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biblikka Estudio y respuestas de la Palabra de Dios

Carta a los Filipenses: “La cenicienta del Nuevo Testamento”

Enseñanza 037: Filipenses 13: “Y para concluir…” (4:1-19)

La carta va llegando a su fin, pero Pablo aún no ha terminado. Los temas principales están todos fuera del “tintero”, pero todavía resta una última ronda de exhortación y, por supuesto, la tan esperada manifestación de agradecimiento por la ofrenda y el mensajero.

Seguir el hilo de Pablo en la carta resulta interesante. Desde las frases introductorias en las que ora a Dios, podemos observar que las preocupaciones en la mente del apóstol afloran presagiando el contenido de sus exhortaciones posteriores. Ya a esta altura de la carta éstas han sido dadas de manera concreta, pero no específica. Los ejemplos han sido ofrecidos. Resta sólo ir directo a la yugular y exponer directamente el problema, con nombre y apellido.

Si mi lectura de la carta ha sido correcta, creo que Evodia y Síntique, líderes en la iglesia, han estado mal avenidas. Puede ser que sus discordias sean en alguna

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medida resultado de las presiones por las que están atravesando y por sus diferentes reacciones a ellas. Pero, en el fondo, el problema es más sencillo y más serio.

La conducta de estas dos pioneras en la obra y colaboradoras de Pablo, refleja una dificultad en su “actitud de vida.” Quizás hasta aquí su conducta había sido intachable, pero bajo la tensión provocada por las difíciles circunstancias y por las múltiples presiones, defectos en sus “esquemas de pensamiento cristiano” han salido a la luz. Por ser líderes estos no sólo les han afectado a ellas sino también a la congregación y, a su vez, al testimonio en Filipos. Su error ha sido público y Pablo, antes de cerrar la carta, lo trata públicamente. No lo hace de manera que sean humilladas, pero sí con claridad. Y, al hacerlo, incluye al resto de los hermanos en una serie de exhortaciones que bien resumen el contenido de la carta y que, podríamos decir, reviven todos sus elementos: Un cambio de forma de pensar (“actitud de vida”) es necesario; ese cambio sólo puede darse en el interior del creyente (“pensamiento”); y Pablo es ejemplo de él.

Finalmente, en este mismo capítulo final de la carta, llega la tan esperada expresión de gratitud de parte de Pablo para con los filipenses por su ayuda material y humana. Aún en ésta el apóstol no pierde la oportunidad de sentar cátedra y ofrecer lecciones hermosas y profundas sobre el caminar cristiano.

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“Directo al grano” (4:2-9) 2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. 3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.

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Cosa rara en las cartas de Pablo. Casi en la conclusión de la carta sigue una

exhortación directa, con nombre y apellido. Que sea de esta forma nos ayuda a entender varios aspectos de la problemática filipense y de la relación de esta iglesia con el Apóstol.

Por un lado es muy probable que la mención directa obedece a una estrecha relación entre el apóstol y estas dos buenas mujeres. Es muy probable, así lo refleja las palabra usada para identificarlas como “colaboradoras”, que ellas participaron junto a Pablo en el ministerio, seguramente allí mismo en Filipo. La relación era tal que una mención de este tipo, lejos de ser contraproducente, era con seguridad lo que ameritaba la situación.

Por otro lado podemos identificar, al menos parcialmente, lo que seguro eran algunos de los personajes de esos inicios de desunión entre el liderazgo. Evodia y Síntique, líderes desde tiempo atrás en la congregación (qué “puesto” ocupaban no es importante aquí), se habían distanciado entre sí quizás como resultado de

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las presiones a las que esta iglesia estaba sometida. El problema de base era su actitud de vida.

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A tan directa exhortación sigue la invitació de Pablo a dos “colaboradores”

más, Clemente y el anónimo “compañero fiel” para que participen en la resolución del conflicto.

Existen diferentes opiniones sobre la identidad de éste “compañero fiel”. Las alternativas van desde el mismo Epafrodito, pasando por la —imaginada—esposa de Pablo (¿Lidia?), hasta el médico Lucas. De todos ellos Lucas es el más probable candidato. Él estuvo presente en la fundación de esta iglesia y permaneción con ella cuando Pablo partió rumbo a Tesalónica. Allí permaneció durante al menos cuatro (quizás hasta siete) años hasta que se reintegra al equipo apostólico (Hechos 16:10,40; 20:5). Estas cosas le hacían el delegado ideal para mediar en la situación.

La presencia de Lucas con Pablo en su encarcelamiento en Roma (Col. 4:14; File. 24) pareciera presentar un problema para esto. En realidad pudiera ser una confirmación de esta hipótesis pues es una forma fácil de explicar la ausencia de su nombre (el de Lucas) en Filipenses. Recordemos que el encarcelamiento de Pablo duró unos dos años y que seguramente Filipenses se escribe al final de este período, cuando el juicio de Pablo estaba a punto de resolverse.

