADRO Nº 03 Mapa de variables de resiliencia…………………….………… CUADRO Nº 04 Características de la muestra…………………………………. CUADRO Nº 05 Baremo de Interpretación de Puntajes de la Resiliencia……..... CUADRO Nº 06 Baremo de Interpretación de las Dimensiones de la Resiliencia………………………………………………………………………….

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54 55 56 62 71 72

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ÍNDICE DE TABLAS Pág. 79 TABLA Nº 01 Estadística Descriptiva de la Variable Duelo………………………. TABLA Nº 02 Estadística Descriptiva Variable Estilos de Afrontamiento Centrado en el Problema……………………………………………………………….………. 82 TABLA Nº 03 Estadística Descriptiva Variable Estilos de Afrontamiento Centrado en la Emoción……………………………………………………………….……….. 85 87 TABLA Nº 04 Estadística Descriptiva de la Variable Afrontamiento……………... 89 TABLA Nº 05 Estadística Descriptiva de la Variable Resiliencia……...………….. 90 TABLA Nº 06 Estadística Descriptiva de la Variable Resiliencia…………………. TABLA Nº 07 Estadísticas de Contraste entre Tareas del Duelo y Afrontamiento Activo……………………………………………………….……………………….. 92 TABLA Nº 08 Estadísticas de Contraste entre Tareas del Duelo y Retraimiento……...…………………………………………………………………. 93 TABLA Nº 09 Estadísticas de Contraste entre Tareas del Duelo y la Aceptación…………………………………………………………………………… 94 TABLA Nº 10 Estadísticas de Contraste entre Tareas del Duelo y la Expresión Emocional……………………………………………………………………………. 95 TABLA Nº 11 Estadísticas de Contraste entre Tareas del Duelo y el Distanciamiento Cognitivo……...………………………………………….………... 96 97 TABLA Nº 12 Estadísticas de Contraste entre Tareas del Duelo y Resiliencia…..…. TABLA Nº 13 Estadísticos descriptivos de la Variable Resiliencia con el Tipo de Perdida…………………………………………………………………….…………… 98 TABLA Nº 14 Estadísticos descriptivos de la Variable Afrontamiento con el Tipo de Pérdida…………………………………………………………………………………. 99 TABLA Nº 15 Estadísticos descriptivos de la Variable Resiliencia con el Tiempo de Perdida ……………………………………………………………………..…………. 100 TABLA Nº 16 Estadísticos descriptivos de la Variable Afrontamiento con el Tiempo de Perdida……………………………………………………………..………………. 101

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ÍNDICE DE ANEXOS

ANEXO ANEXO ANEXO ANEXO

Nº 01 Nº 02 Nº 03 Nº 04

Instrumento de Duelo Instrumento de Estilos de Afrontamiento (COPE) Instrumento de Resiliencia Consentimiento Informado

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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICE-RECTORADO ACADÉMICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGÍA

RESUMEN

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PROCESO DE DUELO, ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO Y RESILIENCIA EN ADULTOS ANTE LA MUERTE DE UN SER QUERIDO

CH E R DE

Autores: Br. Iris González/Lisbeth López Tutor: Leandro Cardozo Fecha: Noviembre 2013

La presente investigación fue realizada en sujetos en diferentes contextos de los Municipios Mara y Maracaibo, cuyo objetivo fue identificar el Proceso de Duelo, Estilos de Afrontamiento y la Resiliencia en Adultos en situación de duelo, por muerte de un ser querido. La metodología utilizada fue de un nivel descriptivo de campo y un diseño no experimental de tipo transeccional correlacional y se determinó a través de una muestra de tipo accidental, con un rango de edades mayores a 18 años. Se utilizaron tres (3) instrumentos para medir las variables: Escala de elaboración de tareas de duelo, (Garnica, Pérez, Chacín y Arocha, 2011), Escala de Afrontamiento (COPE) de (Carver, Scheier y Weintraub 1989) y la Escala de Resiliencia de (Colina y Esqueda 2002). Se evidenció en cuanto a las tareas de duelo que el mayor porcentaje de la población se encontró en la tarea II. Se obtuvo resultados por dimensión de resiliencia niveles altos y muy altos, así mismo una resiliencia general alta. Respecto a la correlación entre tareas de duelo, estrategias de afrontamiento y resiliencia, los resultados apuntaron a un nivel moderado de vinculación entre las variables ya que hubo relación en cuanto a algunos indicadores de algunas dimensiones, se consideró tipo y tiempo de pérdida con resultados moderados significativos, datos que pudieran señalar que existe una relación consistente entre dichas variables sociodemográficas.

Palabras Claves: Duelo, Estilos de Afrontamiento, Resiliencia, Muerte Correo electrónico: [email protected]/[email protected]

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CAPITULO I

FUNDAMENTACION

S O D A delV Problema Planteamiento y FormulaciónR E S E R S O Desde tiempos remotos elH ser humano percibe la muerte como un evento desagradable, C E ER D capaz de arruinar el curso normal de su existencia, a pesar de que forma parte de las etapas de la vida y, por lo general, la característica que siempre está presente es el fuerte dolor y malestar que produce en las personas que lo viven. Tomando en consideración este planteamiento, es necesario mencionar que las manifestaciones ante este hecho vital se diferencian de un individuo a otro y, por tanto, el tiempo de superación dependerá de las características personales y factores externos que posea el sujeto para afrontar la pérdida.

Hasta el momento, muchos han sido los autores que han hablado acerca de este tema, reflejando no solo las etapas por las que atraviesa una persona durante dicho proceso, sino que además, mencionan cómo, incluso en la actualidad, existen culturas para las cuales hablar de la muerte es un término que resulta ser un tabú, ya sea por temor a revivir experiencias dolorosas pasadas o para evadir los posibles sentimientos que se ponen de manifiesto al presenciar estos episodios; todo esto trae consigo que el individuo no adquiera las herramientas necesarias para afrontar este suceso cuando llegue el momento.

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Es conveniente señalar que la reacción ante la pérdida de un ser querido estará ligada a diversos factores, entre los cuales se debe mencionar la forma en que se produjo el deceso, la manera en que el deudo se enteró de la noticia, la cercanía que se tenía con la persona fallecida, la cultura familiar, e inclusive la edad del difunto, ya que como se ha venido diciendo, no ocasiona la misma impresión que el ser querido haya muerto a causa de una

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enfermedad o que, por el contrario, haya sido por un evento trágico e inesperado.

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CH E R Por su parte DEWorden (2004), afirma que para la comprensión clínica del proceso de duelo debe tenerse en cuenta que la muerte y las reacciones en torno a ella se componen de aspectos ritualizados, ya que, la palabra duelo se aplica también al grupo o cortejo de personas que despiden al difunto y acompañan a sus seres más cercanos, debido a que estos pueden cumplir una función de apoyo, en algunos casos ayudan a la expresión de la pena, evocación de recuerdos, recapitulación, idealización o reconciliación con el fallecido.

Asimismo, es conveniente señalar que la rápida y satisfactoria adaptación al mundo luego de haberse enfrentado al fuerte dolor que acarrea el fallecimiento de un ser querido, muchas veces se relaciona con las estrategias de afrontamiento que estos poseen y la capacidad de ser resiliente. Hablar de este constructo no implica necesariamente una característica innata al ser humano, sino que, muchas veces, es una habilidad que se va adquiriendo con la experiencia a medida de que el sujeto se va enfrentando a las exigencias del día a día y a las adversas situaciones que conlleva el ciclo vital, por lo tanto, las

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estrategias de afrontamiento, así como la resiliencia, resulta ser un factor que determina la forma en que el deudo se enfrentará a la tarea de seguir viviendo con el malestar y ausencia que ha dejado el fallecido.

Por otro lado Lazarus y Folkman (1986), definieron el afrontamiento como aquellos

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esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para

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manejar las demandas específicas, externas y/o internas, que son evaluadas como

CH E R DE

excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. Estos autores entienden que el afrontamiento constituye un proceso cambiante con fines de adaptación, en el que el sujeto y el contexto interactúan de manera permanente y señalan, además, que los individuos varían sus patrones de estrategias de afrontamiento en función del tipo de problema a resolver.

Según Grotberg (2003), la resiliencia significa la fuerza de voluntad que posee una persona para seguir proyectándose a futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores y por lo tanto, poseer esta habilidad no significa que la persona sea incapaz de sentir dolor, puesto que la tristeza es una característica común en todas las personas cuando se han enfrentado a situaciones adversas.

Como se dijo inicialmente, el tema de la muerte es visto a nivel mundial de forma diferente. En el caso de países europeos, dominados por la industrialización, hablar de este

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acontecimiento es un tabú, y por ende, se percibe como un enemigo que ocasiona miedo y al momento de definirla se utilizan múltiples eufemismos. Cabe destacar, que muchas veces la condición de países desarrollados hace que produzca en los sujetos más temor que en otros lugares menos avanzados, ya que gracias a la ciencia las personas se han olvidado del término calidad de vida, y lo más importante para ellos es sobrevivir a cualquier precio, he

OS D A familiares lo que cuenta es el tiempo que seguirá existiendo RVy no la manera en que lo hará. E S E R S HO C E ER D Por otro lado, algunos países asiáticos, suelen ver a la muerte con respeto, veneración e aquí el típico caso de individuos que viven gracias a una máquina, por ejemplo. Para sus

incluso señalan que es un aspecto indispensable de la vida capaz de actuar como estimulante para el desarrollo del hombre y, por lo tanto, este crecimiento es subrayado a lo largo de su existencia. De igual manera, afirman que cuando la persona está moribunda, hacen ver que el arte de morir es tan importante como el arte de vivir, y que el futuro del alma de este ser que pasa a otro plano depende quizás, enteramente, de una muerte correctamente aceptada por él mismo y controlada por un familiar u otra persona, quien lo acompañará amorosamente en este proceso. Esto lo hacen para que el individuo que se encuentra agonizante no se deje desviar por los recuerdos de la vida y los seres que ha de dejar tras su desaparición, lo que a su vez ayuda a que los deudos acepten con mayor facilidad la ausencia.

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En el caso de América Latina, por ser un continente heterogéneo con diversidad de creencias, sociedades y raíces, se observa cómo los deudos de diferentes formas recuerdan y dicen adiós a sus seres queridos que tuvieron que partir al mundo desconocido de la muerte. Hay quienes valoran este acontecimiento rigiéndose por las religiones que lo señalan como una continuación de la vida en otro mundo, mientras que otros sólo rinden

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tributo a sus familiares fallecidos mediante ritos funerarios de acuerdo a su cultura y costumbres.

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Finalmente, en Venezuela, los deudos preparan la despedida de sus seres queridos, en dependencia de las posibilidades económicas, pero de forma general se vela al fallecido en una funeraria o en la casa durante toda la noche, se ofrece café y recuerdan momentos de la vida del fallecido, antes de salir hacia el cementerio se hace una oración pidiendo por su alma; después se reúnen en la casa de los familiares para rezar por el difunto por una hora diaria durante nueve días, posteriormente, a los cuarenta días se realiza una misa o un servicio de acuerdo a la creencia religiosa. También, durante los primeros días después del entierro se le llevan flores a la tumba, y con el transcurso del tiempo esta situación va disminuyendo a tal grado que únicamente para el día del cumpleaños o fecha especial se les lleva flores.

Por lo anteriormente planteado, conviene destacar que la problemática de este tema de investigación radica en conocer las distintas reacciones que se ponen de manifiesto en personas adultas de diferentes edades ante la pérdida de un ser amado, tomando en

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consideración la forma en que se produjo la muerte, la manera en que el deudo se enteró de la noticia, la cercanía o proximidad que se tenía con el fallecido y el tiempo que ha transcurrido desde el suceso hasta la actualidad. Por lo tanto, también se busca conocer la capacidad que estas personas, que se han de entrevistar, tuvieron para afrontar la adversidad y lograr adaptarse al día a día aceptando la muerte como un hecho vital e inevitable. Con

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base en los aspectos antes expresados se enuncia la siguiente interrogante:

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¿Cómo es el Proceso de Duelo, las Estrategias de Afrontamiento y la Resiliencia en Adultos ante la muerte de un ser querido?