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Contrario a la situación corintia, esta iglesia no sólo disponía de personas maduras para manejar la disensión sino que los reconocía como tal y, bajo la dirección apostólica, seguramente les confiaron esta tarea. Ahora, aquellos cuatro que seguramente colaboraron con Pablo en el inicio de la obra, participan de una misión dirigida a su estabilidad y sanidad.

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De medidas correctivas Pablo pasa a promover rasgos y expresiones de la

“actitud de vida” correspondiente a los cristianos.

4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Primero gozo. Como si pudiera sorprenderles no sólo el “cambio de tercio” sino también la naturaleza positiva de la exhortación a regocijarse en medio de la situación difícil que atraviesan, el apóstol lo repite: ¡Regocijaos!

Expresar gozo cuando las circunstancias son favorables no es mérito ni distintivo alguno. Hacerlo bajo presión es testimonio de la obra de Dios en nosotros. Pablo es, como en tantas otras cosas, su ejemplo. Por eso las múltiples expresiones de su gozo en medio de las difíciles circunstancias en que se encontraba no están ahí por casualidad sino, nuevamente, como parte de un todo armonioso y planificado para proveer a los hermanos la instrucción y ejemplo que necesitaban.

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El testimonio a los no creyentes será dado no sólo por una actitud de gozo en medio de las dificultades, sino también por una actitud de “gentileza.” Esta palabra (epiekew) es usada por Pablo en II Cor. 10:1 (“ternura”) y en I Tim. 3:3 y Tito 3:2 (“amable”). Según el comentarista Lightfoot (citado en Fee, p. 406) significa lo opuesto a un espíritu de contensión y de egoísmo. Para Leivestad (citado en O’Brien, 487) significa “una humilde, paciente perseverancia que es capaz de someterse a la injusticia, vergüenza y maltrato sin odio o malicia, confiando en Dios a pesar de todo.”

La siguiente frase contiene un elemento de ambigüedad intencionada: “El Señor está cerca.” ¿Se refiere a la cercanía del regreso del Señor Jesucristo o a su cercanía “física” en estos momentos de dificultad? Seguramente a ambos. La manifestación de una “actitud de vida” que corresponde a la ciudadanía celestial sólo es posible por la intervención sobrenatural de Dios. Sólo “en Cristo” y por su Espíritu es posible para el creyente elevarse por encima de las circunstancias y ser testimonio positivo aún bajo presión.

Pero, por otro lado, la esperanza escatológica del Regreso de Cristo es importante aquí también. Ésta es parte del trasfondo de esta carta. El regreso del Señor marca la culminación de un proceso del que el cambio de actitud es parte. La cercanía de ese momento, esperanza de los cristianos en el primer siglo (y en todos los siglos desde entonces), era un aliciente para el esfuerzo que se requería

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de estos buenos hermnanos. Era como decirles, “¡Animo, que el Señor está pronto a venir!”

Lo natural sería ceder ante las presiones, entristecerse y ponerse ansiosos. Ante esto, regocijo y oración son los remedios prescritos. Las cuatro palabras usadas aquí (“peticiones”, “oración”, “ruego”, y “acción de gracias”) deben interpretarse como sinónimos y no como diferentes acepciones de la oración. El consejo es a presentarse a Dios en la comunión que sólo existe en la oración para presentarle los motivos de angustia y, confiados, ... dejarlos en sus manos.

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El resultado será sobrenatural: La paz de Dios.

7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

guardará - Término militar. Guardia de soldados. Se refiere a la guardia interior de las puertas de una ciudad, controlando la entrada y salida de ella (Rogers).

La paz de Dios, como lo refleja una nueva metáfora militar quizás inspirada por el soldado (que si no encadenado al apóstol, al menos estaba visible), servirá de guarda al corazón y a los pensamientos.

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Tanto el asentamiento de la emociones como el de las decisiones estará bajo la segura protección de la paz de Dios si le confiamos nuestra preocupación. Su respuesta a la tormenta que ruge afuera, servirá de guarda adentro. (Comparar la relación de “ansiedad” , paz, pensamientos...)

La paz que Dios da es sobrenatural y actúa más allá de lo humano.

8-9 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

parelabete - Término con connotaciones técnicas referentes a la recepción de intrucción por medio de la tradición.

Nada mejor para el corazón turbado por las tormentas de oposición, que la “paz de Dios.” Nada mejor para las disensiones que amenazan con dividir el Cuerpo, que la presencia de el “Dios de paz.” Esta iglesia necesitaba ambos.

Los pensamientos de los filipenses son importantes en todo este asunto. Su forma de pensar o “actitud de vida” han sido identificados como la causa de las

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dificultades. Y ahora Pablo les exhorta a llenar su pensamiento de todo aquello que pueda contribuir a una correcta actitud. La palabra logizeshe usada frecuentemente por Pablo, significa más que “pensar”, “reconocer, tomar en consideración, evaluar,enfocar la atención en algo” (ver Haw., Fee). Esta palabra, aunque relacionada en significado con la importante palabra en Filipenses de “froneo”, no guarda relación con ella en su raíz.

Para algunos comentaristas surge como una sorpresa que casi todas las “virtudes” mencionadas son semejantes a aquellas promovidas por la filosofía y ética griegas. No debería sorprendernos. Por un lado, el cristianismo reconoce que lo “bueno” que pueda haber en nuestro derredor es digno de imitar. Por el otro, la ética cristiana va más allá de la del mundo, pero tiene que comenzar en algún lugar. Y son esos “puntos de contacto” con la sociedad que les rodea los que los filipenses no creyentes esperaban observar (como mínimo) en sus conciudadanos cristianos. Y, como ya hemos visto, Pablo tiene particular interés en los efectos del buen (o mal) testimonio de esta iglesia sobre su comunidad.

La exhortación a llenar sus pensamientos con virtudes específicas es entonces una forma de recordarles que no viven en un vacío y que su llamado sigue siendo a ser “luminares en el mundo”.

De éstas (y seguramente otras) características ya Pablo les ha enseñado en el pasado. Y de ellas les ha dado ejemplo. “Aprendisteis... Recibisteis... Oísteis...

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Visteis... recojen las vías por las que la enseñanza combinada (palabra-modelo) llegó a ellos por medio de Pablo.

Aplicación: El llamado a modelar “Aprendisteis... Recibisteis... Oísteis... Visteis…”

Aunue creo que ya hemos comentado algo sobre esto en algún programa anterior, creo que vale la pena volver al tema del modelaje como parte del ministerio cristiano.

I Cor. 11:1 Sed imitadores ( μιμηταί) de mí, así como yo de Cristo. I Cor. 4:16 Por tanto, os ruego que me imitéis (μιμηταί) . 17 Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo... Fil. 3:17 Hermanos, sed imitadores (Συμμιμηταί γίνεσθε) de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo (τύπον) que tenéis en nosotros. Fil. 4:9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. I Pe. 5:1-3 ... 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos (τύποι) de la grey. Heb. 13:7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad (μιμεῖσθε) su fe.

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¡Gracias!…¡Al fin! (4:10-20) La tan esperada expresión de gratitud llega al final. No que no estuviera en su mente (como se ve desde el mismo capítulo 1) sino que ha esperado este momento para hacerlo de manera extendida.

La gratitud da oportunidad, como siempre, para enseñar y modelar. Por algún tiempo la iglesia filipense ha intentado ayudar a Pablo. Por las razones que fuesen, les había sido imposible hasta ahora. Pero Pablo lo sabe. Conoce el interés de la iglesia por él y por el avance del Evangelio (ver. v. 15). Esta ayuda llega en momento oportuno y acompañada de Epafrodito quien cumple fielmente con su encomienda a pesar de una enfermedad (18).

Un par de asuntos tienen que ser aclarados antes de entrar en el texto. El primero es la tardanza de la acción de gracias en el desarrollo de la misiva. La verdad es que, como ya se ha indicado varias veces, la manifestación de la gratitud del apóstol se ha hecho manifiesta en 1:3-5 y con la mención del ministerio y sacrificio de Epafrodito, su enviado. Por otro lado, y como bien señala Fee, siendo la cultura de esta época una primordialmente oral, las últimas palabras (en este caso las de agradecimiento) son las últims en ser escuchadas en la lectura pública de la carta y, por lo tanto, lo que quedará más fresco en sus mentes.

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En segundo lugar está la forma en que Pablo agradece la ofrenda. Da gracias sin darlas y, cuando lo hace, aclara que él no tenía necesidad de que lo hicieran y además explica que es Dios el verdadero recipiente de la ofrenda y no él.

Este tipo de agradecimiento es el que corresponde a amigos en el contexto de una relación amistosa. Al escribir de esta manera Pablo no está estableciendo distancia afectiva alguna entre él y los receptores de la carta, antes al contrario. Deja claro que la relación es íntima, de amistad, en la que “dar y recibir” es lo normal y donde, las “gracias” huelgan.

Las dos aclaraciones que hace Pablo sobre su “no necesidad” del dinero, obedecen a su deseo de dejar claro que su interés no es la ofrenda de los filipenses sino ellos mismos.

Por otro lado, en la relación de amistad en la cual está enmarcada esta carta, la reciprocidad es importante pero Pablo está en una posición donde reciprocar es imposible. Por eso, es Dios, en todo caso el último “receptor” de la ofrenda, quien lo hará (19).

Vayamos al texto. 10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad...

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14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 16 pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.

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La ofrenda es evidencia del “cuidado” y “solicitud” de los filipenses. Ambas

palabras comparten la misma raiz (froneu). De alguna manera el sentido es más allá que una preocupación por el apóstol. También es el reflejo de una “actitud de vida” que, aunque en necesidad de mejoría, es ya buena. Su interés en pensamiento y acción no sólo por Pablo sino por la extensión del Evangelio es, otra vez, evidencia de ello.

Todo parece indicar que la ayuda se había retrasado por alguna indeterminada razón. Pero la tardanza no había sido interpretada por Pablo como falta de interés. Por esto inmediatamente hace claro la “solicitud” filipense.