Objetivos de la Investigación

Objetivo General

Analizar el Proceso de Duelo, las Estrategias de Afrontamiento y la Resiliencia en Adultos ante la muerte de un ser querido.

Objetivos Específicos

Describir el Proceso de Duelo en Adultos ante la muerte de un ser querido.

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Describir cómo son las Estrategias de Afrontamiento en Adultos ante la muerte de un ser querido. Identificar la Resiliencia en Adultos ante la muerte de un ser querido. Establecer la asociación entre el Proceso de Duelo, las Estrategias de Afrontamiento y la

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Resiliencia en Adultos ante la muerte de un ser querido en los municipios Mara y Maracaibo.

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CH E R DE Justificación de la Investigación El interés por llevar a cabo la presente investigación se justifica desde el punto de vista social y humano, dado que tal y como lo han explicado distintos autores, las características principales que se presenta ante la muerte de un ser amado es una serie de manifestaciones físicas, conductuales, psicológicas, e incluso espirituales, que varían de persona a persona al momento de experimentar una pérdida.

Además de esto, el hablar de duelo siempre va a reflejar una relevancia contemporánea sea cual sea la época en la que se haga, ya que para el ser humano es imposible evitar este hecho de la vida, y aunque se prepare para distanciarse físicamente de un ser amado, de igual manera experimentará dolor. Así, esta investigación servirá como punto de partida para otras exploraciones que se hagan en torno a las herramientas necesarias para que las personas acepten la muerte como un acontecimiento natural y necesario que, si bien

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ocasiona malestar, también es posible conseguir la salida y adaptarse nuevamente a la rutina diaria sin complicaciones, dejando que el sujeto fallecido conserve su lugar a través de las enseñanzas y anécdotas vividas con él.

De igual forma, los resultados que se arrojen de esta investigación pueden contribuir a la

OS D A psicología, ya que el duelo por el fallecimiento de R un V ser querido implica una serie de E S E R S cambios bruscos a los que muchas veces las familias se ven enfrentados, tales como O CH E R cambios de trabajo, DE de escuela, de residencia, de roles, sobre todo en los casos en el que el

ciencia, no sólo desde el punto de vista clínico, sino también en todas las ramas de la

difunto ha sido uno de los padres y el otro debe ejercer ambos papeles en el hogar. También, puede servir de base a futuras investigaciones al respecto, no sólo para guiar a las personas a superar el duelo de forma rápida y positiva, y a las estrategias de afrontamiento empleadas, sino también enseñándoles a ser resilientes y conscientes de que se cuenta con una serie de herramientas tanto personales como ambientales capaces de ayudar en este proceso.

Delimitación de la Investigación

La presente investigación se llevó a cabo con personas Adultas mayores de 18 años del Municipio Mara y Maracaibo del Estado Zulia, que hayan vivido la muerte de un ser querido. La misma tendrá un lapso de duración que comprende el periodo académico que va desde Enero 2013 hasta Diciembre 2013, dentro del área de la Psicología Clínica,

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principalmente relacionada con la forma en que las personas han experimentado el Proceso de Duelo ante la muerte de un ser querido, cuáles son las Estrategias de Afrontamiento y la Resiliencia que tienen para enfrentar la ausencia, la misma estuvo fundamentada con los aportes teóricos de Worden (1997, 2006), Lazarus y Folkman (1986) y Grotberg (2003).

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CAPÍTULO II

MARCO TEORICO

OS D A RV

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Antecedentes de la Investigación

CH E R E Muchos D han sido los autores que poseen y han aportado grandes conocimientos con respecto al tema de la muerte, las estrategias de afrontamiento y la capacidad de ser resilientes ante este acontecimiento, a continuación se detallan algunas investigaciones que sirvieron como pilar para fundamentar este trabajo. Hernández (2013), realizó una investigación en Grupos de Apoyos de duelo y diferentes contextos de la ciudad de Maracaibo y Barquisimeto, cuyo objetivo fue identificar el nivel de Resiliencia y relacionarla con las tareas de duelo en personas en situación de duelo, por muerte de familiar. La metodología utilizada fue de un nivel descriptivo de campo y un diseño no experimental de tipo transeccional - correlacional y se determinó a través de una muestra de tipo accidental, con un rango de edades comprendido entre 16 y 65 años.

Para ello se utilizaron los instrumentos Escala de Resiliencia de (Colina y Esqueda, 2002) y Escala de elaboración de tareas de duelo, (Garnica, Pérez, Chacín y Arocha, 2011). Se obtuvo resultados por dimensión de resiliencia niveles altos y medios altos, así mismo

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una resiliencia general media alta. Además se evidenció, en cuanto a las tareas de duelo, que el mayor porcentaje de la población se encontró en la tarea II y III. Respecto a la correlación entre resiliencia y tareas de duelo, los resultados apuntaron a un nivel moderado de vinculación entre las variables, se consideró edad y tiempo de pérdida con resultados bajos y moderados no significativos, datos que pudieran señalar que no existe una relación

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consistente entre dichas variables sociodemográficas.

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Vela (2008), realizó una investigación a la cual denominó Procesos de Duelo por una Separación Importante, Pérdida por deceso en diversos casos, la misma se llevó a cabo en el Centro de Salud del Municipio de Patzicía del Departamento de Chimaltenango, para esto, se escogió una muestra de 20 personas quienes recientemente perdieron a sus seres queridos por diversas circunstancias de muerte. En ese sentido la escogencia fue intencional o de juicio, con personas adultas, de diferentes credos religiosos, condición socioeconómica y escolaridad, y la metodología consistió en un estudio de casos a través del método de análisis cualitativo y dentro de este orden de ideas, se destaca que las técnicas empleadas para la recolección de datos se basaron principalmente en entrevistas abiertas y observaciones directas.

Del análisis realizado se estableció que cada paciente reaccionó ante la pérdida de acuerdo al tipo de muerte de su ser querido, evidenciándose, que cuando se trataba de muertes naturales y poco trágicas, los deudos reaccionaban con emociones o sentimientos de tristeza, llanto, ansiedad, angustia, aflicción, impotencia, sentimientos de culpa,

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negación, racionalización, somatización, lamentaciones, aceptación de la pérdida en unos casos, dolor profundo, entre otros; mientras que, en los casos de muerte provocada o repentina los pacientes presentaron los sentimientos y emociones mencionados anteriormente y además, manifestaron sentimientos de desconfianza, deseos de venganza, odio, resentimiento y rechazo hacia Dios y a las personas responsables de los hechos.

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Por otra parte, Pachano y Díaz (2012), realizaron una investigación que llevó por

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nombre Resiliencia en Personas en Proceso de Duelo por Muerte, la población para llevarla a cabo estuvo constituida por un total de 53 adultos que perdieron a un ser querido y dentro de la metodología empleada se encuentra que es un estudio descriptivo, de campo, con un diseño no experimental de tipo transeccional descriptivo. Conviene mencionar que el instrumento de recolección de datos utilizado fue la Escala de Resiliencia Colina y Esqueda (2002), la cual tiene por objetivo medir la Resiliencia general a través de cuatro dimensiones que son Seguridad Afectiva, Estabilidad Emocional, Fortaleza y Actividad Física, finalmente Control y competencia Personal.

El procedimiento consistió en comparar la variable Resiliencia con las características sociodemográficas tales como religión, ocupación, estado civil, tipo de muerte del ser querido y vínculo afectivo del deudo con la persona fallecida, de los resultados obtenidos se evidenció que los sujetos pertenecientes a la religión evangélica, poseen mayor nivel de resiliencia con una media de 96,13, considerada media alta, que las personas casadas, de estos se obtuvo una media de 95,14, establecida como media alta por otro lado, de los

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individuos trabajadores se evidenció una media de 97,00 clasificada como media alta, y por último, los sujetos que mantenían una relación de amistad con el difunto, una media de 107, catalogada como alta.

González, Celis y Araujo (2010), llevaron a cabo una investigación que tuvo como

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propósito identificar y describir las estrategias que emplean los adultos mayores para

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afrontar la muerte, y su relación con el nivel de calidad de vida, y el género. Los

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participantes fueron 215 adultos mayores, de los cuales 62% fueron mujeres y 38% hombres a quienes se les aplicó mediante una entrevista, una ficha de datos sociodemográficos. Asimismo, se les aplicó el instrumento WHOQoL-Bref preparado por la Organización Mundial de la Salusd (OMS) para evaluar calidad de vida, y la Escala de Afrontamiento ante la Muerte (EAAM) con tres factores: Aceptación (8 reactivos), Evitación y Soporte Social (5 reactivos), e Inmortalidad (3 reactivos). Al analizar los resultados se dieron cuenta de que existe una correlación significativa entre calidad de vida, la evitación y soporte social como estrategia de afrontamiento.

Pozzobon (2008), realizo un estudio para determinar cuál es el nivel de resiliencia y el estilo de afrontamiento utilizado en padres de niños y adolescentes con discapacidad intelectual. El tipo y nivel de investigación utilizados fue descriptivo de campo. La población estuvo compuesta por padres de niños y adolescentes que asisten al Instituto de Educación Especial Bolivariano Zulia y a la Asociación de padres y amigos de adolescentes

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y adultos con retardo mental, seleccionándose una muestra no probabilista accidental de 62 sujetos.

Los resultados fueron obtenidos por medio de la escala de Resiliencia Colina, Esqueda, 2002 y el Cuestionario de Estimación Afrontamiento COPE de Carver, Scheir y Weintraub

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1989, indicaron que el nivel de resiliencia en la población objeto de estudio con una media

SE E R OS

de 88,52 es medio, donde se notan las medias más altas 25,41 y 25,38 en control y

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competencia personal y estabilidad emocional. El estilo de afrontamiento mayormente utilizado por este grupo es el centrado en la emoción con un porcentaje de 82,3 en la población total, donde las dimensiones con puntajes más altos son: reinterpretación positiva con 9,10 de media, afrontamiento religioso con una media de 8,10 y búsqueda de apoyo social con fines emocionales con una media de 8,08. No se halló relación existente entre ambas variables objeto de estudio.

Se debe mencionar que se tomaron dichos antecedentes para sustentar la investigación, debido a que aportan no sólo información relevante al respecto sino que hacen ver la realidad que existe en la actualidad a nivel mundial, nacional y regional, notándose que es realmente necesario abordar el tema de la muerte y la forma en cómo los sujetos se enfrentan a ella, ya que cada vez los profesionales de la salud mental se encuentran con más casos en los que, a causa del fallecimiento de un ser querido manifiestan reacciones capaces de repercutir a corto, mediano y hasta a largo plazo, dejando aparecer complicaciones que conducen a duelos patológicos y demás dificultades a

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nivel emocional, que conllevan a la desestabilización de las familias que lo enfrentan, puesto que al verse afectado un miembro, automáticamente el sistema en su totalidad se verá influido. El reconocer las estrategias de afrontamiento que diferentes personas utilizan, hace que surja el interés de promover en investigaciones futuras intervenciones para mejorar la calidad de vida en esta etapa.

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SE E R OS Bases Teóricas

En vista de que el tema de la muerte en los últimos años ha cobrado vigencia y forma parte de las preocupaciones que azota el ser humano por el alto índice de mortalidad que prevalece a nivel mundial a causa de la violencia, enfermedades crónicas e incluso el fallecimiento de forma natural, se ha despertado el interés de diversos investigadores para conocer las reacciones tanto emocionales como conductuales manifestadas en el proceso de duelo, la estrategia de afrontamiento y el nivel de Resiliencia que tiene el allegado que vive la pérdida. Es por ello, que a continuación se detallan algunas de las definiciones que han contribuido al mejor entendimiento de este hecho natural:

Duelo

Worden (2004) plantea que el duelo es un proceso activo, en el cual se deben dar unas tareas para que haya un trabajo de duelo efectivo. Este autor expuso que utilizar el concepto

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de tareas es más acorde, ya que le da un enfoque a la persona de cierta sensación de fuerza y esperanza de que puede hacer algo de forma activa, motivándolo a continuar con su vida sin que se someta al estrés de pensar si lo está haciendo de la mejor manera o no.