11-13 11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

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11-13

Una aclaración es importante. Palo seguramente había sido acusado

en diferentes ocasiones por recibir dinero de las iglesias. Este privilegio apostólico y de los obreros del Señor es defendido en ocasiones (I Cor. 9) aunque seguramente no era un problema aquí. Pero Pablo, que desea hacer todo claramente no sólo delante de Dios sino de los hombres también (II Cor. 8:21) decide aclarar que su mención de este asunto no responde a su incapacidad de subsistir con lo que tenía.

Algunos comentaristas incluso piensan (por ej. Hawthorne) que esta sección es necesaria pues la situación es contraria a la política usual de Pablo. Explico. Es bastante claro en la correspondencia paulina que la costumbre de Pablo era la de sostenerse a sí mismo. Su derecho a hacerlo era claro para él. Pero a pesar de éste, su “gloria” era prescindir del sostenimiento monetario de la iglesia y sosternerse por el trabajo de sus manos. La ofrenda filipense (como las otras enteriores) eran una excepción a esta práctica. De ahí la necesidad deuna aclaración. La enseñanza de contentamiento que sigue es hermosa, edificante y desafiante. Antes de mirarla con un poco de detenimiento me parece importante ver esta sección en el contexto de la carta en general. Porque no creo que sea solamente testimonial su aparición aquí. Pablo vuelve a presentarse como ejemplo para los filipenses en cuanto a cómo se manifiesta una correcta “actitud de vida” en la práctica. Él ha sido su

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modelo (3:17; 4:9) y nuevamente, ya casi en la clausura de la carta, vuelve a serlo.

No debemos olvidar que parte de la actitud de vida se relaciona con las motivaciones. De ellas ya Pablo presentó el (mal) ejemplo de sus “competidores” en Roma, cuyo problema, más que de doctrina, era de actitud (motivaciones). Como ya hemos señalado es probable que en Filipos existiera también el problema de motivaciones egoístas que incluso parte de su manifestación practica lo era en el campo del dinero. El ejemplo de Jesús (así como los de Timoteo, Epafrodito y el mismo Pablo) representan una actitud de desprendimiento, de “mirar cada cual también por lo de los otros...” y no por lo suyo propio. Las motivaciones son importantes.

Aplicación: El modelo Soy, como creo que Pablo lo era, un defensor de el “derecho” a los que dedican su vida al ministerio cristiano a “vivir del Evangelio.” Pablo lo establece claramente y cita a Jesús para demostrar su punto.

I Cor. 9:8-11 8 ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el

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que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?

I Tim. 5:17-18 17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. 18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.

Mateo 10:10 (y Luc. 10:7) ...ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.

Lo curioso del caso es que a pesar de esto la mayoría de las veces él no hizo uso de ese “derecho”. Este hecho se hace aún más importante al recordar que dicha práctica le trajo problemas (por ejemplo con los corintios).

El planteamiento se hace necesario. ¿Es el “derecho” de recibir sostenimiento a los obreros/as cristianos/as optativo o normativo? El ejemplo de Pablo lo deja

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claro, es optativo. Lo que nos lleva a preguntarnos por qué y también cómo debe ser aplicado esto hoy.

El por qué parece claro. Pablo deseaba evitar el escarnio (obstáculo, tropiezo) que el recibir dinero de la iglesia pudiera traer a su misión. Si posible, deseaba quitar toda sombra de duda de lo genuino de su mensaje y de su motivación.

El cómo es otra cosa. A pesar de yo mismo estar actualmente “a todo tiempo” no dejo de luchar con este tema. Aún cuando yo mismo seguí el ejemplo paulino de ser un “constructor de tiendas” (ministerio bi-ocupacional) por ocho años, muchas veces me pregunto si ahora (sostenido) lo estoy haciendo mejor que antes (autosostenido).

Mi respuesta a este asunto es obviamente parcial. Creo que, siempre que se pueda, el obrero debe sostenerse a sí mismo. Y creo también que el paso a ser sostenido por la iglesia debe sólo darse cuando es la única alternativa.

Este camino ha de ser determinado por varios factores. Primero, el llamado de Dios. Creo que hay personas que son llamadas al servicio cristiano autososteniéndose y otras que no. Que Dios establezca la diferencia.

Segundo, cada obrero debe tener la disposición a auto-sostenerse. Que la opción contraria no sea el resultado de otra motivación que la obediencia a Dios.

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Tercero, creo que debe haber un convencimiento (en el obrero, en los líderes y en la misma iglesia, de que la mejor manera de usar los dones de este obrero es dedicándose a “todo tiempo.”

Cuarto, hay circunstancias en que, por leyes o circunstancias especiales, la única opción es recibir sostenimiento. Especialmente cuando se trabaja en países donde es difícil conseguir visado de entrada de otra manera, al comenzar iglesias o al servir en iglesias de un tamaño que no hacen práctico mantenerse trabajando en su trabajo secular.

Pero reconozco que, aún en estos casos, el asunto está sujeto a debate.

Motivaciones. Dicho esto, queda por ver el ejemplo de Pablo a este respecto. No como algo natural de su carácter sino como algo “aprendido” (11) Pablo sabe estar contento en la condición humilde, en medio del hambre y de la necesidad. Es más que resignación de lo que se habla aquí. Es de la capacidad de estar contento aún en medio de las circunstancias adversas. El tema del gozo en medio del sufrimiento ha permeado toda la carta. Y en cada sección vemos que es un gozo a pesar y no dependiente de las circunstancias. Pablo sabía vivir en condiciones precarias (como un esclavo, 2:7) por su deseo de propagar el Evangelio.

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Pero hay más aquí. A veces nos es fácil entender (si no practicar) lo que Pablo enseña. No se nos hace tan difícil comprender el contentamiento en las circunstancias adversas como una virtud cristiana. Pero el Apóstol inmediatamente aplica el mismo principio del contentamiento al polo opuesto. Pablo sabía vivir contento en la saciedad y en la abundancia. Hubo momentos en que la provisión de Dios parecía exceder sus necesidades inmediatas. Y esos momentos de abundancia se convirtieron para él también en escuela de contentamiento.

Nuevamente la consideración de algunas de las palabras usadas en el original griego nos ayudan a tener un cuadro más completo.

11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. aytakrqw - Contento, ser autosuficiente, tener suficiente. La palabra indica la infdependencia de circunstancias externas y muchas veces se usaba para describir a uno que se sostenía a sí mismo sin ayuda de otros. La palabra indica una autosuficiencia interna, en oposición a la carencia del deseo de cosas externas.

12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.

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tapeinoyshai - pre. pass. inf de tapeinou = hacer bajo, humilde. Refriéndose principalmente a los aspectos físicos, i.e a la carencia de las necesidades de la vida diaria

memyqsai = ser instruído, iniciado, como en las religiones de misterio. El perf. indica lo completo de la acción, con un estado o condición que continúa.

ystereomai - quedarse corto; quedarse atrás; carecer; sufrir necesidad.

El tema del gozo en medio del sufrimiento ha permeado toda la carta. Y en cada sección vemos que es un gozo a pesar y no dependiente de las circunstancias. Pablo sabía vivir en condiciones precarias (como un esclavo, 2:7) por su deseo de propagar el Evangelio.

Pero aquí hay más. A veces no nos es fácil entender (¡y practicar!) lo que Pablo enseña. No se nos hace tan difícil comprender el contentamiento en las circunstancias adversas como una virtud cristiana. Pero el Apóstol inmediatamente aplica el mismo principio del contentamiento al polo opuesto.

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Pablo sabía vivir contento en la saciedad, en la abundancia. Hubo momentos en que la provisión de Dios parecía exceder sus necesidades inmediatas. Y esos momentos de abundancia se convirtieron para él también en escuela de contentamiento.

Aplicación: La abundancia Las personas que han aprendido a dejar sus vidas en las manos de Dios y confiar en Él para su provisión deben experimentar el contentamiento. Pero contentamiento del tipo correcto. La mayoría de los obreros cristianos, a los que, justificadamente o no, se aplica regularmente este verso, no tendrían problema en ver su aplicación, como toda otra persona, a el contentamiento en medio de la escasez. Pero el otro lado es ignorado completamente. No he escuchado nunca un mensaje o estudio bíblico (excepto de aquellos que predican el mal llamado “Evangelio de la prosperidad” donde esta doctrina está exagerada) en que se nos recuerde que la Palabra habla del contentamiento en la abundancia también. Si las cosas van mal y la escasez tan cotidiana en la vida del ministro toca a las puertas de su hogar, será bien recibida. A veces incluso se ve como una señal del llamado a servir a Dios. Aunque cueste, el contentamiento será visto como necesario para poder seguir adelante en la vida sacrificada del ministerio. (No digo que lo mismo no pueda o deba aplicarse a los hermanos que no están en el “ministerio” y cuya situación económica es difícil).

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Pero si las cosas van bien, o “demasiado bien” el sentido de culpabilidad toca nuestros corazones. Es como si vivir en la escasez fuera un ejercicio en piedad y la abundancia en la mundanalidad. Pablo nos enseña que el contentamiento es necesario para ambos. Ambos “extremos” son diferentes manifestaciones de la misma soberanía y cuidados de Dios. Ambas situaciones están bajo su control. Y el gozo del cristiano (o de el “ministro”) no depende de ellas. Cuando Dios, en su misericordia, permite que las bendiciones materiales lleguen hasta nosotros “hasta que sobreabunden,” aprendamos a tener contentamiento también. El mismo Dios que a veces parece cerrar su mano, en otras la abre para dar a sus hijos sobreabun- dantemente para su regocijo.