Bucay (2006), lo define como el doloroso proceso normal de elaboración de una

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pérdida, tendente a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa

SE E R OS

frente a una nueva realidad, y este a su vez comprende un conjunto de reacciones físicas,

CH E R DE

intelectuales, emocionales, conductuales, y espirituales que se producen como consecuencia de esa muerte que de cierto modo es capaz de modificar el estilo de vida de las personas que la viven.

Por lo dicho primeramente, se puede afirmar que el duelo, resulta ser uno de las tantas variables que se caracterizan por ser una vivencia única, personal, intransferible y sobre todo dinámica, ya que el sujeto que lo experimenta puede ser capaz de conocer el evento disparador o situación que detonó las manifestaciones, sin embargo, en algunos individuos existe la incapacidad para saber con exactitud cuándo comienza su proceso de duelo y cuando ha de terminar.

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Características del Proceso de Duelo

Según Lozano (2012), las pérdidas por la muerte de un ser querido, implican gran sufrimiento para la mayoría de las personas, algunas pueden presentar trastornos psíquicos y/o complicaciones en su resolución, por ello, durante el proceso de duelo hay

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manifestaciones cognitivas, físicas y motoras, que a continuación se mencionan de manera específica:

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• Algún tipo de malestar somático o corporal. • Preocupación por la imagen del fallecido.

• Culpa relacionada con el fallecido o con las circunstancias de la muerte. • Reacciones hostiles. • Incapacidad para funcionar como lo hacía antes de la pérdida. • Parecen desarrollar rasgos del fallecido en su propia conducta.

De la misma manera Soler y Jordá (1996), afirman que durante el proceso de duelo aparecen una serie de manifestaciones que es importante describir, de manera que el sujeto este consciente de lo que puede llegar a sentir o no en algún momento, estas reacciones pueden ser físicas, psicológicas, sociales y espirituales:

Manifestaciones físicas:

• Aumento de la morbimortalidad (mayor riesgo de enfermar y en su caso de fallecer).

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• Sensación de estómago vacío. • Falta de energía y debilidad, acompañada a su vez de sensaciones de agotamiento. • Llanto. • Alteraciones del sueño (insomnio, hipersomnia). • Inapetencia y pérdida de peso. • Hipersensibilidad a ruidos.

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SE E R • Pérdida del apetito sexual. OS H C ERE • En D ocasiones aparecen síntomas similares a los que tuvo el fallecido (el conocido • Opresión en el pecho y garganta.

como duelo enmascarado), una manera de identificarse con el fallecido. Si los síntomas son incoercibles pueden ser un signo de duelo complicado.

Manifestaciones Psicológicas

• Extrañeza ante el mundo habitual. • Incredulidad. • Confusión. Dificultades de atención y concentración, en ocasiones, por pensamientos permanentes sobre el difunto. Se puede manifestar en dificultad para escuchar. • Pérdida de ilusión, desinterés, cierta insensibilidad. • Añoranza. • Hipocondría ante síntomas parecidos a los vividos previamente por el difunto. • Obsesión por recuperar la pérdida, que suele traducirse en la conocida como conducta de búsqueda, a través de ropas, objetos, frecuentación de lugares comunes,

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alucinaciones visuales o auditivas (la creencia de haberle visto u oído), sueños, etc. en los que parece necesitarse volver a conectar con la presencia del fallecido. • Sentimiento de abandono y soledad. • Rabia contra los médicos, contra Dios, familiares, contra el propio difunto, frente a uno mismo.

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• Culpa y autorreproche. Normalmente por omisión, no por haber hecho algo

SE E R • Aprensión por si volviera suceder algo malo otra vez. Oa S H C E • Hiperactividad. DER determinado.

• Ansiedad ante la inseguridad de la nueva situación. • Culpa: razonable / irracional; por idealización del difunto; ante la alegría retomada; por posibles fallos en los cuidados. • Soledad / tristeza, que son los sentimientos más frecuentes y duraderos, habitualmente agudizados en aniversarios, en navidad, en fiestas familiares, entre otras. • Miedo: ante la soledad; ante no saber o poder tomar decisiones; ante la muerte… • Alivio, sentimiento de liberación, después de una larga enfermedad; por el fin de los sobresaltos, etc.

Manifestaciones Sociales

• Usar sus ropas, como una forma de identificarse con el fallecido y hacerle presente.

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• Resentimiento hacia la realidad social (todo continúa alegremente) y ante los familiares que antes no quisieron saber nada. • Sentido de no pertenencia grupal: aislamiento, búsqueda de otras relaciones con otros que también están solos. • Elaboración de una nueva identidad y de nuevos papeles sociales.

Manifestaciones Espirituales

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• Conciencia de la propia limitación.

• Pérdida de la sensación de ser inmortales. • Búsqueda de Dios, en forma de resentimiento (rebeldía); indiferencia (ante percepción de abandono); confianza (busca fuerzas), etc. • Búsqueda del sentido de la vida o experiencia de sinsentido.

Analizando las características mencionadas puede evidenciarse de que a pesar de las distintas significaciones que le dan los autores mencionados, la mayoría gira alrededor de manifestaciones no sólo de tipo emocional, sino conductual e incluso somático, por lo que puede evidenciarse como el estado físico de una persona está ligado íntimamente a la manera en que enfrenta la vida. Demás está decir que todas estas características van a depender de las diferencias individuales que nos identifican unos de otros, pero lo importante es saber que para poder culminar un duelo sin complicaciones es necesario experimentar y dejar fluir algunas de estas.

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Tipos de Duelo

Hasta ahora se ha explicado que el proceso de duelo es interpretado de forma individual por la persona que lo experimenta, sin embargo, también se ha dicho que éste puede depender en cierto modo de la forma en que se produjo la muerte del ser querido y la

OS D A hablar de este punto, a fin de jerarquizar e identificarR lasVcaracterísticas que presenta una E S E R S persona cuando ha sufrido alguna pérdida significativa. Según Dávalos y colaboradores O H C E (2008), el Proceso DEdeRDuelo consta de 6 tipos diferentes, que se explican a continuación: manera en que el deudo se enteró de la noticia. Así, diversos autores se han centrado en



Duelo Normal:

Abarca un amplio rango de sentimientos y conductas que son normales después de una pérdida considerada para la persona como significativa. En este tipo de duelo, afirman tanto las autoras de esta investigación como otros interesados en el tema, que el sufrimiento que se experimenta ante la muerte de un ser querido es una reacción humana normal, por extrañas que sean sus manifestaciones y aunque resulte paradójico, es necesario que la persona viva la experiencia de los rituales funerarios si así lo desea para una recuperación satisfactoria. Cabe destacar que en cuanto a la duración del duelo, se ha considerado que cuando estas anomalías se extienden en el tiempo o derivan a otro tipo de problema psiquiátrico, se le denomina patológico, del cual se hablara más tarde.

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Duelo Anticipado:

En este caso, según la información suministrada por los autores, el duelo no comienza en el momento de la muerte, sino mucho tiempo antes, sobre todo en los casos en los que se emite un pronóstico de incurabilidad, esto hace que se produzca en el entorno familiar sentimientos de tristeza, incomprensión, y en algunos sujetos, se puede incluso

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experimentar la culpa. Cabe destacar, que a partir de ese momento se crea este tipo de

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duelo, que para muchos sujetos involucrados con el paciente terminal, ofrece la oportunidad

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de compartir sus sentimientos y prepararse para la despedida, al menos de una mejor forma que como sucede con las personas que atraviesan la muerte de un ser querido de manera repentina. •

Pre-duelo:

Es un duelo completo en sí mismo que consiste en creer que el ser querido ha muerto definitivamente, principalmente en los casos cuando se trata de un sujeto que ha perdido su estado de salud física o mental. Esto sucede, porque el cuidador percibe que su familiar, a quien atendía considerablemente con amor y comprensión a raíz de la enfermedad ha sido transformado a tal punto, que en algunos casos no se le reconoce. Se debe mencionar que, de forma similar con el duelo anticipado, este tipo sucede con personas que han recibido algún diagnóstico de enfermedad médica o mental crónica.

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Duelo Inhibido o Negado:

En el momento que se vive este tipo de duelo, ya el fallecimiento se ha producido, pero el deudo se niega a la expresión del dolor porque es incapaz de afrontar la realidad de la pérdida. En este, puede prevalecer la aparición de rebusques como lo definiría el humanismo, que se caracterizarían principalmente por la expresión de una falsa euforia, que

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sugiere la tendencia patológica de la aflicción, y es utilizada por el individuo como una

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manera de autodefenderse del malestar que ocasiona la muerte del ser querido.



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Duelo Crónico:

Este se caracteriza por tener una duración excesiva y nunca llega a una conclusión satisfactoria. Se dice que un duelo de este tipo puede llegar a ocupar toda la vida del sujeto que lo experimenta. Por su parte, Cobo (2001), agrega a este planteamiento, que se hallan personas estructuradas existencialmente por el duelo, en las que éste determina el núcleo constitutivo de su existencia.

En vista de la clasificación que hace el mencionado autor se debe recalcar que el tipo de duelo es una variable que siempre va a depender de los mediadores que se llevan a cabo en dicho proceso, estos responden básicamente a qué significaba la persona fallecida para el sobreviviente, las costumbres familiares, la cercanía que había entre ambos, el apoyo social con los que cuenta e incluso el estrés al que normalmente se ve sometido durante los rituales del funeral.

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Duración del Duelo

Como ya se ha venido diciendo, es difícil establecer normas estandarizadas cuando se desea explicar un constructo psicológico, debido a que el rumbo de estos va determinado por las diferencias individuales que identifican a un sujeto de otro. Sin embargo, algunos

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investigadores han hablado al respeto, y tienen establecidos diversos rangos, de acuerdo a sus opiniones.

SE E R OS

CH E R Según Dávalos DE y colaboradores (2008), no se dispone de una respuesta a la pregunta de cuándo se ha terminado un duelo, sino que más bien, debe considerarse que es imprescindible haber completado las etapas que constan de un estado de choque que incluye mecanismos de defensa como la negación o incredulidad, la segunda que abarca todo lo referente a los síntomas de tristeza y depresión que manifiesta el sujeto que ha vivido la muerte de ser querido o familiar, y por último, la tercera que incluye un periodo de restablecimiento o adaptación al medio en el que se desenvuelve. Estos autores afirman que el punto de partida para saber que un duelo ha acabado es cuando la persona es capaz de pensar sin dolor en el fallecido, y cuando puede volver a invertir sus emociones en la vida.

Barreto (2007), señala que existe un tiempo que es muy variable y está sujeto a tantas circunstancias que es impredecible saberlo, cada persona tiene su propio tiempo porque cada duelo es personal, los primeros meses serán de gran angustia y añoranza, después el

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malestar va disminuyendo y aún con el ánimo triste y apático se irá teniendo períodos de serenidad y la vida se irá normalizando.

Resolver el duelo es sentirse mejor, para ello es necesario que el doliente tenga la intención, la fuerza de voluntad y el valor de encontrarle un nuevo significado a su vida,

OS D A cuando acepte sentirse triste y hablar de estas emociones RV con libertad, cuando se ha E S E R S perdonado a sí mismo, cuando recupera el interés por la vida. O H C E DER

cuando disfruta los recuerdos sin que estos traigan dolor, resentimiento o culpabilidad,

Factores que Influyen en el Proceso de Duelo

Niemeyer (2002), señala que aunque la experiencia del duelo está relacionada con el nivel evolutivo y los eventos conflictivos de las personas que están implicadas, los factores más importantes que influyen en el proceso de duelo, parecen entrar dentro de las seis categorías siguientes:

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Quién era la Persona y La Naturaleza del Apego con ella:



La fuerza del apego:

La reacción emocional aumentará su gravedad proporcionalmente a la intensidad de la relación afectiva. Sobre todo porque la teoría del apego deja como enseñanza que existe esa vinculación afectiva porque todos los seres humanos buscan seguridad y protección de

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algún modo, y cuando esto se da en una persona al sentir su pérdida, su estado emocional se verá truncado.



La seguridad Del apego:

OS D A V necesario el fallecido para la sensación de bienestar del Si este necesitaba a Rsuperviviente? E S E R por ejemplo, sentirse bien consigo mismo, S la persona perdida para su sentido de autoestima, O CH E R esto anunciará una reacción emocional difícil, por lo que se deberá ayudar al deudo a DE Para entender esta categoría es necesario hacerse una interrogante ¿Cómo era de

culminar su proceso de duelo a través del apoyo tanto familiar como terapéutico si es necesario.



La ambivalencia en la relación:

En cualquier relación íntima siempre hay cierto grado de ambivalencia. Básicamente se ama a la persona pero también coexisten sentimientos negativos. En el caso de una relación muy ambivalente en la que los sentimientos negativos coexisten en una proporción casi igual, habrá una reacción emocional más difícil en el duelo. Normalmente en una relación altamente ambivalente existe una cantidad tremenda de culpa, unida a una rabia intensa por el hecho de que el fallecido le haya dejado solo/a. Los conflictos con el fallecido son también determinantes. Toda la historia de conflictos, merece en especial atención los conflictos que provienen de abuso sexual y/o físico a una edad temprana.

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Cabe señalar que muchas veces la persona que acompaña al deudo durante su proceso de duelo se da cuenta de que uno de los factores que muchas veces interfiere es la inconsistencia afectiva que tal vez existía entre el doliente y la persona fallecida, por lo tanto tomando en consideración lo que explica el mencionado autor, se puede afirmar que generalmente esto hace que surjan los sentimientos de culpa o rabia, y es precisamente lo

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que se debe empezar a trabajar cuando la persona que llega a la terapia se encuentra

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centrada en este tipo de creencias.

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CH E R de E muerte TipoD

Como murió la persona nos dirá algo sobre cómo elabora el duelo el superviviente. Tradicionalmente las muertes se han catalogado bajo las categorías NASH: natural, accidental, suicidio y homicidio. Otras dimensiones asociadas con el tipo de muerte incluyen dónde se produjo la muerte a nivel geográfico, si ocurrió cerca o lejos y si había algún aviso previo o se trata de una muerte inesperada. A veces las circunstancias que rodean a la muerte facilitan a los supervivientes la expresión del enfado y la culpa.

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Antecedentes Históricos

Si ha tenido pérdidas anteriores y cómo se elaboraron dichos duelos. Es importante conocer la historia de salud mental previa de la persona. Es frecuente que aquellas personas que han padecido depresiones anteriormente sufran más elaborando el duelo. La lista de experiencias recientes de Holmes y Rahe, (1967) permite recopilar un listado y una

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valoración de los acontecimientos cambiantes que se produjeron seis meses y/o un año antes de la muerte. Hemos hipotetizado que las personas con un número grande de cambios ante el duelo tendrán más dificultades con el mismo. Sin embargo, el mero listado de las crisis vitales es insuficiente, también es necesario evaluar cómo creen las personas que les afectan esas crisis vitales.

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Variables de Personalidad

CH E R Las variables DEincluyen la edad y el sexo, la inhibición de sentimientos que tiene, cómo maneja la ansiedad y cómo afronta las situaciones estresantes. Si son personas muy dependientes o han tenido relaciones tempranas complicadas. Las personas diagnosticadas de ciertos trastornos de personalidad pueden pasar momentos difíciles al manejar la pérdida. Especialmente cierto con las personas con trastornos de personalidad limite o narcisista.

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Variables Sociales

La subcultura étnica y social son sólo dos entre muchas. En la fe judía se respeta el Shiva, un período de siete días en que la familia está en casa y los amigos y familiares vienen a ayudarles para que puedan elaborar el duelo en las mejores circunstancias. A esto le siguen otros rituales como ir al templo y descubrir la lápida en el primer aniversario de la pérdida. Los católicos tienen sus propios rituales al igual que los protestantes. Se han de conocer los antecedentes sociales, étnicos y religiosos del superviviente.

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El grado de apoyo emocional y social percibido que se recibe de los demás, tanto dentro como fuera de la familia, es significativo. Incluso las personas que tenían un animal mostraron menos síntomas que las personas que no tenían su compañía. La mayoría de estudios encuentran que aquellos que progresan menos en el duelo tienen un apoyo social inadecuado o conflictivo. La ganancia secundaria que puede encontrar el superviviente al

OS D A prolongado puede tener el efecto opuesto y apartarle de RlaVred social. E S E R S HO C E R Al analizar los factores antes mencionados, se hace notar que existen infinidad de DE elaborar el duelo: puede ganar mucha distancia en su apoyo social a causa del duelo

variables capaces de influir en la superación y entendimiento del duelo no complicado, entonces, la tarea del profesional de la salud mental consiste básicamente en examinar cada una de estas áreas de manera que pueda darse cuenta qué cosas tiene a favor para poder trabajar en aquellas que están interfiriendo en la culminación debida del proceso.

Tareas del Duelo

La frase tareas del duelo la acuño Freud a principios del siglo pasado, y fue adoptada por muchos teóricos posteriormente, como es el caso de Worden en 1997 ellos coinciden en que la recuperación tras un proceso de duelo requiere que se trabajen los pensamientos, los recuerdos y emociones asociadas a la pérdida, la frase muy conocida de que “el tiempo lo cura todo” es cierta pero también es cierto que hay que trabajar en este proceso.

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Worden (2004) plantea que el duelo es un proceso activo, en el cual se deben dar unas “tareas” para que haya un trabajo de duelo efectivo. Este autor expuso que utilizar el concepto de tareas es más acorde, ya que le da un enfoque a la persona de cierta sensación de fuerza y esperanza de que puede hacer algo de forma activa. Por consiguiente propone cuatro tareas que se describen a continuación:

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Tarea I: Aceptar la Realidad de la Pérdida

CH E R Cuando alguien DE muere, incluso si la muerte es esperada, siempre hay cierta sensación de que no es verdad. La primera tarea del duelo es afrontar plenamente la realidad de que la persona está muerta, que se ha marchado y no volverá. Parte de la aceptación de la realidad es asumir que el reencuentro es imposible, al menos en esta vida. La conducta de búsqueda, se relaciona directamente con el cumplimiento de esta tarea. Algunas personas no aceptan que la muerte es real y se quedan bloqueados en la primera tarea. La negación se puede practicar a varios niveles y tomar varias formas, pero la mayoría de las veces implica negar la realidad, el significado o la irreversibilidad de la pérdida:

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Negar la realidad de la pérdida

Puede variar en el grado, desde una ligera distorsión a un engaño total. Lo más probable que puede ocurrir es que la persona sufra “momificación”, es decir, que guarda posesiones del fallecido en un estado momificado, preparadas para usar cuando él/ella vuelva. Los padres que pierden a un hijo conservan la habitación tal como estaba antes de la muerte.

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Esto no es extraño a corto plazo pero se convierte en negación si continúa durante años. Un ejemplo de distorsión en vez de engaño sería la persona que ve al fallecido personificado en uno de sus hijos. Este pensamiento distorsionado puede amortiguar la intensidad de la pérdida pero raramente es satisfactorio y, además dificulta la aceptación de la realidad de la pérdida.

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Negar el significado de la pérdida.

CH E R De esta manera, DE la pérdida se puede ver cómo menos significativa de lo que realmente es. Afirmaciones como “no era un buen padre”, “no estábamos tan unidos” o “no le echo de menos”. Algunas personas se deshacen de las ropas y otros artículos personales que les recuerdan el fallecido. Acabar con todos los recuerdos del fallecido es lo opuesto a la “momificación” y minimiza la pérdida. Es como si los supervivientes se protegieran a sí mismos mediante la ausencia de objetos que les hagan afrontar cara a cara la realidad de la pérdida. Otra manera de negar el significado pleno de la pérdida es practicar un olvido selectivo.

Otra estrategia usada para negar la finitud de la muerte es el espiritismo. La esperanza de reunirse con la persona muerte es un sentimiento normal, sobre todo en los primeros días o semanas después de la pérdida. Sin embargo, la esperanza crónica de dicha reunión no es normal. Llegar a aceptar la realidad de la pérdida lleva tiempo porque implica no sólo una aceptación intelectual sino también emocional. La persona en duelo puede ser intelectualmente consciente de la finalidad de la pérdida mucho antes de que las emociones

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le permitan aceptar plenamente la información como verdadera. Es fácil creer que la persona amada y se recuerda que él/ella no está en el otro extremo. A muchos padres les costará meses decir: “mi hijo está muerto y nunca le volverá a tener”. La creencia y la incredulidad son intermitentes mientras se intenta resolver esta tarea.

OS D A funeral ayudan a muchas personas a encaminarse hacia RVla aceptación. Los que no están E S E R S presentes en el entierro pueden necesitar otras formas externas de validar la realidad de la O H C EREes particularmente difícil en el caso de la muerte súbita, muerte. La D irrealidad Aunque completar esta tarea plenamente lleva tiempo, los rituales tradicionales como el

especialmente si el superviviente no ve el cuerpo del fallecido. Parece que soñar que el fallecido está vivo es, no sólo un deseo de que se haga realidad sino una manera que tiene la mente de validar la realidad de la muerte mediante el contraste intenso que se produce al despertar de dicho sueño.

Tarea II: Trabajar las Emociones y el Dolor de la Pérdida

Es apropiado usar la palabra alemana “Schmerz” cuando se habla del dolor porque su definición más amplia incluye el dolor físico literal que mucha gente experimenta y el dolor emocional y conductual asociado con la pérdida. Es necesario reconocer y trabajar este dolor o éste se manifestará mediante algunos síntomas u otras formas de conducta disfuncional. Cualquier cosa que permita evitar o suprimir de forma continua este dolor es probable que prolongue el curso del duelo. No todo el mundo experimenta el dolor con la

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misma intensidad ni lo que siente de la misma manera, pero es imposible perder a alguien a quien se ha estado profundamente vinculado sin experimentar cierto nivel de dolor.

Puede haber una sutil interacción entre la sociedad y la persona en duelo que hace más difícil completar la tarea II. La sociedad puede esta incómoda con los sentimientos de estas

OS D A ti mismo”. Esto interfiere con las propias defensas R de V la persona, llevándole a negar la E S E R expresándolo como “no necesito elaborar S necesidad de elaborar los aspectos emocionales, O CH E R E el duelo”. D Abandonarse al dolor está estigmatizado como algo mórbido, insano y personas y, por lo tanto, da el mensaje sutil: “no necesitas elaborarlo, sólo sientes pena por

desmoralizador. Lo que se considera apropiado en un amigo que quiere bien a la persona en proceso de duelo es que la distraiga de su dolor.

La negación de esta segunda tarea, de trabajar el dolor, es no sentir. La persona puede hacer un cortocircuito a la tarea II de muchas maneras, la más obvia es bloquear sus sentimientos y negar el dolor que está presente. A veces entorpecen el proceso evitando pensamientos dolorosos. Utilizan procedimientos de detención de pensamientos dolorosos. Utilizan procedimientos de detención de pensamientos para evitar sentir la disforia asociada con la pérdida. Algunas personas lo que les protegen de la incomodidad de los pensamientos desagradables. Idealizar al muerto, evitar las cosas que le recuerdan a él y usar alcohol o drogas son otras maneras en que la gente se abstiene de cumplir esta tarea II. Algunas personas que no entienden la necesidad de experimentar el dolor de la pérdida intentan encontrar una cura geográfica. Viajan de un lugar a otro buscando cierto alivio a

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sus emociones, esto es lo opuesto a permitirse a sí mismos dar rienda suelta al dolor, es decir, sentirlo y saber que un día se pasará.

Tarea III: Adaptarse a un Medio en el que el Fallecido está Ausente.

OS D A dependiendo de cómo era la relación con el fallecido RV y de los distintos roles que E S E R S desempeñaba. Este darse cuenta O muchas veces empieza alrededor de tres meses después de CH E R E asumir vivir sola, educar a los hijos solos, enfrentarse a una casa vacía la pérdida e D implica Adaptarse a un nuevo medio significa cosas diferentes para personas diferentes,

y manejar la economía sola, en el caso de una viuda.