Aplicación: “Todo lo puedo en Cristo...” Este verso es uno de los más conocidos en la Biblia. No sólo por lo breve, sino por lo positivo de su afirmación. Es glorioso y maravilloso lo que dice. Comoen otras ocasiones y con otros pasajes bíblicos, su aplicación común en la vida cristiana es sacada de contexto. Casi siempre que aplicamos este verso lo hacemos a las situaciones difíciles que nos acechan. Pero raza vez lo confesamos como el lema de nuestra vida en asuntos de dinero o bienestar material. Lo primero es una inferencia que podemos o no hacer (ver abajo) lo segundo es su contexto inmediato. Pablo ha hablado como, a pesar de que aprecia el regalo filipense y de la dimensión espiritual de éste (“sacrificio... ofrenda”). ha sido enseñadopor Dios a

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experimentar contentamiento sin referncia a sus condiciones externas de abundancia o escasez. Esto en estos dos extremos experimentados por el apóstol en donde “todo” debe ubicarse. Tanto enlo uno como en lo otro, él “puede” porque el Señor le da fuerzas. Es en este contexto inmediato dondetenemos que hacer nuestra hermenéutica. Y sin duda este es un mensaje necesario. En un mundo donde la felicidad se hacen dependientes, y a veces directamente proporcional, a las posesiones materiales y a la estabilidad de la economía, los cristianos tenemos queparender que nuestro contentamiento no sube y baja conlos valores de la bolsa. No puede ser así porque suprocedencia no es del exterior sino de nuestro interior. El Señor nos ha enseñadola verdadera fuente del contentamiento y nos da las fuerzas para que en cualquiera de los extremos podamos experiemntar elcontentamiento. ¿Quiere decir esto que el verso no puede aplicarse a otras situaciones de la vida? Nolo creo. Pero también estoymuy claro en que al aplicarlo al día presente tenemos que hacerlo con cuidado y, especialmente, con “situaciones comparables” como hablan Fee y Stuart en su útil libro. De otra manera tenemos elproblema de cómovamos a interpretar la palabra “todo”. Si de cimos que la aplicación de este verso es a tpda situación, estamos estabñciendo una situación en la cual el cristiano se convierte en un “supermán” espiritual (o incluso material). No hay nada que un cristiano nopueda hacer. El sentidocomún nos dice claramente que estop NO es lo que Dios quiere decir en estas palabras..

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4:14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 16 pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. 17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

14-17

Pablo agradece a los filipenses por hacerse partícipe de su tribulación.

Seguramente los gastos de un arresto domiciliario eran elevados y Pablo no podría costearlos sólo. La iglesia en Filipos, que no era rica (II Cor. 8; Fil. 3:19) daba nuevamente “de su pobreza” para bendecir al apóstol amado en medio de su tribulación.

Y no era la primera vez que los filipenses hacían esto. Casi inmediatamente después de su fundación, ellos enviaron a Tesalónica una ofrenda a Pablo que le ayuda en su ministerio allí. Lo mismo, luego, a Corinto (3:16; II Cor. 11:8-9; Hch. 18:5). Es ésta la explicación de sus palabras “al principio de la predicación del Evangelio...” Esta frase no hace referencia al comienzo del Evangelio como tal ni al ministerio de Pablo en particular. Más es una referencia temporal con los Filipenses y su recepción del Evangelio como referencia.

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La forma un poco extraña en que estas cosas son expresadas nos dan una idea de la relación única (especial) entre Pablo y la iglesia Filipense. “Cuando partí de Macedonia... Aún a Tesalónica...” no nos hace demasiado sentido (primero menciona su salida de macedonia y luego la ayuda recibida cuando estaba en Tesalónica, la capital de Macedonia). Lo que se establece es, primero, que inmediatamente Pablo salió de entre ellos, los filipenses decidieron participar activamente en suministerio por medio de ayudas materiales. Esto es lo que la segunda frase deja claro. La primera nos ayuda a entender que sólo la iglesia en Filipos participó de esta manera. Parece ser que Pablo no aceptó este tipo de ayuda de ninguna otra iglesia.

Al inicio de nuestro estudio ya habíamos comentado sobre las características del tipo de carta que Pablo ha redactado.

“Tipo de carta. Fee (Phillipians, pp. 2-21): una combinación de la llamada "carta de amistad" y la "carta exhortativa". Llega a esta conclusión tomando en cuenta algunas características de la carta: 1) Pretende suplir la ausencia mutua (1:27; 2:12): 2) Pablo informa sobre sus "asuntos" y comenta sobre los de los filipenses). 3) Informa sobre el movimiento de sus colaboradores (Timoteo y Epafrodito).

También 4) abundan evidencias, como ya se señala en otro lugar, de afecto mutuo y de "reciprocidad" en la relación…

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Y en nuestros comentarios sobre el verso 9 de este capítulo 4 también habíamos aclarado…

Da gracias sin darlas y, cuando lo hace, aclara que él no tenía necesidad de que lo hicieran y además explica que es Dios el verdadero recipiente de la ofrenda y no él. Este tipo de agradecimiento es el que corresponde a amigos en el contexto de una relación amistosa. Al escribir de esta manera Pablo no está estableciendo distancia afectiva alguna entre él y los receptores de la carta, antes al contrario. Deja claro que la relación es íntima, de amistad, en la que “dar y recibir” es lo normal y donde, las “gracias” huelgan.