El superviviente no es consciente de todos los roles que desempeñaba el fallecido hasta algún tiempo después de la pérdida. Muchos supervivientes se resienten por tener que desarrollar nuevas habilidades y asumir roles que antes desempeñaban sus parejas. La estrategia de afrontamiento de redefinir la pérdida de manera que pueda redundar en beneficio del superviviente tiene que ver, muchas veces, con que se complete la tarea III de manera exitosa. La muerte les confronta también con el cuestionamiento que supone adaptarse a su propio sentido de sí mismos.

El duelo puede suponer una regresión e intensa en la que las personas se perciben a sí mismas como inútiles, inútiles, inadecuadas, incapaces, infantiles, o personalmente en quiebra. Los intentos de cumplir con los roles del fallecido pueden fracasar y esto, a su vez, puede llevar a una mayor sensación de baja autoestima. Cuando ocurre se cuestiona la

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eficacia personal y la gente puede atribuir cualquier cambio al azar o al destino y no a su propia fuerza y habilidad. Con el tiempo estas imágenes negativas dan paso a otras más positivas y los supervivientes son capaces de continuar con sus tareas y aprender nuevas formas de enfrentarse al mundo.

OS D A cuestionar los valores fundamentales de la vida de cada RVuno y sus creencias filosóficas, E S E R S creencias influidas por nuestras familias, nuestros pares, la educación y la religión así como O H C E por las experiencias DERvitales. No es extraño sentir que se ha perdido la dirección en la vida.

El ajuste al propio sentido del mundo. La pérdida a causa de una muerte puede

La persona busca significado y su vida cambia para darle sentido a esta pérdida y para recuperar cierto control. Esto ocurre cuando se trata de muertes súbitas y prematuras. Para mucha gente no hay una respuesta clara.

Detener la tarea III es no adaptarse a la pérdida. La persona lucha contra sí misma fomentando su propia impotencia, no desarrollando las habilidades de afrontamiento necesarias o aislándose del mundo y no asumiendo las exigencias del medio. Sin embargo, la mayoría de la gente no sigue este curso negativo sino que decide que debe asumir los roles a los que no está acostumbrada, desarrollar habilidades que nunca había tenido y seguir adelante con un nuevo sentido del mundo.

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Tarea IV: Recolocar Emocionalmente al Fallecido y continuar Viviendo.

La disponibilidad de un superviviente para empezar nuevas relaciones depende no de renunciar al cónyuge muerto sino de encontrarle un lugar apropiado en su vida psicológica, un lugar que es importe pero que deja un espacio para los demás. La tarea del asesor se

OS D A en ayudarle a encontrar un lugar adecuado para él enR suV vida emocional, un lugar que le E S E R S permita continuar viviendo de manera eficaz en el mundo. O CH E R DE

convierte entonces, no en ayudar a la persona en duelo a desistir del cónyuge fallecido, sino

Para muchas personas, la tarea IV es las más difícil de completar. Se quedan bloqueados en este punto y más tarde se dan cuenta de que su vida, en cierta manera, se detuvo cuando se produjo la pérdida. El duelo acabaría cuando se han completado las cuatro tareas, un punto de referencia de un duelo acabado es cuando la persona es capaz de pensar en el fallecido sin dolor. Siempre hay una sensación de tristeza cuando piensas en alguien que has querido y has perdido, pero es un tipo de tristeza diferente, no tiene la cualidad de sacudida que tenía previamente. Se puede pensar en el fallecido sin manifestaciones físicas como llanto intenso o sensación de opresión en el pecho. Además, el duelo acaba cuando una persona puede volver a invertir sus emociones en la vida y en los vivos.

Tomando como base los aportes de Worden (2004), una de las cosas básicas que puede hacer la educación, a través del asesoramiento psicológico, es alertar a la gente del hecho de que el duelo es un proceso a largo plazo, y su culminación no será un estado como el

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que tenían antes del mismo. No se trata de un proceso lineal, sino que por el contrario puede reaparecer y se tendrá que volver a trabajar.

Perfil Psicológico de la Persona que atraviesa el Duelo

OS D A V que la evolución del duelo es sentimientos, físico, cognitivo y conductual. AdemásR plantea E S E R S un proceso espiral mas que lineal, queriendo dejar dicho que el paciente progresara de O H C E manera constante pero en términos psicológicos lo observaremos volver una y otra vez DER En este modelo de duelo normal Worden (1997), divide las reacciones en cuatro esferas

sobre los mismos síntomas y probablemente sobre los mismos temas, pero cada vez que vuelve lo hace desde una posición distinta, es decir desde una perspectiva distinta.

Este movimiento normal de evolución pudiera dar la impresión de un comportamiento pendular sin progreso, de allí se desprende la necesidad de documentar teóricamente las intervenciones clínicas. A continuación se resaltan de manera más detallada cada una de las esferas divididas por Worden, a fin de entender de forma clara como puede reconocerse a una persona cuando está atravesando un proceso de duelo:

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A nivel de sentimientos el paciente expresa tristeza, incapacidad, rabia consigo mismo y con la vida.

Sentimientos de culpa, shock emocional, lastima y

aturdimiento. Destacando que por lo general, al menos una de estas reacciones

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siempre estará presente en cualquier persona que haya experimentado alguna pérdida, sobre todo si ha sido por muerte.

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A nivel físico, el paciente somatiza la situación y se puede presentar sensación de vacío en el estómago, compresión en la garganta, hipersensibilidad a los ruidos,

S O D A pérdida de energía, resequedad en la boca,R etc., V ya que como se ha venido E S E las emociones y el cuerpo funcionan R mencionando a lo largo de la investigación, S HO C E Relemento capaz de determinar la reacción del ser humano comoD unE solo debilidad muscular, compresión en el pecho y la garganta. Dificultad para respirar

-

En las esferas cognitivas se destacan la incredulidad ya que al paciente le es difícil asimilar la muerte del pariente, confusión por la situación, así mismo puede presentar alucinaciones visuales y auditivas, presente una despersonalización así mismo preocupación por lo que vendrá, debido a que tal y como lo describieron otros autores de anteriormente, la persona cuando se enfrenta a situaciones que le generan algún tipo d estrés reaccionan de manera defensiva para evitar desvanecerse o perder el control.

-

En la esfera conductual el paciente puede presentar trastornos del sueño, distraimiento, sueños y pesadillas, evitación o provocación de los recuerdos, suspiros, llanto, trastornos de apetito, aislamiento social, conducta de búsqueda e hiperactividad. Es necesario tomar en cuenta todos estos factores, ya que cuando el profesional de la salud o algún miembro de la familia perciben que se están

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manifestando este tipo de conductas se debe acudir a otro tipo de especialistas para que pongan en práctica otras técnicas que en el caso de médicos y psiquiatras puede ser la farmacología a fin de que la persona no pierda su equilibrio tanto físico como emocional.

OS D A RV

Ahora bien, tomando en consideración lo dicho anteriormente se debe recalcar que al

SE E R OS

momento de hacer una evaluación convendrá tomar en cuenta cada una de estas esferas, ya

CH E R DE

que no funcionan de manera aislada, sino que por el contrario, desde el momento de la noticia hasta los rituales funerarios el deudo puede manifestar cualquiera de estos síntomas. También se afirma, que son reacciones que forman parte del proceso y cuando se está frente a una persona que trata de reprimirlas es necesario buscar la manera de que pueda expresarlas, tomando en cuenta sus factores personales y culturales.

Afrontamiento

Lazarus y Folkman (1986), definieron el afrontamiento como aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas, externas y/o internas, que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. Estos autores entienden que el afrontamiento constituye un proceso cambiante con fines de adaptación, en el que el sujeto y el contexto

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interactúan de manera permanente y señalan, además, que los individuos varían sus patrones de estrategias de afrontamiento en función del tipo de problema a resolver.

Everly (1989), define el afrontamiento como un esfuerzo para reducir o mitigar los efectos aversivos del estrés, esfuerzos que pueden ser psicológicos o conductuales. Por otro

OS D A RV

lado y en la misma línea, Frydenberg y Lewis (1997), definen al afrontamiento como las

SE E R OS

estrategias conductuales y cognitivas para lograr una transición y una adaptación efectivas.

CH E R DE

Por lo mencionado anteriormente se puede decir que el afrontamiento constituye un proceso cambiante con fines de adaptación, en el que el sujeto y el contexto interactúan de manera permanente y señalan, además, que los individuos varían sus patrones de estrategias de afrontamiento en función del tipo de problema a resolver.

El afrontamiento forma parte de los recursos psicológicos de cualquier individuo, y es una de las variables personales que participan en la vida de un sujeto.

Desde esta

perspectiva, en la actualidad, lo primordial en el análisis de afrontamiento es la descripción de lo que piensa y hace el individuo cuando realiza esfuerzos dirigidos a afrontar, y su vínculo con las emociones que experimenta el sujeto en determinada situación. Los autores mencionados anteriormente, señalan que el afrontamiento es el proceso que pone en marcha el individuo para hacer frente a situaciones estresantes. Las estrategias de afrontamiento dependen principalmente de los recursos disponibles y de las limitaciones que pueden dificultar el uso de dichos recursos en la solución de una determinada situación.

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Estrategias de afrontamiento

Las estrategias de afrontamiento (a veces llamadas con el término inglés coping) hacen referencia a los esfuerzos, mediante conducta manifiesta o interna, para hacer frente a las demandas internas y ambientales, y los conflictos entre ellas, que exceden los recursos de la

OS D A RV

persona. Estos procesos entran en funcionamiento en todos aquellos casos en que se

SE E R OS

desequilibra la transacción individuo-ambiente. Se trata principalmente de un término

CH E R DE

propio de la psicología y especialmente vinculado al estrés.

Estas estrategias de

afrontamiento no son más que las conductas o pensamientos que son utilizados conscientemente por el individuo para controlar los efectos de las situaciones estresoras y reducir o eliminar la experiencia de estrés. Incluyen tanto procesos cognitivos (denegación, represión, supresión, intelectualización, etc.) como conductas de resolución de problemas, empleadas para manejar la ansiedad y otros estados emocionales negativos y/o problemáticos (Casullo y Fernández, 2001).

Es necesario señalar que las estrategias de afrontamiento dependen básicamente de la combinación de múltiples factores en los que se destacan los aspectos personales del sujeto y sus experiencias individuales por un lado, y por el otro, de las exigencias del medio ambiente con sus permanentes desafíos y presiones sociales, sobre todo en el caso de culturas poco comunes.

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Tipos de Estrategias de Afrontamiento

Lazarus y Folkman (1986), identificaron dos modos diferentes de afrontamiento, uno “dirigido a manipular o alterar el problema” y el afrontamiento “dirigido a regular la respuesta emocional a la que el problema da lugar”, es decir, “el afrontamiento dirigido al Posteriormente OS D A RV

problema” y el “afrontamiento dirigido a las emoción”.

SE E R OS

esto fue

sistematizado y evaluado en ocho estrategias específicas, tres correspondientes al modo

CH E R DE

centrado en el problema (confrontación, bus queda de apoyo social y búsqueda de soluciones) y cinco referidas, al modo centrado en la emoción (autocontrol, distanciamiento, reevaluación positiva, autoinculpación y escape/evitación).

Dichas

estrategias se describen a continuación:

Estrategias Centradas en el Problema

1. Confrontación: constituyen las acciones directas para alterar la situación. Ejemplo: “me mantuve firme y luche por lo que quería”. 2. Búsqueda de apoyo social: constituye los esfuerzos que el sujeto realiza para solucionar el problema acudiendo a la ayuda de terceros, con el fin de buscar consejo, asesoramiento, asistencia, información o comprensión y apoyo moral. Ejemplo: “acudí a personas amigas que pudieran darme una mano”.

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3. Búsqueda de soluciones: apunta a las acciones orientadas a buscar las posibles alternativas de solución. Ejemplo: “analicé detenidamente la situación y me tracé un plan de acción paso a paso”.