Las dos aclaraciones que hace Pablo sobre su “no necesidad” del dinero, obedecen a su intención de dejar claro que su interés no es la ofrenda de los filipenses sino ellos mismos. Por otro lado, en la relación de amistad en la cual está enmarcada esta carta, la reciprocidad es importante. Sin embargo Pablo está en una posición donde reciprocar es imposible. Es Dios, el último receptor de la ofrenda en todo caso, quien lo hará (19). (Ver Fee).

Al mencionar la ayuda el interés de Pablo no era que las ayudas continuaran, sino más bien que sus ofrendas fueran reconocidas como un “crédito” en la cuenta de

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los filipenses. Al hacerlo, y usar terminología comercial a lo largo de esta sección, el apóstol nos recuerda lo que ya enseñó Jesús.

Mat. 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

El gesto de la iglesia en Filipos era encomiable. Pero más importante que el mismo beneficio de Pablo, el receptor directo de la ofrenda, lo era el hecho de su utilidad última, la extensión del reino de Dios. El dinero a Pablo era una ofrenda a Dios. Y como tal era recibida.

18-19

Vayamos a los próximos versos:

18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

18

comercial = “haber recibido completamente y dar recibo por ello.”

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Continuando con el lenguage comercial, Pablo certifica haber recibido la abundante ofrenda de mano de Epafrodito.

18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; ...

18

comercial = “haber recibido completamente y dar recibo por ello.”

De terminología comercial Pablo pasa a utilizar terminología sacada del sistema sacrificial del Antiguo Testamento. En base a ésta el regalo traído por Epafrodito es equiparado a una ofrenda presentada al altar de Dios, que sube en olor grato hasta su trono.

18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.

Al tratar el tema de la ofrenda, entonces, distinguimos dos líneas en Pablo. Una formal, comercial, la otra eclesial, espiritual. En la primera se acusa recibo del regalo, se “acredita” en la cuenta de los remitentes y se explica su efecto en el recipiente. En la segunda, la trascendente, se habla de lo que ocurre en la dimensíon espiritual. El “regalo” a Pablo es una ofrenda a Dios. Cuando damos a

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“la iglesia” damos a Dios. Cuando damos a los “obreros del Señor”, damos al Señor de la obra.

Ante esta demostración, Pablo asegura a los hermanos en Filipo que Dios mismo se encargará de suplir sus necesidades. (II Cor. 9:6-11) Hay dos formas de entender estas palabras. Una como oración (con la forma aoriata-optativa del verbo) y otra como una aseveración de lo que Dios hará. La segunda me parece la opción más correcta. Al entederlo de esta manera no estamos diciendo que Pablo “obliga” a Dios a hacer algo que no quiera (como sugiere Hawthorne), sino que manifiesta lo que el apóstol sabe, ya sea por conocer el carácter de Dios o por revelación directa sobre este asunto. Esta sección termina, y ya con ella casi la carta, con una doxología a Dios.

Aplicación Algo tenían las iglesia de Macedonia. Ya en II Cor. 8 y 9 Pablo hablaba de estas amadas iglesias como ejemplo de desprendimiento y ofrenda sacrificial aún en medio de su propia escasez.

Porque es “fácil” dar cuando nos sobra. O aún es fácil dar cuando dar no nos causa ningún inconveniente mayor. Pero esta iglesia, a semejanza de la viuda del Evangelio, da de su pobreza, haciendo, por su sacrificio, aún mayor el valor de la ofrenda.

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Marcos 12:41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.

El tema del dinero es muy común en la Escritura. Para Jesús revestía tal importancia que habla más de él que de otros temas que nosotros consideramos más importantes (infierno, cielo, etc.)

La realidad es que a Jesús no le interesa nuestro dinero, sino nuestro corazón. Conocedor de la realidad humana como es, Jesús sabe de la lucha de lealtades que se libra en el corazón del hombre entre el dinero y Dios. Su enseñanza sobre el dinero, entonces, es enseñanza sobre principios espirituales muy profundos e importantes.

La historia de la viuda es una verídica. 1. Narrar y datos

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a. "arca" - envase en forma de trompeta (13 en total) colocados alrededor de las paredes en la corte de las mujeres en el templo, en los que la gente estaba acostumbrada a echar sus ofrendas b. "blanca" - (gr. lepta) usado en gr. para la más peq de las monedas; =1/2 cuadrante =1/8 as; =1/80denario

2. Contrastes: a. muchos............ una b. ricos............... viuda/pobre (explicar) c. mucho............. poco ("más que todos") d. sobraba.......... todo; su sostén (gr. Opposite meaning)

A veces usamos esta historia equivocadamente. La utilizamos para justificar nuestra escasa ofrenda (aunque hubiese razón para ella). Pero la verdadera enseñanza de esta historia es otra. Ayuda a contestar una importante pregunta: ¿cuándo hemos dado suficiente a Dios? Esta poderosa historia nos enseña que sólo hemos dado suficiente a Dios cuando le hemos dado todo.

I. La viuda: ¿qué la hace tan diferente? A. Devoción: amaba a Dios ("De su pobreza") 1. Lo que necesitaba -no un mero rito -no el mínimo (10%)

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2. Nosotros a. Amamos el dinero b. Mateo 6:19-21,24

B. Entrega: era de Dios ("Todo lo que tenía") 1. Nada de lo que tenía NO era de Dios 2. Nosotros Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14:33)

C. Confianza: conocía a Dios ("Todo su sustento") 1. Lo que tenía para vivir a. Fidelidad b. Dios es suficiente 2. Nosotros a. Lucas 12; Mateo 6

Conclusión: Sólo hemos dado suficiente a Dios cuando lo hemos dado todo.

Conclusión: Despedida 21Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan. 22Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César.

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23La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

21-23

Saludos y despedida.

Los saludos son ofrecidos a diestra y siniestra. Se hacen extensivos a todos los santos no porque la carta no fuera dirigida a toda la iglesia pues eso queda claro en la salutación, sino porque de manera particular se quiere garantizar el saludo a todos y cada uno de los hermanos. La salutación proviene de Pablo y los hermanos en Roma, de manera especial los que, como empleados, esclavos o soldados, estaban vinculados al servicio del César en Roma. Esta mención particular obedece a que algunos de estos quizás conocían hermanos en Filipos o porque el hecho mismo de que el Evangelio estuviera entrando ya hasta el mismo palacio del emperador era considerado como importante.

En el siguiente y último verso tenemos palabras de conclusión y de bendición, como era costumbre del Apóstol Pablo.

23 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

La carta había comenzado así:

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1 Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Filipenses comienza y termina con gracia...

Aplicación Nuestra imaginación nos ayuda a pensar cómo estas cuatro personas probablemente fueron parte de los inicios de la obra en Filipos y cómo, como tantas veces sucede aún hoy, un sentido de “posesión” pudo haber entrado en los corazones de algunos, olvidando de Quién es la obra.

El “síndrome de los pioneros”, esa rara sensación de derechos especiales (y hasta de pertenencia) por antigüedad, parecen ser universales.

Aquellos que se han identificado con una comunidad cristiana desde sus inicios a veces desarrollan un malsano sentido de privilegios. Éste genera rivalidad al cabo del tiempo con aquellos que “llegaron después” y a quienes el señor está usando ahora. Es como si los “pioneros” nunca quisieran soltar el timón.

Aplicación

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Un tema interesante lo es la participación de las mujeres en la vida y liderazgo de esta iglesia. El interés parte de dos importantes aspectos.

Primero, varias mujeres son mencionadas en la historia de la iglesia Filipense como teniendo papeles importantes. No sólo tenemos a Lidia, la empresaria y mecenas del apóstol (además de dueña del hogar donde comenzó la iglesia), sino también a Evodia y a Síntique. Éstas últimas son identificadas como colaboradoras de Pablo. Sin querer leer demasiado en este vocablo (synahleu) y sin aventurarnos a identifi- carlas como diaconisas o ancianos, es inevitable admitir que su papel era más que figurativo y que eran parte del cuerpo de líderes de esta congregación.

Así como al final de la carta a los romanos, donde nombres de mujeres están incluidos entre los que parecían ser líderes, encontramos aquí de nuevo la mención de mujeres como posibles líderes en la iglesia. ¿Será una casualidad que sean Roma y Filipos donde esto ocurre? Quizás no. Lo que nos lleva al segundo punto.

Ya se ha dicho bastante sobre las peculiares características culturales y sociales de Filipos en su asociación con Roma. También sabemos que, como se menciona en la Introducción, Macedonia era una región del mundo greco-romano en que las mujeres eran bien vistas como líderes en la sociedad (por eso también la importancia de la influencia de algunas mujeres en el relato de Hechos del

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comienzo de la obra en Tesalónica). Lo que nos obliga a plantearnos si la mayor prominencia de mujeres en el liderazgo en ésta iglesia obedece a la aceptación social de ello.

Si esto pudiera sustanciarse, provocaría unas situaciones hermenéuticas interesantes para la vida de la iglesia moderna. En una sociedad donde, al menos en occidente, las mujeres son cada vez más aceptadas como líderes, ¿no es sensato permitir que lo mismo ocurra en la iglesia?

No que imitemos al mundo, sino que quizás el óbice para que las mujeres tuvieran una mayor participación en el liderazgo de la iglesia lo eran las limitaciones de aceptación de roles en la sociedad y no la enseñanza del Evangelio, para el que “no hay varón ni mujer” (Gal. 3:28). En más de un caso vemos cómo pablo tienen particular interés en que las costumbres de la iglesia no sean un escándalo para la sociedad. Ejemplo lo tenemos en la lista de “requisitos” para los ancianos en I Tim. 3:1-7 y las prohibiciones de “hablar en público” a las mujeres en Efeso y Corinto.

Si el planteamiento es correcto, nuestra iglesia estaría desfasada en su testimonio si excluye prejuiciadamente a una significativa proporción de su membresía de un ministerio más activo en las posiciones de liderato.

26 marzo ; 2, 9 y 23 abril 2012

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San Juan, Puerto Rico Jose R. Martinez-Villamil MD. MDiv.

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