Estrategias Centradas en la Emoción

OS D A RV

SE E R OS

1. Autocontrol: Se considera un modo de afrontamiento activo, que indica los

CH E R DE

esfuerzos que el sujeto hace para regular y controlar sus propios sentimientos, acciones y respuestas emocionales. Ejemplo: “intente controlar mis sentimientos y que no me dominara el problema”. 2. Distanciamiento: Implica los esfuerzos que realiza el individuo por apartarse o alejarse del problema, evitando que éste lo afecte. Ejemplo: “procuré distraerme y no pensar demasiado en el problema”. 3. Reevaluación positiva: supone esfuerzos para crear un significado positivo, centrándose en los posibles aspectos positivos que tiene una situación estresante. Ejemplo: “pasar por esta experiencia enriqueció mi vida”. 4. Autoinculpación: indica el verse como responsable de los problemas por medio de autorreproches o autocastigo. Ejemplo: “asumí que yo me había buscado el problema”. 5. Escape/Evitación: A nivel conductual, implica el empleo de estrategias tales como beber, fumar, consumir drogas, comer en exceso, tomar medicamentos o

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dormir más de lo habitual. También puede ser evitación cognitiva, a través de pensamientos irreales, por ejemplo, “fantaseé y soñé con tiempos mejores”. En general, esto apunta a desconocer el problema.

Se consideran estrategias funcionales las orientadas a focalizarse en el problema la

OS D A RV

búsqueda de soluciones y de apoyo social, el autocontrol, la reestructuración positiva, el

SE E R OS

afrontamiento activo, la planificación, el optimismo, el buen humor y otras por el estilo, en

CH E R DE

tanto se estiman disfuncionales la autoinculpación, la negación, el pesimismo, las conductas y pensamientos evasivo o de escape, como el consumo de sustancias, refugiarse en la fantasía o recurrir al pensamiento mágico, entre otras estrategias. Lazarus y Folkman (1984), señalan además que algunas estrategias son más estables a través de diversas situaciones estresantes, mientras que otras se hallan más asociadas a contextos situacionales particulares.

Por otro lado, Carver y colaboradores (1989), cuestionaron el modelo de Lazarus, por lo que identificaron 13 categorías diferentes correspondientes a sendas dimensiones de afrontamiento y ampliaron el panorama presentando las siguientes estrategias: 1. Afrontamiento activo: “hago lo que puedo, un paso a la vez”. 2. Planificación: “elaboro un plan de acción”. 3. Suprimiendo la competencia de actividades: “dejo otras actividades para concentrarme en la actual”.

59

4. Restringiendo el afrontamiento: “espero el tiempo propicio para hacer las cosas”. 5. Buscado apoyo social por razones instrumentales: “converso con la gente buscando nuevas ideas para afrontar el problema”. 6. Buscando apoyo social por razones emocionales: “hablo con la gente acerca de cómo me siento”.

OS D A 8. Aceptación: “aprendo a vivir con el problema”.RV SE E R 9. Volviendo a la religión: “pongo OS mi confianza en Dios”. H C E 10. Focalizando DERen la ventilación de las emociones: “dejo salir mis sentimientos”.

7. Reinterpretación positiva y crecimiento: “aprendo cosas de la experiencia”.

11. Negación: “me niego a creer que esto ha pasado”. 12. Desvinculación conductual: “renuncio a intentar concretar mis metas”. 13. Desvinculación mental: “sueño acerca de otras cosas en lugar de esto”.

Finalmente, se puede afirmar que dada la individualidad que caracteriza a cada ser humano, demás está decir que al igual que otras variables que se centran en el comportamiento humano, el hablar de afrontamiento puede significar para diferentes personas lo mismo o algo totalmente diferente, más aun la manera en que se aplica a la realidad, hay quienes se cohíben de experimentar algunas situaciones, y hay otros que por sus características de personalidad no se exhiben, pero tampoco se quedan estancados en el proceso, sino que por el contrario, lo ven como una oportunidad de aprendizaje y sacan provecho de eso, aunque muchas veces esto pueda ser parte de una forma de evitarse sentir y entrar en contacto con su verdad.

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Resiliencia

Grotberg (2003), define este constructo como la capacidad humana para enfrentar, sobreponerse, ser fortalecido o transformado por experiencias adversas. Por lo tanto, no procede exclusivamente de entorno ni es algo exclusivamente innato. La separación que

OS D A RV

hay entre cualidades innatas e influencia del entorno es muy ilusoria, ya que ambos niveles

SE E R OS

necesitan crecer juntos, en interacción.

CH E R DE

Serisola (2003), señala que la Resiliencia tiene su origen en el latín resalió, significando saltar hacia atrás, rebotar, volver atrás, este término fue tomado de la física a la psicología, esto por analogía, en la física este término sirve para describir la capacidad que tiene un material de recobrar su forma original, después de haber estado sometido a altas presiones. Por su parte Bowlby, (2004) citado por Kotliarenco fue la persona encargada de tomar de la física el término y llevarlo a la psicología, al definirlo como un resorte moral, cualidad de una persona que no se desanima y no se deja abatir.

Fue adaptado a las ciencias sociales para caracterizar aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir situaciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos (Rutter, 1992). Por su parte, Veldés, González, y Zabala, (2001), definen la Resiliencia como un proceso dinámico que incluye una adaptación positiva dentro de un contexto de gran adversidad, se es resiliente cuando se es optimista, cuando se actúa de acuerdo a

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nuestras metas, cuando se piensa que la vida tiene sentido aun cuando se pueda estar atravesando un momento crítico, cuando la persona es capaz de hacer nuevos cambios en la vida y se espera el mejor momento para actuar, o cuando está en dificultad, las fortalezas y experiencia son los recursos internos y sobre todo cuando la mayor parte del tiempo se tiene el control de lo que pasa en la vida.

OS D A RV

SE E R OS

Tomando en cuenta el criterio de los autores señalados, se puede inferir que las personas

CH E R DE

resilientes son seres comprometidos consigo mismo, permiten el control de las circunstancias, abiertos para aceptar los cambios, e interpretar las experiencias como parte esencial de la vida, quizás ligada a la interacción con el entorno, mientras mejor sea la relación de las personas con los demás y se haga apertura a la sensibilidad, habrá mayor comprensión, apoyo y respeto para fortalecer la habilidad de respuesta positiva ante las circunstancias adversas.

Características del Comportamiento Resiliente

Leal (2006), describe que el individuo con Resiliencia puede tener las siguientes características: -

Iniciativa:

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Es la acción de dar comienzo a algo, de hablar u obrar por voluntad propia, anticipándose a cualquier motivación externa o ajena a uno mismo. Se le llama iniciativa a la capacidad que tiene una persona de hacerse cargo de las situaciones circunstanciales del momento ejerciendo control positivo sobre ellos. Y a la motivación que tiene una persona para emprender acciones positivas por sí sola, satisfactoria y socialmente aceptables.

S O D A - Capacidad de relacionarse con las demás personas: RV E S E R S HO C E R para balancear la propia necesidad de afecto con la actitud de Se refiere a E Dla habilidad brindarles a otros esa misma necesidad y para establecer lazos e intimidad con otras personas, dentro y fuera de su entorno. De suceder lo contrario, traerá como consecuencia el aislamiento, producto de una autoestima baja o exageradamente alta. Se es baja se observará un comportamiento de autoexclusión vergonzante y si es demasiado alta puede generar rechazo, generalmente por orgullo o altivez.

-

Capacidad de relacionarse con uno mismo:

Son esenciales las relaciones que establece el hombre consigo mismo. Plantea el autor, que el comprenderse a sí mismo permite desarrollar la personalidad y fortalecer las propias debilidades, ante cualquier situación de riesgo, contribuyendo así, a ser tolerantes no sólo ante situaciones simples de la vida, sino también a eventos traumáticos como muchas veces es percibida la muerte. Al respecto Floren (2004), refiere que existen características de Resiliencia en la personalidad de un individuo, como la autoestima positiva, los lazos

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afectivos, la creatividad, el humor positivo y un sentido de pertenencia, así como una ideología personal sólida y segura.

Disminuyendo la connotación negativa de una situación conflictiva y posibilitando el surgimiento de alternativas de solución frente a lo adverso. Igualmente, expresa el autor

OS D A RV

que Resiliencia es la respuesta inherente al ser humano, a través del cual se generan

SE E R OS

respuestas adaptativas frente a situaciones de crisis o de riesgo. Esta capacidad deriva de la

CH E R DE

existencia de la reserva de recursos internos de ajustes y afrontamiento, ya sean innatos o adquiridos. De este modo la Resiliencia refuerza los factores protectores y reduce la vulnerabilidad frente a las situaciones riesgosas o difíciles de afrontar para el individuo. Tomando en cuenta a los autores señalados, se infiere que los individuos para ser resilientes deben tener fuerza de voluntad ante cualquier adversidad, y continuar proyectándose, mirando el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves.

Al respecto Florem (2004), expresa que la persona resiliente, se sitúa en una corriente de psicología positiva y dinámica de fomento de la salud mental, una realidad confirmada por testimonio de personas que han sobrevivido a una situación traumática, han logrado minimizarla y continuar desenvolviéndose en su propio medio social. Inclusive, en un nivel más superior que el anterior, como si el trauma presentado hubiera desarrollado en ellos habilidades de fortaleza y resistencia. Sin embargo, las respuestas de Resiliencia han sido consideradas como inusuales e incluso patológicas por los expertos, la literatura

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científica actual demuestra de forma contundente que la Resiliencia es una respuesta común y su aparición no indica patología, sino un ajuste saludable a la adversidad.

Tomando en consideración los planteamientos anteriores se puede decir que este proceso se da en el momento en que el individuo se encuentra en una situación adversa. Para este

OS D A RV

autor, en la Resiliencia intervienen dos elementos esenciales; las fortalezas que tiene el

SE E R OS

individuo en su interior así como una serie de recursos con los que cuenta del medio

CH E R DE

ambiente que hacen posible un comportamiento positivo. Estos elementos se encuentran interrelacionados con los factores de riesgos del individuo, su medio ambiente y los factores de protección.

Dimensiones de Resiliencia

Colina y Esqueda (2002), identificaron condiciones inherentes en nuestra población a través de diferentes dimensiones que conllevan a medir la Resiliencia como una variable de estudio, por ello decidieron ampliar cada una de ellas, a fin de conocer como la necesidad de protección, recursos personales y sociales pueden contribuir a que una persona desarrolle la capacidad de ser resiliente. Estas dimensiones son las siguientes:

-

Seguridad Afectiva

65

Abarca el ámbito familiar en donde se desenvuelve la persona resiliente, así como el apoyo afectivo brindado por los mismos. A partir de esos las personas reciben estímulos afectivos y busca proveerse más aun de ellos. Se incluyen aspectos de la afectividad como el amor, comprensión, respeto e interés, que se van dando de manera efectiva a medida que transcurre el tiempo.

-

Estabilidad Emocional

CH E R DE

OS D A RV

SE E R OS

Hace referencia a como se da la relación entre el resiliente y sus padres y el cómo se da la relación entre los ellos, padre y madre. La relación favorable o positiva entre el entorno y el individuo puede influir el aspecto resiliente en el mismo, es por ello que se habla de que dicha variable varia, es inconstante, no absoluta.

-

Fortaleza y Actividad Física

La frecuencia de la actividad física del individuo y la percepción que posea hacia sí mismo como las medidas para mantener un sano y buen estado de salud.

-

Control y Competencia

La manera de cómo el individuo se percibe a sí mismo, su intervención e interacción con el entorno, es decir como participa y cómo influyen en las demás personas ejerciendo control sobre ellas como de la misma manera la idea de sí con respecto a sus fortalezas

66

lleva a la persona al desarrollo de una Resiliencia más eficaz, y por ende a superar las adversidades de una manera más adaptativa.

Ampliando un poco lo dicho anteriormente, es necesario mencionar que al momento de hablar de ser resiliente o no, se debe tomar en cuenta que no todas las personas reaccionan

OS D A RV

de la misma forma a los eventos de la vida, sobre todo si son traumáticos y estresantes. Por

SE E R OS

lo tanto, una estrategia para construir resiliencia que le funciona a un sujeto puede no

CH E R DE

funcionarle a otro. Entonces en este punto se vuelve a destacar la importancia de las diferencias individuales y culturales, ya que como se ha venido diciendo son factores que de una u otra forma tienen un impacto sea positivo o negativo con respecto a la interpretación de una situación determinada y la manera en que ha de enfrentarse a ella.

Factores Generadores de Resiliencia

La Resiliencia no depende única y exclusivamente de la sumatoria de atributos sino que es producto de una interacción entre el sujeto y su entorno (Cardona, Granada y Tabima 2002). Grotber (2003), sostiene que la Resiliencia es una respuesta global en la que se activan los mecanismos protectores. Por su parte Rutter (1992), plantea que la Resiliencia proviene de la interacción dinámica y constante de las habilidades personales, fortaleza interna y el soporte social. Los actores generadores de Resiliencia son agrupados bajo las siguientes categorías, (Rutter, 1992):

67

-

“Yo tengo”, conformado por el entorno social, donde se comprende y puede decir que permanecen personas en las cuales se puede conseguir apoyo, en quienes un sujeto tiene la posibilidad de confiar y que lo guiarán y cuidarán a lo largo de cualquier proceso o evento que pueda desestabilizar al individuo.

-

OS D A RV

“Yo soy” y “Yo estoy”: Habla de las fortalezas intrapsíquicas y condiciones

SE E R OS

personales. Se trata de enfocarse en el respeto así mismo y al prójimos, el ser

CH E R DE

querido por los demás y que se esté dispuestos a responsabilizarse de los actos realizados.

-

“Yo puedo”: Concierne a las habilidades en las relaciones con los otros. Se refiere a la capacidad de hablar sobre sus cosas de poder buscar la manera de salir de sus problemas o encontrar ayuda cuando la necesita.

Al tratar de entender los recursos o factores que influyen en que una persona pueda ser resiliente o no, se deben estudiar a profundidad sus características de personalidad y sobre todo la cultura en la que se desarrolla, ya que como se ha mencionado hasta ahora, estos además de variar, también ejercen un control en el individuo, más aún en la manera en que este ha de actuar ante determinada situación, esto es porque se pueden confundir la resiliencia verdadera con una simple necesidad de mostrar que aparentemente se tiene esa habilidad, ya sea por cultura, costumbres familiares e infinidad de causas.

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Cuadro Nro. 01 Mapa de Variables Variables

Indicadores Tarea I Aceptar la realidad de la perdida

Duelo

Ítems 1,5*,9, 11*,15*,19*, 21,24*,26

OS D A RV

Tarea II Expresar el dolor de la perdida

2*,6,13, 16,22*,27*

Tarea III Adaptarse a un ambiente donde el fallecido no está

3,7*,17*, 20*,23,25*

CH E R Tarea IV DE

SE E R OS

Reinventarse una nueva vida

Fuente: (Pérez, Garnica, Arocha y Chacín, 2011)

4*,8,10*, 12,14*,18,28*

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Cuadro Nro. 02 Mapa de variables Variables

Dimensiones

Centradas en el

Estilos

CH E R DE y

Ítems

Afrontamiento activo Planificación Supresión Retraimiento Búsqueda de apoyo social por razones instrumentales 6. Distanciamiento conductual

1,11,53,22 2,20,37,48 6,9,27,49 18,35,44,45 4,28,34,46 14,41,42,52

1. Búsqueda de apoyo social con fines emocionales 2. Reinterpretación positiva 3. Aceptación 4. Afrontamiento religioso 5. Expresión emocional 6. Negación 7. Distanciamiento cognitivo 8. Alcohol y drogas

17,19,36,47 8,23,24,25 7,10,26,38 12,16,33,51 13,21,32,50 3,13,30,39 5,29,40 31

1. 2. 3. 4. 5.

OS D A RV

SE E R OS

Problema Estrategias

Indicadores

de

Afrontamiento Centradas en la Emoción

Fuente: (Carver, Scheier y Weintraub, 1989).

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Cuadro Nro. 03 Mapa de Variables

Variables

Dimensiones

Seguridad Afectiva

Indicadores Dinámica Familiar Actual

Ítems 11-16-9

OS 19-20 D A V Vinculo inicial percibido R E S 3-2-4 E R Estabilidad con los padres. OS H C E Emocional Relación entre los padres 7-14 DER Apoyo entre sus miembros

en la infancia.

Resiliencia

Fortaleza y Actividad Física

Predilección y práctica deportiva.

1-5-6

10-8

Auto percepción. Visión de oportunidades. Competencia y Control Personal

Capacidad de influir en otros. Capacidad de Anticipación.

Fuente: (Colina y Esqueda, 2002).

13-17-12

15-18

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CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

OS D A RV

SE E R OS

Tipo y Nivel de la Investigación

CH E R DE

La presente investigación pertenece a los estudios de tipo y nivel descriptivo ya que su propósito está enfocado en describir las variables de Duelo, Estrategias de Afrontamiento y Resiliencia en adultos ante la muerte de un ser querido. En este sentido Hernández, Fernández y Baptista (2009) resaltan que este tipo de investigaciones se encargan de medir una variable en su ambiente natural, sin ningún tipo de manipulación, quien únicamente se limita a describirla.

Los estudios descriptivos buscan especificar las propiedades,

características y perfiles importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier otro fenómeno que se sometan a análisis.

Además es un estudio de nivel descriptivo ya que busca describir y establecer la relación que existe entre las variables Duelo, Estrategias de Afrontamiento y Resiliencia en adultos ante la muerte de un ser querido. Los estudios descriptivos tienen como objetivo medir el grado de relación que existe entre dos o más variables (Hernández y Otros, 2009). El modelo de investigación que caracteriza este estudio es de campo (Kerlinger, 2002), este se realiza en el medio donde se desarrolla el problema o en el lugar donde se encuentra el

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objeto de estudio, el investigador recoge la información directamente de la realidad, se apoya en informaciones primarias provenientes de entrevistas, cuestionarios, encuestas y observaciones con respecto a la conducta de los individuos. En este tipo de estudio el investigador no manipula variables.

OS D A RV

Diseño de la Investigación

CH E R DE

SE E R OS

El diseño que posee esta investigación es no experimental, debido a que los datos se recolectaron en un tiempo único o momento determinado, cuyo propósito es describir las variables Duelo, Estrategias de Afrontamiento y Resiliencia, en función de los indicadores en el proceso de desarrollo de la investigación. Los diseños no experimentales son aquellos que se realizan sin manipular las variables; y lo que se hace es observar los fenómenos tal y como se dan en su contexto natural para después analizarlos (Hernández y Otros, 2009).

Con relación al momento de recolección de datos, la investigación se ubica como transeccional correlacional, debido a que la información se recoge en un solo momento, es decir en un momento único, de forma independiente y sin realizar un seguimiento en el tiempo. En este estudio se midieron el Duelo, las estrategias de Afrontamiento y la Resiliencia en adultos ante la muerte de un ser querido. Según refieren Hernández y Otros (2009), estos estudios tienen como finalidad recolectar datos para medir la relación entre dos o más variables, en un tiempo único.

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En la presente investigación el diagrama del diseño transeccional se representará por medio de una medición única. X1-----X2-----X3 X1 = Duelo

OS D A RV

X2 = Estrategias de Afrontamiento X3 = Resiliencia

SE E R OS

H C E R --- = Relación E Duelo, Estrategias de Afrontamiento y Resiliencia Dentre En la presente investigación la fuente de invalidez interna que podría afectar los resultados es la mortalidad experimental o la diferencia en la pérdida de participantes de los grupos de comparación, ya que posiblemente no todos los sujetos de análisis estarán disponibles al momento de recolectar la información (Campbell 1978).

Sujetos de Investigación

Población

Según Hernández y Otros (2009), la población es el conjunto de todos los casos que concuerdan con una serie de especificaciones. En esta investigación la población que

74

permitirá obtener los datos necesarios para constatar el fenómeno de estudio estuvo conformada por toda la población de los Municipios Mara y Maracaibo del Estado Zulia que tenían como característica en común la muerte de un ser querido indiferentemente del parentesco que tenían con él, así mismo esta estuvo representada por sujetos adultos mayores de 18 años, de ambos sexos con un nivel de instrucción desde básico hasta

OS D A facilidad, dado que la variable duelo está presenteR enValgún momento de la vida de E S E R S cualquier ser humano. HO C E DER profesional, esto con la finalidad de que los resultados se puedan generalizar con mayor

Muestreo

El tipo de muestreo es no probabilístico accidental, ya que el procedimiento no es mecánico ni con base en formulas de probabilidad, sino que dependió de procesos de elección de los sujetos llevado a cabo por el investigador que recolectó los datos (Hernández y Otros, 2009). En este estudio se aplicaron instrumentos de medición a una muestra representativa de los Municipios Mara y Maracaibo del estado Zulia, que estuvo representada por personas de fácil acceso para el investigador que recolectó los datos, cumpliendo con los criterios mínimos de ser mayor de edad y haber experimentado la muerte de un ser querido tomando en consideración el parentesco que tenía con este.

75

Muestra

Una muestra es un determinado número de unidades extraídas de una población por medio de un proceso denominado muestreo, con el fin de examinar esas unidades con detenimiento (Eyssautier, 2002); la información resultante se aplicará a todo el universo, es

OS D A RV

decir; los resultados se generalizarán a toda la población ya que no es necesario estudiar su

SE E R OS

totalidad sino que basta con elegir una muestra significativa de ésta.

CH E R DE

Cabe destacar que en este caso se analizaron los censos poblacionales de los municipios Mara y Maracaibo del estado Zulia, para que finalmente quedara constituida por 252 personas de los municipios Maracaibo y Mara. Se debe añadir que se tomaron estos municipios dadas las diferencias culturales que los identifican no sólo desde el punto de vista rural y urbano sino en cómo la territorialidad o espacio geográfico, costumbres familiares y demás características pueden influir en la manera de llevar a cabo el funeral y por ende el proceso de duelo en su totalidad. Estos porcentajes se escogieron basados en la diferencia de la densidad de población de ambos municipios para que al final de este estudio la muestra quedara distribuida de la siguiente manera:

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Cuadro Nro. 04 Características de la Muestra

Parentesco Padre/Madre

Género M

DER F

Hijo (a)

Hermano (a)

Pareja

Familia Extendida

OS D A 44 2 14RV 3 44 E S E R S O 38 10 18 9 70 ECH

Definición Operacional

Duelo

El proceso de Duelo se define operacionalmente a partir de los puntajes obtenidos en la Escala de Duelo-Revisada de (Pérez, Garnica, Arocha y Chacin; 2011), que mide la variable en función de las Tareas planteadas por (Worden, 2004), Tareas I,II,III y IV, con sus indicadores: Aceptar la Realidad de la Pedida, Expresar el dolor de la perdida, Adaptarse a un ambiente en el que el fallecido no está y Reinventarse una nueva vida; donde la puntuación obtenida ubicara al sujeto en la tarea que se encuentra.

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Estrategias de Afrontamiento

Se define operacionalmente según los puntajes obtenidos por los sujetos en la Escala de Estilos de Afrontamiento (COPE) de (Carver, Scheir y Weinttraub, 1989), que mide las diferentes estrategias, a través de dos categorías: Afrontamiento Centrado en el Problema y

OS D A RV

Afrontamiento Centrado en la Emoción, donde el estilo de afrontamiento dependerá del

SE E R OS

mayor puntaje obtenido por el sujeto en alguna de estas dos categorías.

CH E R DE

Resiliencia

Se define como el puntaje obtenido en la Escala de Resiliencia (Colina y Esqueda, 2002), que refleja los niveles en un sujeto de manera, Baja, Media Baja, Media Alta y Alta, como se manifiestan los factores o mecanismos de protección frente a situaciones estresantes; englobando las dimensiones Seguridad Afectiva, Estabilidad Emocional, Actividad Física y Control y Pertinencia.

78

Técnicas de Recolección de Datos

Descripción de los Instrumentos

A continuación, se describen los instrumentos de medición seleccionados previamente

OS D A RV

para describir las variables planteadas. En cuanto al Proceso de Duelo, se utilizará la Escala

SE E R OS

de Elaboración de las Tareas del duelo (E.T.D.) en su versión modificada por Garnica,

CH E R DE

Pérez, Chacín y Arocha (2011). Por otro lado, la variable Estrategias de Afrontamiento será medida por el Cuestionario de Afrontamiento (COPE) de Carver, Scheider y Weintraub (1989) y finalmente la Resiliencia, a través de la Escala de Resiliencia de Colina y Esqueda (2002).

Escala de Elaboración de las Tareas del Duelo (E.T.D)

En primer lugar, la Escala de Elaboración de las Tareas del Duelo (E.T.D), fue elaborada en su versión original por Puentes, Bracho y Chacín (2010), posteriormente se revisó y modificó por Garnica, Pérez, Chacín y Arocha (2011). Este instrumento se realizó con la finalidad de conocer la diversidad de procesos por los que pasan las personas para superar o elaborar satisfactoriamente el duelo por la muerte de un ser querido. Esta escala determina la ubicación de los sujetos en alguna de las tareas planteadas por Worden (1982), el procedimiento consiste en que el sujeto conteste una serie de preguntas, las cuales están precedidas por opciones de repuestas que van desde el 1 hasta el 4, donde el 1 es igual a

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muy en desacuerdo, 2 representa en desacuerdo, 3 implica de acuerdo y finalmente el 4 corresponde a muy de acuerdo.

Dentro de este orden de ideas, los ítems positivos que representan la Tarea I (Aceptar la Realidad de la Pérdida), fueron el 1, 9, 17, 29 y 37, mientras que los negativos

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corresponden al 5, 13, 21, 25 y 33. En cuanto a los ítems positivos a la Tarea II (Expresar el

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Dolor de la Pérdida), estos fueron el 6, 14, 22, 26 y 34, y los negativos el 2, 10, 18, 30 y 38.

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Asimismo, los ítems positivos que respondían a la Tarea III (Adaptarse a un medio en el que el fallecido no está), estuvieron conformados por el 3, 11, 19, 31 y 39, mientras que los negativos son el 7, 15, 23, 27 y 35. Por último, los ítems positivos para la Tarea III (reinventarse una nueva vida) fueron el 8, 16, 24, 28 y 36, y los negativos fueron el 4, 12, 20, 32 y 40. Al final, el instrumento quedó conformado por un total de 40 ítems.

Cabe destacar, que para llevar a cabo la corrección del presente instrumento se obtuvieron los resultados de la sumatoria total de las respuestas de los sujetos a cada uno de los ítems pertenecientes a las tareas planteadas, donde la puntuación obtenida ubicó al sujeto en la tarea que se encontraba al momento de responder la Escala de Elaboración de las Tareas del Duelo (E.T.D).

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Propiedades Psicométricas

La validez del instrumento original se realizó a través de la validez de contenido, para lo cual se requirió la evaluación de 9 jueces especialistas en el área de duelo, a quienes se le realizó la entrega de un formato de validación y la versión del instrumento para que éstos

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aprobaran cada uno de los ítems, tomando en consideración la ubicación, pertinencia y

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redacción de los mismos para determinar si éste mide lo que deseaba medir, de acuerdo a

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cada una de las tareas mencionadas anteriormente, la cuales fueron tomadas en cuenta para su elaboración (Puente, Bracho y Chacín, 2010). Luego de la corrección de cada ítem, se llevó a cabo la modificación y eliminación de alguno de ellos para mejorar la comprensión del sujeto al momento de responder al instrumento.

Cabe mencionar que inicialmente, al momento de llevar el instrumento a la evaluación de jueces, la prueba estuvo conformada por 60 ítems, de los cuales 20 de ellos fueron eliminados, 11 por falta de pertinencia con el área evaluada y 9 por redacción, estos fueron el 9, 14, 33, 38, 48, 49 y 56. Por otra parte, en su versión revisada, por Garnica, Pérez, Chacín y Arocha (2011), en base a las recomendaciones planteadas por las autoras, se mantienen los ítems correspondientes a evaluar las tareas I, II Y III y se reestructuraron todos los ítems pata la tarea número IV.

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Por otro lado, la versión revisada de la escala, se sometió nuevamente a validez de contenido, para lo cual se solicitó la colaboración de tres expertos en el área de duelo. Posteriormente, se determinó la validez de criterio estableciendo una comparación entre las calificaciones del instrumento con otros criterios que se considera, midieron rasgos o características en el duelo mediante la prueba T- Student para muestras independientes. De

OS D A como técnica para observar la relación de los ítems, R conV el total de las dimensiones de la E S E R S escala. Por último, la confiabilidad se obtuvo mediante un análisis de consistencia interna a O CH E R través del cálculo DEdel índice Alfa de Cronbach. Luego de ello se sometió a otra revisión en igual manera, la validez de constructo, se estableció a través de una correlación ítem total,

la que fueron eliminados los ítem 10, 13 y 26 quedando un total de 28.

Escala de Afrontamiento

Con respecto al cuestionario de Estilos de Afrontamiento (COPE), cuyo nombre original es “Coping Estimation”, este fue traducido al español como: “Estimación del Afrontamiento”. Sus autores son Carver, Scheier y Weintraub (1989), quienes crearon este instrumento teniendo como objetivo evaluar lo que una persona usualmente hace en situaciones estresantes. La traducción y adaptación del cuestionario se realizó a través de la sección de Psicofisiológica y Conducta Humana de la Universidad Simón Bolivar (Barrios, 1991, citado por Moreno y Oquendo, 2000).

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Cabe desatacar que el análisis de factores lo realizaron separando los ítems que puntuaron más alto en el mismo. Los resultados finales fueron un total de 56 ítems, de los cuales 3 son abiertos para que el sujeto plantee su estrategia de afrontamiento y la evalúe. Los factores se agrupan en dos categorías: centrado en el problema, con 24 ítems, y los centrados en la emoción con 29 ítems; con formato tipo Likert. De igual manera, el

OS D A respuesta a los ítems que se plantean, presentando R la V siguiente escala de respuesta: 0: E S E R S Usualmente no hago o siento O esto, 1: Usualmente hago o siento esto un poco, 2: CH E R Eo siento esto con frecuencia, 3: Usualmente hago o siento esto mucho. Usualmente D hago cuestionario está constituido por una primera parte, que son las instrucciones específicas de

Asimismo, para la corrección, los resultados se obtienen a partir de la sumatoria de los puntajes que el sujeto haya asignado a cada uno de los ítems pertenecientes a las dimensiones de la variable afrontamiento, siendo estas: Afrontamiento Centrado en el Problema y Afrontamiento Centrado en la Emoción. El estilo de afrontamiento que predomina es aquel cuyo puntaje obtenido sea más alto. A fin de interpretar los resultados se indica que: Para la primera categoría (Afrontamiento Centrado el Problema), el puntaje mínimo es 0 y el puntaje máximo es 72. Del mismo modo, para la segunda (Afrontamiento Centrado en la Emoción), el puntaje mínimo es 0 y el máximo es 84. Mientras mayor, es el puntaje asignado a una categoría, hay mayor énfasis en utilizar estrategias pertenecientes a una de las categorías por parte del sujeto.

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Propiedades Psicométricas

Dentro de las propiedades psicométricas del Cuestionario de Afrontamiento (COPE) de Carver, Sheier y Weintraub (1989) diseñaron el instrumento sobre la base de 978 sujetos. Realizaron análisis de factores dejando los ítems que puntuaron más alto en el mismo,

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formando cinco escalas que miden afrontamiento centrado en el problema (Afrontamiento

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Activo, Planificación, Eliminación de las Actividades Interferentes, Afrontamiento

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Restringido y Búsqueda de Apoyo Social por Razones Instrumentales), cinco escalas que miden afrontamiento centrado en la emoción (Búsqueda de Apoyo Social por Razones Emocionales, Desahogo de Emociones, Reinterpretación Positiva y Crecimiento, Adaptación y Religión) y tres escalas que miden afrontamiento de menos utilidad (Reiterada Comportamental, Retirada Mental y Negación).

Cabe señalar que al final el instrumento quedó conformado por un total de 56 ítems, obtenido una ajustada validez de contenido, así como la validez discriminante. Posteriormente en 1991, este instrumento fue traducido y adaptado para la población venezolana por la sección Psicofisiológica y Conducta Humana de la Universidad Simón Bolívar (Barrios, 1991, citado por Moreno y Oquendo, 2000).

Finalmente, respecto a su confiabilidad, Moreno y Oquendo (2000), señalan que esta fue calculada por test-retest de diversas escalas en dos muestras, indicando coeficientes altos

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ubicados en 0.85 para una muestra de 288 sujetos. De igual forma, coeficientes Alfa de Confiabilidad Cronbach se ubicaron en 0.88. Dichos resultados apuntan a considerar que las tendencias de autoreporte en las correlaciones de Afrontamiento arrojadas por el COPE, son estables.

Escala de Resiliencia

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La recolección de datos fue realizada a partir de la escala de medición Colina y Esqueda (2002), con el fin de realizar la presente investigación se procedió a utilizar la escala para medir Resiliencia. Según los autores nombrados anteriormente este test fue elaborado en un formato de escala tipo Likert, compuesto por 20 ítems y ponderado en seis puntos que van desde 1: Completamente en desacuerdo, 2: Moderadamente en desacuerdo, 3: Ligeramente en desacuerdo, ligeramente de acuerdo, 5: Moderadamente de acuerdo hasta 6: Completamente de acuerdo.

La escala quedó constituida por veinte ítems, que respondieron a cuatro dimensiones: • Seguridad Afectiva: que evalúa dinámica familiar y apoyo afectivo. • Estabilidad emocional: que evalúa función paterna y relación de los padres, con énfasis en experiencias recibidas durante la niñez.

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• Fortaleza y Actividad física: que evalúa practica de actividad física de manera periódica. • Control Personal y Pertinencia: que evalúa planificación, visión de oportunidad y autopercepción de poder.

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Para el análisis de los resultados de las dimensiones a través de las medidas se diseñaron

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los siguientes baremos:

Baremo de Interpretación de Puntajes de la Resiliencia Cuadro Nro. 05 Nivel

Puntaje

Muy Bajo

20-35

Bajo

36-51

Medio Bajo

52-67

Medio Alto

68-83

Alto

84-99

Muy Alto

100-120

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Baremo de Interpretación de las Dimensiones de la Resiliencia Cuadro Nro. 06 Nivel

Puntaje

Muy Bajo

5-9

S O D A Medio Bajo 14-17 RV E S E 18-21 R S Medio Alto HO C E ER Alto 22-25 Bajo

10-13

Muy Alto

26-30

D

Propiedades Psicométricas

La Escala Colina y Esqueda (2002), fue elaborada en su primera versión como una escala de 96 ítems diseñados en función de las cuatro dimensiones identificadas a través de la revisión teórica realizada sobre este constructo y explicadas anteriormente. Para determinar la validez de la escala, se inició el proceso con la validez de contenido, la cual según Hernández y Otros (2009), consulta la opinión de jueces expertos sobre el ámbito de contenido del continuo de reactivos diseñados.

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Para tales fines, dicha escala inicial fue sometido a un proceso de evaluación de jueces de la Universidad de los Nades y en la Universidad Rafael Urdaneta; quienes mantuvieron la presentación original y se procedió a su aplicación en una muestra de 518 sujetos. Seguidamente se analizó la válidez de la Escala de Resiliencia, determinando su estructura factorial definitiva, se procedió al análisis de componentes principales de los 96 ítems y se

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obtuvo que 20 dimensiones identificaran el constructo estudiado (Colina, 2002).

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Se tomó en cuenta el origen de los valores con el objeto de determinar una estructura sencilla que explicara la cantidad menor de factores la mayor varianza, y se encontró que con la selección de cuatro dimensiones se cumplía este criterio. Posteriormente, se aplicó la rotación varimax que permitió identificar la pertenencia de cada ítem a su factor, de manera que cada reactivo pudiese medir claramente uno solo de los factores identificados. De este proceso, la Escala de Resiliencia quedó constituida por veinte ítems que median de acuerdo con el procedimiento psicométrico la Resiliencia.

Para concluir, se realizó un estudio de la válidez convergente y divergente para lo cual se empleó un análisis de correlaciones de Pearson, con el objeto de determinar dichos tipos de válidez nombrados para la prueba definitiva. Respecto a la validez convergente se encontraron correlaciones positivas y significativas ((p

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